LA MARCHA POR LA SAL DE COLOMBIA
Fotografia de SEMANA
Hace 77 años, un 12 de marzo de 1930, un “fakir sedicioso que sube medio desnudo las escaleras del palacio” , como lo definía el bulldog de Winston Churchill, inicia en la entonces colonia Británica de la India la “Marcha de la Sal”…
Fue una marcha de varios cientos de Kilómetros, hasta llegar al mar, y simbólicamente, tomar agua de éste, para preparar simple sal. Un acto, un símbolo pacifico de rebeldía en contra del arrogante imperio británico, en ese entonces, tal vez el más poderoso del planeta. Ese hombre, delgado, pequeño, que se vestía con una sencillez desbordante, confeccionando sus propia ropa, sería pionero publico de la resistencia pasiva y de la desobediencia civil, dinamizador de las huelgas de hambre, quien se enfrento abiertamente a la lucha armada y predicaba, en general, la no violencia como medio para resistir, etc, todo ello como una expresión de los fidelidad a los dictados de la conciencia, que lo podríamos sintetizar en un lema “ganar influencia moral”…el peso de la moral, de la ética en las acciones de los pueblos y de los poderosos…Ese hombre se llamaba Mohandas Karamchand Gandhi.
Aquí, hace alguna semanas, un humilde profesor de un colegio pueblerino, licenciado en Ciencias Sociales –me enorgullece personalmente que sea mi colega- comenzó la marcha hacia Bogotá (me gustaría saber cómo lo llaman en los clubes Bogotanos…¿desarropado barba de chivo?). Fue una marcha de varios cientos de Kilómetros…y llegó a establecer una carpa en la plaza de Bolívar más importante de Colombia…un símbolo… un acto, un símbolo pacifico de rebeldía en contra de la arrogancia de los violentos en el país…(si, simplemente “la arrogancia de los violentos”, es que la violencia no es sólo la que dispara armas…la violencia es más integral, mas estructural, y por ende hay muchos violentos empoderados que despliegan actos violentos sin que la generalidad de las personas entiendan que son eso: otros violentos, tal vez más peligrosos: al lado de "los violentos abiertos"... ). Ese hombre, se ha convertido en símbolo nacional de la resistencia pasiva y de la desobediencia civil por la paz, ha “ganado influencia moral”...Ese hombre se llama Gustavo Moncayo.
Hace 77 años, un 12 de marzo de 1930, un “fakir sedicioso que sube medio desnudo las escaleras del palacio” , como lo definía el bulldog de Winston Churchill, inicia en la entonces colonia Británica de la India la “Marcha de la Sal”…
Fue una marcha de varios cientos de Kilómetros, hasta llegar al mar, y simbólicamente, tomar agua de éste, para preparar simple sal. Un acto, un símbolo pacifico de rebeldía en contra del arrogante imperio británico, en ese entonces, tal vez el más poderoso del planeta. Ese hombre, delgado, pequeño, que se vestía con una sencillez desbordante, confeccionando sus propia ropa, sería pionero publico de la resistencia pasiva y de la desobediencia civil, dinamizador de las huelgas de hambre, quien se enfrento abiertamente a la lucha armada y predicaba, en general, la no violencia como medio para resistir, etc, todo ello como una expresión de los fidelidad a los dictados de la conciencia, que lo podríamos sintetizar en un lema “ganar influencia moral”…el peso de la moral, de la ética en las acciones de los pueblos y de los poderosos…Ese hombre se llamaba Mohandas Karamchand Gandhi.
Aquí, hace alguna semanas, un humilde profesor de un colegio pueblerino, licenciado en Ciencias Sociales –me enorgullece personalmente que sea mi colega- comenzó la marcha hacia Bogotá (me gustaría saber cómo lo llaman en los clubes Bogotanos…¿desarropado barba de chivo?). Fue una marcha de varios cientos de Kilómetros…y llegó a establecer una carpa en la plaza de Bolívar más importante de Colombia…un símbolo… un acto, un símbolo pacifico de rebeldía en contra de la arrogancia de los violentos en el país…(si, simplemente “la arrogancia de los violentos”, es que la violencia no es sólo la que dispara armas…la violencia es más integral, mas estructural, y por ende hay muchos violentos empoderados que despliegan actos violentos sin que la generalidad de las personas entiendan que son eso: otros violentos, tal vez más peligrosos: al lado de "los violentos abiertos"... ). Ese hombre, se ha convertido en símbolo nacional de la resistencia pasiva y de la desobediencia civil por la paz, ha “ganado influencia moral”...Ese hombre se llama Gustavo Moncayo.
Así, más allá de que “el gamin” que públicamente ha reconocido Uribe que tiene adentro se le haya salido (¿?) en la Plaza de Bolívar –es que eso de hablar de democracia y tener un auditorio que no aplaude todo, como acostumbran los “concejos comunitarios”, es muy diferente a tener un auditorio de contradictores…hay que tener “talante democrático”…para no descontrolarse- el Presidente hizo dos propuestas…interesantes:
1. Si las FARC libera secuestrados, El Gobierno liberará guerrilleros –De las cárceles de Colombia, y con el compromiso de no delinquir-
2. Si las FARC libera secuestrados, habría una “Zona de encuentro para que la paz se firme en 90 días”
La mayoría de quienes hemos estudiado estos procesos con “cerebro de patria”, siempre hemos dicho que es difícil, pero siempre hemos dicho también que el intercambio humanitario, bien manejado, bien orientado, puede ser la verdadera puerta hacia la paz –la paz política, no la integral, pero es una puerta para esa paz integral-. El peso moral alcanzado por Moncayo, se empieza a sentir: y apenas empieza.
Entonces: ¡ADELANTE MONCAYO! ¡POR EL ACUERDO HUMANITARIO! Y ahora ¡POR LA “ZONA DE ENCUENTRO”!
Add: para quienes me escribieron preguntando mi opinión sobre la “sedición” simplemente dos cosas: Ese es el preocupante “talante dictatorial” de Uribe –quiere controlar todos los poderes públicos: igual que una dictadura- y segundo, mi posición es similar a la de la iglesia colombiana (la puede ver aquí)