Textos, Libros, Similares de ORLANDO PARRA G

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2007/12/20

MI ORACION PREFERIDA... PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS Carlos de Foucauld Padre, Me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que fuere, Por ello te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo. Lo acepto todo, Con tal de que se cumpla Tu voluntad en mí Y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. Te encomiendo mi alma, Te la entrego Con todo el amor de que soy capaz, Porque te amo y necesito darme, Ponerme en tus manos sin medida, Con infinita confianza, Porque tu eres mi Padre.

Y UNA QUE ME ENCANTA que descubri en una situacion navideña;
DIOS MÍO, ESTOY CONTENTO Dios mío, estoy contento porque Tú me amas, no obstante mi indignidad. Dios mío, estoy contento porque te amo, no obstante mi miseria. Dios mío, estoy contento porque puedo alguna vez, no obstante mi nada, hacer que te amen. Dios mío, estoy contento porque puedo sufrir algo por tu amor. Dios mío, estoy contento porque Tú estás presente en la Eucaristía. Dios mío, estoy contento porque eres mi Huésped divino. Dios mío, estoy contento porque tu presencia bendita en mi morada ilumina mi vida. Dios mío, estoy contento porque eres mi fuerza en los desfallecimientos de mi alma. Dios mío, estoy contento porque eres mi consuelo en las angustias de mi corazón. Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi luz en las oscuridades de mi camino. Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi riqueza en mi pobreza. Dios mío, estoy contento porque si me has quitado mucho, me has dejado todavía mucho mas. Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi Padre, mi Esposo, mi Hermano, mi Amigo, mi Salvador, el Huésped divino de mi corazón, por medio de la gracia, la Vida de mi vida, porque Tú eres mi todo. Dios mío, estoy contento porque Tú eres la Belleza, la Bondad, la Verdad resplandeciente de la que mi alma está sedienta. Dios mío, estoy contento porque Tú eres la eterna felicidad de aquellos que he perdido. Dios mío, estoy contento porque creo que los he de ver y gozar en los esplendores de la vida eterna. ¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de haberme hecho encontrar tantos corazones nobles y buenos. ¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias del perfume de las flores, de la hermosura de las almas, del reflejo aquí debajo de todas las inmortales bellezas. ¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de haberme permitido gozar de todas las maravillas de tu creación. ¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de todos los bienes que poseo todavía y de todos aquellos que espero de tu misericordia infinita en este mundo y en el otro para mí y para todos aquellos que me son queridos. Amén

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