2014/05/08

50 años de existencia de las FARC ¡que vergüenza! (2/4)

Haz Plural V

50 años ¡que vergüenza! (2)

@orlandoparrag ciberplural@gmail.com
(Serie de 4 Columnas sobre los 50 años de existencia de las FARC, grupo guerrillero creado el 27 de mayo de 1964)
El Coronel Aureliano Buendia tuvo diecisiete hijos varones de diecisiete mujeres distintas, que fueron exterminados uno tras otro en una sola noche, antes de que el mayor cumpliera treinta y cinco años.
La semana pasada (http://ciberplural.blogspot.com/2014/05/50-anos-de-existencia-de-las-far... ) quedamos en el momento en que el joven Pedro Antonio Marín, va a fundar una guerrilla liberal, tras el asesinato de Gaitán en medio de la oleada retrógrada contra los logros alcanzados por “la plebe” y la “oligarquía liberal” en los gobiernos de 1930 a 1946.
Hasta ese entonces Marín había sido un común y silvestre carnicero, panadero, vendedor de dulces, constructor, tendero, etc. A partir de allí las cosas cambiaron. Primero hace parte de una de las guerrillas liberales de la época. Se cree que jamás hubo tantas guerrillas en Colombia como las que había hacia 1953 coordinadas, dizque discretamente, por la DNL. Marín se vinculará al Partido Comunista, adoptando el nombre de un sindicalista torturado y asesinado por agentes del estado llamado Manuel Marulanda Vélez. Ya se había ganado el apodo de Tirofijo. Pero todavía de “la far” nada.
Marín (o Marulanda) hace parte de los desmovilizados en el periodo de Rojas Pinilla. (es que Colombia es un país construido sobre la sangre y el dolor de generaciones de desplazados, desmovilizados, víctimas y victimarios). Y está probado que posteriormente fue un tranquilo capataz durante la construcción de algunas carreteras en esa época.
Marulanda con otros miembros del Partido Comunista, entre ellos Luis Alberto Morantes, secretario nacional de organización, vieron con interés el triunfo de la revolución cubana en 1953-59. Y montaron una serie de comunidades de autogestión…esas comunidades fueron denominadas por Álvaro Gómez Hurtado: “Repúblicas Independientes”. En Risaralda (Caldas) tuvimos la nuestra: la del Capitán Venganza en Quinchía. (http://ow.ly/wAURh ).
Si hoy tenemos miles de kilómetros sin estado, controlados por actores armados ¿imaginen lo que era esa Colombia hace 50 años?... muy probablemente sí se parecían a la definición que les daba el hijo de “El Basilisco”.
En 1962 se van a dar los ataques a Marquetalia. Y en 1964 nacerán oficialmente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en ese entonces, un puñado de campesinos…
y

2014/05/03

50 años de existencia de las FARC ¡que vergüenza! (1)

50 años ¡que vergüenza! (1)

(Serie de 4 Columnas sobre los 50 años de existencia de las FARC, grupo guerrillero creado el 27 de mayo de 1964)
“El Coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos armados, y los perdió todos”
…Desde 1781….el periodo más largo de relativa paz política que hemos tenido los colombianos es el que va de 1902 a 1930…era una pax romana: el partido liberal había sido aplastado en los campos de batalla tras innumerables guerras civiles, guerras regionales, guerras locales.
Al finalizar ese periodo, el 12 de mayo de 1930 nacerá en Génova, Caldas (Hoy Quindío), un niño, un bebé, llamado Pedro Antonio Marin.
Tras unos enfrentamientos provocados por el revanchismo de los liberales contra los conservadores, al regresar al poder en 1930, afortunadamente Perú ocupa parte de nuestra Amazonía, y el joven Laureano Gómez (sí, el mismo) va a lanzar la consigna “Paz, paz, paz en lo interior. Guerra, guerra, guerra en la frontera contra el enemigo felón”…lo cual logró que “las cosas” se calmaran por unos 16 años…aquellos años en que el niño Marín, se hacía hombre, pues en el campo, aún hoy, los niños se hacen hombres prontamente.
Nuevamente, en 1946, el partido Conservador, gana las elecciones, retoma el poder y se inicia en Colombia, el período de “la violencia”. ¿Si notan que aún estamos lejos de 1964?...
Todo lo que se había avanzado en derechos –y deberes- durante la revolución en marcha: derecho a huelga, intento de reforma agraria, etc…bien que mal sostenida por los cuatro gobiernos liberales, debía arrasarse…La Colombia colonial, aquella que –aún hoy- te pregunta de dónde es tu apellido y de qué familia eres…había vuelto al poder…y había que regresar a esa Colombia señorial…y había un hombre que encarnaba todo ese odio: “un negro aindiao hijo de una tal profesora y un dizque librero, con apellidos Gaitán Otálora y Ayala Beltrán ¡habrase visto: y dizque va a ser Presidente!”...refunfuñaban en los clubes de “la oligarquía” –Clubes a los que Gaitán había tratado de ingresar como socio, por cierto-.
Cuando finalmente matan a Gaitán…y la oleada de violencia oficial, estatal, contra los liberales se intensifica, ésta llega a Genova…donde Marin y sus primos se organizan como guerrilla liberal para defenderse…
…ni idea tenía Marin de lo que era el comunismo, o lo que luego llamarían la `far’.

Whatsapp OBLIGATORIO lápiz de la modernidad

Politiqueria y analfabetics

El Estado, en toda Colombia, no es un elefante, ni es un mamut ¡es un dinosaurio y está enterrado!… Y ese congelamiento tiene dos nombres: clientelismo y analfabetismo tecnológico.
El clientelismo es el peor enemigo de la necesaria continuidad de los procesos en el Estado, pues la mayoría de quienes los ejecutan son contratistas inestables, funcionarios captados por la lentitud, o funcionarios de alto rango, generalmente pendientes -en todos los pueblos y ciudades- más de hacer los favores correspondientes a la clientela de su jefe político, que en servir a la ciudadanía. Pocos tienen las gónadas y los ovarios para poner por encima sus responsabilidades como “servidores públicos” (unos “se sirven del público”…).
Desde hace 80 años estamos esperando en Colombia, un Estado con carrera administrativa donde a excepción de una minoría de funcionarios de libre nombramiento y remoción, los demás sean nombrados, y adquieran el compromiso entonces con la función PÚBLICA y nunca con el que le “ayuda” con el contrato trimestral…
Y el otro es el analfabetismo tecnológico. “Ya no es ciencia ficción. Ingenieros armados con gigantescas bases de datos pueden prevenir crímenes y detener epidemias antes de que ocurran. El mundo del Big Data, una innovación que almacena gran volumen de información, puede tener repercusiones tanto útiles como peligrosas en la vida de todos”) cita Luis Enrique Arango. Esto es “descubrir a través del análisis matemático, patrones y formas de funcionamiento que pueden ser utilizadas con determinados propósitos” ¿Qué podemos esperar de semejantes herramientas con un estado donde hay miembros apenas descubriendo “esa cosa” llamada Whatsapp? ¿o ya con ese OBLIGATORIO lápiz de la modernidad (…), pero sin punta, es decir, sin (micro) plan de datos?...¡Tenaz!...
Luis Enrique que conoce el sector público hace unos 40 años (…) dice “nos hemos movido por sentido común, por prueba y error, por replicación de modelos aprendidos de otros”: ¡Gravísimo!.Y nos invita a “usar los datos de manera estructurada y analítica a través de lo que se ha dado en llamar InteligenciaInstitucional”…
En este mundo digital que nos ha tocado, es vergonzoso el escaso rol que cumple dentro de las expresiones del estado colombiano los ingenieros de sistemas, para ni hablar de la inexistencia (¿?) de diseñadores de software ¡y eso que tenemos un MINTIC! ¡Estamos en la era digital, potenciémosla a ver si, a pesar del clientelismo politiquero, acertamos más y más rápidamente!
(el 17 fue Jueves Santo: se publicó el 24 de Abril en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/132620-politiqueria-y-analfabetics )

MOVILIDAD: ABC.

Haz Plural V
MOVILIDAD: ABC.
@orlandoparrag ciberplural@gmail.com

Estuve cazado (así con z) con una excelente mujer, la cual provenía de una familia carro-adicta: todos tienen carro, desde el abuelo hasta las nietas…así durante algunos años manejé Mazda, Renault, Daewoo …y, renuncié. Renuncié a ser parte de las 53 mil motos (¡!) o 47 mil carros (¡!) que hay registrados en Pereira –¡sin contar los que nos visitan!-.

Desde hace ya varios años uso transporte masivo, bus o mega, taxis: me llevan, me traen y, muy especialmente uso el “dodge” …”el doch patas”…camino, soy un PEAton. Partiendo de ese punto miro las cosas: primero es bueno entender qué es la movilidad: es la capacidad de desplazamiento físico de personas o cosas entre dos puntos utilizando cualquier modo para hacerlo. Mi modo privilegiado, y el de miles, son las dos piernas. Esta es una ciudad pequeña donde es absurdo que haya personas que, pudiendo caminar, usen un carro desde la Circunvalar para ir al centro o al revés.

Ahora bien, la movilidad tiene varios componentes: el transito o desplazamiento, que es diferente al (medio de) transporte; la infraestructura vial: pero ojo, las vías para todos, para los conductores, y las vías peatonales, y las ciclo vías y en ese camino entra el espacio público: la movilidad se ve afectada cuando un ciudadano pasa por andenes atiborrados de comercios callejeros informales y formales que le dificultan mov-erse.

Un punto aparte merece la “accesibilidad”. Es decir el que un punto sea accesible o no. Una cosa es la Plaza de Bolívar, y otra, el parque Ucumary: ambos son accesibles, pero la diferencia es abismal.

Y, también es bueno entender qué compone el “tránsito”: los tipos de vías –las vehiculares, las peatonales, las ciclo, etc- la (auto) regulación del conductor, los tipos de vehículos: una cosa es un micro carro o una bicicleta y otra una tracto mula, y la forma en que se regula los peatones, y los conductores cuando dejan de serlo y se vuelven peatones.

Así vamos entendiendo algo: la calificación de la movilidad, generalmente, es inversamente proporcional a la distancia entre el punto de origen y el de destino de SU desplazamiento. A menor distancia mejor calificación, y a MAYOR distancia PEOR calificación. Por ello procuro vivir cerca de donde ejerzo mi función básica diaria: dormir-laborar/estudiar pues la “movilidad” es una percepción: cada quien tiene la suya
–continua-

(Publicada el Jueves 24 de Abril...en la edición impresa de La Tarde (NO apareció en la virtual). 

2014/04/20

RESPETEN A LOS NIÑOS!!! - PROTECT TO THE CHILDS - L'égard des enfants

*La primera imagen se refiere a la pedofilia en el Vaticano

*La segunda imagen se refiere al abuso infantil en el Turismo de Tailandia

*La tercera imagen se refiere a la guerra en el país de Siria.

*La cuarta imagen se refiere al trafico de órganos en el mercado negro en donde las primeras victimas son los niños de los países mas pobres.

*La quinta imagen se refiere a las armas libres en los Estados Unidos


*Y por ultimo la sexta imagen se refiere a la obesidad que han causado las grandes empresas de comida rápida en los niños.


COMPARTE Y QUE SEA UN MOTIVO DE PROTESTA!


* The first image refers to pedophilia in the Vatican 

* The second image relates to child abuse Thailand Tourism 

* The third image refers to the war in the country of Syria. 

* The fourth image refers to the traffic of organs in the black market where the first victims are the children of the poorest countries. 

* The fifth image refers to the free weapons in the U.S. 

* And finally the sixth image refers to obesity that have caused major fast food companies in children. 


SHARE AND BE A REASON FOR OBJECTION!

* L'image se réfère à la pédophilie au Vatican 

* L'image se réfère à la maltraitance des enfants en Thaïlande Tourisme 

* La troisième image fait référence à la guerre dans le pays de la Syrie. 

* La quatrième image désigne le trafic d'organes sur le marché noir où les premières victimes sont les enfants des pays les plus pauvres. 

* La cinquième image correspond aux armes gratuits aux États-Unis 

* Et enfin, le sixième image correspond à l'obésité qui ont causé de grandes entreprises de restauration rapide chez les enfants. 


Partager et d'être un motif de récusation!

-SI SABES CUAL ES LA FUENTE DE ESTE GENIAL IDEAL ESCRIBEMELA...la encontré en facebook...-

2014/04/16

Haciendo mierda el único pulmón del planeta ...y ¿después?

La maldición del oro amazónico

En el territorio de La Pampa, perdido en lo más profundo de Perú, no existe la ley

Miles de hambrientos mineros extraen el preciado metal con los procedimientos del Viejo Oeste

Una actividad que ha desforestado 40.000 hectáreas y contaminado sus aguas

Un paseo por La Pampa peruana, zona de minería ilegal. / DAVID BERIAIN / SERGIO CARO
Desde el aire luce como un paisaje apocalíptico. Es como si hubiesen bombardeado la selva y los proyectiles hubiesen arrancado los árboles y dejado cráteres llenos de agua y barro. Cientos de hectáreas de paisaje lunar robadas al manto del Amazonas peruano para extirparle su tesoro más íntimo: el oro. Sobrevolamos la llamada “La Pampa”, el epicentro de la minería ilegal en la región de Madre de Dios, y la visión sobrecoge. Sobre todo cuando se piensa que ese trozo de selva muerta es parte del escudo protector de la reserva nacional de Tambopata.
A ras de suelo, con nuestras botas embarradas por el fango de los cráteres, la imagen pierde perspectiva y gana aún más contundencia. Hemos llegado hasta aquí por una pista de arena abierta en medio de la selva, a lomos de un mototaxi, después de varias horas de negociaciones. Este es un territorio clandestino, nada de lo que sucede aquí debería suceder. Así que los testigos no son bienvenidos. Ni siquiera venir de la mano de hombres que tienen intereses en La Pampa te libra de unas miradas que parecen decir: “¿Sois policías?”
Sobre un fondo de árboles muertos, dentro de uno de los agujeros, tres hombres se sumergen hasta el cuello en un agua de color ocre en la que flotan desperdicios de comida, latas de refrescos y ramas secas. Dos de ellos nadan hasta subirse en una plataforma que parece una mezcla de balsa de náufrago, tobogán artesanal y bomba de agua. Una especie de draga con la que succionan la arena del fondo del cráter para precipitarla por el tobogán, donde una alfombra atrapa las partículas de oro disueltas en la arena. Es una imagen que parece sacada de otra época, no de su versión 2.0.
Los caprichos de la geología han convertido las llanuras selváticas de Madre de Dios en un enorme depósito de oro en polvo. Las lluvias lo arrastran con fuerza desde las cumbres de los Andes, que descienden desde los 4.000 metros de altura hasta los 200 en unos pocos kilómetros. Y en Madre de Dios esos ríos se ralentizan y alteran constantemente su curso. El oro acaba depositado en los dos lugares ecológicamente más vulnerables: los ríos y los humedales que una vez fueron cauce de río, como La Pampa. El problema de ese oro es que está en polvo y para amalgamarlo hay que usar sustancias tan peligrosas como el mercurio que terminan contaminando los ríos. Su importación está controlada en Perú, pero todos los años llegan varios miles de kilos al país que acaban en manos de mineros ilegales. Un alto porcentaje de ese mercurio procede, según todos cuentan en la zona, de España. Un estudio de la Universidad de Stanford, muy discutido por el sector minero, mostró que el 75% de las personas analizadas en Madre de Dios mostraban niveles de mercurio por encima del máximo permitido y que el 60% del pescado tiene altos niveles de contaminación por esa sustancia.
Este es un territorio clandestino. Aquí los testigos no son bienvenidos. Nada de lo que ocurre aquí debería suceder
En los humedales como La Pampa, el problema ecológico es aún mayor, porque para llegar al oro hay que arrancar el bosque y remover la capa de tierra que se conoce como greda. “Es como una arena de playa, suave. En cada metro cúbico de greda hay 0,35 gramos de oro”, dice Daniel Urresti, alto comisionado para la lucha contra la minería ilegal. Vamos, que hay que mover mucha selva y mucha tierra, pero los precios actuales del oro lo compensan con creces.
“En términos ambientales hay un impacto bastante significativo. Estamos hablando de 40.000 a 50.000 hectáreas desforestadas. Lugares donde antes había bosques primarios, secundarios. Una riqueza en biodiversidad única en el mundo. Contaminación del aire, del suelo y del agua por mercurio”, dice Humberto Cordero, coordinador del equipo del Ministerio de Ambiente en Madre de Dios.
Al lado de la draga que flota en el cráter, otro minero en calzoncillos remueve con la pierna el agua de un barril. Contiene el barro salido de las alfombras del tobogán. Mientras el agua se agita, añade gotas de mercurio puro. Después de un rato, vacía el agua en el cráter y vuelve a remover. Repite el proceso varias veces, hasta que queda muy poca agua. Del fondo aparece un mercurio más espeso, que ha atrapado todas las partículas de oro disueltas en el barro. Lo vierte en un trapo y lo seca. Dentro queda una bolita metálica. “Esto ya es el oro. Está recubierto de mercurio, pero en cuanto lo quememos, el mercurio se evaporará y saldrá el oro con su color dorado”, dice Michel Franco, uno de los mineros. Son unos diez gramos de oro bruto, unos 260 euros al cambio. Tres cuartas partes se las quedará el patrón, que pone la maquinaria, el combustible, la gasolina. Los mineros se reparten el resto.
Al final le queda a cada uno 30 euros. Es casi cuatro veces más de lo se paga en Cuzco y los Andes, de donde provienen casi todos ellos, por un jornal que además escasea. Desde la cordillera salieron, como muchas otras generaciones antes que ellos, buscando el sueño del oro amazónico, de una vida un poco mejor. Lo que se encontraron fue un trabajo duro, turnos de entre 12 y 15 horas metidos en el barro y en el agua, pero a ellos no parece importarles. “No es tan malo como se cree”, dice Michel.
La nueva fiebre del oro que sacude la Amazonía proviene del Primer Mundo. A principios de la década de 2000, el precio del oro era tan bajo que en Madre de Dios fueron muchos los que abandonaron la minería. Pero la crisis financiera internacional aumentó el apetito de los mercados por un valor refugio como el oro. Y el gramo, que costaba 10 euros, subió a 26. La llamada del metal dorado se hizo sentir en todo Perú, que es el sexto productor mundial. Todas las provincias productoras recibieron mareas de inmigrantes en busca de trabajo y de gente sin escrúpulos para sacar tajada. Las selvas de Madre de Dios no fueron una excepción. De hecho, para muchos resultaron más atractivas porque se trataba de un territorio de frontera, con poco control del Estado, donde se encontraron con una minería artesanal sin regular que daba la bienvenida a los aventureros. Los que pudieron encontraron trabajo en las explotaciones legalizadas. Los más necesitados y los más codiciosos se echaron al monte para explotar lugares como La Pampa.
Un grupo de mineros se dedica a la extracción de oro en La Pampa. Primero vino la desforestación del escudo de protección de la reserva nacional de Tambopata hasta acabar con miles de hectáreas de bosque; después, el trabajo en los cráteres arenosos donde las lluvias arrastran el polvo de oro de los Andes. / SERGIO CARO
El sueño de un mañana mejor que comparten Michel y sus compañeros no admite detenerse en consideraciones ecológicas ni de contaminación, y menos las que puedan venir de unos gringos o de unas ONG que, según la opinión generalizada por aquí, “se preocupan mucho de los árboles y de los ríos, pero nada por gente como nosotros”. “La selva es muy grande y nosotros estamos utilizando solo una parte muy pequeña. Lo hacemos por necesidad, no por gusto. Y lo que dicen del mercurio, que pone enferma a la gente, no es verdad. Yo he trabajado toda la vida con mercurio y estoy perfectamente. Aquí lo único que quieren es que nos vayamos nosotros para que entre alguna multinacional extranjera a explotar esto. Este es un oro peruano y debería dar de comer a los peruanos”, dice uno de los compañeros de Michel.
La existencia de un territorio al margen de la ley como La Pampa no es un secreto para nadie, pero ha adquirido tales dimensiones que la policía tiene que pensarse dos veces cómo, cuándo y con cuántos efectivos entra aquí. Uno de los últimos operativos terminó en enfrentamientos y disturbios. “Cuando viene la policía hay que esconderlo todo, hundir los motores en el agua para que no los dinamiten y escapar. Vienen por tierra, por aire, es como si esto fuera una guerra, y nosotros, terroristas”, dice Michel. Uno de sus compañeros se queja de su suerte: “Yo era dueño de un motor, pero la policía me lo reventó y ahora tengo que trabajar como obrero para pagar al banco el crédito que me dio. Tengo 21 años y dos hijos. Vivo metido en la selva. Mi mujer viene a verme los fines de semana”.
A la zona en la que estamos la llaman Mega 11, y aquí ya quedan pocos mineros y poco oro. Más adentro en la selva están Mega 12 y Mega 13, los epicentros de la extracción ilegal, unos campamentos donde, según a quién le preguntes, viven cientos o miles de mineros. Una pequeña ciudad de plástico y madera. Pero hasta allí no nos quieren dejar pasar. “Nosotros les llevaríamos, pero lo más probable es que les linchen. Ahora mismo la gente está muy nerviosa porque hay rumores de que la policía va a entrar”, nos dicen nuestros anfitriones. Quizá por la inminencia de los operativos, impera en La Pampa una sensación de ultimátum. Se trabaja 24 horas al día, todos los días, una carrera contrarreloj. Extraer lo que se pueda mientras se pueda.
“Si nos sacan de aquí, no sé qué vamos a hacer. No hay trabajo. Yo conozco algunas personas que eran rateros, incluso criminales. Aquí se pueden ganar la vida, tener un empleo. Si los sacan, se volverán a la delincuencia”, se lamenta otro de los mineros.
Si eso ocurre, no será la primera vez. La Pampa ha vivido ya varias redadas. La ley peruana no prevé penas de cárcel para este tipo de actividades, pero sí multas y la destrucción de todas las instalaciones dedicadas a la extracción. Como es maquinaria pesada y resulta muy difícil sacarla de la selva, los agentes la dinamitan. Algunas intervenciones han destruido unos pocos motores, otras han supuesto desalojos masivos. “El problema es que la ganancia que ellos tienen es tan alta que las máquinas que nosotros destruimos se reponen. Para que sean efectivas, las operaciones tienen que ser continuas. En lugares donde ha habido una fiebre del oro, solo ha acabado de dos formas: una, porque se acabó el mineral, que no parece que vaya a suceder aquí, y dos, porque dejó de ser rentable. Nosotros apostamos a eso, a restringir el tráfico de combustible que en Madre de Dios es 15 veces superior al habitual y controlar el comercio de mercurio. Con todas estas medidas estamos aumentando el costo para que no sea tan rentable”, dice Urresti.
Uno de los poblados surgidos de esta moderna fiebre del oro. No tienen nombre. La gente se refiere a ellos simplemente por el punto kilométrico en el que están enclavados. Aquí viven los que dan alojamiento y de comer y beber a los mineros. También las prostitutas. / SERGIO CARO
Pero los mineros siempre vuelven. No importa el riesgo, ni el dinero perdido en forma de maquinaria dinamitada. Tampoco importan los sobornos que haya que pagar. El poder corruptor del oro y el bajo sueldo de los policías se alían en este territorio sin Estado para que muchos de losoperativos policiales contra esa minería ilegal acaben en nada. Por la zona circulan hasta unas tarifas de sobornos: tanto por evitar que dinamiten el motor, tanto por elegir que dinamiten un motor viejo en lugar del nuevo. Mucho más disciplinada y efectiva es la Marina de Guerra, que se ocupa de dinamitar todas las dragas que hay en los ríos. Por eso la mayor parte de las explotaciones hoy día están tierra adentro.
“Es cierto, entre las filas tenemos agentes corruptos. Estamos mejorando mucho en eso, deshaciéndonos de las manzanas podridas, pero aún nos queda mucho porque el oro tiene un gran poder de corrupción. Cuando llegué aquí, no podías hacer un operativo sin que los mineros supieran por adelantado qué iba a ocurrir. Por eso he optado por no convocar a mis hombres hasta el último momento, a una hora en la que no puedan avisar a nadie. Muchas veces salimos de la comisaría sin que sepan exactamente adónde van. Pero se acaban enterando, porque tienen gente esperando a ver si salen nuestros vehículos”, afirma el coronel Darío Calvo, jefe de la policía en Puerto Maldonado. El coronel nos ha invitado a presenciar un operativo que tendrá lugar dentro de unos días y sobre cuyos detalles nos ha pedido que mantengamos el máximo secreto.
Hasta los alrededores del cráter donde están trabajando los mineros se acerca una mujer. Es la patrona, la dueña de la maquinaria, que viene a llevarse su parte y a traer lo necesario para que el siguiente turno de mineros pueda hacer su trabajo. Ese oro lo llevará luego a alguna de las decenas de establecimientos de compraventa que hay cerca de La Pampa o en Puerto Maldonado, la capital de Madre de Dios. El comprador no hace preguntas sobre su procedencia. Así, el oro ilegal termina confundido con el legal y llega a los mercados internacionales.
Mientras salimos de la zona, el teléfono de uno de los mineros ilegales pita anunciando la llegada de un mensaje. Su dueño lo lee y sonríe, mientras alarga el aparato para que leamos el mensaje. “La policía va a hacer un operativo en esta zona dentro de tres días, deberían ustedes venir a verlo para su reportaje”, dice. En el mensaje se puede leer el día, la hora y el lugar del operativo de alto secreto que nos había anunciado el coronel.
El poder corruptor del oro y el bajo sueldo de los policías se alían en este territorio sin Estado para que los operativos policiales acaben en nada
A La Pampa se llega después de conducir unos cien kilómetros desdePuerto Maldonado siguiendo la Ruta Interoceánica. Para acceder a su interior, hay que pasar por una especie de campamento, un poblado móvil surgido de la nada donde residen muchos de los mineros y toda una población que vive de darles de comer, hospedarlos… El lugar parece un campo de refugiados extendido a lo largo de varios kilómetros a los dos costados de la carretera. Ni siquiera tiene nombre. La gente se refiere a él por sus puntos kilométricos: la entrada del 103, la tienda del 104. Todo en él parece provisional, construido para ser abandonado sin mirar atrás, pero con los detalles coquetos de quien llega aquí buscando un sueño. Una pequeña ciudad hecha de palos de madera y lonas de plástico. Hay de todo: hoteles, restaurantes, talleres donde arreglar motores, bares que se esfuerzan por no parecer prostíbulos.
La Pampa es un imán para la prostitución. La llamada del oro en manos de unos jóvenes que no tienen otra distracción atrae a las mafias de la trata de blancas. Algunas de las chicas vienen voluntariamente. Muchas, quizá la mayoría, son traídas con la promesa de un trabajo como cocineras o camareras y obligadas a prostituirse en un régimen de semiexclavitud. La mayoría de los operativos policiales encuentran menores entre las prostitutas.
La Ruta Interoceánica sobre la que se asienta el campamento separa las dos realidades de la minería del oro en Madre de Dios. Al sur queda la minería ilegal y algunas pequeñas explotaciones cooperativas. Al norte está el llamado “corredor minero”, la zona habilitada para la extracción en la que se aglutina la minería informal. La diferencia entre informal e ilegal, aunque parezca sutil en el lenguaje, alumbra dos realidades sociales totalmente diferentes. La minería ilegal carece de todo tipo de permisos y se desarrolla en zonas prohibidas. La informal es la que se hace en lugares permitidos, pero solo cumple algunos de los requisitos establecidos por la ley. La mayoría de los más de 40.000 mineros informales cuentan con títulos de concesión otorgados por el Estado; muchos aseguran que pagan impuestos, y los hay que llevan dos décadas practicando la minería.
Juntas, la minería informal y la ilegal suponen el 20% de la producción de oro de Perú y ocupan a 170.000 personas. La diferencia entre una y otra está clara sobre el papel, pero a qué lado de la línea cae uno u otro minero depende de a quién se le pregunte. Demasiadas veces, desde demasiados sectores, incluida la prensa, se han presentado ambas como una misma cosa, sin ningún matiz. “Nos han satanizado, nos han convertido en terroristas”, dice Alex Condori, secretario de Fedemin, la patronal que agrupa a los mineros informales.
La Pampa es un imán para la prostitución. La llamada del oro en manos de unos jóvenes que no tienen otra distracción atrae la trata de blancas
“Desde el punto de vista de un abogado, todos serían ilegales, porque no tienen permiso de explotación, no están pagando impuestos, están fuera de la ley. Desde el punto de vista político, tenemos que hacer una diferencia entre quiénes se pueden formalizar y los que no. La minería ilegal debemos erradicarla, y la minería informal, formalizarla, porque al formalizarla podemos fiscalizarla y podemos exigirle que trabajen con ciertas técnicas que no contaminen”, dice Urresti. El Alto Comisionado, un militar retirado, es el hombre designado por el presidente Ollanta Humala para atajar el problema de la minería ilegal antes de que el año que viene Lima albergue la Conferencia Mundial sobre el Clima. Para los mineros, Urresti es la encarnación de la traición de Humala hacia un sector que le votó en masa por la promesa de que los formalizaría. Una apuesta, dicen ellos, por la dinamita en lugar del diálogo.
Desde el aire, el corredor minero no se ve muy diferente a La Pampa. Sigue siendo un enorme páramo arrebatado a la selva con cráteres llenos de agua y árboles muertos. Se observa, eso sí, un uso del terreno un poco más ordenado, menos precario, fruto del uso de maquinaria pesada en algunas de las explotaciones. A ras de suelo es un terreno de gente combativa que se siente engañada por el Estado, atrapada en un proceso de formalización que nunca llega a buen puerto y que, para colmo, tiene una fecha de caducidad. En teoría, se acaba el próximo 19 de abril. Quienes no se hayan formalizado para entonces entrarán en la ilegalidad. “¿Cómo puede ser que a hoy día, después de años de papeles, no haya habido ni un solo minero que haya conseguido la formalización en todo Madre de Dios?”, se pregunta Alex Condori. “Tenemos títulos dados por el Estado, pagamos nuestros impuestos, hemos hecho nuestros estudios de impacto ambiental, nuestros planes de remedio. Cuando haces un papel que te ha costado una buena plata, vienen y te piden otro diferente. Y mientras, te dinamitan tu maquinaria. Lo cierto es que no quieren formalizarnos. Para la Hankoil, la petrolera americana, todos son facilidades para que busque petróleo en lugares mucho más delicados que los que nosotros ocupamos. Para nosotros, dinamita. No hay caso”, añade.
En el corredor minero hay de todo. Gente más cercana a la legalidad y otros que han dado el proceso por imposible y sacan lo que pueden mientras llega el 19 de abril. Uno puede encontrar mineros que trabajan en lugares prohibidos como los lechos de los ríos y otros que, por propia conciencia o porque sienten el aliento del Estado en la nuca, han comenzado a aplicar ellos mismos planes de remediación ambiental. Casi todos utilizan ya sistemas como la “retorta” para reciclar el mercurio al separarlo del oro y evitar así tanta contaminación. Hay experiencias piloto que tapan los agujeros cuando termina la extracción y los cubren con tierra vegetal para poder utilizarla en la agricultura, o simplemente para que la selva vuelva a recuperar lo que es suyo. “Habría más planes de estos si el Estado nos echara una mano en lugar de perseguirnos. Somos gente sencilla, admitimos que hay que tomar medidas por el medio ambiente y que no sabemos, pedimos la ayuda del Estado para que podamos explotar de una manera más sostenible, pero el Estado no quiere saber nada de eso. Solo quieren volarnos nuestras máquinas”, dice Condori.
Una imagen del puerto de Sarayaku, cargando combustible en canoa con destino a los campos mineros. El tráfico de gasolina en esta zona es 15 veces superior al del resto de Perú. / SERGIO CARO
El proceso de formalización ha sido, según coinciden casi todos los implicados, un caos. Para empezar, el Estado peruano otorgó hace años licencias de explotación sobre la tierra de Madre de Dios en un afán de colonizar un territorio que era poco más que selva virgen. Pero cada ministerio hizo lo que quiso. El resultado es que sobre un mismo pedazo de tierra a veces hay hasta tres o cuatro personas que tienen derechos: unos, explotación maderera; otros, minería; otros, agricultura… Incluso se llegó a admitir peticiones de explotación sobre lugares que están considerados reservas. Todo ello fruto del desconocimiento y de unas políticas salidas de Lima que poco tenían que ver con la realidad del mundo amazónico. La desidia histórica del Estado hacia Madre de Dios ha sido tal que hasta hace poco no había ni medios en el hospital para diagnosticar ni tratar la contaminación con mercurio, que, según el propio Gobierno, es el principal riesgo para la minería. Por eso nadie sabe a ciencia cierta cuánta gente se ha envenenado ni el efecto real del mercurio de la minería.
La cercanía del 19 de abril ha puesto a la minería de Madre de Dios en pie de guerra. Ha retomado las huelgas que en el pasado, allá por el año 2011, se cobraron tres vidas y derivaron en la práctica paralización de la provincia. Al fin y al cabo, la minería supone, según datos de Fedemin, el 58% del PIB de Madre de Dios.
En Huaipetue, otro de los centros mineros, los ánimos están preparados para todo. El pueblo, que tiene 5.000 habitantes y alrededor de una decena de estaciones de servicio que alimentan la maquinaria pesada con la que se trabaja el oro en esta zona, vive una auténtica cuenta atrás. Hasta el maestro de la escuela viajó a Lima para tratar de contarles a los políticos que sus alumnos tenían pesadillas por las noches con gente que venía a dinamitar las excavadoras de sus padres. “Aquí la gente ya no tiene nada que perder. Todos viven de la minería. Si les quitan sus explotaciones, si les quitan algo por lo que llevan toda la vida trabajando y luchando, ¿qué crees que van a hacer? Los van a tener que sacar muertos”, dice Tomás Díaz, vicepresidente de Fedemin y propietario de una explotación en Huaipetue.
El conflicto está servido en Madre de Dios, una tierra totalmente olvidada hasta hace bien poco, que solo la codicia por sus recursos ha devuelto a las noticias. Una tierra que guarda un tesoro en sus entrañas que bien podría acabar con ella.

2014/04/14

si uno suma decenas de microtráficos, le da narcotráfico o megatráfico?

Micronarcotráfico y La Habana
“La guerra global a las drogas ha fracasado con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo” la frase es de la ONU…la viene repitiendo insistentemente hace algunos años. Le podrían agregar otra: “y una de sus más dolorosas víctimas es Colombia”.

Es un problema de una magnitud descomunal porque está atizado por el peor avivador de los defectos humanos: muchisisimo dinero y por ello altera todos los estratos sociales, en todos los barrios, en todas las veredas: quien sienta que nunca, ni directa ni indirectamente, ha sido impactado por el narcotráfico, que tire la primera piedra.
En el marco de la “reforma rural integral” que discuten en La Habana, se propone la “puesta en marcha de planes integrales de desarrollo con la participación de las comunidades para la sustitución de cultivos que le permita a Colombia, de una vez por todas, erradicarlos de nuestro territorio”,  los cuales “deberán colocar en primer plano el protagonismo de los campesinos, las comunidades indígenas y afro, vinculadas al cultivo, como víctimas” será un gran paso en ese camino. Parece que también hay avances en “programas de prevención del consumo de drogas dentro del marco de políticas de salud pública”.

Pero, el eje del asunto, “la comercialización, escenario en el que el capital financiero juega un papel de primer orden” se nos escapa a los colombianos…porque somos unos actores muy pequeños en el juego del poder mundial. Por eso el subpunto donde avanzan con dificultad es el de “solución a los fenómenos de producción y comercialización de narcóticos”.

(informes públicos sobre lo que sucede en La Habana, leíbles por cualquier ciudadano, abundan, he aquí dos ejemplos: http://ow.ly/vlEtC  y http://ow.ly/vlEAX ).
Así las cosas, mientras las autoridades tendrán que seguir combatiendo la comercialización, lo que hoy se da en llamar microtráfico (¿si uno suma decenas de microtráficos, le da narcotráfico o megatráfico?) lo único que podremos seguir haciendo los ciudadanos del común frente a la tentación que ofrece la muy extendida cultura del todo por la plata, en la que se asienta el micro narcotráfico, será alentar en nuestras familia, con nuestros hijos, reflexiones sobre el dinero, sobre la relación que se establece con los bienes materiales, sobre “la materia”, sobre los “valores”…y ¿será orar a ver si salimos del despeñadero moral y ético en el que caímos hace lustros?…¿umhh?
Publicado el Jueves 03 de Abril de 2014 - 02:01 AM en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/131688-micronarcotrafico-y-la-habana

2014/03/29

Para “cambiar” hay que:

Haz Plural V

Para “cambiar” hay que:

@orlandoparrag ciberplural@gmail.com
-Aprender a votar
-Ceder el paso
-Usar el cinturón
-Detenerse en un alto
-Usar el puente peatonal
-Nunca tirar basura en un espacio público: calle, andén, parque, etc
-Respetar
-Ocuparse con lo que nos gusta
-Nunca “pegar” ni física, ni psicológicamente
-Ahorrar
-Amar
-Dejar de robar…desde la señal del vecino…hasta el erario público
-Dar preferencia a las marcas locales
-Pagar impuestos.
-Denunciar a las y los corruptos
-Dejar de pelear
-Leer ...Leer...Leer
-Reciclar
-Ver menos Tv
-Dejar de mentir
-Ayudar al Pró_ximo
-Nunca tomar licor (o drogas) y salir a manejar
-Escuchar
-Dejar de discriminar
-Cuidar a los niños y los ancianos
(Adaptación, ¿autor anónimo?)… (Póngale el espacio que quiera: su casa, su barrio, Pereira, Colombia…etc)
CORRECCIÓN Y GRACIAS:
“Muy buenos días. Me gustó su columna del día de hoy y quiero hacerle una corrección: La circunferencia de la Tierra es de 40.008 kilómetros y no de 12.756.78. Y, por curiosidad, calculé el equivalente en kilómetros de los 180.000 millones de años luz que usted menciona y me da 1 cuatrillón 702.944 trillones de kilómetros.
(1.702.944.000.000.000.000.000.000).
Téngase en cuenta que un cuatrillón es un 1 con 24 ceros.
Muy amena su columna.
Evelio Arias García
ariasgarcia11@gmail.com”
Publicada en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/131405-para-cambiar-hay-que