2009/10/04

¿Quién vio al gorila?
en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/17337-iquien-vio-al-gorila.html

Por Rudolf Hommes

El lunes pasado se presentó en Bogotá, invitado por Compensar, el profesor Dan Ariely de MIT, experto en los aspectos irracionales del comportamiento humano.

El hizo una presentación muy interesante, apoyándose en ejemplos muy reveladores, para demostrar las limitaciones de la mente humana para percibir correctamente lo que ve. De ahí pasó a destacar que si se tiene en cuenta que la vista es uno de los sentidos más desarrollados de los humanos, y fallamos en percibir correctamente lo que estamos viendo, entonces las demás percepciones que se basan en órganos distintos y en las que intervienen procesos mentales más complejos deben ser bastante deficientes. Y son muy vulnerables a la manipulación de los científicos sociales que han aprendido a identificar patrones de comportamiento basados en esas percepciones y conceptos erróneos o sesgados que dan lugar a que los individuos se comporten irracionalmente, pero en forma predecible.

Uno de los ejemplos que presentó para ilustrar cómo fallan los sentidos fue un video en el que dos grupos de jóvenes, unos uniformados de negro y otros de blanco, se hacían pases entre miembros del mismo equipo en un escenario con una pelota de basquetbol. El profesor le pidió al público que contara cuántas veces se pasaban los del equipo blanco la pelota ente ellos, durante la proyección del video. Al final les preguntó a los asistentes cuántos pases habían contado y hubo una amplia divergencia de cuentas. Ariely comentó que le parecía rara tanta dispersión y preguntó “¿Quién vio al gorila?”. El público se desconcertó porque esperaba que el experimento tuviera algo que ver con las cuentas, y solamente unos pocos levantaron la mano tímidamente, indicando que lo habían visto. La mayoría no lo había hecho y no entendía qué tenía que ver el experimento con un gorila.

Entonces el conferencista hizo pasar de nuevo el video y, sí señores, alguien disfrazado de gorila desfiló en medio de los jóvenes jugadores, paró en mitad del escenario, hizo un gesto amenazador de macho alfa y siguió caminado hasta que desapareció. El profesor le contó a una audiencia sorprendida que muy poca gente ve al gorila y que los pocos que lo hacen tienen un don especial para identificar los detalles. La mayoría está tan concentrada en contar los pases entre los de blanco que no ve nada más de lo que sucede La lección derivada de esta historia, que no sé si la comparte el profesor Ariely porque me dijo que la aplicación de su investigación a campañas políticas, la de Obama entre ellas, no la publica por temor a que la utilicen los Republicanos, es que si alguien logra que el público se enfoque exclusivamente en un solo aspecto de lo que está sucediendo, todo lo demás pasa desapercibido.

En el caso del triunfo en Bogotá del actual alcalde Samuel Moreno se podría interpretar que con el tema del transporte y el Metro logró que la opinión pública no se fijara en nada más durante la campaña.

Pero en lo que mejor aplica el fenómeno del gorila es en el caso del Presidente Uribe. Haber logrado que la gente no se fije sino en la seguridad democrática ha sido uno de los grandes aciertos políticos de su gestión, y una jugada maestra de manipulación de la opinión pública, pues mientras que ese sea el foco, puede llegar King Kong a Colombia y nadie lo va a ver. También puede ser una de las razones que inducen al Presidente a insistir en su reelección, ya que si deja de hacerlo, va a ser evidente que hemos convivido con orangutanes durante todos estos años.

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