2011/05/25

Pereira genera ingresos y se proyecta (1)

Con vari@s dirigentes de la ciudad, hemos venido reflexionando, sobre la tragedia del desempleo. A continuación unas ideas, con un enfoque, teóricamente hablando, muy Keynesiano, cercano a las eficientes medidas que puso en marcha FD Roosvelt para afrontar la recesión de los 30s. He(mos) tratado de darle un orden en tiempo, acorde con las urgencias.


A corto plazo: “Obras públicas para el empleo”. Las obras públicas son grandes generadores de empleo: Macro inversión pública en obras de infraestructura que mueve alrededor de 12.000 ítems: activa varios sectores. Algunos mecanismos para financiar esas obras, de tal manera que si el municipio tiene 5.000 millones podría ejecutar obras por $50.000 millones son Valorización; sobre tasa a la gasolina; plusvalía; recursos del orden nacional y recursos municipales (esquema similar al desaparecido Induval).
Vías veredales generadoras de empleo. Plan masivo de pavimentación de vías veredales, además atrae la inversión privada para el turismo rural y ecológico
Construir vivienda para generar empleo. Vivienda que mueve alrededor de 28.000 ítems y genera un circuito oferta-demanda y que tiene como requisito interés subsidiados, plazos largos y alta segmentación.
Estos programas tienen un eje transversal imprescindible: (1) que en la calificación y evaluación de cada propuesta contractual quede establecido el porcentaje mínimo de mano de obra calificada, semicalificada y sin calificar de pereiranos, convirtiéndose en una obligación contractual ; (2) que la forma de contratación de más oportunidades a los pequeños empresarios (Estas propuestas centrales son a corto y mediano plazo).
Observatorio del mercado laboral .Establecer una unidad monitora de la generación de ingresos y empleo en Pereira, encargada de verificar el verdadero índice de empleo de la ciudad. Ello se puede hacer potenciando el Observatorio del Mercado Laboral de Pereira-Risaralda ligado a sistemas de información y análisis del mercado de trabajo informal.
Pereira siembra empleo. Comprometerse a buscar direccionar las regalías, que llegarán, a programas dedicados a generación de “fuentes estructurales de empleo”.
Emergencia social por el empleo.Viabilizar jurídica y nacionalmente la “Declaratoria de emergencia social para Pereira”: tema complejo, pero se pueden gestionar a nivel nacional varias medidas, ejemplo: por un año Suspensión del cobro del IVA; Rebaja al precio de la gasolina; Suspensión de la aplicación del Datacrédito, etc. (Sigue: Mediano Plazo)
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ADD: Sigo creyendo que la táctica del “divide y reinarás” (¿divide y los joderas?) está activa… Empero, bienvenidas las intenciones de Meneses y Crostwaithe.

en http://www.latarde.com/index.php?option=com_jumi&fileid=1&idnota=42325
Los leo: ciberplural@gmail.com twitter @orlandoparrag

2011/05/22

Opinión |22 Mayo 2011 - 1:00 am

Eduardo Sarmiento

Un desfalco que se gestó durante más de 10 años

La pirámide de la salud

Por: Eduardo Sarmiento

Cuando se expidió la Ley 100, que privatizó las pensiones y la salud, anticipe que el lucro individual conduciría a apropiarse de los recursos públicos e impedir que los beneficios llegaran a los sectores más necesitados.

El desfalco de la salud se gestó durante más de diez años. La entrada masiva de afiliados se manifiesta en cotizaciones que sólo después de un tiempo causan erogaciones y esto, en conjunto con la bien conocida práctica de restringir al mínimo la prestación de los servicios, dio lugar a que las EPS operaran con ingresos muy superiores a los egresos. Lo grave es que, en abierta contradicción con las normas que establecen que los aportes públicos y privados del sector se deben destinar a los servicios de salud, los excedentes se presentaron como utilidades permanentes y se movilizaron a la adquisición de hospitales, hoteles, canchas de golf e inversiones en el exterior.

La fiesta se aguó con la sentencia de la Corte Constitucional que recordaba la naturaleza universal del derecho a la salud, demandaba un tratamiento similar para el sistema contributivo y subsidiado y abrió camino a las tutelas que obligan a prestar servicios fuera del programa obligatorio de salud (POS). Por su parte, el Gobierno autorizó a las EPS a cargar estos gastos y los aprobados por los comités técnico-científicos al Fosyga.

Se configuró un intrincado sistema, con todas las características de una pirámide, que les permitía a las EPS obtener ganancias restringiendo los servicios o cargándolos al Fosyga y sacando las utilidades por la vía de la integración vertical. Como era previsible, los prepagos del Fosyga se dispararon y, en razón a que presupuestos oficiales son limitados, se procedió a rechazarlos o posponerlos. Las ganancias exorbitantes se redujeron, los activos se deterioraron y las deudas de las EPS e IPS se multiplicaron.

El caso de Saludcoop no podía ser más ilustrativo. Los activos de la empresa están representados en buena parte en recobros no autorizados, las deudas se ocultan con cheques firmados y no pagados y los aportes se desvían de su finalidad. Luego de la depuración por parte de la Superintendencia de Salud, resulta que el endeudamiento de largo plazo asciende a 61% de los activos y el de corto plazo a 94%. Los pasivos superan ampliamente los activos, dejando a la vista el desplome de la pirámide.

El estado de Saludcoop se replica en otras EPS. En los balances de las 1.001 empresas mas grandes correspondientes a 2010, se observa que las mayoría de las EPS operan con utilidades cercanas a cero y los mayores índices de endeudamientos en términos de los activos. Lo cierto es que no están en condiciones de cubrir las obligaciones financieras y atender los servicios en forma adecuada.

Lamentablemente, las reformas a la salud presentadas por el anterior y el actual gobiernos están orientadas a fortalecer el sistema que condujo al descalabro. Los cambios no van mucho más allá de unificar el sistema contributivo y el subsidiado. Se ratifica el POS con todas las indefiniciones; se mantiene el Fosyga sin saber de dónde provendrá su financiación; y en el desespero, se busca salvar las EPS.

Los fracasos son la consecuencia de la teoría, surgida dentro del predominio neoliberal, que propone entregar al lucro individual el suministro de los bienes públicos y la administración de los servicios básicos. El resultado ha sido una alianza de consorcios, funcionarios y legisladores orientada a obtener altos réditos mediante procedimientos especulativos e ilegales, a cambio de lesionar a los grupos menos favorecidos. Es difícil encontrar una evidencia más contundente sobre los despropósitos que justificaron la Ley 100 y la necesidad imperiosa de reformarla.

en http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-271624-piramide-de-salud

Opinión |22 Mayo 2011 - 1:00 am

Humberto de la Calle

Tres rupturas

Por: Humberto de la Calle

LA ÉLITE RESOLVIÓ DIMITIR AL menos en tres cuestiones consubstanciales a la configuración de una sociedad debidamente integrada.

Superadas las guerras federales, esa élite prefirió tener un ejército de campesinos conscriptos para que salvaguardara sus riquezas y mantuviera el orden. El generalato no provenía, con notables excepciones, de las grandes familias propietarias. Esto nos evitó, en grandes líneas, el golpe de Estado, pero impidió que tuviésemos un verdadero “ejército nacional” en el sentido de un ejército de todos. Nos libramos de los encopetados generales de corte argentino, flor y nata de la clase alta, pero dimitimos en la tarea de la defensa nacional. Hoy, claro está, democracias maduras tienen ejércitos profesionales. Pero primero decantaron, quizás a consecuencia de las guerras, un ejercito policlasista. Era un orgullo de todos pertenecer a la fuerza armada, punto de encuentro de la nación.

La educación es uno de los mayores impulsores de la desintegración social. Por mucho que mejore la cobertura y la calidad de la educación pública, el problema no es sólo ese. En esta sociedad, los dados están cargados. Dime dónde estudiaste y te diré hasta dónde puedes llegar. También la élite dimitió de la educación y la convirtió en un pobre oficio sindical. Lo triste es que esto no fue siempre así. En la primera mitad del siglo pasado, la clase dirigente provenía de la Universidad Nacional. Yo mismo, alumno de un colegio de curas, reconozco el amplio espectro social de mis compañeros. Claro que había clases sociales, pero uno buceaba en todas, con más o menos prejuicios, pero la escuela era otro punto de encuentro de todos. ¿Cuántas niñas de clase alta han montado en buseta?

Y la justicia. Este fue un fenómeno posterior. Hasta hace poco, la crema y nata de las universidades pasaba de manera directa a la judicatura. ¿Cuántos chicos de la Universidad de los Andes quieren realmente ser jueces municipales? Si una sociedad no encumbra a sus jueces, no por origen social sino por respeto institucional, realmente está perdida.

He exagerado. Pero la caricatura, muchas veces, es la más certera visión de la sociedad. Y no por su moderación, sino precisamente por sus deformidades.

Con todo y el impulso soberbio de la Constitución, la desintegración del tejido social es evidente. Y, al menos en algunos aspectos, creciente. Por algo somos una de las sociedades menos equitativas del planeta. Sacamos pecho por la solidez de nuestras instituciones y miramos por encima del hombro a nuestros vecinos, en manos de los evos, los correas y los chávez. Cuidado. No seamos tan sobradores. La única explicación para que el populismo no haya hecho presencia aquí, son las Farc. La tarea histórica de este grupo ha sido la más grande contribución al afianzamiento de una élite a la cual le importa un pito el concepto de igualdad.

No alcanzará la élite privilegiada a agradecer a las Farc su magnífica tarea.

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La Comisión para la Equidad de la Mujer del Congreso denuncia que hay un proyecto de ley que, en la práctica, le quita efectividad a la norma que promueve la equidad de género en política. Un retroceso. Volveremos sobre el tema.

en http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-271654-tres-rupturas

Wall Street (2) y ¿cielos abiertos?

Quedamos en vernos INSIDE JOB, el documental ganador del Oscar que muestra el negociazo que ha sido para muy pocas personas la des-regulación de capitales reiniciada desde los 80s. Curiosamente, justo cuando el nuevo líder del FMI insiste públicamente en volver a regular, le sale un escándalo de violación de una camarera…que coincidencia ¿cierto?

Hace 30 años cuando un banco hacía un préstamo para una casa le importaba si se pagaba, ahora era un juego. En el 2007 los precios de las casas en USA se habían sobrevaluado en un 194% y había pocas alarmas, tal vez porque la parte del cerebro activada por la cocaína es la misma activada al ganar dinero: sí existen entonces “adictos/irresponsables a la plata”: Dos ejemplos: Jhon Paulson ganó 12 mil millones de dólares “Apostando” contra hipotecas; Goldman&Sachs recomendaba “compras” que en sus e-mails llamaban “Mierda” o “Porquería”.

Obvio, la burbuja explotó: de repente 19 millones de hipotecas sobre casas en USA comenzaron a ejecutarse. Todo este irresponsable juego financiero se hacía con notas de las “calificadoras de riesgo” de AAA. Dos días antes de declararse en quiebra, estos bancos recibían un AA. Se afectó al planeta entero, aquí sentimos el impacto. Warren Bufett lo ha dicho: el sistema financiero ha creado “armas de destrucción masivas”

El encargado de lidiar desde el estado gringo con la crisis era (¿es?) el exgerente de uno de los bancos colapsados. Los CEO de las compañías que generaron la crisis e incluso quebraron y/o el estado las salvó salieron, sí, pero riquísimos, incluso un jefe de AIG el cual perdió 11 mil millones de US, fue contratado luego como asesor por 1 millón de US...al mes. INSIDE JOB muestra como al principio los gerentes de los megabancos, cenando con el Min Hacienda USA, le recordaban lo aprendido 80 años antes -no por Marx sino por los hechos- y le decían “REGULENNOS MÁS PORQUE SOMOS AVARICIOSOS, NO LO PODEMOS EVITAR”, pero pronto también recordaron que ese sector financiero tiene 5 cabilderos por cada congresista (¡!) y como entre 1998 al 2008 “invirtieron” más de 5 mil millones de US para influir en el congreso: entonces volvieron a sus negocios y se dedicaron a hacer difusas las reformas de Obama. (¿Cuántos cabilderos e “inversiones” (…) harán por congresista y gobernante en Colombia? ¿Qué pasaría con Min Hacienda: se quedó Kallao? )

El resultado: por primera vez en su historia, la población gringa tienen menos educación y prosperidad que sus padres: Vergonzoso!. Aquí, pues todo sigue…peor. El documental prueba como el equipo del gobierno Obama es de WallStreet: explicando entonces porqué todo siguió igual, no sólo “allá” pues el tema es planetario y porque NI UN responsable de la crisis financiera global ha sido enjuiciado…pero, muy seguramente, estos mismos señores están detrás del complot contra el director del FMI ¿porqué? Porque sólo 2 personas los podrían obligar a regularse: A Obama ya lo tienen, y el otro es el que violaba una camarera mientras almorzaba con la hija…le e$tán mo$trando lo$ diente$.

ADD: ¿Será que cuando comience “cielos abiertos” y las mega aerolíneas de USA vuelen rutas entre cualquier ciudad de Colombia y USA en 2 años, seguiremos pendientes de Avianca? ¿Ni-unita se interesará en nuestro actual aeropuertico? ¿Pre-bid specifications are in English?
Los leo: ciberplural@gmail.com twitter @orlandoparrag

2011/05/20

El texto de Indignaos (Indignez-vous)

De: Stéphane Hessel
Traducción de María Belvis Martínez García
(los Números 2...3 son separadores...los pies de página I, II, III...aparecen al final...posteriormente lo edito...ahora hay que leerlo...entenderlo...)
93 años. Es la última etapa. El fin no está lejos. Qué suerte poder aprovecharla para recordar lo que ha servido de base a mi compromiso político: los años de resistencia y el programa elaborado hace 70 años por el Consejo Nacional de la Resistencia. A Jean Moulin le debemos, dentro del marco de este Consejo, el agrupamiento de todos los componentes de la Francia ocupada, los movimientos, los partidos, los sindicatos, con el fin de proclamar su adhesión a la Francia combativa y a su único jefe reconocido: el general De Gaulle. Desde Londres, donde me reuní con el general De Gaulle, en marzo de 1941, me llegó la noticia de que el Consejo había puesto en marcha un programa (adoptado el 15 de marzo de 1944) que proponía para la Francia liberada un conjunto de principios y valores sobre los que se asentaría la democracia moderna de nuestro paísi.
Estos principios y valores los necesitamos hoy más que nunca. Es nuestra obligación velar todos juntos para que nuestra sociedad siga siendo una sociedad de la que podamos sentirnos orgullosos, y no esta sociedad de indocumentados, de expulsiones, de sospechas con respecto a la inmigración; no esta sociedad en la que se ponen en cuestión las pensiones, los logros de la Seguridad Social; no esta sociedad donde los medios de comunicación están en manos de los poderosos. Todas estas son cosas que habríamos evitado apoyar si hubiéramos sido verdaderos herederos del Consejo Nacional de la Resistencia.
A partir de 1945, después de un drama atroz, las fuerzas internas del Consejo de la Resistencia se entregan a una ambiciosa resurrección. Se crea la Seguridad Social como la Resistencia deseaba, tal y como su programa lo estipulaba: “un plan completo de Seguridad social que aspire a asegurar los medios de subsistencia de todos los ciudadanos cuando estos sean incapaces de procurárselos mediante el trabajo”; “una pensión que permita a los trabajadores viejos terminar dignamente su vida”. Las fuentes de energía, electricidad y gas, las minas de carbón y los bancos son nacionalizados. El programa recomendaba “que la nación recuperara los grandes medios de producción, fruto del trabajo común, las fuentes de energía, los yacimientos, las compañías de seguros y los grandes bancos”; “la instauración de una 2
verdadera democracia económica y social, que expulse a los grandes feudalismos económicos y financieros de la dirección de la economía”. El interés general debe primar sobre el interés particular, el justo reparto de la riqueza creada por el trabajo debe primar sobre el poder del dinero. La Resistencia propone “una organización racional de la economía que garantice la subordinación de los intereses particulares al interés general y que se deshaga de la dictadura profesional instaurada según el modelo de los Estados fascistas”, y el gobierno provisional de la República toma el relevo.
Una verdadera democracia necesita una prensa independiente; la Resistencia lo sabe, lo exige, defiende “la libertad de prensa, su honor y su independencia del estado, de los poderes del dinero y de las influencias extranjeras”. Esto es lo que, desde 1944, aún indican las ordenanzas en relación a la prensa. Ahora bien, esto es lo que está en peligro hoy en día.
La Resistencia llamaba a la “posibilidad efectiva para todos los niños franceses de beneficiarse de la mejor instrucción posible”, sin discriminación; ahora bien, las reformas propuestas en 2008 van contra este proyecto. Jóvenes profesores, a los cuales apoyo, han peleado hasta impedir la aplicación de estas reformas y han visto disminuidos sus salarios a modo de penalización. Se han indignado, han “desobedecido”, han considerado que estas reformas se alejaban del ideal de la escuela republicana, que estaban al servicio de la sociedad del dinero y que no desarrollaban suficientemente el espíritu creativo y crítico.
Es la base de las conquistas sociales de la Resistencia la que hoy se cuestionaii.
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El motivo de la resistencia es la indignación
Se tiene la osadía de decirnos que el Estado ya no puede asegurar los costes de estas medidas sociales. Pero cómo puede faltar hoy dinero para mantener y prolongar estas conquistas, cuando la producción de la riqueza ha aumentado considerablemente desde la Liberación, periodo en el que Europa estaba en la ruina, si no es porque el poder del dinero, combatido con fuerza por la Resistencia, no ha sido nunca tan grande, tan insolente y tan egoísta con sus propios servidores, incluso en las más altas esferas del Estado. Los bancos, una vez privatizados, se preocupan mucho por sus dividendos y por los altos salarios de sus dirigentes, no por el interés general. La brecha entre 3
los más pobres y los más ricos no ha sido nunca tan grande, ni la búsqueda del dinero tan apasionada.
El motivo principal de la Resistencia era la indignación. Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a vivir y transmitir la herencia de la Resistencia y de sus ideales. Nosotros les decimos: tomad el relevo, ¡indignaos! Los responsables políticos, económicos e intelectuales, y el conjunto de la sociedad no deben dimitir ni dejarse impresionar por la actual dictadura de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia.
Os deseo a todos, a cada uno de vosotros, que tengáis vuestro motivo de indignación. Es algo precioso. Cuando algo nos indigna, como a mí me indignó el nazismo, nos volvemos militantes, fuertes y comprometidos.
Volvemos a encontrarnos con esta corriente de la historia, y la gran corriente de la historia debe perseguirse por cada uno. Y esta corriente nos conduce a más justicia y libertad; pero no a la libertad incontrolada de la zorra en el gallinero. Estos derechos, recogidos en 1948 en un programa de la Declaración universal, son universales. Si conocéis a alguien que no los disfruta, compadecedlo, ayudadle a conseguirlos.
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Dos visiones de la historia
Cuando intento comprender qué fue lo que causó el fascismo, qué hizo que fuéramos absorbidos por él y por Vichy, me digo que los ricos egoístas tuvieron mucho miedo de la revolución bolchevique y que se dejaron guiar por sus miedos. Pero si, hoy como entonces, una minoría activa se levantara, eso bastaría: tendríamos la levadura que haría crecer la masa.
Desde luego, la experiencia de alguien viejo, como yo, nacido en 1917, es diferente de la experiencia de los jóvenes de hoy. A menudo solicito a los profesores de colegios la oportunidad de dirigirme a sus alumnos, y les digo: “vosotros no tenéis las mismas razones evidentes para comprometeros. Para nosotros, resistir era no aceptar la ocupación alemana, la derrota. Era algo relativamente simple; simple como lo que vino a continuación: la descolonización. Siguió la guerra de Argelia: era necesario que Argelia se independizara, era algo evidente. En cuanto a Stalin, todos aplaudimos la victoria del ejército rojo contra los nazis, en 1943. Pero cuando nos 4
enteramos de las grandes purgas estalinistas de 1935, aunque era necesario estar al corriente de lo que hacía el comunismo para contrarrestar el capitalismo americano, la necesidad de oponerse a esta forma insoportable de totalitarismo se impuso como una evidencia. Mi larga vida me ha dado una serie de razones para indignarme.
Estas razones son fruto menos de una emoción que de una voluntad de compromiso. Cuando estudiaba en la Escuela Normal, Sartre, un condiscípulo mayor que yo, me influenció profundamente. La náusea, El muro, pero no El ser y la nada, fueron muy importantes en la formación de mi pensamiento. Sartre nos enseñó a decirnos: “Sois responsables en tanto que individuos”. Era un mensaje de libertad. La responsabilidad del hombre que no puede confiar ni en un poder ni en un dios. Al contrario, es necesario comprometerse en nombre de la propia responsabilidad como persona humana. Cuando entré en la Escuela Normal de la calle Ulm, en Paris, en 1939, entré como ferviente discípulo del filósofo Hegel, y seguí el seminario de Maurice Merleau-Ponty. Su enseñanza exploraba la experiencia concreta, la del cuerpo y sus relaciones con los sentidos, gran singular frente a la pluralidad de los sentidos. Pero mi optimismo natural, que quiere que todo lo que es deseable sea posible, me encaminaba más bien a Hegel. El hegelianismo interpreta que la larga historia de la humanidad tiene un sentido: la libertad del hombre que progresa paso a paso. La historia está hecha de choques sucesivos, es la asunción de los desafíos. La historia de las sociedades progresa, y al final, cuando el hombre ha alcanzado su completa libertad, se tiene el estado democrático en su forma ideal.
Existe, desde luego, otra concepción de la historia. Los progresos conseguidos por la libertad, la competición, la carrera por el “siempre más” pueden ser vividos como un huracán destructor. Así la concibe un amigo de mi padre, el hombre que compartió con él la tarea de traducir al alemán En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Es el filósofo alemán Walter Benjamin. Él había encontrado un mensaje pesimista en un cuadro del pintor suizo Paul Klee, el Angelus Novus, en el que la figura de un ángel abre los brazos como para contener y rechazar una tempestad que Benjamin identifica con el progreso. Para Benjamin, que se suicidó en septiembre de 1940 para huir del nazismo, el sentido de la historia es un camino irresistible de catástrofe en catástrofe.
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La indiferencia: la peor de las actitudes 5
Es verdad que las razones para indignarse pueden parecer hoy menos claras o el mundo demasiado complejo. ¿Quién manda, quién decide? No siempre es fácil distinguir entre todas las corrientes que nos gobiernan. Ya no tenemos que vérnoslas con una pequeña élite, cuyo modo de actuar conocemos con claridad. Este es un vasto mundo de cuya interdependencia nos percatamos claramente. Vivimos con una interconectividad como jamás ha existido. Pero en este mundo hay cosas insoportables. Para verlas, hace falta observar con atención, buscar. Les digo a los jóvenes: buscad un poco, encontraréis. La peor de las actitudes es la indiferencia, el decir “yo no puedo hacer nada, yo me las apaño”. Al comportaros así, perdéis uno de los componentes esenciales que hacen al ser humano. Uno de sus componentes indispensables: la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella.
Es posible identificar desde ahora dos grandes desafíos nuevos:
1. La gran diferencia que existe entre los muy pobres y los muy ricos, la cual no deja de crecer. Se trata de una innovación de los siglos XX y XXI. Los muy pobres del mundo de hoy ganan apenas dos dólares al día. No se puede dejar que esta diferencia se haga más profunda todavía. La constatación de este hecho debería suscitar por sí misma un compromiso.
2. Los derechos del hombre y el estado del planeta. Después de la Liberación tuve la suerte de participar en la redacción de la Declaración universal de los derechos del hombre adoptada por la Organización de Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, en el palacio de Chaillot, en Paris. Como jefe de gabinete de Henri Laugier, secretario general adjunto de la ONU y secretario de la Comisión de los Derechos del hombre participé, entre otros, en la redacción de esta declaración. No puedo olvidar el papel que tuvo en su elaboración René Cassin, comisario nacional de justicia y educación del gobierno de la Francia libre, en Londres, en 1941, el cual fue premio Nobel de la paz en 1968, ni el de Pierre Mendès France dentro del Consejo económico y social, al que enviábamos los textos que elaborábamos antes de que fueran examinados por la Tercera Comisión de la Asamblea General, encargada de los aspectos sociales, humanitarios y culturales. La Comisión contaba con los 54 estados que eran miembros, en aquel momento, de las Naciones Unidas, y yo me encargaba de su secretaría. A René Cassin debemos el término de derechos “universales”, y no “internacionales” como proponían nuestros amigos anglosajones. Puesto que en esto está lo que se juega al terminar la segunda guerra 6
mundial: la emancipación de las amenazas que el totalitarismo hizo pesar sobre la humanidad. Para emanciparse, es necesario conseguir que los estados miembros de la ONU se comprometan a respetar estos derechos universales. Es una manera de desmontar el argumento de plena soberanía que un estado puede hacer valer mientras comete crímenes contra la humanidad dentro de su territorio. Este fue el caso de Hitler, que se consideraba dueño y señor en su tierra y autorizado a provocar un genocidio. Esta declaración universal debe mucho a la revulsión universal contra el nazismo, el fascismo, el totalitarismo, y, también, a nosotros, al espíritu de la Resistencia. Sentía que había que actuar rápidamente, no ser víctima de la hipocresía que había en la adhesión proclamada por los vencedores a estos valores que no todos tenían la intención de promover limpiamente, pero que nosotros intentábamos imponerlesiii.
No me aguanto las ganas de citar el artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre: “Toda persona tiene derecho a una nacionalidad”; el artículo 22: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”. Y si esta declaración tiene un alcance declarativo, y no jurídico, no por eso ha desempeñado un papel menos importante desde 1948; se ha visto a pueblos colonizados acogerse a ella en su lucha por la independencia; ha inspirado a los espíritus en su lucha por la libertad.
Constato con alegría que a lo largo de las últimas décadas se han multiplicado las organizaciones no gubernamentales, los movimientos sociales como Attac (Association pour la taxation des transactions financières1), la FIDH (Fédération international des Droits de l”homme2), Amnesty…, que son activas y efectivas. Es evidente que para ser eficaz actualmente es necesario actuar conjuntamente; aprovechar todos los medios modernos de comunicación.
A los jóvenes, les digo: mirad alrededor de vosotros, encontraréis temas que justifiquen vuestra indignación –el trato que se da a los inmigrantes, a los
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indocumentados, a los Roms3. Encontraréis situaciones concretas que os empujarán a llevar a cabo una acción ciudadana de importancia. ¡Buscad y encontraréis!
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Mi indignación a propósito de Palestina
Hoy, mi principal indignación concierne a Palestina, la franja de Gaza y Cisjordania. Este conflicto es un motivo propio de indignación. Es necesario leer el informe Richard Goldstone, de septiembre de 2009, sobre Gaza. En él este juez sudafricano, judío, que se declara incluso sionista, acusa al ejército israelí de haber cometido ““actos asimilables a crímenes de guerra y quizás, en ciertas circunstancias, a crímenes contra la humanidad”“ durante la operación “Plomo Fundido” que duró tres semanas. Volví a Gaza en 2009, pude entrar con mi mujer gracias a nuestros pasaportes diplomáticos, para verificar con mis propios ojos lo que el informe contaba. Las personas que nos acompañaban no fueron autorizadas a entrar a la franja de Gaza. Ni a Cisjordania. Visitamos los campos de refugiados palestinos creados en 1948 por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, UNRWA, donde más de tres millones de palestinos expulsados de sus tierras por Israel esperan un retorno cada vez más problemático. En cuanto a Gaza, ésta es una prisión a cielo abierto para un millón y medio de palestinos. Una prisión donde se organizan para sobrevivir. Más que las destrucciones materiales, como la del hospital de la Media Luna Roja por la operación “Plomo Fundido”, es el comportamiento de los habitantes de Gaza, su patriotismo, su amor por el mar y la playa, su constante preocupación por el bienestar de sus hijos, numerosos y risueños, lo que llena nuestra memoria. Quedamos impresionados por su ingeniosa manera de hacer cara a todas las penurias que les son impuestas. Les hemos visto fabricar ladrillos, por falta de cemento, para reconstruir las miles de casas destruidas por los tanques. Nos confirmaron que hubo 1400 muertos –mujeres, niños y viejos incluidos en el campo palestino– a lo largo de esta operación “Plomo Fundido”, llevada a cabo por el ejército israelí, contra sólo cincuenta heridos del lado de Israel. Comparto las conclusiones del juez surafricano. Que judíos puedan cometer crímenes de guerra es insoportable. Desgraciadamente, la historia ofrece pocos ejemplos de pueblos que aprenden de su propia historia.
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Lo sé, Hamas, que había ganado las últimas elecciones legislativas, no pudo evitar que se dispararan cohetes sobre las ciudades israelíes en respuesta a la situación de aislamiento y de bloqueo en la que se encuentran los gazatíes. Evidentemente, pienso que el terrorismo es inaceptable, pero hay que reconocer que cuando se está ocupado con medios militares infinitamente superiores a los nuestros, la reacción popular no puede ser sólo no-violenta.
¿Le sirve de algo a Hamas enviar cohetes sobre la ciudad de Sderot? La respuesta es no. No sirve a su causa, pero se puede explicar debido a la exasperación del pueblo de Gaza. En la noción de exasperación, hay que entender la violencia como una lamentable conclusión de situaciones inaceptables para aquellos que las sufren. Se puede decir que el terrorismo es una especie de exasperación. Y que esta exasperación es un término negativo. Uno no se debe exasperar, uno debe esperar. La exasperación es la negación de la esperanza. Es comprensible, diría que hasta es natural; sin embargo, no es aceptable porque no permite obtener los resultados que puede eventualmente producir la esperanza.
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La no-violencia, el camino que debemos aprender a seguir
Estoy convencido de que el futuro pertenece a la no-violencia, a la conciliación de las diferentes culturas. Por esta vía, la humanidad deberá franquear su próxima etapa. Y aquí coincido con Sartre: uno no puede excusar a los terroristas que arrojan bombas, pero puede comprenderlos. Sartre escribió en 1947: “Reconozco que la violencia bajo cualquier forma que se manifieste es un fracaso. Pero es un fracaso inevitable porque estamos en un universo de violencia. Y si es verdad que el recurso a la violencia hace que la violencia corra el riesgo de perpetuarse, también es verdad que es el único medio de hacerla cesar”iv. A lo que yo añadiría que la no-violencia es una manera más segura de hacerla cesar. No se puede apoyar a los terroristas como Sartre lo hizo, en nombre de ese principio, durante la guerra de Argelia, o a propósito del atentado de los juegos de Munich, en 1972, cometido contra atletas israelíes. No es eficaz, y Sartre mismo acabará por preguntarse al final de su vida por el sentido del terrorismo y a dudar de su razón de ser. Decirse “la violencia no es eficaz” es más importante que saber si se debe condenar o no a aquellos que la utilizan. El terrorismo no es eficaz. En la noción de eficacia, es necesaria una esperanza no-violenta. Si existe una esperanza violenta es la de la poesía de Guillaume Apollinaire 9
l”esperance est violente”4; no en política. Sartre, en marzo de 1980, tres semanas antes de morir, declaraba: “Hay que intentar explicar por qué el mundo de hoy, que es horrible, no es más que un momento en el largo desarrollo histórico, que la esperanza ha sido siempre una de las fuerzas dominantes de las revoluciones y de las insurrecciones, y cómo todavía siento la esperanza como mi concepción del futuro”v.
Hay que entender que la violencia vuelve la espalda a la esperanza. Hay que preferir la esperanza, la esperanza de la no-violencia. Es el camino que debemos aprender a seguir. Tanto por parte de los opresores como por parte de los oprimidos, hay que llegar a una negociación para acabar con la opresión; esto es lo permitirá acabar con la violencia terrorista. Es por eso que no se debe permitir que se acumule mucho odio.
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El mensaje de alguien como Mandela, como Martin Luther King, encuentra toda su pertinencia en un mundo que ha sobrepasado la confrontación de las ideologías y el totalitarismo. Es un mensaje de esperanza en la capacidad que tienen las sociedades modernas para sobrepasar los conflictos por medio de una comprensión mutua y de una paciencia vigilante. Para llegar a ello, es necesario basarse en los derechos, cuya violación, sea quien sea el autor, debe provocar nuestra indignación. No debemos consentir la transgresión de estos derechos.
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Por una insurrección pacífica
He constatado, y no soy el único, la reacción del gobierno israelí ante el hecho de que cada viernes los ciudadanos de Bil”id van, sin arrojar piedras, sin utilizar la fuerza, hasta el muro contra el cual protestan. Las autoridades israelíes han calificado esta marcha de “terrorismo no-violento”. No está mal… Hay que ser israelí para calificar de terrorista a la no-violencia. Hay que estar molesto por la eficacia que tiene la no-violencia para suscitar el apoyo, la comprensión y el sostén de todos los adversarios de la opresión.
El pensamiento productivista, sostenido por Occidente, ha metido al mundo en una crisis de la que hay que salir rompiendo radicalmente con la huída hacia adelante del “siempre más”, tanto en el dominio financiero como en el dominio de las ciencias y de la técnica. Ya es hora de que la preocupación por la ética, la justicia y la estabilidad duradera sea lo que prevalezca. Pues nos amenazan los riesgos más graves; riesgos que pueden poner fin a la aventura humana sobre un planeta que puede volverse inhabitable.
Pero es verdad que se han hecho importantes progresos desde1948: la descolonización, el fin del apartheid, la destrucción del imperio soviético, la caída del Muro de Berlín. Por el contrario, los diez primeros años del siglo XXI han supuesto un periodo de retroceso. Este retroceso, yo lo achaco, en parte, a la presidencia americana de George Bush, al 11 de septiembre y a las consecuencias desastrosas que de él han sacado los Estados Unidos, como la intervención militar en Irak. Hemos tenido esta crisis económica, pero tampoco hemos comenzado una nueva política de desarrollo. La cumbre de Copenhague contra el calentamiento climático no ha permitido establecer una verdadera política para la preservación del planeta. Estamos en un umbral, entre los horrores de la primera década y las posibilidades de las décadas siguientes. Pero hay que esperar, siempre hay que esperar. La 11
década anterior, la de los años 1990, fue una fuente de grandes progresos. Las Naciones Unidas convocaron conferencias como las de Rio sobre el medio ambiente, en 1992; la de Pekín sobre las mujeres, en 1995; en septiembre de 2000, a iniciativa del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, los 191 países miembros adoptaron la declaración sobre los “Ocho objetivos del milenio para el desarrollo”, por la cual se comprometen a reducir a la mitad la pobreza en el mundo de aquí a 2015. Mi gran pesar, es que ni Obama ni la Unión Europea hayan manifestado aún lo que debería ser su aportación para una fase constructiva que se apoye en los valores fundamentales.
¿Cómo terminar esta llamada a indignarse? Recordando que, con ocasión del sexagésimo aniversario del Programa del Consejo nacional de la Resistencia, dijimos, el 8 de marzo de 2004, nosotros, los veteranos de los movimientos de Resistencia y de las fuerzas combativas de la Francia libre (1940-1945), que, desde luego, “el nazismo ha sido vencido gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y de las Naciones Unidas contra la barbarie fascista. Pero esta amenaza no ha desaparecido por completo, y nuestra cólera contra la injusticia permanece intacta”vi.
No, esta amenaza no ha desaparecido por completo. Por eso, hagamos siempre un llamamiento a “una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen como horizonte para nuestra juventud más que el consumismo de masas, el desprecio de los más débiles y de la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”.
A los hombres y mujeres que harán el siglo XXI, les decimos con nuestra afección:
“CREAR ES RESISTIR,
RESISTIR ES CREAR”.
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(los Números 2...3 son separadores...los pies de página I, II, III...posteriormente lo edito...)
i Creado clandestinamente el 27 de mayo de 1943, en París, por los representantes de los ocho grandes movimientos de Resistencia, de los dos grandes sindicatos anteriores a la guerra: la CGT y la CFTC (Confederación francesa de trabajadores cristianos) y de los diez principales partidos políticos de la III República, el PC y la SFIO (los socialistas), el Consejo Nacional de la Resistencia (CNR) se reunió por primera vez este 27 de mayo bajo la presidencia de Jean Moulin, delegado del general De Gaulle, el cual quería crear este Consejo para hacer más eficaz la lucha contra los nazis y reforzar su propia legitimidad de cara a los aliados. De Gaulle encargó a este Consejo la elaboración de un programa de gobierno en previsión de la liberación de Francia. Este programa fue objeto de muchas idas y venidas del CNR y del gobierno de la Francia libre, unas veces a Londres y otras a Argel, antes de ser adoptado el 15 de marzo de 1944 en sesión asamblearia por el CNR. El CNR entregó este programa al general De Gaulle el 25 de agosto de 1944 en el ayuntamiento de París. El decreto en relación a la prensa se promulgó el 26 de agosto. Uno de los principales redactores del programa fue Roger Ginsburger, hijo de un rabino alsaciano; bajo el pseudónimo de Pierre Villon fue secretario general del frente nacional para la independencia de Francia, movimiento de resistencia creado por el partido comunista francés en 1941, y representó a este movimiento en el seno del CNR y de su oficina permanente.
ii Según una estimación sindicalista, hemos pasado de entre el 75 al 80% del salario como importe de las jubilaciones a alrededor del 50%. Jean-Paul Domin, catedrático de Economía en la universidad de Reims Champagne-Ardennes, en 2010, redacta para el Instituto Europeo de Ciencias Sociales (IES, Institut Européen du Salariat) un apunte sobre “El seguro de enfermedad complementario”. En él revela en qué medida el acceso a un seguro complementario de calidad es ahora un privilegio del estatus social, que los más frágiles renuncian a los cuidados por falta de seguros complementarios y por la cuantía del resto que queda por pagar; que la fuente del problema es no haber hecho del salario el soporte de los derechos sociales –punto central de los decretos del 4 y del 15 de octubre de 1945. Estos promulgaban la Seguridad Social y encomendaban su gestión a la doble autoridad de los representantes de los trabajadores y del Estado. Después de las reformas Juppé de 1995, promulgadas por decreto, más la ley Douste Blazy (médico de formación), de 2004, es el Estado el único que gestiona la Seguridad Social. Es, por ejemplo,el jefe del Estado el que nombra por decreto al director de la Tesorería General de la Seguridad Social (Caisse National d”Assurance Maladie (CNAM)).Ya no son los sindicalistas, como después de la Liberación, sino el Estado quien está a la cabeza del organismo que gestiona las prestaciones sanitarias a nivel departamental a través de los gobernadores (préfets de département).Los representantes de los trabajadores ya no tienen más que el papel de consejero.
iii La Declaración Universal de los Derechos del hombre fue adoptada el 10 de diciembre de 1948, en Paris, por 48 de los 58 estados miembros de la Asamblea general de Naciones Unidas. Hubo ocho abstenciones: África del Sur, a causa del apartheid que la declaración condenaba de hecho; Arabia Saudita, igualmente, a causa de la igualdad entre hombres y mujeres; la URSS (Rusia, Ucrania, Bielorrusia), Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia estimaron que la Declaración no iba lo bastante lejos en la consideración de derechos económicos y sociales y sobre los derechos de las minorías; sin embargo, hay que tener en cuenta que Rusia en particular se opuso a la proposición australiana de crear una Corte internacional de derechos humanos encargada de examinar las peticiones dirigidas a Naciones Unidas; hay que recordar que el artículo 8 de la Declaración introduce el principio de apelación individual contra un estado en caso de violación de los derechos fundamentales. Este principio se aplicaría en Europa en 1998 con la creación de una Corte europea permanente de derechos humanos, la cual garantizó este derecho de apelación a más de 800 millones de europeos.
iv Sartre J.P; “Situation de l”écrivain en 1947”, en Situation II, Paris, Gallimard, 1948.
v Sartre J.P; “Maintenat l”espoir… (III)” en Le Nouvel Observateur, 24 de marzo de 1980.
vi Los firmantes del Appel del 8 de marzo de 2004 son: Lucie Aubrac, Raymond Aubrac, Henri Bartoli, Daniel Cordier, Philippe Dechartre, Georges Guingouin, Stéphane Hessel, Maurice Kriegel-Valtimont, Lise London, George Séguy, Germaine Tillion, Jean-Pierre Vernat, Maurice Voutey.
4 N. de la T.: Se refiere al poema Le Pont Mirabeau, de Guillaume Apollinaire, que se transcribe a continuación:
Sous le pont Mirabeau coule la Seine Et nos amours Faut-il qu’il m’en souvienne La joie venait toujours après la peine.
Vienne la nuit sonne l’heure Les jours s’en vont je demeure
Les mains dans les mains restons face à face Tandis que sous Le pont de nos bras passe Des éternels regards l’onde si lasse
Vienne la nuit sonne l’heure Les jours s’en vont je demeure
L’amour s’en va comme cette eau courante L’amour s’en va Comme la vie est lente Et comme l’Espérance est violente
Vienne la nuit sonne l’heure Les jours s’en vont je demeure
Passent les jours et passent les semaines Ni temps passé Ni les amours reviennent Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Vienne la nuit sonne l’heure Les jours s’en vont je demeure: “Que
3 N. de la T.: Gitanos, zíngaros, etc.
1 N. de la T.: Asociación por la Tasación de las Transacciones y por la Ayuda a los Ciudadanos.
2 Federación Internacional de Derechos Humanos.

2011/05/15

Debate sobre el reconocimiento del conflicto armado en Colombia
ó
la pela que le dió, con decencia y argumentos, Ernesto Samper a AUV

Inundaciones contra inundacione

Opinión |15 Mayo 2011 - 1:00 am

Por: Armando Montenegro

EL PASADO 2 DE MAYO, EL CUERPO DE Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, autorizado por el Congreso de ese país desde 1928, dinamitó el dique Birds Point sobre el río Mississipi e inundó, a ciencia y conciencia, más de 50.000 hectáreas de sembrados en Missouri.

Se trataba de salvar del desastre a la pequeña población de Cairo, Illinois, con 2.800 habitantes. Y, en los últimos días, a medida que la tragedia avanza hacia el sur, las autoridades han provocado otras inundaciones en zonas escogidas, previamente señaladas en las normas, conocidas por la población y por sus dueños, para reducir la corriente del río. Para cualquier observador de estas decisiones, consciente del monumental desorden en materia del manejo de aguas en Colombia, surgen varias enseñanzas. (i) Es necesario permitir que se inunden algunos terrenos escogidos, en forma ordenada y anunciada, en períodos críticos. Las zonas inundables (floodways) deben estar bien definidas, de tal forma que con su inundación oportuna y planeada se logre la reducción del flujo de los ríos en casos de emergencia. La idea de que la única solución es dragar los ríos y construirles diques a lo largo de toda su extensión, es absurda e inoperante. Al respecto, algunos expertos piensan que la desordenada construcción de diques en el Magdalena Medio en los años pasados encañonó el río y contribuyó a la ruptura del Canal del Dique en 2010. (ii) Si ante la amenaza de una inundación se presenta un conflicto entre una zona agrícola inundable y un pueblo o caserío, en principio debe prevalecer la defensa de la vida y las propiedades de la población (a menos que las viviendas se hayan construido irregularmente en zonas inundables, en cuyo caso deben trasladarse). En nuestro medio, en cambio, la protección de algunas fincas, ampliadas a punta de la invasión de los humedales y las rondas de los ríos, pone en peligro y trae el desastre de las poblaciones, usualmente las más pobres, río abajo. (iii) En Estados Unidos, las cuencas de los ríos han sido cuidadosamente estudiadas y modeladas; se conocen sus características y se han determinado los floodways que deben contribuir con su inundación a la regulación del río en períodos críticos. En nuestro medio, en cambio, no hay modelos hidráulicos de las cuencas, no se han definido las zonas inundables y, por el contrario, todos los días se invaden las zonas naturales de inundación: los humedales, las lagunas y las rondas de los ríos. Los planes de ordenamiento territorial de los municipios permiten la invasión de zonas bajas y las CAR ignoran estos fenómenos. (iv) En Estados Unidos, las principales cuencas cuentan con autoridades que, en materia del manejo del agua, tienen competencia, por encima de los alcaldes y gobernadores para tomar decisiones centralizadas que afectan importantes intereses privados, como la que se comentó arriba. En nuestro medio, no existen autoridades únicas sobre la totalidad de las cuencas, algo que contribuye al manejo desordenado y caótico y agrava los desastres por inundaciones. Deberíamos esperar que del análisis de los problemas generados por las inundaciones recientes surgiera una nueva institucionalidad, capaz de impedir que se repita el caos de los meses pasados. Como dijo un conocido líder colombiano de centro izquierda, sólo los estúpidos no aprenden de la experiencia

en http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-269813-inundaciones-contra-inundaciones