2009/06/17

Robledo y las Farc

Por JAIME VARGAS RAMIREZ, 14-06-09
varjay@gmail.com, varjay@une.net.co

En muchas ocasiones los encargados del trabajo cafetero del Moir nos reuníamos en la casa de Jorge Robledo en Manizales para planificar el trabajo. La verdad no me precio de ser su amigo, pero compartí con el dirigente cafetero en ese entonces y cuando yo era militante del Moir, más de un tinto y un cigarrillo para hablar de la problemática social, política y económica de la región cafetera.

Hombre un poco acartonado y adusto pero amable y cordial con sus amigos. Siempre ante la posibilidad de desborde en la lucha y movilizaciones de los campesinos cafeteros, recomendaba la calma y en cierta forma apaciguaba los ímpetus de algún compañero que se entusiasmaba más de la cuenta con la situación favorable por la que pasaba la lucha cafetera. Recuerdo que cuidábamos de que las marchas cafeteras fueran siempre pacíficas y ordenadas. No de otra manera hubiésemos logrado movilizar decenas de miles de campesinos sin un solo incidente que lamentar, por lo que podría yo hoy decir, correspondía al sello de Robledo.

Luego de la división del Moir y quedando en orillas opuestas, no he vuelto a cruzar palabra con el actual senador, pero sigo de cerca sus actuaciones como tal y máximo dirigente del Moir. Y aunque no compartí nunca el método putchista que empleó su sector para dirimir los asuntos internos en el partido de Mosquera y conociéndolo como lo conozco, estoy seguro que nada tiene que ver con las Farc. No solo por su talante, sino porque se del sufrimiento que le causaron y nos causaron las muertes de varios camaradas a manos de esos bandidos, cuando al calor de las conversaciones de paz con Belisario Betancur ese grupo armado, ejerciendo poder y terror, desplazó a decenas de militantes del Moir de los sitios donde hacíamos labor política y social.

Conociéndose la trayectoria histórica del Moir, es evidente que se está ante una retaliación por parte del régimen contra su principal vocero. El Moir nació peleando contra concepciones extremo izquierdistas que creían que el foco y la combinación de todas las formas de lucha era la salida a los problemas sociales y políticos, época en que las huestes armadas eran bien vistas por la opinión y la juventud de Colombia.

El Moir como movimiento revolucionario de izquierda rompió esquemas y paradigmas; cuando los grupúsculos de toda laya veneraban las armas, el Moir las repudiaba; cuando todos hablaban de la abstención electoral el Moir emprendía su participación en las mismas; cuando la extrema satanizaba a liberales y conservadores el Moir se aliaba con sus sectores más progresistas; y cuando aparecieron métodos de lucha no revolucionarios como el secuestro y la extorsión el Moir fue el primero en combatirlos. Cuando las conversaciones de paz se pusieron de moda el Moir no participó de ellas.

En fin, podríamos seguir citando hechos y actitudes para probar hasta la saciedad que los militantes del Moir siempre estuvimos alejados de los ajetreos armados y menos al lado de quienes apelaron a la violencia y al terror para imponer su punto de vista y sacar del camino a sus competidores, como históricamente han hecho las Farc.

Está claro entonces, que se le está cobrando al legislador su oposición y denuncias contra el presidente. Está claro que Uribe apela a todo para volverse a reelegir. Y muy claro que la relación de Robledo con las Farc no existe.

Hoy más que nunca los demócratas debemos tomar atenta nota de lo que está pasando y actuar en consecuencia; unidad para frenar la dictadura civil que se avecina.

2009/06/10

BBC Claves del conflicto en Perú...(¿Colombia post TLC?...)

Redacción
BBC Mundo

La violencia se desató cuando la policía intentó desarmar los bloqueos en Bagua.
El norte de Perú - en particular las provincias de Bagua y Utcubamba, en el estado Amazonas- se ha convertido en escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas policiales y las comunidades indígenas, que luchan por proteger sus territorios ancestrales.
Los incidentes ocurridos en la región de la Amazonía son los más violentos desde que culminara la insurgencia del grupo militante Sendero Luminoso en la década de los '90 y el mayor desafío que enfrenta el presidente Alan García dentro de su país, desde que asumiera el poder en 2006.
¿Qué dio lugar a estos enfrentamientos? ¿Qué dice el gobierno? BBC Mundo responde éstas y otras preguntas con una guía sucinta sobre las claves del conflicto.
¿Cuándo y por qué se originaron las protestas?
Las protestas protagonizadas por los indígenas y que alcanzaron su punto más álgido a comienzos de junio se iniciaron el pasado 9 de abril, en rechazo a una serie de decretos legislativos promulgados por el presidente de Perú, Alan García, en 2008, en el marco del proceso de implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos.
Sin embargo antes del mes de abril, los indígenas ya habían organizado una serie de protestas exigiendo la anulación de los decretos, aunque en menor escala.
Lea: Los decretos de la discordia
¿Por que los indígenas rechazan estos decretos?
Estos decretos regulan el manejo de los recursos forestales e hídricos y facilitan a las compañías extranjeras la perforación en busca de petróleo y gas, en tierras que las comunidades indígenas consideran ancestrales.
La región de la Amazonía es además una de las áreas de mayor diversidad biológica del planeta.
En opinión de los indígenas, los decretos establecidos por García perjudican a sus comunidades al permitir la "privatización" de los bosques y los recursos hídricos.
¿Qué forma tomaron las protestas?
Según le explicó a BBC Mundo Jonathan Mazower, de la organización no gubernamental Survival International, los indígenas bloquearon varios ríos. El más importante ha sido el Napo, un tributario del Amazonas utilizado por algunas compañías para transportar bienes y maquinaria.
También bloquearon caminos y pistas de aterrizaje en el norte y centro de Perú con el mismo fin y ocuparon estaciones de bombeo en los oleoductos que van del Amazonas hacia la costa.
Lea: El origen del conflicto
¿Qué esperan obtener con las manifestaciones?
Los indígenas quieren que sean anulados los decretos que permiten a las compañías petroleras -como Perenco, Repsol, Petrolífera o Petrobrás, por nombrar sólo a algunas- operar sin consultar a las comunidades indígenas.
Antes de que estos decretos entrasen en vigor, las compañías tenían que consultar a las comunidades indígenas.
¿Cuál es la postura del gobierno?
Más del 70% del Amazonas peruano está dividido en concesiones para la exploración y la explotación petrolera y gasífera.
El gobierno peruano dice que planea ser autosuficiente en lo que respecta al suministro interno de hidrocarburos para 2011.
En 2008, Perú produjo cerca de 50 millones de barriles de petróleo.
Las estadísticas oficiales indican que hay alrededor de 100 compañías mineras a cargo de 600 proyectos en Perú.
Según el gobierno, la nueva legislación "ordena" el manejo de los recursos naturales y preserva áreas para los indígenas.
Además, el gobierno dice necesitar estos decretos para cumplir con los acuerdos establecidos en el TLC con EE.UU.
Por otra parte, el presidente Alan García insiste en la necesidad de atraer a la inversión privada para estimular la economía siempre y cuando se respete lo que establecen las leyes.
Cabe recordar que el año pasado Perú experimentó un boom de crecimiento del 9,84% anual, convirtiéndose en una de las economías de mejor desempeño en 2008.
Participe: ¿Qué opina del conflicto?
¿Hay uniformidad dentro de la postura del gobierno?
No.
El decreto también ha sido criticado por algunos grupos parlamentarios que lo consideran "anticonstitucional" y opinan que -en efecto- favorece la "extranjerización" de la tierra.
Antes de que estallara la violencia, algunos congresistas -señala Mazower- se habían mostrado dispuestos a iniciar negociaciones con las organizaciones indígenas y suspender los decretos que estaban causando tanto conflicto.
¿Qué repercusiones ha tenido el conflicto fuera del país?

Bolivia negó estar detrás de los disturbios en Bolivia.
El domingo, García dijo que detrás de los disturbios están las potencias extranjeras que compiten por la explotación de petróleo, gas y minerales. Si bien no hizo mención a países específicos, para muchos fue una clara alusión a los gobiernos de Bolivia y Venezuela.
Bolivia se defendió, negando cualquier injerencia en los hechos que están ocurriendo en Perú.
El gobierno de Venezuela no ha hecho comentarios respecto a las acusaciones de García, pero la ministra venezolana para Asuntos Indígenas criticó duramente las acciones contra las comunidades nativas tomadas por el gobierno de García y calificó lo ocurrido en Perú de "genocidio".
¿Que repercusiones podría llegar a tener la agudización del conflicto para el gobierno de Alan García?
Algunos analistas creen que a raíz de lo ocurrido en el norte del país, el presidente podría verse forzado a despedir a ministros importantes dentro de su gabinete o, si quiere poner fin a los sangrientos choques con la comunidad indígena, a modificar o anular las leyes que provocaron la protesta.
Sin embargo, hasta el momento, el gobierno se ha mostrado intransigente y la actitud de García se ha endurecido en los últimos días.
EN http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/06/090608_1226_peru_qa_lp.shtml

2009/06/08

El marxismo clientelismo

-tengo mis profundas discrepancias con èste columnista...pero a todo señor su honor...-


Opinión 6 Jun 2009 - 2:24 am
El marxismo clientelismo
Por: Mauricio Botero Caicedo
EL ERROR MÁS GRANDE QUE PUEDEN cometer los socialdemócratas es pensar que sus enemigos están en la derecha, y que su futuro, por ende, depende es de las alianzas con la izquierda más radical.

Los enemigos de los socialdemócratas —sus verdaderos e implacables enemigos— están precisamente en la extrema izquierda. El contubernio entre los estalinistas y los socialdemócratas no deja de ser un caldo turbio e ininteligible. Cristina de la Torre hace en este diario (El Espectador, junio 2/09) un concienzudo análisis: “Antes bien, en la convivencia imposible de socialismo y comunismo, de reforma y revolución, la división del Polo despeja el horizonte de la izquierda. Cancela el esfuerzo inútil de juntar agua con aceite. Y define sin lugar a equívocos las dos opciones que prevalecen hoy allí donde gobierna una izquierda moderna: en España y Chile, en Brasil y el Uruguay. En estos países, la socialdemocracia ha conquistado el poder de consuno con otros demócratas, mientras el estalinismo porfía en el sueño del asalto al poder por una vanguardia de iluminados...”.
León Valencia, no exactamente un representante de la derecha, explica en reciente artículo las diferencias políticas del Polo (El Tiempo, mayo 31/09): “En el Polo confluyeron sectores comunistas y socialdemócratas. Estas dos vertientes rara vez se unen en un agrupamiento partidario. Tanto en Europa como en América Latina han conformado espacios distintos… Es así porque los comunistas les hablan a los sectores radicalizados de la sociedad, propugnan rupturas históricas, son renuentes a las alianzas y su ambiente es más la oposición que el gobierno. En cambio, la izquierda socialista tiene un discurso de mayorías nacionales, busca cambios graduales, se preocupa por la convergencia de fuerzas políticas diversas y ha desarrollado una gran experiencia en gobiernos de coalición en todo el mundo”.
En el caso colombiano, la extrema izquierda solía anteponer los ideales a los apetitos burocráticos. Hoy en día, con una gavilla de corte marxista al mando, estos apetitos priman ante cualquier ideal y el Polo de hoy, con la salida de Lucho y los socialdemócratas, no es más que una amalgama de corrientes de ultraizquierda, cuyo calificativo más apropiado puede ser el marxismo clientelismo. En el Polo sólo van a quedar los más rancios estalinistas, los mamertos agrios y ciertos manzanillos cuya ambición pecuniaria y burocrática es más que evidente. En la dirigencia del Polo se concentrarán los izquierdistas ortodoxos y recalcitrantes (que en últimas lo que codician son los bienes ajenos), unidos a una caterva de rapaces populistas que aspiran —si no a expropiar y expoliar al prójimo— por lo menos a usufructuar los bienes públicos.
Dentro de los rasgos más predominantes de los marxistas clientelistas está la hipocresía aunada a laxitud moral con los amigos. A los militones de izquierda radical todo les es permitido, todo les es perdonado. Por eso la reelección de Correa, la de Chávez y la de Evo Morales les parecen extraordinarias, mientras la de Uribe les parece repugnante. Otra característica de los marxistas clientelistas es la tolerancia implícita a la corrupción, como ha sido el caso de Rojas Birry. De alguna manera se acepta que la corrupción sea lícita, siempre y cuando el corrupto sea de izquierda. El intercambio de puestos y contratos por votos se ha convertido en la regla y no en la excepción.
Como nota final, puede ser oportuno recordarle al lector la sentencia de Nicolás Gómez Dávila: “La mente del marxista se fosiliza con el tiempo; la del izquierdista se vuelve esponjosa y blanda”. ¿Será la razón de este fenómeno el que los izquierdistas están condenados es a leer a los escritores de extrema izquierda como Eduardo Galeano e Ignacio Ramonet, cuya capacidad de escribir sandeces no parece tener límites?

en http://www.elespectador.com/columna144383-el-marxismo-clientelismo