Cada vez me atrae menos escribir sobre estos temas…cada vez entiendo más a las personas que han decidido no ver, leer ni oír noticias…no salimos de las mismas noticias…Uribe, Paras, Guerrilla, Uribe, Paras, Guerrilla…además porque entonces las noticias son mono temáticas, y quienes opinamos sobre ellas, que, generalmente, tenemos ya unas posiciones definidas frente a esos temas, terminamos siendo, también mono temáticos…por eso, aunque no lo puedo prometer, trataré de opinar sólo cuando salga algo realmente nuevo: y lo nuevo es que más allá del ya mono temático rifi rafle entre Uribe y sus detractores, en medio del ultimo, parece perderse en la maraña la propuesta que hizo un senador, para mirar el futuro, para tratar de romper la maraña de la guerra en nuestro amado, pero a veces vergonzoso, país.
La propuesta, según la síntesis de semana.com, pues NO, no quise, no me interesó, y por ende no seguí el famoso debate, tiene cinco puntos. Los voy a analizar uno por uno.
1. “aceptarse el fracaso del proyecto paramilitar que en algún momento pretendió combatir la ilegalidad”…jamás olvidaré cuando, desde el equipo de gestión departamental de la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, en 1998, tuve la oportunidad de oír de los labios del director ejecutivo del gremio más importante de la región esta frase “todo el mundo debería reconocer que muchos nos equivocamos con los paramilitares, hay que reconocer que el remedio Salió peor que la enfermedad”…esa frase, en esos poderosos labios –después el dirigente se pensionó- pronunciada hace ya casi una década, tal vez hubiera sido buena parte de la solución: lo doloroso fue que en los años siguientes, tras el escabroso fracaso del esfuerzo de la administración Pastrana: surgirían también en la región dos frentes paramilitares que se sumaban a la ya existencia de la guerrilla. Es decir, no basta con que las elites acepten su error…tienen que interiorizarlo: la pregunta es cómo, cuando son unas elites que desde tiempos inmemoriales, desde la colonia, desde la república, desde los pájaros, etc, etc, la mayoría de ellos han venido recurriendo a este tipo de instrumentos para combatir todo aquello que se les opone…
2. “un conjunto de iniciativas constituyentes de hondas raíces regionales para remover aquellos obstáculos que han impedido la integración de las regiones a la Nación en la totalidad del territorio colombiano”. Esta propuesta no es del senador…es la propuesta que viene levantando desde hace ya varios lustros, antes de los encuentros de Maguncia donde participó el hoy vicepresidente Francisco Santos, el ELN…y es valida: Colombia es un país de regiones, Colombia es un país de localidades, y la experiencia de las diversas constituyentes municipales muestran que la mayoría de ellas son capaces de impactar profundamente su entorno: es buena parte de la clave, es entender que la paz no se construye desde arriba, que la paz no se construyó en el pasado, ni se construirá en el presente, con un pacto entre las elites de los grupos armados, de los actores del conflicto y de los gobiernos de turno, así estos intenten representar cabalmente a las elites citadas –como acertadamente lo intentó Pastrana- no… la paz se construye de abajo hacia arriba…y, en un segundo tiempo, de arriba hacia abajo…
3. “reconocer el perjuicio para la democracia del clientelismo “voraz, excluyente y corruptor” donde “el político es el amo y el ciudadano un peón”. Lastimosamente no se desarrolla –en el resumen- el cómo…pero si, nuestro país no avanza por el camino de la democracia, siempre surgen tropiezos…y siempre surgen tropiezos porque, desde antes del Frente Nacional, existe una casta política que se retroalimenta, una casta con sus propias reglas de juego, donde lo que prevalece es el interés personal de cada uno de los grandes actores, y donde no sólo los electores, sino, toda la estructura que los rodea, hasta llegar a los simples electores, son peones de brega impulsando intereses que, generalmente, se encubren, pero rodean egos personales, generalmente asociados a intereses financieros: cabe decirlo: de este juego NO escapan la mayor parte de los representantes de la izquierda con sus contadas excepciones. La pregunta es cómo romper ese ciclo…ya hubo un intento que mostró el camino, pero no desarrolló los mecanismos: la 7ª papeleta que originó la constituyente del 91, porque creer que dicha casta se auto reformara es de ilusos.
4. “crear condiciones verdaderas de una economía productiva regional “no parasitaria” que se integre al mercado nacional e internacional…profundamente asociado a todo lo demás, pero especialmente a las constituyentes regionales, es este, además un camino en el que han insistido diversos economistas no amarrados a los esquemas dependentistas, como Garay, quienes han insistido que es la única forma de abordar el siglo XXI y la globalización: la glocalización productiva.
5. “una verdad legítima sobre los actos que impulsaron el paramilitarismo para cerrar el círculo vicioso de la violencia. A cambio de esto habría una política generalizada de beneficios para quienes “dentro de un gran juicio nacional de responsabilidades, produzcan el milagro del perdón”. De esta manera se llegaría a una posterior reparación, un compromiso de no reincidencia y a una verdadera reconciliación”…pienso que…es una apuesta, una apuesta compleja, una apuesta delicada, pero que el país necesita, no realizar lo que hizo en 1903 al concluir la guerra de los mil días, lo que hizo al comenzar el conflicto con Perú en los 30s que fue esconder la violencia de la nueva república liberal contra los conservadores, lo que hizo en 1958 que fue aprobar por decreto una amnistía que perdono todos los vejamenes que se cometieron en las violencias de los 40s y 50s (la venganza conservadora, la venganza liberal y la venganza frente nacionalista…); y si, digámoslo, tampoco lo que se hizo en los 90s que fue pasar borrón y cuenta nueva con las guerrillas que se desmovilizaron en aquel entonces y, la mayoría lo olvidan, con las autodefensas que se desmovilizaron en ese periodo: la de Ariel Otero, por ejemplo…el país no puede repetir esos LLAMADOS A LA IMPUNIDAD…aquí, desafortunadamente, se olvida que el país firmó en 1963…en mil novecientos sesenta y tres, los pactos asociados al Derecho Internacional Humanitario, y que, por ende, como lo propusieron desde la absolutamente desaparecida COMISIÓN NACIONAL DE RECONCILIACIÓN…-creo que se llama así- de Pizarro, y de Gonzalo Sánchez, es necesario saber toda la verdad, por lo menos desde 1963…o le dejaremos a nuestros hijos y nietos la misma, perdóneseme, mierda del presente…?
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1 comentario:
Interesantes los puntos planteados, si todos se llevan a cabo con un mínimo de compromiso real y transparente ayudaría mucho a tu país a superar no sólo el tema paramilitar, sino el tema social y económico.
Saludos desde CHile.
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