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2020/11/18

Colombianos: paz sí, pero… (2)

 Siguiendo con los datos de la columna pasada, desde antes del gobierno Samper (cuando la guerrilla destruía batallones enteros y se llevaba soldados y policías a la selva) hasta el 2001 al momento de cerrar los diálogos del Caguán y comenzar otra fase de la guerra co-financiada por EEUU con el “plan Colombia”, la mayoría creía que la guerrilla sí podía tomarse el poder, de hecho, una minoría del 8% o más persistentemente ha manifestado que no son derrotables y por el contrario pueden tomárselo. Durante los 8 años del gobierno Uribe la mayor parte estaba de acuerdo en perder algunas libertades para tratar de mejorar la seguridad (¿suena a seguridad democrática?) pero ya a fines de ese gobierno y hasta ahora no es claro quién tiene las mayorías:  hay un 39% o más que sigue de acuerdo, frente a un 38% o más que nunca ha estado de acuerdo.

 

Desde abril del 2003 (Uribe 1) a la fecha, los mayores grupos de encuestados creen que hay que “insistir en diálogos hasta lograr acuerdos de paz”: hoy es el 69%. Hay una minoría del 19% o más que constantemente ha respondido “no dialogar y tratar de derrotarlos militarmente”, así, la mitad oscila entre acuerdo y desacuerdo con que el gobierno colombiano mantenga suspendidas las negociaciones con el ELN. Si bien existe ese permanente clamor de dialogo, durante los gobiernos Uribe la mayoría estaba de acuerdo con sacrificar parte de la justicia para negociar la paz; pero desde finales de ese gobierno y hasta ahora, ya está en desacuerdo (¿qué sucedió?).  Empero hay un sólido 32% o más que siempre ha estado de acuerdo. Sobre la JEP, jurisdicción especial para la paz, las encuestas muestran una posición muy pareja, pero hay un 46% que nunca ha tenido una imagen favorable de ella, frente a un 34% o más que siempre la hemos respaldado.

 

Con momentáneas oscilaciones, somos más quienes estamos de acuerdo en pagar impuestos para darle ese dinero a las víctimas de la violencia, frente a un 33% o más que desde el 2011 han estado en desacuerdo. Durante todo el gobierno Santos y hasta el primer año de Duque la mayoría creía que el Gobierno sí sería capaz de devolverle las tierras a los campesinos desplazados por la violencia; ahora la mitad cree que si y la otra mitad que no. Es mayoritario quienes piensan que la reintegración de los desmovilizados ha empeorado desde el 2018 a hoy: ha habido un 26% o más que de manera estable desde el 2008 opina que empeora y otro tanto manifiesta que mejora. Por esas razones la mayoría lleva años diciendo que ningún lado cumplirá con lo pactado en los acuerdos -especialmente las FARC- y que la implementación del acuerdo de paz va por mal camino. También desde el 2011 la situación frente a la guerrilla, se considera que está empeorando. Sólo hubo un momento con la desmovilización de las FARC (2016-17) en que se creyó que estaba mejorando.

 


Si se quiere la paz, deben darse claros derechos a la participación política de la izquierda y de la derecha (…), pero los colombianos no nos ponemos de acuerdo sobre si existen garantías para hacer oposición democrática: en general 3 de cada 10 dicen que sí, y otros 3 sabemos que no.

 

En la próxima columna mD haremos una reflexión sobre estas cifras.

 

#Sinceramente con Julio César González, el caricaturista Matador, #Semáforo a las elecciones en Estados Unidos #Temadelmomento crisis de la agricultura en Colombia en

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2019/08/28

ECONOMIA NARANJA, PAZ, NACIÓN.


Ser de Centro, es casi que una posición moral, pues se sabe que se recibirá palo de la izquierda y de la derecha, así, ocasionalmente, se esté de acuerdo con ellos. Los polos sólo entienden de eso, de polarización, y muchos se comportan como fanáticos de sectas con su respectivo mesías.  Eso pues, sin olvidar, que aún en el centro, hay mesías y tienen seguidores quienes olvidan lo más importante de asumirse de centro: la libertad, la libertad de pensar por sí mismo.

La Economía Naranja es lo más revolucionario ¿subversivo? propuesto por el actual presidente de los Colombianos. Pero ni así. Simplemente hay sectores los cuales dirán que todo lo dicho por el caudillo de la izquierda es malo, para otros todo lo del caudillo del centro también, y para otros, todo lo que venga del actual gobierno de derecha, será perverso. Sin ningún tipo de análisis. Sin ningún tipo de calma. Adolecemos, y, gravemente, de EDUCACION EMOCIONAL. Si en educación para la ciudadanía estamos graves, en esa, muchos ni siquiera saben su existencia

¿Sabe usted qué es la Economía Naranja?... ¿le parece chévere si le digo que NO tiene chimeneas contaminantes?... desde allí, ya pinta bien. El planeta NO aguanta tanto humo. (¡menos el de los buses y megabuses!). En esencia es la economía que se genera a partir de la CREACION, PRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN de bienes y servicios CULTURALES y CREATIVOS.  Se liga mucho a las artes, al patrimonio (museos, paisajes culturales, sitios arqueológicos e históricos y gastronomía ), a las industrias culturales  (arte, entretenimiento, diseño, arquitectura, publicidad, gastronomía), a las creaciones ( pintura, escultura, artesanía y fotografía; libros, periódicos; filmes y videos, radio y televisión, podcasting, mainstreaming, juegos de video y animación; artes escénicas, música, festivales y ferias;  Moda, diseño gráfico, diseño interior, paisajismo, servicios de arquitectura y publicidad)

Ve que sí es algo revolucionario, subversivo: Es como cuando Misael Pastrana hace unos 50 años abordó el tema del “medio ambiente” ¡qué carajos es eso! Se preguntaban muchos. ¡un invento más de los godos! ¡un embeleco de la derecha! Decían otros... y curiosamente hoy es una bandera universal la cual nos une a todos. Eso sí, se olvida que estábamos llegando unos 100 años tarde al tema ecologista. Con la economía naranja nos pasa lo mismo.

Es comprensible que haya resistencias. Siempre las hay a lo novedoso. Se planteará por ejemplo que se van a monetizar expresiones las cuales hoy no lo están. Sería bueno saber qué piensan quienes recibirían esas “monedas”.  Sí, es posible que por ese camino, ciertas expresiones terminen siendo accesibles sólo a quienes puedan pagarla.  Vuelvo y repito, qué piensan los expositores a beneficiarse con ello.

Ahora bien, si esa es la apuesta, uno esperaría un vuelco del estado hacia allí. Pero ello hasta ahora es inexistente. Comenzando porque es algo tan nuevo que muchos no lo entienden y menos son capaces de promoverlo. Se esperaría por ejemplo un gran impulso al turismo cultural; al arte;  a los periódicos;  a los juegos de video; y, al menos como ciudadano del común, poco se ve. Tal vez será porque necesitan poner a andar juntos siete ministerios ¡siete!. Cultura, Interior, Hacienda, Comercio-Industria-Turismo, Trabajo, Educación, TIC. Mejor dicho un berenjenal donde hay 21 aparatos del estado involucrados y setenta, si 70, programas. Pero todos ellos con pocos recursos, cada programa en promedio tiene 11 mil millones de pesos de los cuales buena parte se va en “mermelada”, digo, en Administración

Todo este valioso ¿futurista? esfuerzo, requeriría hacer lo que hizo Mockus cuando era alcalde con el para entonces novedoso tema de la Cultura Ciudadana: ponerse personalmente al frente del tema… des-cuidando, perdón, “delegando” los otros. La otra salida es crear un Ministerio o una entidad nacional que centralice todo el ejercicio. Complejo: aquí pasaron 20 años después de que Pastrana puso el tema del Medio Ambiente para crear el Ministerio.  Por ahora hay un viceministerio de la creatividad y la economía naranja, según dicen, sin diente$ propio$ y ese tema es clave, como lo dice una conocedora “se hace creer a las personas que es muy breve convertir un proceso creativo en un emprendimiento. El trecho es grande, se requiere mucho capital: sobre todo capital económico” eso pues sin olvidar que No todos los creadores son emprendedores ni todos los emprendedores culturales son creadores, o la importancia de reflexionar sobre la diferencia entre derechos culturales y creatividad como recurso

Sería bueno que estos 3 años restante del actual Presidente, también los apuntara a una prima hermana de la economía naranja, la del conocimiento: educación, investigación y desarrollo, alta tecnología, informática, telecomunicaciones, robótica, nanotecnología, industria aeroespacial. En algunas de ellas hay valiosos esfuerzos por estos lares.

Así como en la paz, la cultura para la paz, la inversión en la paz territorial que le debemos a los sitios donde la guerra se reinventa, replica, copia, desde la Colonia; en esos temas debemos estar unidos como nación; también en el de la economía naranja, la creativa, la del conocimiento; la  cultura y la creatividad a manera de sector económico, deberíamos estar unidos pues hacen parte del nuevo mundo, de los nuevos tiempos, que parecen irnos dejando atrás… a todos, sin distingo de posición ideológica: incluidos nuestros hijos y nuestros nietos.

twitter.com/orlandoparrag

2011/07/13

Don Germán Calle Zuluaga

En 1998, con Pereiranos por la Paz, comencé a tratar continuamente dirigentes gremiales-empresariales. Siempre me llamó la atención la gran amabilidad y la distancia que ponían con sus interlocutores. Hasta que conocí a Don Germán.

“Calle”, como le dicen sus cercanos, es hijo de uno de los ferreteros de mayor tradición y amabilidad que tuvo Pereira en la zona comercial de lo que antiguamente fue “la galería”. Tal vez desde ese entonces Germán aprendió el “Don de gentes” que lo caracteriza. Un buen comerciante tiene claro que, de su amabilidad en el trato, depende su clientela.

Desayunando con él, y con Juan Antonio Ruiz, tuvimos un primer acercamiento, recién electo presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, capítulo Risaralda; donde en esencia le dije que Pereira y la vida misma le habían dado mucho, y que desde Fenalco (y la Cámara de Comercio, a donde también acababa de llegar) él comenzaba a retribuir lo recibido.

“Mi papá era un hombre que se levantaba, se bañaba, desayunaba y se iba para la ferretería, luego venía a medio día, almorzaba, hacía la siesta, se iba para la ferretería, regresaba a la casa, comía, se acostaba a ver televisión, oía algo de radio y se dormía. Los fines de semana a veces iba a la finca, al club…pero la persona que encuentro ahora es un dirigente que vive muy ocupado”, nos dijo hace algunos semestres uno de sus hijos luego de un susto con su salud.

Luego lo vi ser elegido (sin que lo busque, sin ninguna campaña) en no menos de 7 juntas cívico gremiales de la ciudad y el departamento. Tal vez las alcanza porque, realmente, carece de “intereses personales”: es un sobreviviente del “civismo puro Matecaño”. Soy testigo de que le han ofrecido el oro y el moro, y, especialmente, de que sigue siendo el mismo hombre: cero “poder envilecedor”, un ser humano con una capacidad sorprendente de relacionarse con todos los estratos sociales, desde el más humilde hasta el más ego-encopetado.

“Calle” tiene una frase: “La paz se construye en los andenes, la paz se construye reconociendo a los demás”. Impacta en la voz de una persona que se codea con Presidentes de la República, Ministros, etc, suena a “puente social”. Ojalá hubiera muchísimos “Don Germán”, tal vez la tan anhelada paz con justicia social hubiera sido alcanzada hace mucho rato. Ahora ha sido elegido presidente de la Cámara de Comercio -el faro gremial- en un momento en que la ciudad debe asumir el liderazgo del Eje Cafetero, en que sus responsabilidades como lo dice su gran amigo Luis Carlos Villegas E, “van más allá de la parroquia, son regionales”. Que Dios y el universo lo iluminen en su nueva tarea.

Leído para parte de la radio popular Pereirana (Colombia), en Caracol-Oxigeno,el 15 de Julio del 2011, a las 7.30am