2009/03/29


"POR EL BIEN DE LA DEMOCRACIA, EL PRESIDENTE NO DEBE ASPIRAR"

título en la edición impresa

'Hay que dialogar con la guerrilla; el conflicto no tiene solución militar': Monseñor Rubén Salazar

Foto: Mauricio Moreno / EL TIEMPO
Monseñor Rubén Salazar advierte que la guerrilla está recobrando con su operación 'Renacer'.
En entrevista con Yamid Amat, el presidente de la Conferencia Episcopal asegura que para lograr un acercamiento, "estamos armando un acuerdo mínimo con todos los estamentos del país".
Según monseñor Salazar, una solución sólo por las armas "no ha ocurrido en ningún lugar del mundo, menos aquí en Colombia, donde existen elementos como la presencia del narcotráfico, que hacen que el conflicto sea inacabable".Reitera que "hay que abrir la puerta del diálogo político si se quiere realmente terminar el conflicto, y el objetivo de nuestra convocatoria va en ese sentido: queremos que se logre un acuerdo mínimo para que, a través de un gran diálogo, se busque la solución del conflicto armado".Y la propuesta de la Iglesia es hacerlo "sobre la base de que se requieren principios fundamentales, que permitan que todo programa electoral parta del principio de la no violencia".
EL TIEMPO: ¿Habla usted de los programas de los candidatos presidenciales?
Monseñor Rubén Salazar: Sí. Crear un acuerdo mínimo que sirva de base en el país para cualquier programa electoral. La Comisión de Conciliación Nacional lo va a proponer a través de un proceso de diálogo con medios de comunicación, con partidos políticos, con sindicatos, con ONG, con las comunidades religiosas. Queremos establecer un diálogo con todos los estamentos de la sociedad civil e irnos a las regiones a conversar con todos los líderes locales para lograr ese acuerdo mínimo.
¿Busca una solución política al conflicto? ¿No ve posible la solución armada?Estamos convencidos de que el conflicto no tiene solución por la vía armada. Este tipo de conflictos jamás se solucionan militarmente. No ha ocurrido en ningún lugar del mundo, menos aquí en Colombia, donde existen elementos como la presencia del narcotráfico, que hacen que el conflicto sea inacabable.Es decir, ¿la solución al conflicto no será militar?Solución exclusivamente militar no habrá. Hay que abrir la puerta del diálogo político si se quiere realmente terminar el conflicto, y el objetivo de nuestra convocatoria va en ese sentido: queremos que se logre un acuerdo mínimo para que, a través de un gran diálogo, se busque la solución del conflicto armado.La propuesta del gran diálogo¿Un gran diálogo entre quién y quién?
No solamente entre la guerrilla y el Gobierno, sino también entre toda la sociedad y el Gobierno, es decir, lograr que construyamos una paz sólida, integral, porque el conflicto armado no es sino un aspecto del problema social de Colombia.
¿Cómo se hará para poner a dialogar al Gobierno y la guerrilla?
Si logramos mover a todos los estamentos sociales, crearemos una plataforma para poder invitar al Gobierno y a los grupos alzados en armas a dialogar.
¿No están muy radicalizadas las posiciones?
Desafortunadamente sí. En este momento no hay ninguna posibilidad de acercamiento, porque las posiciones están polarizadas. Uno de los objetivos que estamos buscando es precisamente ese: crear un ambiente dentro de la sociedad colombiana de diálogo, de concertación, de búsqueda sincera de la solución del conflicto hasta lograr que las dos partes se sienten a dialogar.
¿El acuerdo humanitario podría ser un primer paso?
Es, indudablemente, un primer paso, pero tiene que ponerse en un contexto de solución general del conflicto.
¿Eso no supone descartar la búsqueda del acuerdo humanitario?No, porque eso sencillamente nos hace tomar conciencia de la urgencia que tenemos de un proceso de solución del conflicto. Hay que buscar un acuerdo que no sea solamente solucionar el problema de los secuestrados, sino que sea solución para todo el conflicto armado.
La mediación de la Iglesia¿Por qué la guerrilla dejó de creer en la Iglesia?
Supongo que por la dedicación casi exclusiva al problema humanitario. Ahora pensamos que la Iglesia no puede quedarse marginada de la construcción de la paz en el país. La Iglesia quiere trabajar ahora por la reconciliación y el perdón.
¿Usted qué piensa de la guerrilla?
La idea inicial de la guerrilla de buscar la construcción de una sociedad más justa pudo tener en algún momento legitimidad, pero esa legitimidad se ha perdido totalmente porque el camino para lograr una sociedad más justa no pasa por las armas. La solución armada a la injusticia o a los atropellos que se hayan podido cometer no trae sino más injusticia y más atropellos.
Dice usted que el conflicto armado requiere una solución política. Ese camino fracasó con el ex presidente Pastrana. ¿No cree que ha dado más resultado la vía de la solución militar que sigue el presidente Uribe?
El presidente Uribe ha dado pasos muy importantes en ese camino de hacerle tomar conciencia a la guerrilla de que ellos no son invencibles y de que no se van a tomar el poder por las armas, pero estoy absolutamente convencido de que nunca se podrá lograr que la guerrilla esté absolutamente derrotada. Incluso, es altamente preocupante que se están multiplicando los atentados y se está sintiendo de nuevo una presencia fuerte de la guerrilla con la muerte de soldados y policías, con atentados y con secuestros. Otra vez está reactivándose ese poder militar absurdo que ha ejercido la guerrilla durante tantos años. Ellos no están derrotados y no van a ser derrotados, porque tienen el dinero para conseguir las armas.
¿Un diálogo con la guerrilla no es repetir el fracaso de las veces que se intentó?
Las condiciones han cambiado y, precisamente, el éxito de la seguridad democrática del señor presidente Uribe ha hecho que las condiciones cambien.
El diálogo se puede hacer ahora, sin abandonar la política de seguridad democrática. El gran reto que nosotros tenemos es aceptar que hay que aplicar unas reformas sociales de fondo. Si la guerrilla se niega a dialogar sobre eso, sencillamente está negándose la posibilidad de influir en la marcha del país.¿Usted le pediría a la guerrilla que vuelva a considerar a la Iglesia como interlocutor de paz?
No somos interlocutores. Queremos ser facilitadores del proceso. ¿Atar el acuerdo humanitario con el diálogo no es condenar a los secuestrados?Al contrario: es crear conciencia de que la liberación de los secuestrados es algo que tenemos que urgir hasta sus últimas consecuencias; es decir no sólo buscar la liberación de los secuestrados sino obtener la erradicación total del secuestro.¿A usted no le parece que el país es contrario al diálogo con la guerrilla?Tal vez porque hay una idea equivocada del diálogo. Me parece que hay sectores del país que creen que si el Gobierno dialoga está en una posición de debilidad, en actitud de ceder. No. Al contrario, cuando uno dialoga es porque tiene fortaleza para hacerlo, fortaleza para sostener puntos de vista y fortaleza también para ser capaz de ceder frente a cosas ante las cuales hay que ceder.¿Y cómo se hace para dialogar sin despeje?Habría que encontrar mecanismos. Yo no soy partidario del despeje en las condiciones en que lo plantea la guerrilla ni de un despeje como el que hubo en el gobierno Pastrana. Lo que tenemos que hacer siempre es no perder la creatividad, no perder la capacidad de encontrar soluciones y, por lo tanto, no cesar en la búsqueda de caminos nuevos.No se pueden descuidar las dimensiones regionales del conflicto. La guerrilla está presente en mil formas distintas en muchas partes del país y está recobrando fuerza. Ya 'Alfonso Cano', por ejemplo, habla de una "operación renacer" y, ciertamente, uno advierte que la guerrilla está tomando un nuevo aire, un nuevo impulso. Ahí hay una amenaza, es decir, la situación no está totalmente controlada por parte del Ejército...¿No es contradictorio, entonces, que usted pida bajar la ofensiva militar?Yo no he dicho eso. Aclaro: sin ceder en el campo militar, hay que buscar el diálogo. Con respeto absoluto a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario, hay que mantener la presión militar y bregar, simultáneamente, para encontrar los caminos del diálogo.
¿Usted diría que la ofensiva militar del gobierno Uribe ya cumplió su objetivo y que ahora debe buscarse una solución política?Yo no creo que lo uno excluya lo otro. Es necesario proteger la vida de los ciudadanos y aun cuando parezca imposible, hay que mantener un arma en una mano y una bandera blanca en la otra, porque si solamente se levanta la rama de olivo, se corre el gravísimo problema de que crezca el poder militar de la guerrilla, como pasó con el gobierno Pastrana. Al gobierno Pastrana le faltó la fuerza militar y al gobierno Uribe le falta la fuerza política.
"La reelección es inconveniente"
Hay quienes temen que si el presidente Uribe se va en el 2010, su sucesor pueda ser más flexible con la guerrilla. ¿Usted cree eso? No. El país ha ido aprendiendo que a la guerrilla hay que mantenerla siempre a raya, pero hay que dialogar con ella. Eso es precisamente lo que buscamos: que la guerrilla se vea forzada a dialogar porque no tiene futuro militar.¿La seguridad democrática debe ser una política de Estado?
Yo diría que sí, pero con diálogo. Los candidatos actuales deben plantearle al país la propuesta de diálogo con la guerrilla.¿Y si el presidente Uribe aspira a una nueva reelección?
Es mejor que él no aspire a una nueva reelección, porque a un país le conviene el relevo. No es bueno afectar la democracia. Tenemos un régimen presidencial muy fuerte y por lo tanto no es conveniente una reelección indefinida del Presidente. Menos con la mentalidad centralista y autoritaria que tenemos en Colombia.¿Dice usted que una nueva reelección afecta la democracia?
Estas reformas a la Constitución para permitir reelecciones no son convenientes. La Constitución debe ser sagrada y no podemos jugar a modificarla de acuerdo con las conveniencias personales del gobernante. Eso es muy peligroso.El Presidente no ha dicho ni que sí, ni que no. ¿Usted le pediría una definición?Sí. Habría que ponerle el reto al Presidente de si verdaderamente él comprende todos los argumentos que hay en este momento en contra de una reelección suya.¿Y cuáles son los argumentos en contra de la reelección?
Es antidemocrática la perpetuación de una persona en el poder. No es claro ni limpio, desde el punto de vista democrático, producir permanentes reformas a la Constitución para permitir que un Presidente continúe.¿Cree usted que hay candidatos idóneos para reemplazar al presidente Uribe?Nadie es irreemplazable y hay gente capaz de gobernar al país. Y es bueno el relevo, porque origina nuevas ideas, nuevos puntos de vista, nuevas posibilidades.¿Estas declaraciones suyas no equivalen a romper el principio de que la Iglesia debe dedicarse al espíritu y no a la política?No estoy interviniendo en política. Estoy, simplemente, defendiendo la razón de ser de la democracia y expresando que para la democracia de nuestro país no es conveniente una nueva reelección. No olvide que uno de los objetivos fundamentales de la Iglesia es buscar el bien común. Buscar siempre el bien común por encima de cualquier bien particular, personal, de grupo o de partido.¿Cree que hace falta claridad en el Presidente sobre si aspira o no?Sería mucho mejor para el país conocer una posición definida del Presidente, porque eso aclararía el panorama político y permitiría que empezara un juego auténticamente democrático. Por un lado, el Presidente acepta que quienes aspiren a sucederlo estén ya en campaña, pero por el otro impulsa el referendo para su reelección. Esa es una contradicción que uno no logra entender y que oscurece el panorama político y nuestra democracia.¿Si usted fuera parlamentario votaría en contra del referendo?Ni soy parlamentario, ni puedo pensar como parlamentario.
YAMID AMATESPECIAL PARA EL TIEMPO
"For the sake of democracy, THE PRESIDENT SHOULD NOT ASPIRES"
'We must have dialogue with the rebels, the conflict has no military solution':
Archbishop Ruben Salazar, president of the Episcopal Conference of Colombia
"Pour le bien de la démocratie, le Président devrait PAS Aspire"
« Nous devons avoir un dialogue avec les rebelles, le conflit n'a pas de solution militaire»:
Mgr Ruben Salazar, président de la Conférence épiscopale de Colombie)

2009/02/14

¡!!CRISIS HUMANITARIA Y TERRITORIAL EN EL PUEBLO AWÁ.
CRÓNICA DE UNAS MASACRES ANUNCIADAS!!!

DE http://www.onic.org.co/actualidad.shtml?x=35757


ComunicaONIC 015. Jueves, 12 de Febrero de 2009 / 1:20 m.
• Ante organismos de derechos humanos, denunciaremos a los autores de lamasacre.
• Al secretariado de las FARC que se pronuncie, o desmienta con argumentos.
• Al Estado y el gobierno nacional de la Seguridad Democrática, que asuma la responsabilidad de los hechos.
• Otros tres indígenas desaparecidos. Dos mujeres estarían entre los asesinados de la primera masacre.
Cientos se la juegan y salen de sus territorios.•

URGE MINGA HUMANITARIA!!! CON LA GUARDIA INDÍGENA ENTRAREMOS!!“
El arraigo a su territorio, el concebirse como un pueblo con autonomía, con gobierno propio y su identidad son los pilares de la cosmovisión del Pueblo Awä; no estar sometidos a ninguna ideología, a ningún actor armado, sino basados en la autodeterminación”, así lo expresó en rueda de prensa, Luis Evelis Andrade Casama, Consejero Mayor de la ONIC, quien denunció detalles de la reciente masacre en dos resguardos del pueblos Awá en Nariño, sur de Colombia. Luis Evelis, consideró los actos de las FARC como demenciales y lamentó que aunque esto se venía denunciando el gobierno no haya tomado las medidas de prevención para salvaguardar la vida y la integridad de este pueblo que desde hace décadas viene padeciendo el rigor del conflicto armado que vive Colombia. Sólo al pueblo Awá, desde septiembre del 2008, que comenzó la Minga Nacional de Resistencia Indígena y Popular, les han asesinado 44 de sus miembros, cifra que puede aumentar con las masacres de esta semana. Precisó igual, que en los 43 días del 2009, han sidoasesinados según lo que se puede registrar más de 58 indígenas en el país.Los más recientes hechos que siguen afirmando el color negro de la desesperanza a los pueblos indígenas, ocurrieron este miércoles 11 de febrero, cuando en la comunidad de Tangarial, entre los resguardos El Sande y Tortugaña, a dos días de camino del municipio de Samaniego, fueron masacrados más de 10 indígenas cuando se aprestaban a desplazarse, del territorio. “no es fácil el acceso, son dos días de camino de herradurahasta Tangarial, y otras dos comunidades más que hacen parte del resguardo El Sande, como El Recodo y Charco Largo, donde viven más de 400hermanos, de quienes no sabemos su suerte”, así lo manifestó una autoridad indígena de la zona.De modo que hasta esta hora, ninguna comisión ha podido llegar a las comunidades de las masacres, para saber con certeza la dimensión de lamasacre anunciada, el secretario de la UNIPA, Oscar Ortiz, manifestó a la ONIC, que a los 17 hermanos asesinados y que siguen sus cuerpos sinser rescatados, se le suman otros 3 más desaparecidos quienes en medio de la desesperación se arriesgaron a meterse al territorio en búsqueda desus familiares y no han regresado”.Los primeros 17 hermanos Awá, entre los cuales hay dos mujeres, responden a los nombres de: WALTER, ANCISAR, VICTORIO, ADONIAS, JUVENCIO, ESTORGIO, ROBINSON, JAIRO y JAIME CUASALUZAN; CLELIO, ADOLDO y OMAIRA GARCIA; OSCAR NASTACUAS, WALTERIO PALADÍN; ISAIAS, MAURICIO y PATRICIA GUANGA.El consejero Mayor de la ONIC, ratificó que el exterminio de los hermanos Awá, “ocurre a pesar de la advertencia de las autoridades indígenas, a los informes, alertas tempranas y la Resolución Defensoría de la Defensoría del Pueblo del año pasado, la cual salió casi un año después de realizada”. Indicó a su vez, que los hechos se dan, “en el marco de la Política de Seguridad Democrática que no protege a los indígenas, sino que ha llevado la guerra a sus territorios ancestrales. El Pueblo Awá ha sido además sometido a bombardeos, ametrallamientos por parte de la Fuerza Aérea y del Ejército, a fumigaciones aéreas sin aviso, cuyos comandantes niegan incluso los combates previos y posteriores a la masacre cometidas por las FARC, o por otro actor armado en la zona”.Así mismo, denunció que “los militares violan los derechos humanos de las comunidades Awa y en general de los pueblos indígenas y el DerechoInternacional Humanitario. Violan el principio a la proporcionalidad de fuerzas y el principio del respeto por la población civil, incluso sus propias directivas diferenciales”.Ante la pregunta de varios medios sobre ¿ Qué hay detrás de esta masacre?, Andrade explicó que el departamento de Nariño es una zona estratégica de frontera donde están en proyección muchos proyectos económicos y de infraestructura, además del control territorial que se disputan losactores armados legales e ilegales, y como si fuera poco también es corredor de tráfico de drogas. Por esta zona, donde viven los indígenas se proyecta incluso el paso de una línea de infraestructura como es el IIRSA, el mas ambicioso megaproyecto del capitalismo, desde el Caribe ylas Américas; “una serie de intereses sobre los recursos naturales existentes se juegan allí y esto hace que haya una fuerte militarización para proteger la entrada de las multinacionales que vienen a explotar las riquezas. A esto se suma los constantes enfrentamientos entre guerrillasde las FARC y ELN, entre estas y el Ejercito nacional, entre guerrillas y paramilitares, entre narcotraficantes, que cada cual quiere controlar elterritorio, irrespetando la Autonomía y el Gobierno Propio de los Indígenas, violando así sus derechos como pueblos, los humanos y el DIH”.“Dolor e impotencia es lo que sentimos ante hechos de barbarie, con todo ello no le tenemos miedo a las FARC, ni a ningún actor armado ilegal, ni compartimos sus métodos de violencia, por el contrario les exigimos respeto por nuestra Autonomía y Gobierno Propio y por nuestros derechos”.“La ONIC le exige a las FARC devolver inmediatamente a las personas desaparecidas sin ninguna condición y sobre todo que no se involucre eneste, a los niños y se han devueltos de inmediato a sus comunidades, también le exige que devuelvan los cadáveres, que salgan ya de susterritorios, que no siembren más minas antipersonas, que se pronuncien y si no fueron ellos, que con argumentos desmientan entonces O que diganante la comunidad internacional por qué están masacrando a los indígenas Awa”.Al final, la ONIC le exige a las FARC que entreguen los responsables materiales e intelectuales de estas masacres para ser juzgados por la Justicia Indígena.INVOCAMOS LA SOLIDARIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL.Las autoridades de la Organización Nacional Indígena de Colombia - ONIC, pidieron una vez más la solidaridad nacional e internacional ante estoshechos de la cadena de exterminio de los pueblos indígenas en Colombia. Planteó, el desarrollo de una MINGA HUMANITARIA integrada por organismos,organizaciones de Derechos Humanos, medios de comunicación, la Guardia Indígena que será reforzada por otras organizaciones indígenas, pararealizar la verificación de los hechos, rescatar las personas desaparecidas y sobre todo a los niños y comunidades que se encuentran confinadas en la zona a causa de los hechos y la militarización de la zona. “Exigimos todas las garantías del gobierno para la realización de esta Minga Humanitaria de manera URGENTE y no se vengan a salir por la tangente que nosotros no colaboramos”, así enfatizó el Consejero Mayor de la ONIC.Por su parte, al gobierno nacional le exigió, “no mentir más a la comunidad internacional con respecto los actos de guerra –bombardeos, fumigaciones y ametrallamientos- en territorios del Pueblo Awá”. Así, como de “abstenerse de pregonar que la Seguridad Democrática garantiza y protege la vida de los pueblos indígenas; que disponga sus recursos y condiciones para atender la crisis humanitaria de los Awa, tal como se ha comprometido y que designe la comisión para rescatar los cadáveres, en consulta con las autoridades indígenas”.A Acción Social que disponga o designe la Comisión para atender a los desplazados que salieron del territorio ante estos hechos de violencia, con carácter de URGENCIA!!!! Así mismo la ONIC, pidió a la comunidad nacional e internacional que repudie y condene estos actos de violencia y que acompañen a los pueblosindígenas en la realización de la Minga Humanitaria al territorio del pueblo Awá. A la Comisión de DDHH de la Corte Interamericana de DerechosHumanos que se pronuncie ante esta situación y que adopte las medidas necesarias para garantizar la vida, integridad personal y territorial de las comunidades del pueblo Awá. .Por último, agradeció a los medios lo que han divulgado y les instó a seguir visibilizando no sólo las masacres, si no a estar atentos a las alertas y dar cuenta de las fortalezas de los pueblos; por mucha desinformación ha habido un desconocimiento total de la idiosincrasia Awá por parte de los actores de la guerra, la fuerza pública, el gobierno, las ONGs. Los Awá son gente del silencio, son personas muy pacificas, algunos no comprenden bien el idioma español y por eso los han asesinado porque muchas veces por decir que no dicen si, la mayoría de las veces dicen que si sin comprender cual fue la pregunta o sonríen, y por eso los bandos en conflicto al interrogarlos les han asesinado y acusado de ser colaboradores del bando enemigo. Esto no lo conocen los actores de la guerra”.Ante los recientes hechos que han causado la vida de muchos miembros de los Pueblos Indígenas, la ONIC recordó que en los primeros 43 días de este año han sido asesinados 58 indígenas y en los últimos 408 días murieron más de 1200 indígenas a causa del conflicto armado. “Por lo anterior como Autoridad Nacional de Gobierno Indígena, exigimos que todos los actores armados, sin excepción, desmilitaricen y acaben con al ocupación de nuestros territorios indígenas”.El Consejero Mayor de la ONIC aseguró, que estudia el proceso para solicitar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que emita las Medidas Cautelares para el Pueblo Awa; mientras al gobierno nacional le exige que haga la invitación oficial al Relator Especial de Naciones Unidas, James Anaya, tal como lo prometió el año pasado en el marco de la Minga, para que visite a Colombia, a los Pueblos Indígenas, en especial a esta zona de Nariño. Al igual que, “hemos convocado a las autoridades indígenas a nivel nacional a una Asamblea Extraordinaria para tomar unaposición conjunta frente a estos hechos y así demandar a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad, contra nuestras comunidades y pueblos”, puntualizó Andrade Casama.Anexamos, el comunicado que se entregó a los medios de comunicación en la conferencia de prensa.… CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADASolamente en las mentes de los líderes de la FARC, puede caber la idea que asesinando indígenas indefensos, que masacrando al pueblo Awá, puedenacceder al poder y presentar una alternativa revolucionaria para transformar la sociedad colombiana.No puede existir ningún tipo de razón o argumento político, para justificar los crímenes de lesa humanidad, el exterminio genocida y las infamias que las FARC contra el pueblo Awá.Quienes asesinan a los Awá no son únicamente las FARC. También han traído el terror a este pueblo el Ejercito Nacional, la policía y los paramilitares. Desde Septiembre de 2008 a lo que va corrido de 2009, han sido asesinados y masacrados 44 indígenas Awá, por determinar otros. Enlos 43 días de este año, han sido asesinados 58 de nuestros hermanos en el territorio nacional. En los últimos siete años han sido asesinados enColombia 1.303 indígenas, cifra que puede aumentar, ya que muchos no son denunciados, por miedo.El exterminio de los Awá, ocurre a pesar de informe Defensorial, Alertas Tempranas y la Resolución Defensorial, instrumentos emitidos por laDefensoría del Pueblo, la UNIPA y la ONIC. Ocurre en el marco de la política de Seguridad Democrática que ha llevado la guerra a los territorios indígenas de este pueblo quien además ha sido sometido a bombardeos y ametrallamientos constantes por parte de la Fuera Aérea. Ocurre cuando el Ejército Nacional de manera mentirosa niega públicamente los combates previos y posteriores a las masacres cometidas por las FARC. Por lo tanto:Exigimos a la FARC:1. Que le digan a la comunidad nacional e internacional porque están masacrando a los indígenas Awá.2. Que regrese sanos y salvos a los niños que se llevaron del resguardo Tortugaña Telembi.3. Que no continúe sembrando de minas antipersona el territorio del pueblo Awá y desactive inmediatamente las existentes.4. Qué respeten la autonomía y gobierno propio de nuestras autoridades.5. Qué salgan inmediatamente de nuestros territorios.6. Que nos entreguen a los responsables materiales e intelectuales deestas masacres para que sean juzgados por nuestra justicia propia.Al Gobierno nacional.1. Que no le mienta a la comunidad nacional e internacional negando los actos de guerra que viene efectuando en los territorios del pueblo Awá.Como bombardeos, ametrallamiento, y enfrentamientos con la guerrilla colocando en inminente riesgo al pueblo Awá.2. Que despliegue sus recursos para atender la crisis humanitaria del pueblo Awá.3. Que brinde todas las garantías para la realización de la minga humanitaria al pueblo Awá.4. Que se abstenga de pregonar que la seguridad democrática garantiza y protege la vida de los pueblos indígenas. Demandamos de la comunidad internacional su solidaridad, para:1. Que repudie y condene estos actos de barbarie.2. Que nos acompañe en la realización de la Minga Humanitaria al territorio del pueblo AwáSolicitamos a la comisión Interamericana que:1. Se pronuncie sobre estos hechos y adopte las mediadas necesarias para garantizar la vida, la integridad personal y territorial del pueblo Awá.Finalmente, exigimos que todos los actores armados sin excepción desmilitaricen y acaben con la ocupación de nuestros territorios indígenas. Febrero, 12 de 2009AUTORIDAD NACIONAL DE GOBIERNO INDÍGENA - ONIC.Contacto: Contacto: Consejero Mayor, 315-8572995 / secretario General: 311-5042055.ComunicaONIC: 312-6394123 y 314-3597016.AUTORIDADES AWA: 310-4159377, 320-6137158, 311-3104372.

en http://www.onic.org.co/actualidad.shtml?x=35757

2009/02/09

UN ESTOCOLMO-CHISTE....

– Ole Tola, volviendo a nuestro país, ¿vites cómo volvió Alan Jara de poco uribista?
– Ese es el problema cuando a la gente le queda tanto tiempo pa pensar.

EN http://www.elespectador.com/columna115734-no-nos-consta
De Hollman Morris
Por: Cartas de nuestros lectores
El martes 3 de febrero en la mañana, el ministro de la Defensa, Juan Manuel Santos, por todos los medios, me señaló de ser un periodista “afín a las Farc”.
En la noche, es el propio Presidente de la República, en vivo y en directo, quien le dice a todo el país: “Morris le hace apología al terrorismo”. Y una vez más tanto el Ministro como el Presidente recurren a la práctica, que ya se ha vuelto norma durante su gobierno, de estigmatizar y acosar simplemente por el hecho de pensar diferente o no hacer lo que a ellos les gusta.
En el juego de la democracia esa es una falta grave. Es un mejor aporte a la democracia un periodista que vaya en contravía siempre a las versiones oficiales o a lo que quieren imponer diferentes poderes que campean en este país, como el del narcotráfico, el paramilitarismo, el guerrillero o el del parapolítico.
Doce horas antes en la población de Unión Peneya, departamento del Caquetá, había sido detenido arbitrariamente por miembros del Ejército, quienes además de hacerlo, exigieron la entrega de mi material periodístico. El defensor del Pueblo de Caquetá, John Fredy Malagón, denominó lo sucedido como una detención arbitraria (alrededor de este hecho, que fue una violación a la libertad de prensa, no ha habido mayor debate).
Increíble, el mundo al revés, algo está pasando…
Hasta el día de hoy no he emitido un solo segundo del material audiovisual que dicen conocer quienes acatan las sugerencias oficiales. Tampoco he divulgado nada de lo charlado con los jóvenes liberados. Ni siquiera en el momento que tuve la oportunidad de hacer dos reportes para Radio Francia Internacional.
Siempre he creído que a nosotros los periodistas se nos debe juzgar por los materiales, columnas, notas periodísticas, cuando ya se han dado a conocer a la opinión pública… En mi caso soy condenado a la hoguera cuando, reitero, nadie ha visto el material…
Para algunos y desde lo que va corrido de la administración Uribe, los periodistas tenemos que pedirle permiso al Gobierno para efectuar nuestro desplazamiento. Peor aún, creen normal que uno no se interne en las zonas de conflicto y, por ello, les parece inaudito que un periodista como yo, haya estado en el sitio de la liberación.
No soy periodista de pedir permisos. Ahora bien, por estar allí, pero además por haber llegado al sitio, el Presidente y el Ministro me califican de ser auxiliador de la guerrilla. ¡Qué barbaridad, qué irresponsabilidad! Entonces, de ahora en adelante, los periodistas que entrevisten a paramilitares, narcotraficantes y guerrilleros, entran a hacer parte de sus filas…
Por otro lado, yo sí creo que a los jóvenes soldados se les presionó y se les “libreteó”, no me cabe la menor duda, pero eso es diferente a que me hayan “libreteado” a mí, a que me hayan dictado las preguntas. Hasta el momento, lo dicho por los uniformados a la prensa no afirma lo que se pretende juzgar de mi actitud como periodista.
Yo me pregunto hasta cuándo pretenden seguir el Presidente y su Ministro estigmatizando y señalando todo lo que no les gusta. ¿Es así como pretenden construir un país diferente? ¿Acaso eso hace parte de su política de seguridad democrática?
Pareciera que lo único que se debe mostrar es el lenguaje de la guerra. Los únicos shows plausibles son los que monta el Gobierno. Soy un convencido de que la paz debe tener visibilidad para tener un país mejor, para lograr el entendimiento de todos los colombianos. En este momento, mi vida está en peligro por mostrar la otra Colombia. La Colombia que está construyendo la paz. Porque estoy convencido de que la paz también es y debe ser noticia.
Aquí no sólo se está poniendo en riesgo la vida de Hollman Morris. Por pensar diferente, se ha puesto en riesgo la vida de muchos colombianos y así no se puede construir una democracia. Ese no es el país que queremos para nuestros hijos.
Hollman Morris. Bogotá.
en http://www.elespectador.com/opinion/cartas-de-nuestros-lectores/columna115733-de-hollman-morris

Y ---SI QUIERE, EL VIDEO PUBLICADO POR EL ESPECTADOR: http://www.elespectador.com/noticias/paz/articulo116135-primeras-imagenes-ineditas-video-de-liberacion-de-uniformados-secuestrad

2009/01/26

GINA PARODY 2.
El guayabo de Gina
24 Ene 2009 - 10:00 pm
Por: Ernesto Yamhure
EN 2005, UNA VEZ ELEGIDA COMO presidenta de la Comisión Primera de la Cámara, la tierra se tragó a la entonces representante Gina Parody. Reapareció en noviembre de ese año y justificó su ausencia diciendo que las presiones la habían bloqueado emocionalmente y que durante su ausencia se dedicó a encontrar “un balance entre lo externo y lo interno”.
Pasaron tres años y volvió a evaporarse. Luego de una larga ausencia, regresó declarándose “no uribista”, embeleco que sólo ella puede descifrar, pues ha dicho que ya no respalda al Presidente, pero que tampoco está en contra suya.
Con ese cuento falso y manipulador sólo busca matizar los efectos de una traición que en el corto plazo le va a producir un fuerte guayabo emocional. Ella es libre de dar los bandazos que le plazca. Por ahí dicen que pollo que no se voltea, no queda bien asado. Lo que jamás podrá olvidar es que su existir político es obra del presidente Uribe; sin su apoyo, nunca habría sido elegida representante a la Cámara y senadora de la República ¿O alguien recuerda los méritos de Gina antes de 2002?
La gratitud es la virtud que tienen las personas de reconocer en sus corazones lo que se les concede, correspondiendo a ello con humildad y generosidad. En el caso entre manos, Parody ha sido ingrata pues no sólo le ha dado la espalda a su tutor, sino que ha acudido a la canallesca estrategia de la mentira, reconocida herramienta de los desleales.
Si en efecto estaba aburrida con el proyecto uribista, debió haber dado la pelea desde adentro, como una verdadera líder. Es demasiado comparar su situación con la que padeció Winston Churchill, de quien recientemente leí sus dos tomos de memorias sobre la Segunda Guerra y en los que narra cómo nunca estuvo de acuerdo con el modelo que los tories querían implementar para evitar las hostilidades en Europa. El ex primer ministro ni renunció a su partido, ni traicionó a Chamberlain, ni mucho menos armó pataletas desde ultramar. Él dio la batalla democrática y la ganó. He ahí la diferencia entre quienes hacen política grande y aquellos que se desviven frente a la minucia ruin y sensacionalista.
Me parece muy extraño que mientras ella estuvo al lado del Presidente, el uribismo fuera la panacea y ahora, después de haber efectuado el triple salto, diga que éste es un grupo peligrosísimo que intenta perpetuar a Álvaro Uribe en el poder. No está de más recordar que ella fue una fervorosa impulsora de la primera reelección.
Con la misma rapidez que supo de su existencia, la opinión olvidará a Parody y su fugaz paso por la política. Mientras tanto, su no presencia en el Congreso permitirá que por fin se pueda aprobar la penalización de la dosis personal de drogas, propuesta a la que Gina se le atravesó como mula muerta. Este proyecto es fundamental para salvar a millones de jóvenes de la tragedia de la adicción y sus nefastas consecuencias.
~~~
EN http://www.elespectador.com/columna111259-el-guayabo-de-gina
GINA PARODY 1.
Coraje
Por: Carlos Villalba Bustillo
22 Ene 2009 - 8:47 pm
GINA PARODY LE HA DADO UN ejemplo al país.
Un ejemplo más elocuente que otros en los que ha mostrado, sin afeites ni velos, los rasgos de una personalidad que no transige con la táctica de desmentir, cuando se interviene en política, en la alta política, lo que se predica con lo que se practica. A la senadora Parody no le gusta la doble faz del dios Jano en el comportamiento de los dirigentes que adquieren responsabilidades de Estado.
Sus renuncias al Senado y al Partido de la U revelaron que tiene muy clara la diferencia entre los apetitos personales de un jefe de Estado y la encarnación de los intereses generales. Por eso hizo ella un deslinde entre sus sentimientos de amistad, afecto y gratitud con el Presidente, y la supremacía de las instituciones, el turno de las generaciones en el destino de un pueblo y la dinámica de una democracia que requiere depurarse.
Tan distorsionada está la mentalidad de los colombianos en relación con lo que deben ser las lealtades y los disentimientos en la política, que la decisión de la doctora Parody la están calificando los fanáticos como una traición, cuando es todo lo contrario: un acto de honradez consigo misma, con el Presidente y con su partido, pues su salida sustituye un voto adverso para otra reelección que no comparte por el voto favorable del caciquillo santandereano que la sucederá, o sea, de un Yidis con pantalones.
Dos proyectos desaprobados por Gina Parody anteriormente son, hoy día, dos pruebas de que un enfoque torcido de cualquier política oficial la lleva al fracaso si el gobierno que la concibe cree que, imponiéndola a los tiestazos, engaña a la opinión. Allí duermen abandonadas una Ley de Justicia y Paz inaplicable, y una reforma política sin dientes. Todo porque el ingrediente personalista o de conveniencia electoral se amasa con el manejo ineficiente del Estado y con la corrupción. El Congreso aumenta su desprestigio y la parapolítica continúa enquistada, burocrática y económicamente, en los departamentos y los municipios.
Pero en los sectores sociales donde el interés en la política no depende de la capacidad de pago del Gobierno, ni de la solidaridad bien recompensada de sus borregos en los partidos de la coalición, el gesto de Gina Parody cayó bien y mereció respeto, porque su curul en el Senado y su militancia en el Partido de la U no dependían de un precio. Tenían connotación política e inspiración patriótica. Es lo que trasluce la sinceridad de ese gesto.
Erich Fromm decía que el hombre, por la brecha que se abre entre su tendencia gregaria y su naturaleza humana, basa el curso de su vida en dos orientaciones: la que lo aproxima al rebaño y la que lo impulsa a usar la razón sin tener que consultar oráculos más altos. Al aislarse con dignidad en un acto consecuente con sus convicciones, la doctora Parody no hizo cosa distinta que atender un reclamo de su conciencia y cumplir con una exigencia de su carácter.
Una lección de coraje para Roy Barreras y para todo el Partido Conservador.
Carlos Villalba Bustillo
en http://www.elespectador.com/columna110782-coraje

2009/01/20

OBAMA Y EL DON DE LA DUDA.
imagen de http://caballerotrueno.files.wordpress.com/2008/05/duda.jpg
Qué pasa cuando a una persona parecen quererla encargar de todos los problemas del planeta?, Qué pasa cuando las esperanzas de demasiadas personas en demasiadas partes del mundo están puestos en una persona?.Complejo, muy complejo.

Creo en las vibraciones positivas, creo que cuando muchas personas piensan positivamente parece generarse un halo de energía a su alrededor lo cual hace que el objetivo de esos pensamientos, parece,se facilitara su alcance y viceversa: que cuando “todo el mundo está en contra de algo (o de alguien)” también pareciera dificultarse su alcance; puede que algo de ello suceda con Obama; pero de ahí a pretender que sea el salvador del mundo, hay una gran diferencia.

Hay cosas nuevas con el nuevo presidente del hegemon mundial, tal vez esas cosas nuevas son las que hacen que las personas pretendan verlo como un nuevo mesías: negro, apellidos sin aristocracia, con una carrera relativamente meteórica, entre otras, son opciones que hacen pensar a muchas personas “podría ser yo”, que es una persona del común, como ellos, que ha llegado al poder… pero están equivocados: Obama es esencialmente un político: Un ser humano que quiso dedicar su vida al complejo arte de convencer masas de que se está a su servicio (…) y ha resultado muy bueno en ello. Pero como todos los humanos está lleno de virtudes y defectos, y como todos los políticos, muy seguramente ha pasado por esa cirugía profunda a la que se deben someter estos a lo largo de su carrera donde finalmente, después de quitarles el hígado, los intestinos, pasando por el corazón, parece quedarle sólo el cerebro. Y un cerebro circunscrito esencialmente a su interés fundamental y casi único: el poder y si la gloria esta al lado, mucho mejor.

Perdóneseme pero es imposible, imposible, que Barack haya financiado su campaña solamente por las contribuciones que miles o millones de norteamericanos del “común” le hicieron: las campañas electorales y más en Estados Unidos son supremamente costosas. Tal vez bajo esquemas tan conocidos en Colombia como el de buscar una ONG donde muchas empresas, grandes contratistas etc, puedan hacer las “donaciones”, y sea ésta ONG la que “aparezca” subrepticiamente donando o prestando o financiando a la campaña o quién sabe qué otras formas, total ellos, los estadounidenses, dicen ser los padres de la democracia, con sus vicios, y deben conocer de esto más que nosotros; así las cosas la campaña de Obama debe, necesita haber tenido esos grandes contribuyentes, y esos señores y señoras NUNCA hacen donaciones gratis… sería formidable saber quiénes son estas personas, qué intereses entonces está comprometido a defender Obama o su Vicepresidente. Esa es la real-politik. La de saber realmente qué intereses, además del de ellos mismos, representan las y los políticos: los de allá, los de aquí y los de cualquier lado.

Una reflexión final: lo que enseña la experiencia en Colombia, y en el mundo entero, es que el color de piel poco o nada tiene que ver con los resultados que se esperan de un político comprometido con las necesidades y anhelos de las mayorías, aquí, desde tiempos inmemoriales hemos tenido indígenas que han sido peores que los mestizos o los blancos, y de igual manera dirigentes negros profundamente comprometidos con los intereses…de ellos mismos: y sino visiten “el barrio del estado” en Quibdo-Choco.

Si Obama hace las cosas bien y cumple las expectativas para el común de los estadounidenses, y de los humanos, pues excelente, pero, es mejor, mucho mejor que activemos el don de la duda…por si acaso

(mas sobre la pureza de la democracia gringa en el artículo “Mas que un buen sentimiento” de Christopher Hitchens)(http://www.elespectador.com/columna108686-mas-un-buen-sentimiento)
OBAMA AND THE GIFT OF THE DOUBT.
Also in http://ciberplural.blogspot.com/2009/01/obama-y-el-don-de-la-duda.html image http://caballerotrueno.files.wordpress.com/2008/05/duda.jpg
What happens when a person seems to want to order all the problems of the planet, What happens when the hopes of too many people in too many parts of the world are in a person?. Complex, very complex.
I believe in the positive vibrations, I think that when many people seem positively generated an aura of energy around it which makes the target of those thoughts, it seems, will provide scope and the contrary : when "everybody is against something (or someone) also seem to hamper their scope; something that can happen with Obama, but then to pretend to be the savior of the world, there is a big difference.
There are new things with the new president of global hegemon, maybe these are the things that make people seek it as a new messiah: black, with surnames aristocracy, with a relatively meteoric career, among others, are options that suggest many people "could be me," which is an ordinary person like them, who had come to power ... but they are wrong: Obama is essentially a political one: A man who wanted to devote his life to the complex art of convincing masses you are at your service (...) and has been very good at it. But like all humans is full of virtues and defects, and like all politicians, most certainly has gone through a serious surgery that should be subject to these throughout his career where he finally, after robbing the liver, intestines through the heart, the brain seems to be left alone. And a brain essentially confined to their fundamental interests and unique: the power and glory is at hand, much better.
Excuse me but it's impossible, impossible, Barack has financed his campaign solely by the contributions of thousands or millions of Americans' common 'did: election campaigns and in the U.S. are extremely expensive. Perhaps under such schemes known in Colombia as the search for an NGO where many companies, contractors etc., to make "donations" and it is the NGOs that "appears" surreptitiously or lending or donating to the campaign finance or who knows What other ways, all of them, the Americans claim to be the fathers of democracy, with its flaws, and should know this more than us, so things should Obama's campaign, you need to have these big contributors, and these gentlemen Ladies and NEVER make donations would be free ... formidable know who these people are, then what interest is committed to defend Obama or his deputy. That is the real-politik. To know what really interests, in addition to themselves, represent and politicians: the past, the here and on either side.
One final thought: what the experience taught in Colombia and worldwide, is that skin color has little or nothing to do with the results expected of a politician committed to the needs and desires of the majority here since time immemorial we have indigenous people who have been worse than the white or hybrid, and black leaders just as deeply committed to the interests ... of themselves: and visit but "the neighborhood of the state" in Quibdo, Choco.
If Obama does things well and meet expectations for ordinary Americans, and humans, as excellent, but it is better, much better to turn the gift of the doubt in case ...
(More on the purity of democracy "gringa" in the article "More than a good feeling" of Christopher Hitchens) (http://www.elespectador.com/columna108686-mas-un-buen-sentimiento )
traduction supported whit http://translate.google.com

2008/12/29

POR VIOLAR LOS DERECHOS HUMANOS...

"...Aquí en la Fiscalía, por ejemplo, hay fiscales que ordenan registrar la base de datos de universidades públicas o interceptar el correo electrónico de periodistas y representantes de la organización civil. Eso me indica que tenemos que seguir insistiendo en el tema de derechos humanos. Porque hasta los fiscales, como en este caso, estaban violando los derechos y libertades fundamentales de las personas. Están destituidos e investigados por abuso de autoridad y prevaricato. En últimas, por violar los derechos humanos.

¿Usted cree que la presión del Gobierno por resultados los originó?
El Gobierno presiona tanto como yo aquí, en el mejor sentido de la palabra, a mis fiscales, para que den resultados a la sociedad. Pero no puedo admitir que, so pretexto de administrar justicia, se violen las garantías constitucionales y las libertades individuales.

Entrevista al Fiscal General de la Naciòn en http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/explique-al-presidente-el-alcance-y-caracteristicas-de-la-investigacion-a-dmg-mario-iguaran_4738822-1

2008/12/23



Seguimos dispuestos a torturar
en http://www.semana.com/noticias-ciencia/seguimos-dispuestos-torturar/119049.aspx; imagen de http://www.frogx3.com

Quizás ha sido el experimento científico más tristemente célebre de las últimas décadas, porque mostró evidencias convincentes de que todos somos capaces de ejercer una gran maldad. Ahora, 50 años después, científicos de Estados Unidos repitieron la llamada "prueba Milgram". Y volvieron a llegar a la conclusión de que la gente sigue dispuesta a infligir dolor a los demás, si se lo pide una autoridad.
La prueba consistía en que los voluntarios debían aplicar lo que creían que eran dolorosas descargas eléctricas a otros voluntarios (que eran en realidad actores), cuando eran incitados por una figura de autoridad. Los investigadores de la Universidad de Santa Clara, en California, encontraron que aún cuando los actores daban (falsos) gritos de dolor, el 70% de los participantes estaban dispuestos a aumentar el voltaje de las descargas. Las tasas de obediencia de los participantes fueron ligeramente menores que las del experimento Milgram, dicen los autores en American Psychologist, la revista de la Asociación Psicológica Estadounidense. ¿Hemos aprendido? "Al conocer el trabajo de Milgram, la gente a menudo se preguntan si hoy en día los resultados serían distintos", explicó el doctor Jerry Burger, quien dirigió el nuevo experimento. "Muchos creían que, después de las lecciones del Holocausto, ha habido una mayor conciencia social sobre los peligros de la obediencia ciega". "Pero lo que encontramos fue que los mismos factores situacionales que tuvieron un impacto en la obediencia en el experimento de Milgram, siguen operando hoy en día", agregó el científico. El experimento original, publicado en 1963, fue llevado a cabo por el profesor Stanley Milgram, de la Universidad de Yale. El científico reclutó voluntarios para probar el efecto del castigo y el aprendizaje. Para eso, se le hizo creer a los voluntarios (que tenían el papel de maestros) que estaban aplicando choques eléctricos cada vez más potentes a otra persona (que tenía el papel de alumno), ubicada en un cuarto separado. También se les hizo creer que "un científico" era la figura de autoridad conduciendo el experimento, y éste debía incitar al "maestro" a que continuara aplicando descargas sobre el "alumno". En realidad, tanto el científico como el alumno eran actores y la supuesta máquina generadora de descargas eléctricas era falsa. Milgram encontró que, después de escuchar los primeros gritos de dolor de los alumnos con una descarga de 150 voltios, el 82,5% de los "maestros" voluntarios continuó aplicando descargas. De éstos, el 79% continuó con las descargas hasta el límite del generador, a 450 voltios. El estudio, además, no encontró diferencias entre hombres y mujeres. Consternados En el nuevo experimento, llevado a cabo por el doctor Jerry Burger, 70% de los participantes estaban dispuestos a continuar con las descargas después de los 150 voltios, pero no se les permitió hacerlo. Al parecer, los voluntarios del experimento original que se mostraron dispuestos a infligir dolor hasta el límite del generador eléctrico quedaron muy consternados tras la prueba. "Casi cuatro de cada cinco participantes en la prueba Milgram que continuaron después de los 15 voltios llegaron hasta el límite del generador" explicó el doctor Burger. "Debido a este patrón, al darnos cuenta de la reacción de los participantes al aplicar los 150 voltios, pudimos hacer una conjetura razonable de lo que hubieran hecho si hubieran continuado con el procedimiento", agregó. Las técnicas del profesor Milgram han sido muy debatidas desde que se publicó su investigación. Como resultado, se han establecido códigos éticos para los psicólogos y medidas de control en las investigaciones experimentales para prevenir una duplicación exacta del experimento Milgram. Y para que ésta fuera aprobada por las autoridades universitarias, Burger determinó que en su experimento 150 voltios sería el límite máximo que se aplicaría. Obediencia ciega De cualquier forma, la vasta mayoría de los 29 hombres y 41 mujeres que tomaron parte, se mostraron dispuestos a apretar el botón de descarga, sabiendo que causarían daño a otro ser humano. Incluso cuando otro "científico" (actor) entraba al cuarto y cuestionaba lo que estaba ocurriendo, la mayoría estaba dispuesta a continuar. Tal como explica el investigador, no es que algo estuviera "mal" con los voluntarios. Simplemente, es que cuando se nos coloca bajo presión, los seres humanos a menudo hacemos cosas "perturbadoras". Los resultados del estudio, afirman los expertos, podrían explicar parcialmente por qué en tiempo de guerra y conflicto la gente está dispuesta a tomar parte en un genocidio. Tal como señala el profesor Alan Elms, de la Universidad de California, en Davis, quien participó en el experimento Milgram en 1961, "el nuevo experimento fue "suavizado", rebajando el límite de las descargas y por lo tanto las condiciones fueron menos estresantes". "Sin embargo, las conclusiones no son menos perturbadoras: el límite de crueldad de la humanidad, como todo lo demás, depende de las condiciones", dice. "Parecemos estar programados para cumplir órdenes -agrega- incluso si éstas dañan a los demás". "Y es claro que, a pesar de todos los espectáculos de horror de la humanidad en el pasado, todavía no logramos entender el mensaje", expresa el científico.


Bolivia fue declarado país libre de analfabetismo

gracias al método cubano 'Yo sí puedo'

Hace solo 3 años era el segundo país con mayor índice de analfabetismo de América Latina y el Caribe. El Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos celebró desde Francia su logro.
En un comunicado, la Organización No Gubernamental elogia "esta victoria" del Gobierno del presidente "Evo Morales Ayma, del pueblo boliviano y de la solidaridad", que ha sido posible gracias al método cubano de alfabetización "Yo sí puedo".
Después de Cuba, en 1961, y Venezuela, en 2005, Bolivia se ha convertido así en el tercer país latinoamericano que ha logrado deshacerse de la plaga del analfabetismo, que sufren en el mundo 774 millones de personas -un adulto de cada cinco- según la Unesco.
El proyecto boliviano ha sido realizado por miles de voluntarios de los tres países que enseñaron a leer y escribir, esencialmente en las zonas rurales, con el método desarrollado en Cuba, subrayó el Mrap.
Hace tres años Bolivia era el segundo de la lista empezando por el final, justo después de Haíti, pero desde entonces 819.417 bolivianos han aprendido a leer y escribir, de ellos 37.000 en sus respectivas lenguas indígenas, el aymara y el quechua, subrayó la ONG. ParísEFE

2008/12/09

LA SOLUCION FACIL DEL CAUDILLO...
entrevista a Fernando Hinestrosa (Rector de la Universidad Bogotana El Externado) (http://portal.uexternado.edu.co/index.html)

C.O.T.- Regreso al presente, y vuelvo a la pregunta inicial: ¿Qué relación establece entre esas duras épocas y la de ahora, cuando se promueven nostalgias por Núñez?
R.F.H.- En general, el mundo está en un periodo adverso y perverso de reescribir la historia. La del siglo XIX del periodo radical fue reescrita por los victoriosos. Es como la historia de Roma escrita por los cristianos. Un ministro japonés acaba de caer porque quiso reescribir la historia del Japón en la Segunda Guerra Mundial. En Italia, el régimen ha venido haciendo lo mismo para poder pintar a Mussolini como inocente. Es la historia de la historia contada por los gatos que, a su manera, resultan inclusive vegetarianos.
C.O.T.- ¿Será que estamos regresando realmente al pasado?
R.F.H.- La nostalgia del autoritarismo, del conductor, del Duce, es una manía muy incrustada. El respeto a la individualidad se ve como perverso y malsano. Lo que importa es el rebaño. Por eso, el símil del pastor y la grey es universal se emplea en religión, en política, en la familia. El autoritarismo exalta al ‘pater’, al ‘padre de la patria’, al ‘salvador’. Cuando hay dificultades, incertidumbre e inseguridad, se busca refugio.
C.O.T.- ¿Por qué parece el país patinar siempre en esa fórmula?
R.F.H.- El credo de libertad, el culto a la democracia de autonomía, es difícil. Así como la gente prefiere la recomendación y la intriga al concurso, prefiere la solución fácil del caudillo, a la autonomía. Y es muy fácil desacreditar la democracia diciendo que es ingobernable. Entonces, vamos todos tras del flautista de Hamelin

...

C.O.T.- Hay ciertas similitudes que he notado en detalles en uno y otro tiempo. Por ejemplo, en la época de Núñez se hablaba de…

R.F.H.- … Regeneración o catástrofe…

C.O.T.- Sí señor. A mí me suena a catástrofe y a hecatombe.

R.F.H.- Uno no puede, con toda sinceridad, asimilar criterios. Yo veo otras maneras de restringir libertades, distintas de la fuerza de antaño. Claro que entonces no fue solamente la fuerza sino la compra de conciencias con contratos, con favores a los áulicos. El caricaturista de la época pintó en una escena, el árbol de la Regeneración. De ahí caían las bellotas y los cerdos las comían. Pero hoy, existen otros factores muy distintos.

C.O.T.- ¿Cuáles?

R. F.H.- Hay algo muy significativo: el siglo XX, que fue el siglo del totalitarismo -y muchas de las expresiones que yo pueda usar están marcadas por ese signo de la persecución y el exterminio del contendor-, concluye con un grito de libertad y de consideración de los derechos humanos. El lema de derechos respecto de la dignidad humana, ha avanzado enormemente. Hoy no se puede vulnerar derecho fundamental, y menos masivamente, sin que todo el mundo se entere de ello. Los medios de comunicación y la posibilidad de que simultáneamente en todas partes esté la escena de la violación, así como la existencia de grupos militantes de los derechos humanos, establecen la diferencia porque hay sensibilidad y solidaridad.

C.O.T.- ¿Disminuyen las violaciones por el control externo?

R.F.H.- No me refiero solo al ‘coco’ de la Corte de justicia internacional, sino a algo más espectacular: los diversos mecanismos de denuncia. Claro, se pueden mencionar unas cuántas excepciones y están ahí a la vista. Pero hoy, las posibilidades de defensa individual y colectiva de las libertades son mucho mayor
...
C.O.T.- Es paradójico que mientras el mundo avanza en la cultura de derechos humanos en el mundo, en Colombia poco nos preocupemos por las libertades o por las instituciones ¿Hay un retroceso o un estancamiento en esa materia? R.F.H.- Cuando hay peligros, amenazas grandes, la gente va a lo que considera fundamental en su existencia y está dispuesta a pagar el precio que sea. Lo hemos vimos en las preguerras; en los conflictos de guerra fría y en los internos en los distintos países y continentes: la eliminación del enemigo o de la amenaza, están por encima de todo. Después vendrán las amnistías, las leyes de perdón y olvido. No es de sorprender que pase como en la fábula de Michín: “mamita dame palo pero dame qué comer”. Aquí decimos “dame seguridad y estabilidad pero dame tranquilidad”.
...
entrevista completa en http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso94655-gente-no-ha-aprendido-ser-libre-o-respetar-al-otro?page=0,0
LA VERSION DE HERNANDO GOMEZ BUENDIA SOBRE SU SACADA DE LA REVISTA SEMANA

Dos periodistas impunes
HERNANDO GÓMEZ BUENDÍA
La llaman “el cuarto poder”, pero es el primero: la prensa define lo que pasa en un país. Este oficio es sagrado, y el periodista tiene límites. No los que quiera el gobernante, sino los que exigen la Constitución y la decencia. La única garantía contra los abusos de la prensa es la ausencia de monopolios.
Según el Estudio General de Medios, El Tiempo controla cerca del 55% del mercado en periódicos, 15 % en revistas y 10% en televisión. Su aliada en radio, Caracol, tiene 40% de la audiencia. El segundo grupo es Semana, con 30% de los lectores de revistas.Alejandro Santos es el delfín de los Santos y dirige Semana: el periodista más poderoso del país.

Hace poco se topó con el Consejo Superior de la Judicatura, que controla a los jueces. Semana difamó al Magistrado Escobar Araújo y un juez penal le ordenó rectificar “con los mismos caracteres, colores y tamaño del artículo original”, como tiene que ser. Santos, con su cohorte de abogados, quiso pasar de agache. Publicó dos notas escondidas, y el juez insistió que rectifique de frente.En Caracol Santos anunció su heroísmo de “ir a la cárcel” (por tres días) en defensa de “los derechos humanos”. Cuenta con el apoyo unánime de los medios y de las dos entidades que velan por los periodistas: la SIP, que preside su padre; y la FLIP, que preside su empleada.

No es la primera vez que Semana aporta un mártir a la libertad. El año pasado fue su otro delfín, Daniel Samper, quien plagió el afiche de “La Última Cena”, de Girbaud, y lo demandó un grupo de cristianos indignados. No había Magistrado de por medio y bastó con la campaña radial de Sánchez Cristo, tutor de Samper, para que no hubiera rectificación ni peligro de cárcel.

No conozco al magistrado Araújo, pero conozco bien a Semana. Durante 5 años fui su columnista, y siempre defendí el interés público. Eso crea enemigos poderosos. Aprovecharon un descuido: dejé que desgrabaran y publicaran una charla ante un grupo de estudiantes sin revisarla. Los periodistas al servicio de dos jefes liberales me montaron un escándalo, como si después de publicar como 40 libros, me hubiera dado por copiar, no algún escrito exótico, sino un manual de todas las universidades y sin tomarme siquiera el trabajo de maquillarlo.Esto no lo digo yo. Lo dijeron en dos fallos separados los “tribunales éticos” que me nombraron Soho y Semana. Estos jueces – Javier Darío Restrepo, Carlos Gaviria Díaz, el padre Alfonso Llano y el profesor Alejandro Sanz- concluyeron que procedí “con total ausencia de mala fe”, y sin faltas a la ética.

En vez de publicar el fallo o informar a los lectores que fui absuelto, Semana me despidió con el pretexto inaudito de que había repetido en dos columnas mis propias ideas sobre qué es “terrorismo” y qué “conflicto interno”. De ñapa, después Samper y Santos me siguieron calumniando en Caracol, y hasta mis ex jueces protestaron. Semana escondió la carta de protesta y yo demandé tarde.Igual que los señores de Semana, no creo del todo en nuestros jueces, pero sí que el periodismo merece transparencia.

Invito a Santos y a Samper a someter su conducta al dictamen ético de las cuatro personas intachables que ellos mismos designaron (o a las personas que éstas designaran). En un país de monopolio y confusión, sería una ocasión rarísima para que dos periodistas poderosos honren su oficio y sus apellidos. Yo me someto de antemano a lo que digan esos jueces.

en http://www.eje21.com.co/index.php?option=com_akocomment&task=quote&id=8899&Itemid=2

2008/12/06

Los siete déficits mortales: Joseph Stiglitz
23/11/08
Illustration: Guy Billout en http://www.motherjones.com/news/feature/2008/11/the-seven-deadly-deficits.html

Cuando el president George W. Bush asumió el cargo, el grueso de losdescontentos con unas elecciones robadas se consolaron con esta idea:dado nuestro sistema de controles y equilibrios políticos, ¿cuántodañó puede hacer? Ahora lo sabemos: mucho más de lo que podíanimaginar los peores pesimistas. Desde la guerra de Irak hasta elcolapso de los mercados crediticios, las pérdidas financieras apenasresultan concebibles. Y detrás esas pérdidas aún hay que contar lasoportunidades perdidas, todavía mayores.
Tomados de consuno los dineros despilfarrados en la guerra, losdineros despilfarrados en un esquema inmobiliario piramidal queempobreció a los más y enriqueció a unos pocos y los dineros que seesfumaron con la recesión, el hiato entre lo que podríamos haberproducido y lo que realmente produjimos fácilmente rebasará el billóny medio de dólares. Piensen lo que habría podido hacerse con esa sumapara proporcionar asistencia sanitaria a quienes carecen de seguromédico, para mejorar nuestro sistema educativo, para desarrollartecnologías verdes… La lista es infinita.
Y el verdadero coste de las oportunidades perdidas es todavía mayor.Piensen en la guerra. Están, para empezar, los fondos directamenteasignados a ella por el gobierno (unos 12 mil millones de dólaresmensuales, y eso aceptando las estimaciones confundentes de laadministración Bush). Pero es que son mucho mayores todavía, como hadocumentado en su libro La guerra de los tres billones de dólaresLinda Bilmes, de la Kennedy School, los costes indirectos: lasremuneraciones que han dejado de ganar los heridos o los muertos o laactividad económica desplazada (de, pongamos por caso, gastar enhospitales norteamericanos a gastar en empresas nepalesas deseguridad). Esos factores sociales y macroeconómicos podrían llegar amontar más de 2 billones de dólares en el cómputo total de los costesde la guerra.
Pero hay un haz de luz en esos negros nubarrones. Si logramos zafarnosde la pesadumbre, si conseguimos pensar más cuidadosa y menosideológicamente sobre la manera de robustecer nuestra economía y hacerde la nuestra una sociedad mejor, tal vez podamos adelantar algo en elplanteamiento y solución de los enconados problemas que venimosarrastrando.
El déficit de valores.- Uno de los puntos fuertes de Norteamérica essu diversidad, y siempre ha habido una diversidad de puntos de vistaincluso respecto de nuestros principios fundamentales (la presunciónde inocencia, el mandato de habeas corpus, el imperio de la ley). Pero–o eso creíamos, al menos— quienes discrepaban de esos principiosconstituían una pequeña franja marginal, fácilmente ignorable. Ahorahemos aprendido que esa franja no es tan minúscula y que, entre susmiembros, se cuentan el actual presidente y los dirigentes de supartido. Y esa división en los valores no podía haber llegado en peormomento. Percatarse de que podríamos tener menos en común de lo quepensábamos puede dificultar la resolución de problemas que tenemos queencarar juntos.
El déficit climático.- Con ayuda de cómplices como ExxonMobil, Bushtrató de persuadir a los norteamericanos de que el calentamientoglobal era una ficción. No lo es, y hasta la administración haterminado por admitirlo. Pero no hicimos nada durante ocho años, y losEEUU contaminan más que nunca; un retraso que pagaremos carísimo.
El déficit de igualdad.- En el pasado, aun si los que estaban abajorecibían pocos, si alguno, de los beneficios de la expansióneconómica, la vida se percibía como un sorteo equitativa. Lashistorias de quienes se hacían a sí mismos eran parte de las señas deidentidad norteamericanas. Pero la vieja promesa de Horatio Alger suena hoy falsa. La movilidad ascendente se ha hecho cada vez másdifícil. Las crecientes divisiones de ingreso y de riqueza han sidoreforzadas por una legislación fiscal que premia a los afortunados enla azarienta lotería de la globalización. Destruida aquellapercepción, será todavía más difícil encontrar una causa común.
El déficit de responsabilidad.- Los reyezuelos del mundo financieroestadounidense justificaban sus astronómicas remuneraciones apelando asu pretendido ingenio para generar grandes beneficios, supuestamentederramados sobre el país entero. Ahora, los reyes andan desnudos. No supieron gestionar el riesgo; antes bien, sus acciones exacerbaron elriesgo. El capital no fue correctamente asignado; se malgastaroncentenares de miles de millones, un nivel de ineficiencia mucho mayorque el que la gente se ha acostumbrado a atribuir al Estado. Sinembargo, los reyezuelos se largaron con centenares de millones dedólares de los contribuyentes, de los trabajadores, y el conjunto dela economía tuvo que pagar la cuenta.
El déficit comercial.- En el curso de la pasada década, el país havenido tomando préstamos a gran escala en el extranjero: sólo en 2007,unos 739 mil millones de dólares. No es difícil descubrir por qué: conun gobierno incurriendo en enormes deudas y unos hogaresnorteamericanos sin apenas capacidad de ahorro, no había otro sitiodonde pedir. Los EEUU han estado viviendo de dinero y de tiempoprestados, y ha llegado la hora del vencimiento. Acostumbrábamos a darlecciones de buena política económica a los demás. Ahora los demás separten de risa a nuestras espaldas, y de cuando en cuando, hasta nosdan lecciones. Hemos tenido que ir a mendigar a los fondos soberanosde riqueza (la riqueza excedente que otros gobiernos han acumulado yque pueden invertir fuera de sus fronteras). Retrocedemos ante la ideade que nuestro gobierno se haga con un banco, pero parecemos aceptarde grado la idea de que los gobiernos extranjeros puedan convertirseen accionistas de referencia de algunos de nuestros bancos másemblemáticos, instituciones cruciales para nuestra economía. (Tancruciales, en efecto, que hemos dado un cheque en blanco a nuestroTesoro para rescatarlas.)
El déficit fiscal.- Gracias, en parte, a un gasto militardesapoderado, en sólo ocho años nuestra deuda nacional se haincrementado en dos tercios, pasando de 5,7 billones a más de 9,5billones de dólares. Pero, por espectaculares que resulten, esosnúmeros subestiman por mucho las verdaderas dimensiones del problema.Aún tienen que presentarse a cobro muchas facturas de la Guerra deIrak, incluidas las que incorporan los costes de asistencia a losveteranos heridos, y esas facturas podrían representar unos 600 milmillones de dólares. El déficit federal de este año probablementeañadirá otro medio billón a la deuda nacional. Y todo eso, sin contarcon los dineros desembolsados por la Seguridad Social y por Medicarepara asistir a los baby boomers.
El déficit de inversión.- Las cuentas del Estado son distintas de lascuentas del sector privado. Una empresa que tome dinero prestado pararealizar una buena inversión verá su balance contable mejorado, y susejecutivos serán aplaudidos. Pero en el sector público no hay balancecontable, y por lo mismo, demasiada gente se centra miopemente en eldéficit. En realidad, las inversiones públicas sabias proporcionanretornos mucho más elevados que la tasa de interés que el Estado pagapor su deuda; a largo plazo, las inversiones ayudan a reducir losdéficits. Recortar esas inversiones es proceder al modo del ahorradorde salvado y desperdiciador de harina, como pudo verse con los diquesde Nueva Orleáns y con los puentes de Mineápolis.***
Más allá de la simple incompetencia, hay dos posible hipótesis paraexplicar por qué los republicanos prestaron tan poca atención a lacreciente debacle presupuestaria. La primera es, sencillamente, queconfiaron en la teoría económica del lado de la oferta, en la creenciade que, de uno u otro modo, la economía crecería tanto con unosimpuestos bajos, que los déficits serían efímeros. Esa idea se harevelado como lo que es, una ilusión fantasiosa.
La segunda hipótesis es que, permitiendo un déficit cada vez máshinchado, Bush y sus aliados esperaban forzar una reducción del tamañodel Estado. Lo cierto es que la situación fiscal ha llegado a cobrarunas proporciones tan alarmantes, que muchos demócratas responsablesestán comenzando ahora a hacerles el juego a los republicanosempecinados en "asfixiar a la bestia pública", y llaman a un drásticorecorte del gasto público. Pero, preocupados como están los demócrataspor parecer demasiado tibios en materia de seguridad –y por lo mismo,resueltos a considerar sacrosanto el presupuesto militar—, resultaharto difícil recortar gastos sin cercenar las inversiones másimportantes para resolver la crisis.La tarea más perentoria del nuevo presidente será restaurar el vigorde la economía. Dado el volumen de nuestra deuda nacional, esparticularmente importante cumplir esa tarea de manera que semaximicen los resultados de cada dólar gastado, al tiempo que se atacaal menos uno de los déficits capitales. Los recortes fiscalesfuncionan –si funcionan— incrementando el consumo, pero el problema deNorteamérica es que padece un atracón de consumo; prolongar el atracónno hará sino posponer la solución de los problemas más profundos. Amedida que los ingresos se desploman, los estados y los municipiostendrán que hacer frente a restricciones presupuestarias, y a menosque se haga algo, se verán obligados a recortar el gasto, lo que nohará sino ahondar en el declive. A nivel federal, necesitamos gastarmás, no menos. Hay que reconfigurar la economía para adaptarse a lasnuevas realidades (incluido el calentamiento global). Necesitaremosmás trenes de alta velocidad y plantas energéticas más eficientes.Esos gastos estimulan la economía, al tiempo que sientan las basespara un crecimiento sostenible a largo plazo.Sólo hay dos formas de financiar esas inversiones: aumentar losimpuestos o recortar otros gastos. Los norteamericanos de ingresosaltos pueden perfectamente permitirse pagar más impuestos, y muchospaíses europeos han triunfado, no a pesar de tener una fiscalidadelevada, sino precisamente por tenerla: es lo que les ha permitidoinvertir y competir en un mundo globalizado.
Huelga decir que habrá resistencia al aumento de impuestos, de maneraque el foco de atención se moverá hacia los recortes. Pero nuestrosgastos sociales son ya tan esqueléticos, que hay poco que ahorrar. Enrealidad, descollamos entre las naciones industrializadas avanzadaspor lo inadecuado de nuestras protecciones sociales. Los problemas,por ejemplo, del sistema de asistencia sanitaria en los EEUU saltan ala vista: resolverlos no es sólo cuestión de mayor justicia social,sino también de mayor eficiencia económica. (Unos trabajadores mássanos son unos trabajadores más productivos.) Y eso deja sólo un áreaeconómica importante disponible para recortar gastos: la defensa.Nuestros gastos representan la mitad de los gastos militaresmundiales, con un 42% de los dólares del contribuyente que sedestinan, directa o indirectamente, a defensa. Incluso los gastosmilitares no bélicos se han disparado. Con tanto dinero gastado enarmamento inútil contra enemigos que no existen hay mucho margen paraincrementar la seguridad, al tiempo que se recortan los gastos endefensa.
La buena nueva en todo este horizonte de malas noticias económicas esque nos estamos viendo obligados a morigerar nuestro consumo material.Si lo hacemos de forma adecuada, eso ayudará a mitigar elcalentamiento global, y acaso contribuirá también a despertar laconsciencia de que un mayor nivel de vida también es más ocio, no sólomás bienes materiales.Las leyes de la naturaleza y las leyes económicas son implacables, yno perdonan. Podemos abusar de nuestro medio ambiente, pero sólo porun tiempo. Podemos gastar por encima de nuestros medios, pero sólo porun tiempo. Podemos gorronear a cuenta de nuestras inversiones pasadas,pero sólo por un tiempo. Ni siquiera el país más rico del mundo puedeignorar las leyes de la naturaleza y las leyes económicas, si no es endaño propio.
Joseph Stiglitz es profesor en la Universidad de Columbia, ganador delPremio Nobel de Economía en 2001 y coautor de The Three Trilliondollar War.



LA VERSION EN INGLES EN



http://www.motherjones.com/news/feature/2008/11/the-seven-deadly-deficits.html







The Seven Deadly Deficits
NEWS: What the Bush years really cost us, and how President Obama can get the economy back on track.
By Joseph E. Stiglitz
November/December 2008 Issue




When president George W. Bush assumed office, most of those disgruntled about the stolen election contented themselves with this thought: Given our system of checks and balances, given the gridlock in Washington, how much damage could be done? Now we know: far more than the worst pessimists could have imagined. From the war in Iraq to the collapse of the credit markets, the financial losses are difficult to fathom. And behind those losses lie even greater missed opportunities.
Put it all together—the money squandered on the war, the money wasted on a housing pyramid scheme that impoverished the nation and enriched a few, and the money lost because of the recession—and the gap between what we could have produced and what we did produce will easily exceed $1.5 trillion. Think what that kind of money could have done to provide health care for the uninsured, to improve our education system, to build green technology...The list is endless.
And the true cost of our missed opportunities is likely even greater. Consider the war: First there are the funds directly allocated to it by the government (an estimated $12 billion a month even according to the misleading accounting of the Bush administration). Much larger, as the Kennedy School's Linda Bilmes and I documented in The Three Trillion Dollar War, are the indirect costs: the salaries not earned by those wounded or killed, the economic activity displaced (from, say, spending on American hospitals to spending on Nepalese security contractors). Such social and macroeconomic factors may account for more than $2 trillion of the war's overall cost.
There is a silver lining in these clouds. If we can pull ourselves out of the malaise, if we can think more carefully and less ideologically about how to make our economy stronger and our society better, perhaps we can make progress in addressing some of our long-festering problems. As a road map for where to begin, consider the seven major shortfalls the Bush administration leaves behind.
the values deficit: One of the strengths of America is its diversity, and there has always been a diversity of views even on our fundamental principles—innocent until proven guilty, the writ of habeas corpus, the rule of law. But (so we thought) those who disagreed with these principles were a fringe, easily ignored. We have now learned that the fringe is not so small and includes among its numbers the president and leaders of his party. And this division of values could not have come at a worse time. The realization that we may have less in common than we thought may make it difficult to solve the problems we must address together.
the climate deficit: With the help of corporate accomplices such as ExxonMobil, Bush tried to persuade Americans that global warming was fiction. It is not, and even the administration has finally admitted as much. But for eight years we did nothing, and America pollutes more than ever—a delay that will cost us dearly.
the equality deficit: In the past, even if those at the bottom saw little or any of the gains from economic expansion, life was viewed as a fair lottery. Up-by-your-bootstraps stories are part of America's sense of identity. But today, the promise of the Horatio Alger legend rings false. Upward mobility is becoming increasingly difficult. Growing divisions in income and wealth are reinforced by a tax code that rewards those who have lucked out in the globalization sweepstakes. As that realization sinks in, it will be even harder to find common cause.
the accountability deficit: The moguls of American finance justified their astronomical compensation by their ingenuity and the great benefits it supposedly bestowed upon the country. Now the emperors have been shown to have no clothes. They did not know how to manage risk; rather, their actions exacerbated risk. Capital was not well allocated; hundreds of billions were misspent, a level of inefficiency much greater than what people typically attribute to government. Yet the moguls walked away with hundreds of millions of dollars while taxpayers, workers, and the economy as a whole were stuck with the tab.
the trade deficit: Over the past decade, the nation has been borrowing massively abroad—some $739 billion in 2007 alone. And it is easy to see why: With the government running up huge debts, and with Americans' household savings close to zero, there was nowhere else to turn. America has been living on borrowed money and borrowed time, and the day of reckoning had to come. We used to lecture others about what good economic policy meant. Now they are laughing behind our backs, and even occasionally lecturing us. We've had to go begging to the sovereign wealth funds—the excess wealth that other governments have accumulated and can invest outside their borders. We recoil at the idea of our government running a bank. But we seem to accept the notion of foreign governments owning a major share in some of our iconic American banks, institutions that are critical to our economy. (So critical, in fact, we have given the Treasury a blank check to bail them out.)
the budget deficit: Thanks in part to runaway military spending, in just eight short years our national debt has increased by two-thirds, from $5.7 trillion to more than $9.5 trillion. But as dramatic as they are, these numbers vastly understate the problem. Many of the Iraq War bills, including the cost of benefits for injured veterans, have not yet come due, and they could amount to more than $600 billion. The federal deficit this year is likely to add up to another half-trillion to the nation's debt. And all this is before the Social Security and Medicare bills for the baby boomers.
the investment deficit: Government accounting is different from that in the private sector. A firm that borrows to make a good investment will see its balance sheet improved, and its leaders will be applauded. But in the public sector there is no balance sheet, and as a result, too many of us focus too narrowly on the deficit. In reality, wise government investments yield returns far higher than the interest rate the government pays on its debt; in the long run, investments help reduce deficits. To cut them is penny-wise but pound-foolish, as New Orleans' levees and Minneapolis' bridge attest.
There are two hypotheses (besides simple incompetence) about why Republicans paid so little attention to the growing budget shortfall. The first is that they simply trusted in supply-side economics—believing that, somehow, the economy would grow so much better with lower taxes that deficits would be ephemeral. That notion has been shown for the fantasy that it is.
The second theory is that by letting the budget deficit balloon, Bush and his allies hoped to force a reduction in the size of government. Indeed, the fiscal situation has grown so scary that many responsible Democrats are now playing into the hands of these "starve the beast" Republicans and calling for drastic cuts in expenditures. But with Democrats worrying about appearing soft on security—and therefore treating the military budget as sacrosanct—it is hard to cut spending without slashing the investments most important to solving the crisis.
The most urgent task for the new president will be to restore the economy's strength. Given our national debt, it is especially important to do that in ways that maximize the bang for our buck and help address at least one of the major deficits. Tax cuts work—if they work—by increasing consumption, but America's problem is that we have been on a consumption binge; prolonging that binge just postpones dealing with the deeper problems. States and localities are about to face real budget constraints as tax revenues plummet, and unless something is done, they will be forced to cut spending, deepening the downturn. At the federal level, we need to spend more, not less. The economy must be reconfigured to reflect new realities—including global warming. We will need fast trains and more efficient power plants. Such expenditures stimulate the economy while providing the foundation for long-term sustainable growth.
There are only two ways to pay for these investments: raise taxes or cut other expenditures. Upper-income Americans can well afford to pay higher taxes, and many countries in Europe have succeeded because of, not despite, high tax rates—rates that have enabled them to invest and compete in a globalized world.
But needless to say, there will be resistance to tax increases, and so the focus will shift to cuts. But our social expenditures are already so bare-bones that there is little to spare. Indeed, we stand out among the advanced industrial countries in the inadequacy of social protection. The problems with America's health care system, for example, are well recognized; fixing them means not only greater social justice, but greater economic efficiency. (Healthier workers are more productive workers.) That leaves but one major area in which to cut—defense. We account for half of all the world's military expenditures, with 42 percent of tax dollars spent directly or indirectly on defense. Even nonwar military expenditures have soared. With so much money spent on weapons that don't work against enemies that don't exist, there is ample room to increase security at the same time that we cut defense expenditures.
The good news about today's bad economic news is that we're being forced to curb our material consumption. If we do it in the right way, it will help limit global warming and may even force the realization that a truly high standard of living might entail more leisure, not just more material goods.
The laws of nature and the laws of economics are unforgiving. We can abuse our environment, but only for a while. We can spend beyond our means, but only for a while. We can free ride on the investments made in the past, but only for a while. Even the richest country in the world ignores the laws of nature and the laws of economics at its peril.
Nobel Prize-winning economist Joseph E. Stiglitz is the coauthor of The Three Trillion Dollar War.Guy Billout has done illustrations for dozens of publications and many children's books.
Illustration: Guy Billout