2011/09/29

Joel B.


Joel B.

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PobreEl mejor 
Tenemos una característica infortunada como seres humanos: nos creemos el ombligo del universo. Y tenemos una más infortunada a nivel local: pocas veces nos miramos a nosotros mismos. Pocas veces aceptamos las miradas externas que nos hacen reflexionar. ¿Provincianos?
La mayoría de nosotros tenemos nuestras mentes cerradas por los hábitos. Joel B., un francés que vive en Pereira desde comienzos del 2009, nos decía que le sorprendía nuestra reacción al cuestionarnos sobre la polución ambiental, pues la mayoría respondíamos con un “Ahhh, ¿sí?”: ni siquiera nos damos cuenta.
La conversación con Joel, que si bien es francés pero a sus más de 60 años también ha vivido en el mundo de la seguridad hotelera en Alemania, Luxemburgo, España; se extendió a otras reflexiones. Le sorprende el precio de los productos agrícolas, se pregunta cómo siendo un país supuestamente agrario tenemos tan altos precios. Le alarma el precio de los “coches”, dice que NO entiende cómo los coches (carros) de compañías europeas con fábricas en Colombia son más caros que en Francia; piensa que hay demasiadas multinacionales, y que el capital nacional podría realizar sus tareas.
“Colombia es un bello país, me gustan el clima, la gente; pienso que hay muchos reglamentos pero poco se cumplen o hay quien los haga cumplir; el estado olvida la importancia del tiempo, que es costoso, para todo se piden papeles, se olvida que casi todo el ciudadano lo podría hacer desde su casa por internet; me duele la pobreza, la diferencia tan grande entre ricos y pobres, la gente que NO puede estudiar, que come poco”. Aclaremos algo: para Joel, la gente “pobre” es la que vive alrededor de las avenidas que cruzan la ciudadela Cuba -¿estrato 3?-…es decir, lejos este ciudadano europeo de haber visto nuestra pobreza-pobreza o miseria…empero alcanza a percibir los 4 de cada 10 Pereiranos en la pobreza.
A B. le sorprende el irrespeto casi que cultural que tenemos frente a las normas de tránsito. De igual manera cuando ve tantos huecos en nuestras calles y carreteras piensa que los dineros para su reparación “se los han robado”. Dice que en Colombia, NO  sólo frente al tema de la corrupción, sino frente a muchos de nuestros problemas “se dice mucho y NO  se hace nada”, cree que ello sucede por la ausencia de una real democracia “la gente NO  hace nada”, “NO  hay un partido gobernante y uno en la oposición” deben entender que “NO  sólo son políticos para sí mismos sino para servir a la gente” .

Candidat@, ¿y los pobres? (II)



http://www.latarde.com/images/stories/columnistas/orlando-parra.jpgSeguimos preguntando a las y los candidatos qué harán con la pobreza en Risaralda y en Pereira, en este caso, recordemos las trampas de la pobreza que tenemos regionalmente:

11. Trampa física y  geográfica.
¿Qué vamos a hacer con nuestras limitaciones de transporte? Estamos hablando de carreteras, de trenes, de aviones, etc? ¿Qué propuesta se hace para las zonas con malos suelos para la siembra donde las familias tienen un ingreso dependiente de la agricultura?

12. Trampa fiscal.
Si la poblaci
ón es pobre, no puede pagar impuestos lo que quiere decir menos recursos para financiar los programas estatales que, precisamente, les permiten a los pobres salir de la pobreza. Obviamente aquí cabe la pregunta respecto a la corrupción ¿qué se va a hacer para evitar la desviación de tan escasos recursos?

13. Trampa ambiental.
¿Qué hacer con las personas pobres que construyen sus casas en terrenos NO aptos, exponiéndose a quedar en peores condiciones?
14. Trampa de baja calificaci
ón. 
¿Qué proponen nuestros candidatos frente al gran problema que tenemos con la otra Risaralda, la que hay fuera de Pereira y Dosquebradas- esa donde NO hay capital humano calificado y lo cual la hunde cada vez más en el atraso? 
¿El personal para trabajar en la zona franca de Caimalito de dónde saldrá?

15. Desplazamiento forzado
¿Cuál es la gran propuesta para esa enorme masa de desplazados, que no poseen ni historia ni referencias que les permitan acceder fácilmente a servicios sociales ni a trabajo?
Gracias al exgobernador CA ópez, conoc
í un excelente texto, que les recomiendo a los candidatos y/o a sus asesores: ¿Cómo romper las trampas de pobreza en Buenaventura? Propuestas desde las comunidades y las instituciones; disponible en http://www.acnur.org/pais/docs/2023.pdf?view=1 Quien crea que la situación en ciertas áreas de Pereira o Risaralda difiere de la de Buenaventura (y otros) ni siquiera merece llamarse candidato.

2011/09/20

Candidat@, ¿y los pobres? (1)



A esta altura de la campaña, poco se conoce sobre las propuestas estructuradas de las y los (Dr Gamba) canditat@s sobre cómo superar las trampas de la pobreza  en Pereira y especialmente en Risaralda: 
1.Trabajo infantil . 
2. Analfabetismo o bajo nivel educativo. Los ni
ños que tienen que trabajar o que NO se educan no pueden conseguir la cantidad y la calidad de educación que necesita un adulto para entrar al mercado laboral mejor remunerado
3. Capital de trabajo . La falta de cr
édito es un impedimento para los trabajadores informales que quieren salir adelante con su negocio. 
4. Acceso a la informaci
ón . El poco acceso que tienen los pobres a la información los mantiene en la pobreza. La tasa de rotación en el sector formal es superior al 13 por ciento, pero no tienen muchas posibilidades de enterarse sobre oportunidades laborales y de negocios. 
5. Desnutrici
ón y enfermedad, desembocan en baja productividad, bajos niveles salariales, mala alimentación y, de nuevo, desnutrición y enfermedad. 
6. Demograf
ía. Que cada niño viene con el pan debajo del brazo es una idea más popular de lo que se cree. Muchas personas deciden tener más hijos, no importa la pobreza en la que vivan, porque así aseguran un mayor ingreso en la vejez. Pero la realidad es que, a mayor número de hijos, menores las posibilidades de participación laboral de la progenitora que debe cuidar de ellos. Eso implica menos ingresos y, generalmente, más niños trabajando para llevar el pan a sus casas. 
7. Adolescentes gestantes. Cuando una menor de edad queda embarazada, generalmente debe abandonar la escuela para cuidar de su beb
e. Su proceso escolar se atrasa y, a veces se interrumpe definitivamente, lo que deja como consecuencia un acceso limitado al mercado laboral. Los ingresos de una madre adolescente casi siempre están por debajo de la línea de pobreza, lo que repercute en la alimentación y la educación de sus hijos. De esta forma se perpetúa el círculo de pobreza.
8. Uso de tierras. El hambre y la necesidad de ingresos llevan a las personas pobres que tienen una tierrita a darle mal uso.
 
9. Criminalidad y violencia. La falta de educaci
ón y de oportunidades, el no futurode los jóvenes son caldo de cultivo delincuenciales. Cuando quieren dejar la delincuencia, se les dificulta enormemente conseguir trabajo por la falta de experiencia en actividades lícitas. 
10. Identificaci
ón. Algunas personas son invisibles para el Estado porque ni siquiera tienen registro civil o cédula. Eso les impide acceder a todo tipo de servicios sociales. 
Y las municipales, o departamentales:
 
11. Trampa f
ísica y geográfica; 12. Trampa fiscal; 13. Trampa ambiental; 14. Trampa de baja calificación y 15. Desplazamiento forzado.

2011/08/28

Anatomía de la crisis

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PobreEl mejor

Detrás de los sacudones económicos y de los altibajos financieros que están golpeando a Europa y a Estados Unidos, hay una vieja palabra de cinco letras: China.

Desde el siglo XVI, ese mercado gigantesco había sido codiciado por Occidente, y tanto así que Inglaterra declaró las dos “guerras del opio” para obligarla a rebajar los aranceles. Pero la China de Mao volvió a cerrarse, y nadie logró acceder a sus consumidores.
Hasta que Deng tuvo una idea genial: dar acceso masivo a los trabajadores en vez de a los consumidores chinos. Fueron las ciudadelas o “zonas especiales”, con salarios regalados y grandes subsidios para las multinacionales. Y así, con costos hasta diez veces inferiores, China se quedó con todas las manufacturas.
En Occidente, al revés, ganaron los consumidores pero perdieron los trabajadores. Los mercados se inundaron de productos baratos “made in China”; al mismo tiempo sin embargo en Estados Unidos y en Europa aumentó el desempleo, los salarios obreros disminuyeron y, cómo no, el Estado Benefactor se fue volviendo insostenible.
Parte del movimiento sísmico fue amortiguado por tres colchones. Primero, los servicios (finanzas, publicidad, seguros…) de las multinacionales no migraron sino que siguieron prosperando en Occidente. Segundo, la revolución del Internet mantuvo y aumentó la productividad de todo mundo. Tercero, sin riesgo de inflación – con China vendiendo barato- los bancos regalaban el crédito y tuvimos veinte años de prosperidad.
Pero la procesión venía por dentro. Mientras los inversionistas y los trabajadores muy educados se enriquecían junto con los chinos, la gente del común, la clase media-baja de Europa y Estados Unidos siguió de bajada. Y para evitar – o en realidad, apenas para posponer el golpe- estos países hicieron dos cosas: aumentar el gasto público mucho más que los impuestos, hasta llevar la deuda a sus niveles astronómicos; y abaratar los préstamos de consumo hasta llegar a sus niveles irrisorios.
La pita reventó por este lado. En Estados Unidos, el crédito barato produjo una burbuja en la vivienda, que estalló con estruendo hace tres años. La pirámide montada sobre hipotecas chimbas se cayó encima del sector financiero, los bancos se cerraron, y casi que volvemos a la Gran Depresión del 29. De esta, en justicia, nos ha salvado Obama con ayuda de su banquero Bernanke y con sus multi-billonarios esfuerzos de rescate por las vías del gasto estatal y la emisión de moneda a dos manos.
Hasta que la otra pita amenazó reventar, que es lo que está pasando ahora. La deuda pública en Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España, se vuelve insostenible; en Estados Unidos esa deuda se triplica en pocos años. Las bolsas por su parte oscilan bruscamente entre la apuesta de que los gobiernos seguirán sus salvamentos billonarios, y el temor de que esos mismos gobiernos dejen de ser solventes. Un día Europa interviene para rescatar a Grecia y al otro día los bonos del Tesoro pierden grado de inversión, un día se dice que China está frenando y al otro día se anuncia que el crédito será gratis hasta 2013.
China tiene debilidades grandes (desigualdad creciente, daño ambiental, corrupción, dictadura). Estados Unidos está partido en dos, y de pronto no se mueve. Europa está partida en otras dos, y de pronto se fractura. Las luchas sociales se intensificarán en todos los países, para ver quien se evita los costos del ajuste. Pero vendrá una nueva revolución tecnológica, y el capitalismo – si es que se valen las lecciones de la historia- seguirá rebotando de picos en caídas, como lo viene haciendo desde el siglo XVI.

http://www.latarde.com/opinion/columnistas/47118-anatomia-de-la-crisis.html

EXCLUSIF. L'appel de très riches Français : "Taxez-nous !"

Publié le 23-08-11 à 07:14 Modifié à 17:17 103 réactions

Agon, Bettencourt, Margerie, Perdriel, Riboud, Schweitzer... Seize "très hauts revenus" affichent leur solidarité et demandent une "contribution exceptionnelle".

"Nous sommes conscients d’avoir pleinement bénéficié d’un modèle français et d’un environnement européen auxquels nous sommes attachés et que nous souhaitons contribuer à préserver", estiment les signataires de l'appel. (Mychele Daniau - AFP)"Nous sommes conscients d’avoir pleinement bénéficié d’un modèle français et d’un environnement européen auxquels nous sommes attachés et que nous souhaitons contribuer à préserver", estiment les signataires de l'appel. (Mychele Daniau - AFP)

"Nous, présidents ou dirigeants d’entreprises, hommes ou femmes d’affaires, financiers, professionnels ou citoyens fortunés, souhaitons l’instauration d’une "contribution exceptionnelle" qui toucherait les contribuables français les plus favorisés. Cette contribution serait calculée dans des proportions raisonnables, dans le souci d’éviter les effets économiques indésirables tels que la fuite des capitaux ou l’accroissement de l’évasion fiscale.

Nous sommes conscients d’avoir pleinement bénéficié d’un modèle français et d’un environnement européen auxquels nous sommes attachés et que nous souhaitons contribuer à préserver. Cette contribution n’est pas une solution en soi : elle doit s’inscrire dans un effort plus global de réforme, tant sur les dépenses que sur les recettes.

Au moment où le déficit des finances publiques et les perspectives d’aggravation de la dette de l’Etat menacent l’avenir de la France et de l’Europe, au moment où le gouvernement demande à tous un effort de solidarité, il nous semble nécessaire d’y contribuer."

Jean-Paul Agon, PDG de L’Oréal ; Liliane Bettencourt, actionnaire de L’Oréal ; Antoine Frérot, PDG de Veolia Environnement ; Denis Hennequin, PDG d’Accor ; Marc Ladreit de Lacharrière, président de Fimalac ; Maurice Lévy, PDG de Publicis ; Christophe de Margerie, PDG de Total ; Frédéric Oudéa, PDG de la Société générale ; Claude Perdriel, président du conseil de surveillance du Nouvel Observateur ; Jean Peyrelevade, président de Leonardo & Co France ; Franck Riboud, PDG de Danone ; Stéphane Richard, PDG d’Orange ; Louis Schweitzer, président de Volvo et d’AstraZeneca ; Marc Simoncini, président de Meetic, fondateur de Jaïna Capital ; Jean-Cyril Spinetta, président d’Air France-KLM, président du conseil de surveillance d’Areva ; Philippe Varin, président du directoire de PSA Peugeot Citroën.

Retrouvez cet appel dans Le Nouvel Observateur du jeudi 25 août.


http://tempsreel.nouvelobs.com/actualite/economie/20110823.OBS8954/exclusif-l-appel-de-tres-riches-francais-taxez-nous.html

Stop Coddling the Super-Rich


Stop Coddling the Super-Rich


Omaha
Kelly Blair

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OUR leaders have asked for “shared sacrifice.” But when they did the asking, they spared me. I checked with my mega-rich friends to learn what pain they were expecting. They, too, were left untouched.
While the poor and middle class fight for us in Afghanistan, and while most Americans struggle to make ends meet, we mega-rich continue to get our extraordinary tax breaks. Some of us are investment managers who earn billions from our daily labors but are allowed to classify our income as “carried interest,” thereby getting a bargain 15 percent tax rate. Others own stock index futures for 10 minutes and have 60 percent of their gain taxed at 15 percent, as if they’d been long-term investors.
These and other blessings are showered upon us by legislators in Washington who feel compelled to protect us, much as if we were spotted owls or some other endangered species. It’s nice to have friends in high places.
Last year my federal tax bill — the income tax I paid, as well as payroll taxes paid by me and on my behalf — was $6,938,744. That sounds like a lot of money. But what I paid was only 17.4 percent of my taxable income — and that’s actually a lower percentage than was paid by any of the other 20 people in our office. Their tax burdens ranged from 33 percent to 41 percent and averaged 36 percent.
If you make money with money, as some of my super-rich friends do, your percentage may be a bit lower than mine. But if you earn money from a job, your percentage will surely exceed mine — most likely by a lot.
To understand why, you need to examine the sources of government revenue. Last year about 80 percent of these revenues came from personal income taxes and payroll taxes. The mega-rich pay income taxes at a rate of 15 percent on most of their earnings but pay practically nothing in payroll taxes. It’s a different story for the middle class: typically, they fall into the 15 percent and 25 percent income tax brackets, and then are hit with heavy payroll taxes to boot.
Back in the 1980s and 1990s, tax rates for the rich were far higher, and my percentage rate was in the middle of the pack. According to a theory I sometimes hear, I should have thrown a fit and refused to invest because of the elevated tax rates on capital gains and dividends.
I didn’t refuse, nor did others. I have worked with investors for 60 years and I have yet to see anyone — not even when capital gains rates were 39.9 percent in 1976-77 — shy away from a sensible investment because of the tax rate on the potential gain. People invest to make money, and potential taxes have never scared them off. And to those who argue that higher rates hurt job creation, I would note that a net of nearly 40 million jobs were added between 1980 and 2000. You know what’s happened since then: lower tax rates and far lower job creation.
Since 1992, the I.R.S. has compiled data from the returns of the 400 Americans reporting the largest income. In 1992, the top 400 had aggregate taxable income of $16.9 billion and paid federal taxes of 29.2 percent on that sum. In 2008, the aggregate income of the highest 400 had soared to $90.9 billion — a staggering $227.4 million on average — but the rate paid had fallen to 21.5 percent.
The taxes I refer to here include only federal income tax, but you can be sure that any payroll tax for the 400 was inconsequential compared to income. In fact, 88 of the 400 in 2008 reported no wages at all, though every one of them reported capital gains. Some of my brethren may shun work but they all like to invest. (I can relate to that.)
I know well many of the mega-rich and, by and large, they are very decent people. They love America and appreciate the opportunity this country has given them. Many have joined the Giving Pledge, promising to give most of their wealth to philanthropy. Most wouldn’t mind being told to pay more in taxes as well, particularly when so many of their fellow citizens are truly suffering.
Twelve members of Congress will soon take on the crucial job of rearranging our country’s finances. They’ve been instructed to devise a plan that reduces the 10-year deficit by at least $1.5 trillion. It’s vital, however, that they achieve far more than that. Americans are rapidly losing faith in the ability of Congress to deal with our country’s fiscal problems. Only action that is immediate, real and very substantial will prevent that doubt from morphing into hopelessness. That feeling can create its own reality.
Job one for the 12 is to pare down some future promises that even a rich America can’t fulfill. Big money must be saved here. The 12 should then turn to the issue of revenues. I would leave rates for 99.7 percent of taxpayers unchanged and continue the current 2-percentage-point reduction in the employee contribution to the payroll tax. This cut helps the poor and the middle class, who need every break they can get.
But for those making more than $1 million — there were 236,883 such households in 2009 — I would raise rates immediately on taxable income in excess of $1 million, including, of course, dividends and capital gains. And for those who make $10 million or more — there were 8,274 in 2009 — I would suggest an additional increase in rate.
My friends and I have been coddled long enough by a billionaire-friendly Congress. It’s time for our government to get serious about shared sacrifice.

Warren E. Buffett is the chairman and chief executive of Berkshire Hathaway.

http://www.nytimes.com/2011/08/15/opinion/stop-coddling-the-super-rich.html

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