Resumen de las dos columnas anteriores ⏬⏬
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2020/05/27
Señores Congresistas ¿Y la corrupción? ... (2)
(1 en https://ciberplural.blogspot.com/2020/05/y-la-corrupcion-ahi-1.html)
La semana pasada decíamos que en medio de esta “Co-Vida”
olvidamos lo que sucede alrededor. Por ejemplo, la llegada de un “nuevo modelo
de control fiscal” y nos uníamos a quienes preguntan ¿para qué gastarnos tal
cantidad de nuestros impuestos en dicho “control” cuando por cada 1.000 pesos
que investigan, sólo logran, probar y recuperar 40? ¿qué hacer?
Decíamos que le preguntaban al embajador del país menos
corrupto del mundo ¿A qué se debe el éxito de Dinamarca en materia
anticorrupción? Y respondía: “El primero es la transparencia en el sector
público. También es clave la formación y cultura de las personas que trabajan
en el Estado. Y un tercer factor, corresponde a los controles que tenemos establecidos.
Entre estos tres factores, los dos primeros, la transparencia y la cultura
relacionada con lo público, creo que son los más importantes” …o sea que “los
controles” son secundarios… ¡ojo!. Han pasado 12 generaciones de Daneses, desde
que “en 1660, el rey Frederick III inició un proceso de combatir abusos de
poder y un reclutamiento de servidores públicos con base en sus méritos,
sistema que ha perdurado hasta la actualidad” (latinamericanpost.com). ¡12! Es
decir, más allá del tatarabuelo. Lo cual genera “que la picaresca NO forma
parte de la idiosincrasia escandinava” (lr21.com.uy) allá si se sanciona
moralmente todo vivo que pretenda vivir del bobo ¡aquí aún se le celebra! ¿será
ese el fondo?, ¿formar sujetos morales?
Pero bueno, sigamos con los controles (…) ¿Qué se le puede
proponer a nuestros congresistas frente a éste tema?. Pues, porque ustedes son
los encargados de promover leyes que hagan más efectivo ese control: dudo que
el remedio sea solamente triplicarle el presupuesto a la CGR. Eso es como
mandar a perfumar un sofá desbaratado…Tal vez lo primero sea esperar el balance
real de ese control ahora que se va a diferenciar las contralorías regionales,
de la nacional, pues el argumento ha sido que “la plata se pierde es a nivel
nacional no en las regiones”. Lo cual puede ser cierto pues los macro-negocios
con recursos públicos se dan es en la capital. Empero ciudades medianas como
Pereira participan también en grandes negocios: ejemplo la empresa de energía o
el aeropuerto.
Se puede promover una auto evaluación de cada contraloría (y
procuraduría) donde hagan sus reflexiones ¿es eficiente que el mismo
funcionario que investiga, decrete pruebas, las valore, impute y proyecte la
decisión? ¿poseen la formación técnico académica para hacerlo? ¿Saben de todo?
Resuelto ese tema de calidad pasar al de cantidad ¿hay una proporcionalidad
entre investigadores y el cúmulo de quejas que tienen que tramitar?. Ya de
manera puntual hacer reformas para superar los traslados a entidades a
solicitar que les entreguen (en medio físico) información la cual debería estar
en la multiplicidad de sistemas de información ¿en qué siglo estamos?. Asegurar
que la revisión de la información valore únicamente los resultados de la
gestión asociada a la eficiencia, la economía, la equidad y la valoración de
los costos ambientales: deben tener expertos en esos temas. Renovar su planta y
convocar concursos de carrera administrativa que aseguren la calidad de sus
equipos.
Dada su debilidad, se ha vuelto costumbre el show mediático
sobre la investigación y no sobre sus resultados finales juntando culpables con
inocentes. Sería bueno establecer sanciones a quienes violen la reserva del
sumario. Incluido a quienes dicen que pueden citar ruedas de prensa porque
“ellos no tramitan expedientes o no llevan investigaciones” pero si son los
jefes de quienes los llevan: un exabrupto que nos cuesta miles de millones
cuando los inocentes le cobran al estado (a nosotros) miles de millones en
indemnizaciones.
Pero, tal vez, señores congresistas, lo más importante sea
cambiar el chip…puede que en “Dinamarca” el control fiscal esté para “buscar
mejorar procesos”. Pero aquí estamos en “Cundinamarca” en “Colombia”, aquí
deben centrarse es en recuperar la plata que en pequeña, mediana o gran escala
se roba nuestra extensa casta de corruptos públicos ¡Y PRIVADOS!
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¿Y la corrupción? ... ¡ahí! (1)
Estamos tan
“Covidados” que olvidamos todo lo demás que sucede a nuestro alrededor.
Por ejemplo, hace
unos días, se estableció que “el nuevo modelo de control fiscal: i) No
implicará coadministración. ii) Se realizará en tiempo real a través del
seguimiento permanente de los ciclos, uso, ejecución, contratación e impacto de
los recursos públicos. iii) Mediante el uso de tecnologías de la información.
iv) Con la participación activa del control social y v) Con la articulación del control interno.
Tiene carácter excepcional y no vinculante. No versará sobre la conveniencia de
las decisiones de los administradores de recursos públicos. Se realizará en
forma de advertencia al gestor fiscal ix) Su ejercicio y coordinación
corresponde exclusivamente al Contralor General de la República en materias
específicas. La Corte (lo) declar(a) exequible”
(corteconstitucional.gov.co). Es una noticia importante, en un país
donde en 2018, esa misma “ía” investigó 23 millones de millones de pesos que
posiblemente se estaban robando.
La cifra es
monstruosa, a pesar de tener claro que muchas veces simplemente se investiga el
uso de recursos públicos, donde los hallazgos que se encuentran son
mayoritariamente (errores) administrativos, en su minoría disciplinarios (que
pasan a la procuraduría), y, raramente, penales (los presuntos robos, que van a
la fiscalía). Ello explica por qué, al final, por ejemplo, de esos 23 billones,
sólo recuperó el 0,4 por ciento. ¡Lo que es imposible de explicar es cómo TODO
el 96,6% restante justificó la eficiencia, economía, equidad y valoración de
los costos ambientales en su gestión! Algo, definitivamente, NO funciona. Por
eso la noticia es importante.
Todo tiene su + y
-. Esa herramienta se parece al control ‘preventivo y concomitante’ el cual
hacía que cada acto administrativo tuviera que venir acompañado de la firma de
un contralor, que, asómbrese, muchas veces pedía “mordida”, porcentaje. La
(Corte) Constitucional la eliminó…
Soy testigo que
entre ese 96% de personal de planta, y 4% de contratistas (muchos muy bien
remunerados) de la CGR, hay personas que tratan de hacer su oficio. Así como
también que hay personas sobre las que caen dudas éticas y morales las cuales
nadie entiende qué hacen en la(s) contraloría (s). Pero ahí están, generalmente
como cuotas de “políticos”, de congresistas.
Así como los diputados tienen sus fichas en la departamental. Y los
concejales tienen su gente en la municipal. Pues ellos los eligen. Absurdo.
Pero, así es. Tal vez eso explique porque, cuando se suman los presupuestos de
las tres Contralorías y se mira cuánto recuperan, el resultado es desastroso
¿para qué gastarnos tal cantidad de nuestros impuestos cuando el resultado es
que por cada 1.000 pesos que investigan, sólo logran, probar y recuperar 40?
Hay un curioso
consenso entre los políticos más refulgentes de éste país “las 64 contralorías
territoriales que dependen de los Concejos y Asambleas son un ente paralelo,
costoso e ineficiente como ninguno otro en el Estado” (semana.com). Pero son
minoría. En el tema de las CAR hace rato hay un consenso similar. Pero, a pesar
de ser líderes, son minoría en el congreso, y cada representante o senador con
intereses en estas “asustadurías” han evitado su liquidación. Empero, es
curioso, en los países donde mejor funciona el control a lo que se hace con
nuestros impuestos, por el contrario, hace pocos años pusieron a andar las
contralorías municipales.
Hace unos
semestres le preguntaban al embajador de Dinamarca –el país menos corrupto del
mundo- ¿A qué se debe el éxito de Dinamarca en materia anticorrupción? Y
respondía: “El primero es la transparencia en el sector público. También es
clave la formación y cultura de las personas que trabajan en el Estado. Y un
tercer factor, corresponde a los controles que tenemos establecidos. Entre
estos tres factores, los dos primeros, la transparencia y la cultura
relacionada con lo público, creo que son los más importantes”
(huellaforense.com)
(Continua en https://ciberplural.blogspot.com/2020/05/senores-congresistas-y-la-corrupcion-2.html )
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