2011/03/30

Carta abierta a Sergio Fajardo V.

ALIANZAS POR LA DECENCIA EN EL MANEJO DE LOS RECURSOS PÚBLICOS.

Sergio, ha puesto usted en la red una invitación para que opinemos en torno a “Alianzas” (http://www.sergiofajardo.com/blog/?p=107 )

Acierta usted cuando dice que todos los partidos de hoy son productos de alianzas. Sí: el mismo proyecto de partido verde es sumatoria de personas que vienen del Partido Comunista, del Polo; de la derecha Liberal; de la antipolítica vuelta política; del M19; etc. Eso es ese proyecto: Una alianza. Esa minoría de quienes llegaron a la “playa verde”, 18% según su blog, que “por principio” se oponen a las alianzas, a ser lo que ya son, se contradicen. Salvo que crearan su propio partido: ¿la antipolítica hecha partido?

Así entonces, usted por su conocimiento, sus cicatrices pues ha perdido y ganado elecciones, con una sólida candidatura que podría ir hasta el final sola (¿pura?...) es el modelo: considera necesario las alianzas. Es decir, es conscientes que en la mecánica electoral se trata de sumar. Obvio, no a cualquier precio, pero sí sumar. La “pureza” funcionaría en Dinamarca pero NO en Cundinamarca

Y es que en las campañas se juega con todo, con lo propio, con el contrario, y con el papel que cumplen los terceros en las disputas. Primero se define la real capacidad que tiene un candidato -pues la mayoría difícilmente superan la candidez o, peor, la soberbia... - y como tal se define entonces el contrario y el papel que pueden jugar los demás: ¿pueden sumar, restar? La única manera que alguien se hace dirigente es cuando asume su fuerza/límite y decide si tiene SU propio ajedrez, SU juego, o deja que los demás actores lo vuelvan una ficha (...).

Por ejemplo, si un candidato tiene claro que su posibilidad de recoger voto de opinión, dada su trayectoria, pues “todo se sabe” “pueblo pequeño infierno grande”, es mínima frente a su rival; atacará a su contrario con las mismas armas que se pueden utilizar contra el/ella (para que vean la paja en el ojo ajeno y NO la viga en el propio) y, más audazmente, promoverá y alentará diversas candi_candidaturas ó ego/candi_candidaturas dentro del voto de opinión, que sean alfiles en el juego contra su rival, de tal manera que el voto de opinión se divida y se le dificulte al contrario recabarlo. Algunos de buena fe y otros conscientemente se prestan para este juego. Sergio: Candidat@ que aún en Abril esté por debajo de 7,5 puntos en encuestas, sólo cumplirá esa función: ser un instrumento del “divide y reinarás”.

Ahora bien, puede ser descifrable que alguien, siendo consciente de la candidez de su candidatura, quiera “posicionarse” en el espectro electoral. Pero ¿el interés individual o aún del mismo proyecto partidario está por encima del interés colectivo de municipios, departamentos al borde de recaer en manos de las mafias de contratistas y políticos re_corruptos o peores, por cierto, sin distingo de color partidario? Esa es “la pregunta” en casi todo el país: ¿o el pueblo o el partido? Pero moñona muy difícil.

Algunos dirán que el/la rival es igual o peor. Que NO hay de dónde escoger. Sí, puede suceder. Pero dejando atrás, como lo hace el 72% de sus consultados, la idea de la existencia de humanos perfectos, de practicantes impolutos de la política: generalmente sí hay diferencias. Unos son más decentes que otros: lo que se trata es de acentuar, extender, asegurar, proteger, esa decencia, esa honestidad con su SELLO VERDE: propuesta programática; transparente, sin pactos secretos y de cara a la ciudadanía; expresado en ALIANZAS POR LA DECENCIA EN EL MANEJO DE LOS RECURSOS PÚBLICOS

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