AMENAZA Y SOLIDARIDAD
Una amenaza es un acto
donde el amenazador se reconoce inferior a su amenazado. Es un acto donde reconoce que el amenazado lo
supera, es incapaz de confrontarlo de manera personal, en un debate, en una
discusión, en un medio, en un estrado judicial. El amenazador termina
refugiándose en la amenaza. Es lo único que le queda: No es un acto de poder,
al contrario.
Tal vez por lo abierto,
liberales, sin puertas, que hemos sido desde nuestra fundación, las amenazas son
raras. Menos aún en el siglo XX. Escasas en lo asociado a debates públicos.
Aquí hemos sido capaces de “disentir y estar en desacuerdo”. Y cuando han avanzado:
“a Crosthwaite le hicieron un atentado con una
manopla de hierro que cruzó el parabrisas de su carro y le voló los dientes. El
lío para los que atentaron contra él fue que lograron que sonriera menos, ¡pero
lo dejaron con más dientes!” (ciberplural.blogspot.com), con algo adicional, en
éste pueblo-grande, todo se sabe, por ejemplo, se sabe quién hizo ese atentado
y quién lo ordenó (…).
Por el contrario,
hemos tenido actos de solidaridad cuando suceden estas situaciones. Dicen las
leyendas urbanas, que cuando el concejal de la Unión Patriótica en los 80
comenzó a recibir amenazas en medio del plan de exterminio nacional que asesinó
a miles de sus miembros, la persona que lo escondía, era uno de los jefes del
partido Liberal. Cuando los paramilitares pretendieron tener un “Bloque” en la
ciudad, reunieron a miembros de la elite gremial-empresarial para hacerles ese
ofrecimiento y estos les dijeron “no gracias, aquí no actuamos así”. Como dice
James Fonseca –Premio a la Ciudadanía 2019- hemos actuado como una comunidad
por décadas, y jamás retrocederemos.
Tenemos colectivos
ciudadanos: Espacio y Ciudad, Querendona, Ágora Cívica, entre otros; su
característica común es ser grupos de ciudadanos que, por encima de sus
intereses individuales (gremiales, políticos, etcétera), actúan como colectivo
en pro de la ciudad, el departamento, la región. Carecen de una actitud contra
personas (o familias) en particular. Simplemente velan por los intereses de la
ciudad. https://agoracivicapereirarisaralda.blogspot.com/2020/02/agora-civica-acordo-sus-temas.html
. Es muy importante que en cada barrio, vereda, comuna, corregimiento, exista
un “colectivo ciudadano”, “junta de vecinos”, “veeduría ciudadana”, etcétera,
que actúe en pro del bien común: la personería, defensoría y contraloría tienen
como TAREA promoverlos.
La ciudadana Carolina
Giraldo, hace parte de esos colectivos, y ha liderado investigaciones desde el Ágora
Cívica (2015) en determinados temas, merece toda nuestra solidaridad:
#CarolinaSomosTodos.
#Mujeres1. Transcribo apartes
del editorial de El Espectador sobre la violación en Pueblo Rico: “Dejemos de hablar de monstruos y vamos al fondo: ¿Qué
fallas hay en la cultura colombiana y en la educación que brinda el Ejército a
sus miembros como para que por lo menos siete soldados participen en la
violación de una niña de 12 años? No hablemos de monstruos ni nos quedemos en
las penas. Discutamos sobre problemas estructurales, sobre los efectos
perversos de una cultura machista, sobre el poder que reciben los soldados y la
necesidad de que se ejerza siempre con responsabilidad. El presidente, el
ministro de Defensa y la Comandancia del Ejército deberían liderar esa
conversación”
#Mujeres2 Ya que hay #indignación ...
¿por qué no hablamos de la MUTILACIÓN GENITAL a niñas #Emberá #Chamí
y #Katío
que continua también. ¿la autonomía indígena les da derecho a violar derechos
humanos?
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