2008/10/29

VERGÜENZA NACIONAL
imagen de http://www.linkmesh.com/imagenes/temas/momias/avergonzado.jpg

Sòlo me saltan dos reflexiones: ¿cuántas veces sucedió esto en los gobiernos anteriores? ¿que cultura organizacional se ha apoderado de nuestras -si, suyas y mìas tambièn- Fuerzas Armadas como para que se de èste fenómeno?...y la final ¿si un general es responsable, un ministro de defensa lo es? el máximo comandante tambièn lo es?...

en fin...reflexionemos:

Fiscalía investiga 780 casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales en http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/fiscalia-investiga-780-casos-de-presuntas-ejecuciones-extrajudiciales-_4632140-1
Así lo señala un reporte conocido por EL TIEMPO y que recoge casos desde enero del 2003 hasta septiembre pasado de lo que podrían ser homicidios fuera de combate .

Fueron reportados por unidades militares como bajas en operaciones contra la guerrilla, los 'paras' y la delincuencia común.

La mayoría de denuncias corresponde a unidades militares del Meta y Antioquia, donde algunos de los casos han terminado en condenas contra miembros de unidades militares que operan allí.
Las seccionales de la Fiscalía en Cúcuta, Florencia, Medellín, Manizales, Pasto y Valledupar también manejan un número considerable de investigaciones, aunque la mayor parte de ellas está a cargo de la Unidad Nacional de Derechos Humanos, directamente en Bogotá.
Investigaciones en la Procuraduría

El Ministerio Público investiga por su parte a 2.300 personas, entre uniformados y funcionarios por Derechos Humanos

El procurador General, Edgardo Maya Villazón, aseguró que el Ministerio Público adelanta 930 investigaciones contra miembros de la Fuerza Pública. Indicó que los procesos están relacionados con ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. Al tiempo, el procurador Maya destacó que el Gobierno le hiciera frente a la situación y aplicara sanciones drásticas. Dijo que el Ministerio Público continuará con sus investigaciones disciplinarias.

Investigan otros casos en Boyacá
Gustavo Adolfo Tobo, Defensor del Pueblo Boyacá, aseguró que hoy debió viajar hoy al municipio La Uvita porque la defensora de la región le reportó cuatro casos similares a los de Soacha, y que indagan para verificar si se trataría de ejecuciones extrajudiciales.
En su departamento, según dijo, pese a que ese tipo de violación de Derechos Humanos no es común, tiene otros dos casos reportados: uno en Pajarito, de este año; y otro en Chita, del año pasado y por que ya hay un proceso en el que están involucrados militares. En este último fue el crimen de un campesino.

Casos en Santander
Ana Felicia Barajas, Defensora de Santander, dice que este año, cuando surgió el escándalo por los jóvenes que aparecieron como dados de baja en Ocaña (Norte de Santander), una madre de familia denunció que su hijo aparentemente había muerto en combate.
Según contó la mujer en la Defensoría, su hijo desapareció en agosto cuando estaba en el parque Antonia Santos de Bucaramanga, donde, de acuerdo con su relato, unos hombres le ofrecieron un mejor trabajo en Ocaña y decidió irse con ellos. A los tres días de su partida, la llamaron de una funeraria a decirle que había muerto en combate en ese municipio.
Barajas aseguró que en manos de la Fiscalía hay tres casos similares que ocurrieron en San José de Miranda, Lebrija, La Laguna de Ortices.
Estos casos, dijo, los venían trabajando con el general Joaquín Cortés, comandante II División de Santander.
Màs: Tres generales, entre los 27 miembros del Ejército retirados por casos de derechos humanos

Lo que encontró la Comisión
en http://www.semana.com/noticias-conflicto-armado/encontro-investigacion-falsos-positivos/117189.aspx
La Comisión encontró fallas de dos tipos en varias de las unidades militares investigadas. Lo primero es que las operaciones militares se estaban llevando a cabo con exceso de informalidad y sin cumplir los requisitos de control y manejo. En el trabajo de inteligencia, la orden de operaciones, el combate, la munición gastada y los resultados, todo debe coincidir. Y de todo ello deben llevarse récords.

Eso no fue lo que encontró al Comisión en Ocaña, ni en Puerto Berrío, donde por ejemplo hay registros que dicen que se gastaron 1.500 cartuchos y un solo muerto. Al contrario, la forma de operar era más bien folklórica, donde los hombres de inteligencia reportaban que tenían a alguien ya identificado, y sin mayores preguntas partía el operativo militar en contra del objetivo.

Esa falta de control en las operaciones, se prestaba para unos miembros corruptos, que tenían lazos con organizaciones criminales que estaban reclutando personas en Bogotá y otras ciudades, aprovechara para matar esas víctimas inocentes y así ganar bendiciones con positivos.

Según explicó un oficial retirado del Ejército a Semana.com, la presión que han hecho algunos generales sobre la necesidad de producir bajas a como dé lugar, también ha contribuido a que ese se torne un logro en sí mismo, ya que dependiendo de las bajas hay ascensos y días de descanso; eso contrariando las directivas recientes del Comando General que hacen explícito el valor estratégico que tiene para las Fuerzas Armadas obtener una desmovilización o una captura por encima de una muerte.

El segundo hallazgo de la Comisión Especial tiene que ver con la indolencia de los comandantes de división y de brigada en investigar lo sucedido. Según los protocolos de justicia internacional, cuando un comandante militar conoce de graves violaciones y no hace nada para investigarlas y castigar a los responsables, puede procesársele como mínimo por incumplir su deber. En algunos casos de otros países, esta actitud negligente se ha calificado de complicidad con el delito, pues ha enviado el mensaje a los subalternos de que no hay problema con que violen la ley. Así por ejemplo, en la División II, el general José Joaquín Cortés, respetado por sus subalternos, había diseñado protocolos especiales para premiar el buen trato a la población civil y a unidades que no tuvieran denuncias por violaciones a los derechos humanos, según dijeron a Semana.com, fuentes que conocían bien su trabajo. El problema fue cuando se le pidió que investigara lo que sucedía bajo su mando en los Santanderes. No fue más allá y se conformó con las explicaciones tibias de sus subalternos. En el caso de la Brigada 14, comandada por el coronel Juan Carlos Barrera, se le pidió insistentemente desde el Comando en Bogotá que investigara lo que se estaba denunciando en su jurisdicción, pero no hizo mayor cosa. Por estas razones fueron retirados del servicio...sigue en http://www.semana.com/noticias-conflicto-armado/encontro-investigacion-falsos-positivos/117189.aspx

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