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2009/12/21

De gatos gordos
Por María Jimena Duzán

Sábado 19 Diciembre 2009

La causa de que los banqueros sean intocables en los medios viene desde cuando 'El Espectador' destapó la investigación contra el Grupo Grancolombiano


Por estos días de navidad la crisis económica se siente en todas partes de Nueva York, menos en Wall Street. Allí, los codiciosos banqueros causantes del descalabro financiero de hace dos años, han cerrado 2009 con unas jugosas ganancias, mientras miles de millones de norteamericanos han perdido su trabajo, se han quedado sin seguro médico y se aprestan a pasar una de sus peores navidades en muchos años.


A pesar de esta realidad tan dura, Goldman Sachs, la legendaria banca de inversión de Wall Street, sin ningún empacho ha anunciado que pagará sus tradicionales y millonarios bonos, en momentos en que habrá muchos que no saben si podrán seguir con su vida el año entrante. Esta falta de austeridad en momentos en que tantos de sus paisanos la están pasando mal, ha convertido a Lloyd C. Blankfein, el jefe pluma blanca de ese legendario banco de inversión, en el centro de las miradas de la prensa neoyorquina. Hace dos días el New York Times le hizo un perfil y lo mostró como un hombre calculador, inescrupuloso y que no piensa sino en los negocios a corto plazo.


Pero no sólo el New York Times se ha venido lanza en ristre contra los banqueros. También lo ha hecho el propio Barack Obama, a quien esta semana le tocó aceptar que los salvavidas que se diseñaron para evitar que muchos de esos bancos se fueran a la quiebra y se afectara el bolsillo de muchos ciudadanos, terminaron beneficiando sólo a los banqueros. "Yo no llegué a la Casa Blanca para ayudar a un puñado de gatos gordos de Wall Street", dijo el domingo en el programa 60 minutes.


A pesar del tono intimidador de Obama y del perfil demoledor de Blankfein en el New York Times, en Wall Street las declaraciones del Presidente no causaron mayor revuelo, aunque sí fueron aplaudidas por una gran mayoría de norteamericanos que no entiende de dónde sale tanta plata para que Wall Street pague sus millonarios bonos, si supuestamente las prácticas especulativas que fueron las fuentes de esas desmedidas ganancias de años pasados, son ahora cosa del pasado. La respuesta a este acertijo la dio Gerald P.O. Dricoll Jr. en su columna del Wall Street Journal hace dos días. Para este profesor del Cato Institute, las ganancias que este año tienen tan contentos a los banqueros de Nueva York, provienen de la codicia de muchos de ellos, quienes habrían utilizado los salvavidas dados por la administración Obama no para sanear sus instituciones, sino para perfilar aun más su obsesión por el riesgo -a mayor riesgo, más ganancia-, a sabiendas de que si se caen, el gobierno va a venir en su ayuda, como sucedió hace dos años. De esa forma, los banqueros no tendrán que asumir ninguna consecuencia de sus malas decisiones, como de hecho sucedió con la mayoría de los de Wall Street hace dos años, luego de que se produjo la caída de Lehman Brothers.


En Colombia, guardadas proporciones, nos está pasando lo mismo. Este año las ganancias de los bancos superaron todas las expectativas, mientras los niveles de desempleo que vivimos en Colombia nos ubican como el primer país en Latinoamérica. La gran diferencia es que mientras en Estados Unidos estas ganancias de los bancos han sido cuestionadas por periódicos tan influyentes como el New York Times y el Wall Street Journal, aquí son escasos los colombianos que se atreven a cuestionar la ética de los banqueros en tiempos de recesión -sólo plumas como Daniel Samper cometen semejante suicidio-.


Muy por el contrario, aquí a los banqueros los premiamos y los nombramos empresarios del año. Y mientras los periódicos norteamericanos más influyentes hacen perfiles sobre el banquero más importante de Wall Street mostrándolo como realmente es, en Colombia les hacemos burdos publirreportajes como los que han salido de Luis Calos Sarmiento.


Yo he terminado por creer que la causa de que los banqueros sean intocables por parte de los grandes medios viene desde la época en que El Espectador destapó la investigación de los autopréstamos en contra del grupo Grancolombiano y se le vino el mundo encima a finales de los 70. El periódico fue castigado con el retiro de la pauta por parte no sólo del grupo cuestionado, sino de otros muchos que actuaron con un espíritu de cuerpo, lo que terminó por asfixiar financieramente al diario. Cuando Pablo Escobar mató a Guillermo Cano y le puso la bomba al periódico, en realidad éste ya estaba herido de muerte. Desde entonces, la prensa colombiana ha decidido que es más fácil enfrentarse con los paras y con las Farc que con los grupos económicos, los cuales siguen siendo los grandes intocables. Uribe, que tiene la mayoría de los banqueros abogando por su reelección gracias a que les ha dado toda suerte de gabelas, nunca se atrevería a cuestionar a ninguno de ellos, ni mucho menos a llamarlos "gatos gordos".


Aquí al único gato gordo que resulta políticamente correcto cuestionar es al pesado de Chávez


From fat cats

By Maria Jimena Duzan


Saturday 19 December 2009

The cause bankers to be untouchable in the media when it comes from 'The Spectator' research uncovered against the Group Grancolombiano

Christmas these days the economic crisis felt everywhere in New York, less on Wall Street. There, the greedy bankers causing financial collapse two years ago, closed 2009 with some handsome profits, as thousands of millions of Americans have lost their jobs, were left without insurance and are preparing to pass one of their worst Christmas in many years. Despite this reality as harsh, Goldman Sachs, the legendary investment bank on Wall Street, without any embarrassment has announced that millionaires pay their traditional bonds, at a time when many will not know whether they can get on with life year incoming. This lack of austerity at a time when so many of their countrymen have a bad time, has made Lloyd C. Blankfein, the chief white feather from the legendary investment bank in the center of the eyes of the New York press. Two days ago the New York Times made a profile and showed a man as calculating, ruthless and thinks only of short-term business. But not only the New York Times has lashed out against the bankers. So has Barack Obama himself, who this week touched accept that lifeguards that were designed to avoid many of these banks will be bankrupt and hurt the wallets of many citizens, ended up benefiting only the bankers. "I did not get to the White House to help a handful of Wall Street fat cats," he said Sunday on 60 minutes. Despite the intimidating tone of Obama and debunker of Blankfein profile in The New York Times, Wall Street President's statements did not cause the biggest stir, although they were applauded by a large majority of Americans do not understand where does all that money for Wall Street millionaires to pay their bonds, if speculative practices that allegedly were the source of these excessive profits of past years are a thing of the past. The answer to this riddle was given by Gerald P.O. Dricoll Jr. in his column in the Wall Street Journal two days ago. For this professor at the Cato Institute, earnings this year are so happy to bankers in New York, come from the greed of many who have used the lifeline given by the Obama administration for not cleaning up its institutions, but to outline further his obsession with risk-a higher risk, more profit, knowing that if they fall, the government will come to their aid, as happened two years ago. Thus, bankers do not have to bear any consequences of their bad decisions, as indeed happened in most of Wall Street two years ago, came after the fall of Lehman Brothers. In Colombia and proportionate, the same thing is happening to us. This year the bank profits exceeded all expectations, while unemployment levels that we live in Colombia places us as the first country in Latin America. The big difference is that while these U.S. bank profits have been challenged by such influential newspapers like the New York Times and the Wall Street Journal, here are few Colombians who dare to question the ethics of bankers in times of recession-only pens such as Daniel Samper commit suicide. Quite the contrary, here the reward bankers and businessmen of the year we name. And while the most influential American newspapers are profiles of the most important banker on Wall Street showing it as it is, in Colombia we do them as infomercials coarse who leave Sarmiento Luis Calos. I've ended up believing that the cause bankers to be untouchable by the mainstream media comes from the time that The Spectator's investigation uncovered autopréstamos against the group and was Grancolombiano world fell apart in the late 70. The newspaper was punished with the withdrawal of the pattern by the group not only questioned, but many others who acted in a spirit body, which eventually smother the newspaper financially. When Pablo Escobar killed Guillermo Cano and put the pump to the newspaper, actually it was already mortally wounded. Since then, the Colombian press has decided it is easier to deal with the paramilitaries and the FARC with economic groups, which remain major untouchable. Uribe, who has most of the bankers advocating his re-election because he has given them all sorts of imposts, never dare to question any of them, much less to call them "fat cats". Here the only fat cat is politically correct question is the heavy Chavez


De gros chats

Par Maria Jimena Duzan


Samedi 19 Décembre 2009

Les banquiers cause d'être intouchable dans les médias quand il s'agit de la «recherche le spectateur« à découvert contre l'Grancolombiano Groupe


Noël, ces jours, la crise économique fait sentir partout, à New York, moins à Wall Street. Là, les banquiers avides provoquant l'effondrement financier il ya deux ans, fermé 2009, avec quelques jolis profits, alors que des milliers de millions d'Américains ont perdu leur emploi, ont été laissées sans assurance et se préparent à passer une de leurs pires Noël en de nombreuses années. En dépit de cette réalité aussi dure, Goldman Sachs, la banque d'investissement de légende de Wall Street, sans aucune gêne, a annoncé que les millionnaires paient leurs obligations traditionnelles, à un moment où beaucoup ne savent pas si elles peuvent aller de l'année de vie entrants. Ce manque de rigueur à une époque où tant de leurs compatriotes ont un mauvais moment, a fait de Lloyd C. Blankfein, la plume blanche en chef de la banque d'investissement légendaire dans le centre des yeux de la presse de New York. Il ya deux jours, le New York Times a fait un profil et un homme ont montré que le calcul, impitoyable et ne pense qu'à des entreprises à court terme. Mais pas seulement le New York Times a fustigé contre les banquiers. So a Barack Obama lui-même, qui, cette semaine a touché accepter que les sauveteurs qui ont été conçues afin d'éviter bon nombre de ces banques seront en faillite et blesser les portefeuilles de beaucoup de citoyens, a fini dont bénéficient les seuls banquiers. "Je n'ai pas reçu à la Maison Blanche pour aider une poignée de gros chats Wall Street", at-il déclaré dimanche sur 60 minutes. Malgré le ton intimidant d'Obama et démolisseur de profil Blankfein dans The New York Times, Wall Street, les déclarations du Président n'a pas causé le plus grand bruit, bien qu'ils aient été applaudi par une grande majorité d'Américains ne comprennent pas d'où vient tout cet argent pour Wall Street millionnaires de payer leurs obligations, si les pratiques spéculatives, qui auraient été la source de ces profits excessifs des années passées sont une chose du passé. La réponse à cette énigme a été donnée par Gerald P.O. Dricoll Jr. dans sa chronique dans le Wall Street Journal, il ya deux jours. Pour ce professeur à l'Institut Cato, le bénéfice de cette année sont tellement heureux de banquiers à New York, viennent de la convoitise de nombreuses personnes qui ont utilisé la ligne de vie donnée par l'administration Obama pour ne pas nettoyer ses institutions, mais d'esquisser outre son obsession avec le risque à un risque plus élevé, plus de profits, en sachant que s'ils tombent, le gouvernement va leur venir en aide, comme cela s'est produit il ya deux ans. Ainsi, les banquiers n'ont pas à supporter toutes les conséquences de leurs mauvaises décisions, comme cela s'est produit dans la plupart de Wall Street, il ya deux ans, est venu après la chute de Lehman Brothers. En Colombie et proportionnée, la même chose nous arrive. Cette année, les profits des banques a dépassé toutes les attentes, tandis que les niveaux de chômage que nous vivons en Colombie, nous place comme le premier pays en Amérique latine. La grande différence est que même si ces bénéfices des banques américaines ont été contestés par les journaux influents comme le New York Times et le Wall Street Journal, voici quelques Colombiens qui osent remettre en question l'éthique des banquiers en temps de récession stylos seulement comme Daniel Samper se suicider. Bien au contraire, ici la récompense des banquiers et hommes d'affaires de l'année nous nom. Et tandis que les journaux américains les plus influents sont les profils de la banque la plus importante à Wall Street le montrer tel qu'il est, en Colombie, nous les faisons infopublicités aussi grossiers qui quittent Sarmiento Luis Calos. J'ai fini par croire que les banquiers de faire intouchable par les médias grand public vient du temps que l'enquête du spectateur à découvert autopréstamos contre le groupe et a été Grancolombiano monde s'est effondré à la fin des 70. Le journal a été puni par le retrait du modèle par le groupe, pas seulement en doute, mais beaucoup d'autres qui ont agi dans un corps d'esprit, qui finit par étouffer le journal financier. Lorsque Pablo Escobar tué Guillermo Cano et de mettre la pompe pour le journal, en fait il était déjà blessé à mort. Depuis lors, la presse colombienne a décidé qu'il était plus facile de traiter avec les paramilitaires et les FARC avec les groupes économiques, qui restent importants intouchable. Uribe, qui possède la plupart des banquiers recommander sa réélection, car il leur a donné toutes sortes d'impôts, n'osent jamais remettre en question l'une d'elles, encore moins de les appeler "les gros poissons". Voici le chat que de la graisse est politiquement bonne question est le lourd Chavez

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