Corrían los años 80, Colombia tenía 2 canales de televisión y un noticiero estrella: el “de las 7”: “Juan Guillermo era muy populista y hacía mucho periodismo de denuncia, con énfasis en lo negativo y la pobreza del país” bajo esa óptica apoyó el proceso de paz de Belisario Betancourt (1982-86) empero “La mayoría de gente que le sirve al país en procesos de paz, sale trasquilada siempre. Juan Guillermo Ríos se volvió un tipo que estaba moviendo la paz en este país y había que sacarlo a como diera lugar. Fabio Echeverri lideró el veto” (https://tinyurl.com/yyx2zvum ) Curioso como esas actitudes se heredan de padre a hijo.
Años
atrás El Espectador había denunciado las malversaciones de un grupo económico
de la época (algo así como el Aval de hoy) de Jaime Michelsen y éste decidió
retirarle la pauta. Hubo otro caso en que el Grupo
Santodomingo retiró la publicidad a Semana. Esas eran otras épocas: ahora esos
grupos son los dueños de los grandes medios: http://www.monitoreodemedios.co Pero dichas prácticas
a nivel regional y local siguen intactas.
Es
bueno que hagan una reflexión quienes creen que, comprando medios, periodistas,
“independientes”, o manipulando o tratando de coartarlos van a controlar la
información o a las multitudes: que asimilen como los sucesos del 9 y 10 de
septiembre en Bogotá y otras ciudades en ningún caso tuvieron una convocatoria
pública, líder o medio de comunicación: No señor(a) fueron convocatorias a
través de redes sociales: WhatsApp, Facebook, Twitter y otras. Es sano que recapaciten
sobre esto y entiendan que es hora de aceptar realidades sociales, dolores e
iras latentes y estructurales, como una pobreza que en el 2019 estaba en el
17.5%, lo cual generó en noviembre del año pasado enormes movilizaciones, por
cierto, también con muertos; situaciones nunca solucionadas y que la pandemia ahondó:
vamos en un desempleo de más del 20%, súmele miles que han perdido su ingreso y al “no ser pobres” tampoco reciben ayuda: estamos
llenos de floreros de Llorente: Listos a quebrarse y explotar.
No son
sólo situaciones y quejas grandes sino las pequeñas, las mínimas, las que se
van acumulando y finalmente hacen que la población explote: Quejas por el
servicio de las empresas de servicio públicos, por ejemplo las de telefonía
celular, de televisión, de internet, a esas quejas se suman situaciones como
las de Aguas y Aguas que el año pasado se demoró para cambiar un bebedero del
parque Olaya Herrera desde principios de Mayo hasta fines de Diciembre ¡Ocho
meses! situaciones como el alumbrado público con persistentes quejas como el
caso de San Fernando donde arreglar unas luminarias tomó ¡mes y medio! y eso
porque el alcalde se ocupó personalmente ¡ineficiencias e ineficacias
vergonzosas y peligrosas!
Señor(a)
por más que usted haga una pequeña asignación (¿migajas?) de su mega
presupuesto para pautar y pretender controlar lo que se publica o no ¿eso es lo
que usted sueña, cierto?, el sol ya No se tapa con uno o varios dedos, menos
ahora que las redes sociales y sus miles de usuarios somos incomprables: Si
antes usted debía atender las quejas con prontitud y celeridad -más que buscar
evitar que se publiquen ¿hasta en redes sociales?- ahora debe hacer que “vuelen”
para evitar explosiones sociales que nos arrastren a todos: incluid@ usted.
POSITIVO: La recuperación del lote de los Pereiranos ubicado en la 23 con 11: A pesar de “Cientos de personas (que)se metieron para que no”, finalmente, un alcalde dio la orden (…). Esperemos sigan recuperando lotes y denunciando penalmente a quienes se los han apropiado
#SINCERAMENTE: Corte ordena proteger
el derecho a la protesta; El mural borrado de "Nos están matando"; #Entrevista a Nancy Henao: En https://youtu.be/janbxyicf-w. Viene
este Domingo 7:30 pm: Giovanny Mesa (Audifarma)
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