Mostrando las entradas para la consulta ruido ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta ruido ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

2017/11/05

#VendaCompreSinRuido

Tengo anécdotas. Una eran los carros de paletas, ¿Los recuerdan?, tenían una música especial, todos sabíamos que ahí venían las paletas. Otra son unas palabras de Germán Calle: “Nunca olvidaré que al darle por primera vez en mi vida la mano a los carreteros, hombres y mujeres, eran manos callosas, manos de trabajo, recias, más recias que las de un campesino”. Y así es.
Hace años asimilé las leyes del mercado. Es sencillo, siempre se comprará lo que se venda más barato. La calidad es secundaria cuando el precio es un 100, 200, 300% más bajo que el de un supermercado, hasta de una tienda. Es la explicación de por qué por más de 30 años hemos tenido vendedores en carretas: simplemente porque hay quien les compre: ¿¡Quién no ha comprado a esos precios!?
Alguien saldrá a decirnos que los comerciantes legales, etcétera… y sí, pueden tener razón, así como también saben que el mercado es infalible, la pregunta entonces es ¿Por qué en una misma ciudad los precios del tomate, aguacate, piña, etcétera, son tan abismalmente diferentes? ¿Será porque los comerciantes en calle rompen la “cadena de intermediarios” que es donde se queda gran parte del precio que pagamos? ¡No me digan que son los impuestos, pues la diferencia es enorme! ¿Y entonces? ¿Habrá algún comerciante formal que sea capaz de vender en masa a esos precios? ¡Ahí hay un negocio!...
Estimados comerciantes en calle que venden tan barato en sus carretas: son ustedes valorados por centenas, y miles de personas; ¡son ustedes apreciados!, ¡se les quiere!... ¡Y creo que los podemos estimar, valorar, y querer más!… ¿Cómo?... Sencillo… ¿Usted se ha dado cuenta que una cosa eran los megáfonos del 2002 y otra los que hay ahora 15 años después? ¿Si ha notado la diferencia?... ¡Fácilmente son 15 veces más ruidosos!... Mi estimado, un megáfono antes a duras penas se oía a metros, ahora se oye a 2, 3, 4 cuadras…Amigo, usted pasa por casas y edificios donde hay enfermos que necesitan descanso, gente estudiando, tratando de dormir, con dolor, etcétera, y me imagino que usted sabe que el ruido enferma: y megáfonos pasando cada 10, 15, 30 minutos… enferman a cualquiera, ¿Cierto?
Amigo carretero, con esos precios, usted, seguro va a seguir vendiendo: Entonces ¿ruido pa' qué? ¿O será que le colocan música, como hacia el señor de las paletas?
POR AHORA: La construcción sobre La Dulcera en la 14 está destapando la CONTINUA destrucción de nuestras quebradas y río Otún por aquellos que piensan en dinero+dinero+dinero… ¿Y qué hábitat van a dejar a hijos y nietos?
martes 3 octubre 2017

2011/06/19

PROCESOS SOCIALES, CLIENTELISMO Y CHANTAJES

1. los procesos sociales distan de ser una construcción mecánica de cosas, son tan complejos como los seres humanos involucrados

2. Si esos procesos sociales estan ade+ cruzados por viejas prácticas asociadas al clientelismo (Politiqueria) son + difíciles.

3. Las relaciones entre funcionarios estatales y ciertos "dirigentes" general/ estan pervertidas por acciones de compra/chantaje

4. La compra del funcionario está asociada a "evitar el ruido" , la de "ciertos dirigentes" a chantajearlos con "hacerle ruido"

5. El funcionario, con los dineros públicos, generalmente cede al chantaje:absurdo:despilfarra para "evitar que lo empapelen"...

6. Cuando se llama a un 3o, mediador, entre funcionarios estatales y ciertos dirigentes, tratan de meterlo en el compra/chantaje

7. Los terceros, a veces preferimos que nos "empapelen" a caer en el juego del chantaje despilfarrador.

Publicados en http://twitter.com/#!/OrlandoParraG el Domingo 19 de Junio del 2011

2014/07/16

¿Ciudadanía?

¿Ciudadanía?

@orlandoparra
g ciberplural@gmail.com
…“Ni siquiera me atrevo a preguntar en qué momento nos hacemos conscientes de lo público; y por ese camino, bien lejos estamos entonces, de aprehender qué es el espacio público. Si se nos dificulta ser ciudadanos, cómo vamos a asimilar qué es lo público y, peor, el espacio público. Tal vez ese es el meollo del asunto.
  ¿En qué momento nos hacemos ciudadanos? Es torpe decir que sucede cuando recibimos una tarjeta laminada con un número de identificación y nuestra foto, la cédula de ciudadanía que llaman. Algunos son ciudadanos desde antes y otros mueren sin haber sido ciudadanos nunca.
  Este tema tiene que ver con el otro, con el reconocimiento del otro: yo reconozco que existo en la medida en que me reconozco a mí mismo como otro. En este orden de ideas, se es ciudadano cuando se comienza a reconocer que en la ciudad existen otras personas; que además de mis padres, de mis hermanos, de mi familia cercana, hay otras personas que merecen igual respeto y valoración.
Se es ciudadano, entonces, cuando yo comienzo a valorar al otro –por eso algunos nunca lo han sido, ni son, ni lo serán, porqué solo piensan en sí mismos y si mucho en su sangre–. Solamente soy ciudadano cuando comprendo que el otro tiene derechos y deberes como yo; y en esa medida, comprendo que me debo entender con el otro en lo público: el escenario donde las otredades, incluida la mía, se deben encontrar para articularse.
Cuando una persona maneja con absoluta irresponsabilidad un auto; cuando es un peatón irresponsable; cuando orina o hace popó en la calle; cuando irrespeta una fila; cuando hace ruido sin importarle sus vecinos; cuando tiene un local comercial que además de vender licor ‘idiotizante’, el ruido se oye a media cuadra; cuando tira basura a la calle, pisa los jardines públicos (que hace rato desaparecieron, por cierto); cuando cría perros o gatos sin ninguna responsabilidad sobre ellos (es decir, los malcría); cuando nunca controla a los hijos, o peor: los controla a las patadas; cuando es empleado/contratista público, pero para usar al público y los bienes a su favor; cuando daña teléfonos públicos; cuando es un mentiroso tributario o miente en casi todo lo que implique algún control; cuando usa la ley del embudo: lo ancho para mí, lo estrecho para los demás; cuando cree que tiene todos los derechos para sí mismo y todos los deberes para los demás; etc., etc., etc…¡¿Qué tiene de ciudadano?! Mírese un poco, amable lector, y mire qué tan ciudadano es, ¡sin echarse cuentos!
Hay una visible falta de cultura ciudadana porque hay una carencia de ciudadanía. Y eso es porque en América Latina, desde la época de la Colonia, cuando apenas surgía el lema de “libertad, igualdad, fraternidad” –que, sin una, cabe destacar que las otras dos nunca funcionan–, nos inventamos el “hecha la ley, hecha la trampa” …”
(Apartes del ensayo Espacio, Comercio en calle y...¿Ciudadanía? para el libro Espacios Públicos Ordenados de la ESAP)

2017/11/05

Desnarcotizar la policía

¿Qué hacía la policía combatiendo guerrillas? ¿Esa función es del ejército?...
Las sociedades cambian, muy lentamente, pero cambian, y la función de sus instituciones también. Un ejemplo son las violentas sociedades Vikingas: Suecia, Noruega, Dinamarca, que hoy son modelos de convivencia pacífica.
Como en la Cueva de Platón, el día a día nos torna tan mecánicos que poco nos damos cuenta de los cambios. Señores hay una guerrilla de 50 años que se desmovilizó, hay otra que lo hará, y una enorme Bacrim que se quiere entregar, vamos cambiando, mejorando, y como tal el valioso ejercicio de nuestra policía YA está cambiando. El reto es que en su interior, su cultura corporativa, sus valores, sus símbolos, ritos internos, la PONAL también cambie… seguramente lo harán: son juiciosos. Ya está en marcha el Modelo de Transformación Institucional MTI, dónde el nuevo código nacional de policía cumple un papel fundamental y establece que la prioridad es la convivencia ciudadana, regresando así nuestra policía a su mandato constitucional: “asegurar que los habitantes de Colombia CONVIVAN en paz”.

Tal vez lo más complejo en ésta evolución va a ser que en el cerebro y el corazón de muchos miembros de la PONAL se asuma que la prioridad ha dejado de ser la guerrilla y que cada vez será menos el narcotráfico: es un reto para un proceso que inicia en las escuelas de formación. Seguramente la cultura interna los regresa mecánicamente a esa prioridad –se ve en los boletines: centrados aún en el micro y el narcotráfico-… la pregunta es: cuando el Presidente de la República, otros expresidentes, etcétera insisten en que esa guerra fracasó –y es un hecho: cada vez hay más consumo externo e interno- ¿qué hace un cuerpo que esencialmente está para la CONVIVENCIA centrando sus recursos físicos y humanos en la lucha contra el narcotráfico? ¿Será hora de asignar sólo los recursos que fueren pertinentes para ello? Quizás hay que combatir el narcotráfico con otras estrategias ¿por ejemplo más inteligencia? ¿Será que la claves es fortalecer el ejercicio civil de la prevención del consumo?
Sobre esa base, cada efectivo de la PONAL necesita interiorizar que todo aquello que atente contra la CONVIVENCIA en las ciudades y los campos es su tarea. Esa es la nueva policía, que necesitamos para la nueva Colombia que va naciendo.
POR AHORA: Una invitación a unirnos a la campaña #CompreVendaSinMegáfonos… Bienvenidos los sorprendentemente bajos precios de las verduras de los comerciantes en calle, sí, pero SIN RUIDO.
martes 26 septiembre 2017

2012/01/03

Ser gobernante nunca será fácil.


El balance de Israel

Correo electrónicoImprimirPDF
Valoración de los usuarios: / 2
PobreEl mejor 
Conozco el alcalde saliente desde las épocas de la FESER, por allá en los 80. Y lo trato habitualmente desde 1992, cuando colindábamos oficinas en Desarrollo Comunitario Municipal. En los escenarios electorales hemos estado cerca y lejos.
Orienté la recta final de su primera campaña en 1997. Luego fui candidato por cuenta propia.Vi con simpatía su aspiración a la alcaldía, pero opté por la propuesta más cívica de Martha Elena. Somos amigos: Un hombre sencillo, nada de exaltaciones, de egos elevados.
Existen varios tipos de ciudadanos: Para un empresario, lo importante es la actitud que asuma el alcalde frente a la economía, la seguridad, etc. Para un habitante popular, la clave es el compromiso con los más necesitados, subsidios, jardines infantiles, etc. Para la clase media, es la actitud frente a lo público: honestidad,  cultura ciudadana, etc. Cada sector tiene líderes con intereses colectivos (y personales…) cuya atención genera una micro gerencia desgastadora y delegable… Ser gobernante nunca será fácil.
Iniciemos diciendo que lunares siempre los habrá. Nadie es perfecto. El fundamental fue haberse dejado enredar por Gerentes (con juntas directivas) y Secretarios con dudosas actitudes, algunos denunciados por el Intergremial, otras, por personas del común: Debieron haber salido de su administración, así hubiera tocado indemnizarlos. La calificación ( pág. 67) hubiera mejorado en Ruido, Escombros, Contaminación Visual (3,0); Basuras, Contaminación aire, falta de arboles (3,1) si esas tareas, la mayoría en manos de la secretaria de “desgobierno”, las hubiera asumido, y sacado de la politiquería, un Instituto Municipal de Promoción y Defensa del Espacio Público; coligado queda pendiente la cultura ciudadana (Pág. 85 a 89). Ya desde mi visión, se falla al insistir en la construcción de vías para ese 11% con carro particular: la salida es privilegiar el transporte público, masivo y de calidad.
Empero, es muchos más, lo positivo. Le correspondió a Israel un durísimo periodo de “vacas flacas” y desempleo: ¿Lo enfrentó?, Si: la tasa bajó de ese 21% del 2010, obviamente a Vásquez le corresponde concentrase por 4 años en romper esa constante histórica del desempleo, por ejemplo queda una tarea: sólo el 19% de los jefes de hogar pasan de la formación en secundaria, lo cual alerta sobre la calidad de mano de obra. En seguridad, tenemos los menores índices de homicidios en 25 años. La gestión social se notó. La gestión en pos de los mega jardines, los 5 mega colegios quedaran como impacto a corto, mediano y largo plazo: son “la obra” de éste alcalde. Habrá que desarrollar procesos estructurales para ese 38% de hogares sin casa propia, pero se hizo una enorme tarea en vivienda ; El estadio; etc.
El balance de Israel Londoño ya lo hizo la ciudadanía: Su imagen positiva es de 7 sobre 10, un  escaso 22% descalifica su gestión. (Págs. 102-4 de Pereira Cómo Vamos 2011). Su nota final es “S” de  “Sobresaliente”. Vásquez, mediando Dios y el universo, lo hará  igual o mejor.

2011/07/18

Carta abierta a Alfonso Cano

Carta abierta a Alfonso CanoPDFImprimirE-mail
de: http://www.razonpublica.com/index.php/component/content/article/167-articulos-recientes-/2213-carta-abierta-a-alfonso-cano.html

Artículos Recientes
Lunes, 11 de Julio de 2011 04:54

Una carta personal, serena y balanceada al comandante de las FARC, donde se exploran uno por uno sus argumentos históricos y sus razones actuales para justificar la lucha guerrillera. Esta misiva franca pero respetuosa y algo extensa sin duda es de lectura obligatoria para quienes piensen que la guerra debe proseguir y para quienes todavía buscan una salida negociada al conflicto interno que vivimos desde hace medio siglo.

Personas de carne y hueso
Comandante Cano:
Me dirijo a usted apoyado en dos razones.
La primera es la circunstancia de haberlo conocido personalmente y de haber interactuado como miembros de la Juventud Comunista. Estudiamos en la misma facultad de la Universidad Nacional; es cierto, Usted entraba cuando yo egresaba del pregrado.
La última vez que hablamos brevemente fue durante mi visita al Campamento del Secretariado de las FARC del 26 al 29 de febrero de 1986, en las postrimerías del proceso de paz que comenzó en 1982. Llegamos allí con la colega de la Universidad Nacional Rocío Londoño, quien había iniciado su investigación sobre el dirigente campesino Juan de la Cruz Varela y estaba interesada en conocer la visión de Manuel Marulanda y de Jacobo Arenas sobre Varela.
También conocí a Joaquín Gómez en Moscú cuando adelantaba su carrera en la Universidad de la Amistad de los Pueblos, y yo el doctorado en la Universidad de Moscú. Me impresionaban su disposición sencilla, su talante festivo.
Al comandante Pablo Catatumbo lo aprecio, podría decir, como colega: recuerdo algunas conversaciones sobre historia de Colombia durante mi visita a la sede del Secretariado. Aparte de su evidente erudición histórica, mostraba una preocupación muy típica de la profesión: la necesidad de las fuentes de información, de conservarlas y recuperarlas mediante la investigación. Me habló con preocupación del archivo de las FARC o al menos de la documentación que no estaba organizada, sistematizada, sino apenas conservada. Me he preguntado luego: ¿Se ha preservado aquella documentación tan valiosa para la historia contemporánea de Colombia?
Recuerdo también un encuentro con Iván Márquez en una larga conversación donde tomó parte Daniel Pecaut, una tarde reverberante en Florencia en los tiempos del Proceso de Paz de La Uribe. Entonces Iván ejercía como miembro del Congreso de la República en representación de la Unión Patriótica. Habíamos compartido afanes en la lucha estudiantil con quien se convertiría en el comandante París en las filas de las FARC.
A Usted, a los dirigentes que he nombrado, no los podría ver a través de los prismas construidos por la propaganda de los medios de comunicación. Tampoco los asumo en la condición de héroes, aunque he admirado su decisión de tomar riesgos y afrontar sacrificios en defensa de una concepción social y política. La imagen que de Ustedes tengo es la humana que guarda mi retina, asociada con el intercambio en actividades o discusiones políticas. En efecto Ustedes fueron gente de estudio y dirigentes políticos urbanos antes de convertirse en cuadros militares.
Los colombianos necesitan entender el por qué de la guerra
La segunda razón para esta carta es que he pensado hace mucho sobre la necesidad que objetivamente tendría el ciudadano corriente de conocer la argumentación de las FARC, y de sopesar tanto su visión del país actual como sus propuestas hacia el futuro.
Durante años he sido profesor e investigador de la historia contemporánea de Colombia, y en los últimos quince años he dedicado también esfuerzos al estudio de América Latina. Subrayo: no soy experto en las FARC, pero dada la época de la que me he ocupado, he tenido que leer y reflexionar sobre el Conflicto Interno por cuanto es parte inseparable de nuestra historia. Por supuesto en estas líneas está incorporada mi sensibilidad de ciudadano atento a las cosas del bien común.
La intención primordial del grupo de intelectuales que, junto con la senadora Piedad Córdoba, le escribió a ustedes una carta era iniciar un intercambio epistolar más allá de las diatribas y la estigmatización. Debo reconocer que tal objetivo cedió ante las urgencias del momento y se extravió en los quehaceres ciertamente necesarios del intercambio humanitario.
Creo que sigue siendo válido insistir en un intercambio epistolar de esta naturaleza, el cual tendría sentido independientemente de los avatares de la guerra y de las dificultades políticas y técnicas que rodearían una tal comunicación. Un intercambio de cara a la opinión pública y donde puedan participar quienes quieran hacerlo y crean que la palabra razonable mantiene su fuero aún bajo las circunstancias más adversas.
En la coyuntura de Colombia y en la fase actual del conflicto interno es por demás necesario y oportuno profundizar la reflexión sobre el mismo y abrir la discusión amplia y democrática, bien sobre la inevitabilidad de la guerra o bien sobre las posibilidades de la paz.
Malos augurios
Hace pocos días el almirante Edgar Cely, comandante de las Fuerzas Militares (Declaraciones para Caracol Radio, junio 15 de 2011) refiriéndose a la confrontación con Ustedes afirmó: “Este es un momento histórico, tenemos que estar unidos; estamos en los veinte metros finales más importantes”.
Pero tan preciso acotamiento de distancias militares no convence ni al mismo personaje que lo ha fijado. En el mismo reportaje había dicho el almirante, aludiendo a las acciones recientes de las FARC: “Cambiaronsu estrategia y ahora están generando una situación que entendemos perfectamente, pero nosotros también estamos cambiando nuestra estrategia” (énfasis añadido). Pues bien: cuando se habla o cuando se proyectan estrategias, estamos refiriéndonos a un período más largo del que tomaría recorrer esas cortísimas distancias.
Por su parte en el reportaje que el periódico español Publico.es difundió el mismo día de las declaraciones del almirante Cely, Usted, comandante Cano, advirtió: “Mientras no aboquemos seriamente, entre todos, la búsqueda de soluciones a los problemas estructurales del país, la confrontación será inevitable. Unas veces más intensa, otras no tanto. En algunos momentos con la iniciativa militar del Estado, en otros con la iniciativa popular, en una trágica ciclotimia que debemos superar, inteligentemente, con grandeza histórica”.
Lo que el párrafo deja en pie es la mención a la “trágica ciclotimia” y esto nos lleva a entender que para Usted la paz sigue siendo lejana, o que estamos abocados a seguir en una curva de confrontación sin término y donde no se asoma todavía algún futuro esperanzador para los colombianos. Aunque parezcan modestas hay novedades que exigirían especial reflexión.
En su reportaje resulta muy limitada su referencia a la Ley de Víctimas, a cuyo proyecto Usted le había prestado mayor consideración en el video difundido por Anncol en enero del año en curso. Al respecto permítame una breve digresión. Sobre el sentido político de esta ley hablan tanto la criminal ofensiva que se ha puesto en marcha contra los restituidos como también el coro de voces de latifundistas y ganaderos tradicionales, inversionistas agrícolas y de sus voceros políticos que la presentan como violación al sagrado derecho de la propiedad privada y golpe a la “confianza inversionista”.
Los asesinatos buscan disuadir a los campesinos empeñados en recuperar sus tierras de proseguir con el movimiento, al tiempo que se proponen apartar a las autoridades de su acción para la aplicación de la ley. Ya antes el país ha sido testigo del desarrollo de ofensivas y campañas de esa índole cuando se ha ensayado poner en marcha políticas agrarias de orientación progresista. Yo me pregunto hoy, Comandante, ¿Volverán tales sectores a imponer de nuevo su designio?
Los argumentos históricos de las FARC
Quisiera referirme a enunciados de las FARC que unas veces se encuentran formalizados programáticamente y otras veces se reiteran de modo más informal en reportajes y declaraciones concedidos por Usted o por sus compañeros del Secretariado, como aquellos que se han conocido durante los últimos meses.
Se trata de fórmulas verbales que en el discurso de las FARC se asumen como axiomas o sentidos comunes. Yo quisiera abrir sólo algunos de tales códigos hasta ahora cerrados, para hacerlos objeto del intercambio dialéctico.
Comienzo por los argumentos sobre el origen del movimiento armado.
La Autodefensa campesina original
Un primer enunciado reza: la lucha armada en Colombia no nació por decreto de nadie; fue la respuesta popular a la violencia de latifundistas y ganaderos amparados por un régimen político antidemocrático y excluyente.
En principio la afirmación es verdadera, pero a mi juicio hace falta seguirla con distancia crítica en su desarrollo. Sin duda en 1949 y en algunas regiones donde venían consolidándose los movimientos de colonos y campesinos, resultó inevitable organizar la autodefensa armada, no ya en defensa de la tierra sino de la vida misma. Pero ya en la primera pausa de “La Violencia” en 1953, había motivos para plantearse la reorganización de un movimiento agrario que, por ejemplo en el Sur del Tolima, venía trabajado con vigor desde mediados de los años treinta. No sobra recordar que en Chaparral, el Partido Socialista Democrático (denominación temporal del Partido Comunista) había tenido ya dos concejales campesinos, uno de ellos el legendario Isauro Yossa.
Pero la reorganización del movimiento campesino no ocurrió. Al contrario cundió el desconcierto y se prolongó la confrontación con antiguos combatientes liberales que respondieron de manera aún más enconada y en efecto agravaron la violencia.
Marquetalia: el viraje
Permítame hacer memoria del hecho crucial que Ustedes con razón han celebrado como el hito fundacional de las FARC. Ese hecho comenzó con la agresión a los pobladores de Marquetalia por parte del Ejército apoyado por fuerzas de Estados Unidos mediante el tristemente célebre Plan LASO. La respuesta que allí se dio era inevitable y la hazaña de los colonos y campesinos quedará inscrita en los anales de la lucha del pueblo colombiano. Analizando aquella coyuntura, Pierre Gilhodés escribió que entre 1964 y 1965 el Ejército colombiano “se inventó un enemigo”, dado que previamente no había una actividad militar en esa avanzada de la colonización.
Luego una decisión de los colonos llevó a convertir las autodefensas en guerrillas. En 1966 el X Congreso del Partido Comunista mediante otradecisión le dio contenido estratégico a la lucha armada guerrillera al adoptar la política de combinación de todas las formas de lucha como su teoría y su práctica.
El paro cívico del 77 y la oportunidad perdida
Sólo menciono otro momento crucial. La escogencia de una opción sería decisiva para iniciar otra etapa de la lucha guerrillera y por lo mismo otra fase del conflicto interno en Colombia. Se trata, comandante Cano, de la lectura del Paro Cívico Nacional (PCN) del 14 de septiembre 1977 que hicieron la dirección de las FARC y la mayoría de la izquierda.
Aquella fue una protesta formidable, un capítulo de la historia de la muchedumbre política en Colombia. Pero muchos concluyeron, de manera subjetiva, que se acercaba la hora de hacer confluir la movilización cívica con la acción armada de la guerrilla, en un formidable torrente insurreccional que resultaría irresistible. Recordará usted que el M-19 fue la guerrilla que de manera más acelerada readecuó su acción a esa previsión. Las FARC concluirían su aprestamiento para actuar de forma más ofensiva en la VII Conferencia que tendría lugar en 1982.
Aún me sigue sorprendiendo que el establecimiento colombiano hubiera llegado a la misma conclusión, pero en dirección contraria: El PCN habría sido un intento de insurrección cuya reedición debía evitarse a toda costa. El presidente Turbay Ayala y el ministro de Defensa, general Camacho Leiva, desarrollaron entonces una ofensiva brutal y desinstitucionalizada en defensa de las instituciones.
La derecha y la izquierda asimilaron el PCN desde sus propias matrices de pensamiento y no pudieron o no quisieron entender lo que aquel acontecimiento había significado realmente. La polarización del país ganó terreno al tiempo que la presencia de las mafias narcotraficantes se hacía sentir en la economía, la sociedad y la política. Esta coincidencia de fenómenos resultaría trágica.
La izquierda hubiera debido estudiar el Paro y la serie de los paros cívicos locales que habían tenido lugar entre 1957 1977. A mi juicio, era necesario ajustar la política a la primacía de los escenarios urbanos y adecuarla a la cultura política que había reflejado aquella protesta multitudinaria contra el alto costo de la vida. El camino escogido fue insistir en las mismas estrategias de antes y darles la espalda a las nuevas realidades.
Sumapaz y Viotá: un modelo alternativo
En la historia colombiana se encuentran modelos de lucha armada, que Usted conoce bien, donde la guerra terminó sin pasar por una derrota de los combatientes. Aludiré a uno de ellos, uno especialmente pertinente porque tuvo su origen por la misma época y dentro de la misma matriz política donde nacieron las FARC. Me refiero al movimiento campesino encabezado por Juan de la Cruz Varela en Sumapaz y Oriente del Tolima.
En esas regiones los campesinos tomaron las armas a finales de 1949, combatieron eficazmente contra la policía y las bandas al servicio de los gamonales y caciques conservadores hasta 1953. En octubre de ese año entregaron las armas en Cabrera y se reincorporaron a sus parcelas. Volvieron a ser objeto de persecución sangrienta y nuevamente fueron a la lucha armada en defensa de la vida. Hasta el Sumapaz llegó la honda del la campaña militar desencadenada por el gobierno de Rojas Pinilla entre noviembre de 1954 y mediados del año siguiente contra el movimiento agrario del Oriente del Tolima, conocida como la Guerra de Villarica.
Cuando la Junta Militar que sustituyó a Rojas en 1957 pintó algunas posibilidades de paz, Varela entabló conversaciones y presentó un pliego de demandas que fue aceptado por el gobierno. Años después él mismo evocaría aquel breve período de paz en los siguientes términos: “Las tropas fueron retiradas, nos dieron todas las garantías, salíamos a los pueblos, convivíamos con el Ejército, con la policía y las autoridades. Es un reconocimiento de honor al mérito, porque parecía que nunca hubiéramos estado en guerra” (Rocío Londoño Botero, Juan de la Cruz Varela. Sociedad y política en la región de Sumapaz (1902-1984),Bogotá: Universidad Nacional, 2011, p.570).
Los campesinos volvieron al trabajo en sus propiedades. No se trató ciertamente de una marcha bucólica. Las bandas de terratenientes causaron asesinatos, ocasionaron víctimas y atropellos económicos, pero los campesinos se quedaron, no permitieron el despojo de sus tierras. En ello jugó un papel decisivo el hecho de que los campesinos hubieran podido mantener la organización y la movilización de la gente.
También por los tiempos de “La Violencia” de 1946 a 1964, el movimiento agrario de Viotá negoció acuerdos para el Tequendama, que hicieron de esta región una comarca de paz en medio de la guerra. Debo anotar además que tanto en Sumapaz como en el Tequendama, el Partido Comunista respaldó las alternativas de la paz. Estos casos merecen ser estudiados con detenimiento en el momento actual cuando no obstante el ruido de los tambores de la guerra la paloma de la paz intenta levantar su vuelo.
Comandante Cano, si bien no desconozco que el origen y el desarrollo de los conflictos sociales obedecen a razones objetivas y a causas estructurales, por otra parte subrayo el papel de las decisiones o de las escogencias entre alternativas políticas que llevan a cabo las partes en el conflicto. Si destaco el resultado de escogencias de caminos distintos del que hasta hoy han transitado las FARC, lo hago en virtud de aquella sabiduría elemental según la cual las cosas que comienzan por voluntad de las personas también pueden acabarse por voluntad de las personas.
Paso ahora a conversar, si me disculpa Usted esta ya larga misiva, sobre las razones sobre las cuales las FARC ponen el mayor énfasis para insistir en la lucha armada bajo las circunstancias actuales de Colombia.
Pobreza y desigualdad acuciantes
Comienzo por los factores que harían inevitable la acción armada: las causas estructurales como la pobreza, la monstruosa desigualdad en la distribución del ingreso, la inconmovible concentración de la propiedad sobre la tierra, la imposibilidad de las mayorías para acceder a una educación de calidad o a los servicios de salud….
Por supuesto la lucha armada hunde sus raíces en este océano de privaciones e iniquidades. Creo que pocos negarían la validez del argumento. Paradójicamente los militares que pusieron en marcha la maquinaria de guerra contra campesinos y colonos a mediados del decenio de 1960 introdujeron en el mundo oficial lo que el general Ruíz Novoa, Ministro de Guerra llamó entonces las causas estructurales de la subversión y que en el decenio de 1980 otro general, Landazabal Reyes Ministro de Defensa denominó como los “factores objetivos” de la violencia.
Pero aunque el argumento sea tan convincente en términos éticos y en términos lógicos, no deja, Comandante, de mostrar grietas cuando se lo somete a ciertas preguntas críticas y en el contexto concreto de Colombia.
Preguntas inquietantes
Sin contar sus años de actividad como autodefensa campesina, las FARC ya tienen 47 años de existencia. Es pertinente preguntar: ¿Cuáles son los beneficios que esta lucha abnegada de tres generaciones de hombres y mujeres guerrilleros le han traído a Colombia? ¿Cuáles grupos de trabajadores rurales o urbanos han logrado conquistas socialesduraderas por obra de las FARC durante este medio siglo? Más allá de los recursos polémicos, no descarto que Usted, Comandante, disponga de respuestas que yo ignoro y que sería del más alto interés para todos conocer.
La utilización del Conflicto
En este punto debo aludir al uso del conflicto interno por parte de los sectores dominantes para impulsar sus propios intereses económicos, sociales y políticos. Es evidente que los señores de la guerra, los paramilitares amparados por sectores de las Fuerzas Armadas y otros actores legales o ilegales opuestos al interés de los trabajadores y de las fuerzas democráticas se benefician de maneras muy distintas de la existencia y la prolongación del conflicto interno en contravía de los cambios que las FARC se propusieron desde su creación. Hay en especial razones para pensar que el fenómeno Uribe se gestó en el contexto del con razón llamado “síndrome del Caguán”, un fenómeno político – emocional que arrastró a la mayoría de la opinión y la puso en manos de la extrema derecha.
La parapolítica, cuyo camino fue abierto por el paramilitarismo contrainsurgente y mafioso, ha sido el mecanismo más eficaz de reclutamiento de un nuevo personal político. Esa clase política accedió a las esferas de la dirección del Estado y de los partidos, creó sus redes de neo-clientelismo, e indujo a un nuevo balance de las participaciones regionales en el aparato del Estado.
Los apoyos populares de las FARC
Comandante: no tengo duda que a lo largo de su historia las FARC han contado con bases sociales de apoyo. En regiones enteras han sido el único Estado para la población excluida del acceso a bienes y servicios. A la larga se admitirá que por la acción de la insurgencia grandes regiones que por largo tiempo fueron periféricas han entrado paradójicamente en el proceso de la integración nacional. El hecho de que Colombia haya sido un país de colonizaciones y que aún en el siglo XXI haya frontera agraria abierta constituye uno de los fundamentos para entender la sociología de la guerrilla.
También entre las mayorías pobres de las grandes ciudades hay sin duda sectores que apoyan la lucha armada y personas de otros medios sociales que lo hacen por motivos políticos o ideológicos.
De aquí se siguen al menos dos grandes consecuencias. Por una parte no parece realista ni sensata la política de exterminio que proclaman o reclaman algunos sectores. Por otra parte no sería posible que el movimiento guerrillero acepte poner fin al conflicto interno mediante el trámite de una simple reinserción.
Apoyo insuficiente para lograr los cambios
Señalado lo anterior, debo añadir que el balance objetivo de los apoyos sectoriales y regionales al actuar de las FARC no constituye la base sociopolítica que les permita a las FARC encabezar el vasto movimiento político de las masas urbanas y rurales que se hace necesario para lograr cambios profundos en Colombia.
Las potencialidades de transformación que los movimientos armados han podido crear en su larga historia germinarán solo cuando ellos logren ser parte efectiva y por tanto creíble de un movimiento democrático por la paz. Por supuesto: la salida negociada del conflicto no significará el cumplimiento automático de los cambios, pero sin duda contribuirá a crear las condiciones para que la gente luche por ellos de manera políticamente más efectiva y humanamente más constructiva.
El conflicto y la interferencia de Estados Unidos
Comandante: las FARC desde un comienzo reclamaron el desarrollo soberano de Colombia y en especial se opusieron a nuestra subordinación inveterada respecto de Estados Unidos. Pero, otra vez, los sectores dominantes han usado el conflicto para afianzar su alienación irrestricta con los intereses económicos y geopolíticos de ese país.
Cuando el segundo gobierno de Uribe estableció el Acuerdo de Cooperación Militar con el pretexto de combatir “el terrorismo”, el embajador de Estados Unidos William Bronfield trató de tranquilizar a quienes se alarmaron o indignaron, al decir que no se trataba de algo nuevo sino de renovar un acuerdo anterior. Ese acuerdo no era otro que el Pacto Militar Bilateral firmado el 17 de abril de 1952. Tal ocurrencia bien podía tomarse como un desplante cargado de cinismo, en tanto el Pacto del 52 fue un acto de vergonzosa sumisión al interés militar de un país extranjero; corrían los tiempos de la participación de Colombia en la aventura de Estados Unidos en Corea.
No quisiera que esta reflexión mía se tomara como un reclamo al movimiento armado por no haber logrado la adopción de una política internacional independiente. En todo caso esta sería una responsabilidad que trasciende a los alzados en armas. Pero a mi juicio el que Colombia cuente con “la guerrilla más antigua del mundo”, como suele decirse, tampoco ha servido para disminuir la dependencia frente al imperialismo.
Asesinato de los opositores: el exterminio de la Unión Patriótica
Comandante Cano, me refiero ahora a un punto que suele paralizar la discusión con quienes defienden la continuidad de la lucha armada: se trata del asesinato o la persecución de quienes han hecho dejación de las armas por parte de sectores del Estado, de sicarios al servicio de terratenientes, ganaderos, empresarios u otras fuerzas de derecha.
Esta en realidad es la expresión aguda de la intolerancia inscrita en el sistema político colombiano respecto de las corrientes alternativas o de izquierda que pretenden irrumpir en la escena política o impulsar los movimientos sociales.
En su ya mencionado reportaje para Publico.es, recordó Usted la serie bicentenaria de líderes populares que han sufrido la violencia y que va desde el atentado al Libertador hasta los asesinatos de Jaramillo Ossa y Cepeda Vargas, para concluir de manera lapidaria: “Porque en Colombia a la oposición democrática y revolucionaria, la asesina la oligarquía. La masacre de la Unión Patriótica es la muestra palmaria.”
¿Quién podría sensatamente negar que la anterior afirmación tiene bases muy ciertas?
Y sin embargo una vez más es necesario abrir las fórmulas cerradas. La Unión Patriótica fue víctima de una alianza conformada por sectores de las Fuerzas Armadas, mafias del narcotráfico, gamonales políticos y paramilitares. Pero estas fuerzas contaron a su favor con el hecho de que la UP, surgida por convocatoria de las FARC, es decir por un movimiento guerrillero que hacía parte de un proceso de paz, tuvo que cargar con el fardo de sostener la política de combinación de todas las formas de lucha.
Me parece que en la encrucijada de 1984 se planteaba la disyuntiva: o bien se profundizaba el proceso de paz y la guerrilla se transformaba en una fuerza política sin apoyaturas militares, o bien se continuaba con la acción insurgente renunciando a la creación de una organización política legal.
Usted mismo ha insistido desde hace ya tiempo en un tipo de organización política distinto y por definición, ilegal, lo cual, conceptualmente al menos, tiene más coherencia que la fórmula de 1984.
El intento de sentarse en dos sillas a un mismo tiempo fue una decisión inevitablemente utópico-catastrófica. No soy tan ingenuo para pensar que los exterminadores de la UP se hubieran convertido en palomas de la paz o en defensores de Derechos Humanos ante la decisión de renuncia a las armas por parte de los insurgentes. Sin embargo considero que amplios sectores políticos y corporativos del país se hubieran constituido en dique de contención frente a esa alianza siniestra. Guiados por la ética, o aún por pautas mecánicas del principio de justicia, hay fuerzas de opinión considerables que en casos semejantes han jugado en defensa de quienes optan por dejar las armas.
El M19: las respuestas del gobierno y de la opinión
Quizá, comandante Cano, sea pertinente recordar acá que en los acuerdos preliminares entre el M-19 y el gobierno Barco se adoptaron compromisos que luego fueron parte del proyecto de reforma constitucional que debatía el Congreso en 1989. El gobierno se vio obligado a retirar el proyecto por la inclusión del tema de la extradición que auspiciaron las mafias. Pero si entonces el presidente no estuvo en condiciones de cumplir, los votantes resarcieron al M-19: primero en las elecciones al Congreso de 4 de marzo de 1989 y luego, más ampliamente, en las elecciones a la Constituyente del 9 de diciembre de 1990.
Otra cuestión sería discutir lo que hizo el M-19 con semejante capital político. Pero en aquella encrucijada confluyeron una organización guerrillera en proceso de paz y el vigoroso movimiento ciudadano por una nueva Constitución -la que sería adoptada en el 91.
Respuesta sibilina
No puedo concluir sin referirme a una pregunta que a Ustedes siempre les formulan y con la cual seguramente los seguirán apremiando: la relación de las FARC con los negocios de la droga, dados en especial los altos costos de la guerra en Colombia.
Debo admitir el desconcierto que me produjo su respuesta en la citada entrevista para Público.es: “Quisiera serle taxativo en esto: ninguna unidad fariana, de acuerdo a los documentos y decisiones que nos rigen, (énfasis añadido) pueden sembrar, procesar, comerciar, vender o consumir alucinógenos o sustancias psicotrópicas. Todo lo demás que se diga es propaganda”.
Yo no quisiera figurar entre los propagandistas, pero no puedo ignorar que su remisión a “los documentos y decisiones que nos rigen” fue una manera muy peculiar de respuesta sobre la cual habría que concluir sencillamente que dentro de las FARC sucede lo que ocurre en Colombia: que la ley se obedece pero no se cumple.
Los signos de cambio en América Latina
Los partidarios de la salida política al conflicto solemos buscar los signos que anunciarían la paz en cada coyuntura. No pocas veces se trata de meras proyecciones del deseo; pero esta carta no quiere anticipar escenarios futuros, sino apelar de manera realista o aún desencantada al análisis de los factores e intereses particulares, corporativos o existenciales que sustentan la guerra colombiana, para invitarlo, comandante Cano, a repasar su peso frente a los beneficios que para todos tendría el compromiso efectivo con la salida negociada del conflicto.
Las tendencias sociales, políticas y geopolíticas que desde hace un decenio se vienen observando en América Latina estimulan el análisis y alientan la controversia democrática. En Brasil, en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador en Argentina y Uruguay se vienen ensayando caminos de participación nueva de la gente, se adoptan políticas sociales más o menos profundas según el prisma desde el cual se las mire, se plantean apuestas por el avance de un mundo multipolar contra las formas más aberrantes de la dependencia con respecto al imperialismo, se dan pasos de un mayor control de las riquezas y los recursos propios.
Todos estos países pasaron por experiencias insurgentes a las cuales encontraron término ¿Quién hoy podría invocar como emblemática particularidad colombiana la prolongación de una guerra que no parece que pueda prolongarse sino a costa de descomponer a sus protagonistas militares y de enervar a toda la nación con el culto a los valores de muerte?
La perpetuación de la guerra no puede erigirse en mito nacional ni el programa de la destrucción del adversario en un objetivo colectivo exaltante.
Es una decisión
Comandante Cano: Quisiera concluir con una cita de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra: “A nuestro entender, el conflicto puede tener salida atacando sus causas objetivas, mediante la realización de reformas políticas, económicas y sociales, que permitan mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la población colombiana. Pero también, a partir de la voluntad y decisión política expresa de las fuerzas en contienda”. (Encuentro Nacional de Comunidades, afrodescendientes e indígenas por la tierra y la paz en Colombia. “El diálogo es la ruta” Barrancabermeja, Agosto 12-15 de 2011).
Es una aspiración que se fortalecerá en la medida en que las señales aún débiles pero ciertas de paz que se originan en el gobierno y aquellas que Usted y sus compañeros han lanzado en los últimos meses se plasmen en una auténtica y concreta opción por la paz.
Historiador


* El perfil del autor lo encuentra en este link.

145
marcela_anzola
Medófilo Medina*

2016/05/31

¿Moral?…doble, triple, cua---

Pregunté a 80 personas ¿cuál es la doble moral que más te irrita? alguno se atrevieron, eh aquí resultados parciales y sin ningún orden

1. Habla de nunca copiar y plagia sus trabajos.
2. Exige en público políticos correctos pero en privado les pide cosas incorrectas.
3. Exige cumplimiento de horarios y escasamente va por horas a su labor.
4. Dice que la educación pública es buena pero tiene su hijo en privado.
5. Quiere los perros y su perro mal-vive en un apartamento encerrado todo el día.
6. Cuando NO es contratista/funcionario de una administración encuentra todas las observaciones y reparos pero cuando es contratado/nombrado las olvida
7. Sabe que incurrió en una falta moral o ética pero dice que cumplió la ley como si fuera sinónimo de honradez
8. Participa del derecho a la protesta solo para evadir el deber de trabajar.
9. Censura pero sólo a sus adversarios.
10. Ataca a alguien sabiendo que solo defiende intereses personales o de grupo.
11. Pide capacidad de “control físico” para controlar construcciones pero construye sin licencias de construcción.
12. Despedaza a quien ha cometido un error sin mirarse primero a sí mismo.
13. Se declara ciudadano ejemplar y (por ejemplo) cruza calles por la mitad.
14. De candidato inscribe en su programa de gobierno cosas que en su mandato desconoceen el plan de desarrollo.
15. Se queja del ruido que hace el vecino; pero cuando hace una fiesta le sube todo el volumen a su equipo.
16. Pide soluciones al caos vehicular pero se opone a medidas restrictivas de ese caos como el pico y placa, transporte público masivo, usar bicicletas.
17. Va conduciendo un vehículo y en una intersección le gusta que le den la vía; pero nunca da la vía cuando le corresponde
18. Pide trasparencia, pero pide favores por debajo ejemplo: lleva contratista para ganarse licitación.
19. Se queja por la invasión de vendedores informales en el Espacio Público y le compra sus productos.
20. Califica de injusto retirar profesionales idóneos por apoyar su candidato, pero al ser elegido su candidato dice que es justo retirar profesionales idóneos por haber apoyado al perdedor.
21. Municipio capta impuestos por usos comerciales donde solo son permitidos los usos residenciales: permite a cámara de comercio -que es su contratista- dar permisos de uso comercial donde su uso es residencial.
22. Exige un mejor espacio público, pero ponen neveras como las de Postobón y Cocacola.
23. Dan fe pública y son embaucadores y falsificadores de documentos.
24. Exige eficiencia pública pero cuando el contratista perverso es el cercano, va e intercede por él.
25. Dice a sus hijos que nunca deben mentir y cuando suena el teléfono (fijo) le pide que diga que NO está.
26. Critica que dejaron los animales en el Matecaña pero cuando sucedió nada dijo.
27. Dice que cambiando a personas se soluciona problema pero sabe que es un tema estructural
28. Se jacta de indicadores de trasparencia y todas las contrataciones son amarradas.
29. Critica administraciones anteriores por contratar profesionales que solo iban a cobrar el cheque y empieza a contratar profesionales para que funcionarios les hagan informe y puedan cobrar cheque
30. Se declara amante de los animales, pero come cuanta carne de “animal” le sirven.
31. Critica la administración por dejar de utilizar “instrumentos financieros” y cuando ésta empieza a cobrar plusvalía, áreas de cesión, etc. interpone todos los recursos para evitar pagarlos

2017/01/10

El Frankestein de la Secretaría de Gobierno

Orlando Parra
La ciudad necesita, hace rato, Autoridad y Orden, es el resultado (en parte) de la cero inversión en Cultura Ciudadana. ¡Cero! El último ejercicio -débil-  que lideró Sabas desapareció. Ello fue hace más de 2 alcaldías. ¡De ahí para adeante, cero! ¡Qué vergüenza! Y después nos quejamos. Ese organismo viviente que es la ciudad hace rato perdió mucho de sus formas de comportamiento cívicas.

Si a eso le sumamos los nefastos ejemplos de corrupción de líderes electos o funcionarios que se torna vox populi, se entiende el irrespeto a las normas en todos los estratos, del populi. Los peores delincuentes son los de cuello blanco. Así ha sido, es y será… Tenemos una ciudad/viviente salida de madre. Por ejemplo, dejemos de ser ridículos diciendo que los piques los hacen gente de afuera. ¡La mayoría son pereiranos! ¿O el ruido cada hora de megáfonos por la 4ª, la 5ª, etcétera? ¿Y cuántos son: una docena? ¿Qué falta?

Si se revisa la historia de las secretarias de gobierno, y de la misma alcaldía –hemos tenida una alcaldesa popular- queda claro que los pantalones en ésta ciudad los tienen las mujeres. Los últimos los tuvo Beatriz Ramirez: por cierto pantalones con los abusadores amparados en la “pobrecía” y pantalones con los abusadores amparados en el “poder” público o privado.

Regresa Martha Elena a la función pública. Aceptó el reto. He sido su fan: http://ow.ly/yJLs3065CwY  Posee una personalidad compleja, pero ante todo es una valiosísima ciudadana. Su vida es un péndulo entre lo cívico y lo político. Siempre le he dicho que su corazón es cívico. A veces me ha creído. Tiene lo que para mí se ha vuelto lo más importante de lejos en lo público (y lo privado) ante tantas eses que he visto correr: el sello de honestidad que la permea. Cuenta desde ya con mi respaldo. Seguramente tendremos discrepancias. Es normal. 
Pocas horas antes de la noticia me preguntaron ¿Cómo ves la Secretaría de Gobierno?
¿Inmanejable? y dije, y le digo a usted que lee esto: ¡es peor! El actual Frankestein de la Secretaría de Gobierno NO debería existir. Y de hecho en la consecuente propuesta de reforma administrativa (se lee aquí: http://ow.ly/KBKY3065P28 ) que elaboró la administración anterior esa Secretaría era Centrada, Focalizada (Ciudadana Sandra Lorena, Ciudadano Arias, todos esos estudios en que se van decenas de millones de pesos de nuestros impuestos en una administración, los recibe la siguiente, y parece que ni los leen…¿qué sucede con ellos?)  Esa reforma tenía el mismo error de la actual: regaba el estratégico tema de la cultura ciudadana (¿o NO es estratégico?) en 5 dependencias ¡absurdo! ¡Ni siquiera tiene un doliente directo! pero al menos ¿creaba? un “Centro de Cultura de la Legalidad y Cultura Ciudadana” (pág. 57).

En ese proyecto de acuerdo de septiembre del 2015 al que se le debió dar continuidad. ¡Es imposible que “todo” lo que haya hecho un gobierno anterior sea “malo”! se desmembraba el Frankestein Gobierno: Enviaban la Dopad al despacho -como debe ser-. Focalizaban a Gobierno -como debe ser- en Seguridad, Establecimientos y Bomberos. Reproducían el error de esparcir el tema “Espacio Público” entre Planeación Municipal y una nueva “Secretaria de Espacio Público y Control Urbanístico” pero al menos dejaban de esparcirlo en NUEVE oficinas, ¡como hoy! Esas ideas las recogió el plan de gobierno ¿inscrito? de Gallo y se auto-propuso como meta para sus 100 primeros días el “Proyecto de acuerdo para la creación del Instituto del Espacio Público” http://ow.ly/D6jB3065BlM. ¿y entonces?¿eran para el 9 o 12 de Abril?..

En fin, volviendo al acierto del alcalde de nombrar a Martha Elena, tal como están las cosas vuelve el trompo a la uña que sea capaz de sostenerlo: punitivamente estamos en manos de la Policía: que casi siempre olvida que su Jefe Constitucional es la alcaldía y preventivamente de una Cultura Ciudadana en la cual, estimado ciudadano Maya, ¡seguimos sin invertir ni un peso! Martha: Dudo que tengas “Buen Viento y Buena Mar” pero ¡Suerte! 
https://www.facebook.com/orlandoparragopinion/ @orlandoparrag ciberplural@gmail.com

Publicado 13/11/2016 http://eldiario.com.co/seccion/OPINION/el-frankestein-de-la-secretar-a-de-gobierno1611.html