2015/06/04

Padre-Madre …y ¿la integración del transporte?

Dos temas… 

uno, un esbozo sobre los retos de ser padre-madre …

*Padre/Madre ausente: Se cree que es sólo cuando “no está” físicamente, y no, puede “estar físicamente”, pero estar fuera de “la vida” del niño y la niña. 
Consecuencia: Seres con un vacío …que tratan de llenar… de alguna forma (,,,)
El ideal: estar “presente” de manera positiva (… ) y se puede estar “presente” aún sin convivir permanentemente con el hijo-a
*Padre/Madre ocupada: Está en casa, pero por el trabajo u otra labor poco atiende a su hijo o hija; o trabaja tantas horas que casi nunca le da tiempo exclusivo a su hijo. 
Consecuencia: Seres que se sienten poco amados, desvalorizados, con baja autoestima
*Padre/Madre Exageradamente Exigente: Piden más de la cuenta. El hijo/a logra algo por sí mismos, pero le indica que puede hacerlo mejor: sin tomar, valorar, exaltar, el esfuerzo. 
Consecuencia: Seres inseguros, tímidos u obsesivos.
*Padre/Madre Agresivo física o psicológicamente : ¡Los peores! Deben ser denunciados de inmediato al 01 8000 91 80 80 ¡se les debe quitar la custodia de sus hijos de una! y ¡sin gaguear! 
Consecuencia: El resentimiento con el que crecen nos puede afectar a todos: a ellos y a toda la sociedad ( Dale…llama de una vez … es una línea gratuita 24 horas)
Lo ideal en general son padres/madres cariñosos, comunicativos, exigentes pero con prudencia, presentes en la vida de sus hijos, atentos a los amigos que tienen… nunca será fácil y ellos nunca nos pidieron traerlos aquí.
Y tema dos: 
Pasó otro mes, van 85 meses en que miles de Pereiranos perdimos 900 millones de pesos (2.376 millones según http://ow.ly/Lg30s ) pues siguen sin resolver “el ‘cuello de botella’ multimillonario” de la integración del transporte: ow.ly/Lg4wM
Este mes ¿convenientemente? se vuelve a errar la mirada pues la crisis de Promasivo es consecuencia de sus propios horrores administrativos y la falta de integración. De hecho el operador recaudador RECISA también está en crisis hace años. El fondo es la integración versus el paralelismo. Y se puede avanzar ahora mismo: Si en Bogotá ya todas las rutas paralelas (…) de buses dependen del “Megabús de allá” ¿Por qué aquí no? ¿por qué aquí el AMCO no puede avanzar en ese camino? ¿qué ha respondido el AMCO a las preguntas que les hizo la procuraduría hace un mes (…) en oficio PRR 1071-15 (http://ow.ly/NPN59 ) en especial la segunda: ¿qué acciones ha adelantado usted para que se viabilice la integración del transporte? …miles, incluido el alcalde Vasquez, exigimos hechos al respecto…por favor ¡basta de anuncios!

2015/05/31

plantillas antiminas “quiebrapatas”

23 MAYO 2015 - 9:00 PM en http://www.elespectador.com/entretenimiento/arteygente/gente/plantillas-absorben-el-impacto-explosivo-articulo-562236

“Plantillas que absorben el impacto explosivo”

Mauricio Betancur, joven investigador antioqueño, inventó unas plantillas antiminas “quiebrapatas” y acaba de obtener el premio al innovador de Colombia, avalado por el Massachusetts Institut of Technology. Cuenta cómo su uso en zapatos o botas de cualquier diseño puede salvar a los habitantes de zonas en conflicto, de perder la vida o sus piernas como les ha sucedido a centenares de campesinos y soldados.
Por: Cecilia Orozco Tascón
“Plantillas que absorben el impacto explosivo”Mauricio Betancur explicando los sistemas de protección que ofrece su empresa en Medellín. EFE
¿Cuál novedad tienen sus plantillas?
Cuentan con un sistema de protección para los miembros inferiores del cuerpo que permite flexibilidad al caminar y, simultáneamente, tiene suficiente resistencia para controlar el daño de la detonación de una mina antipersonal. Su espesor promedio es de 6 milímetros y puede insertarse, con espacio suficiente, en cualquier tipo de zapato aunque están diseñadas y probadas en botas ‘pantaneras’ porque este es el tipo de calzado que usan, en su vida diaria, los campesinos para realizar sus labores.
Justamente la pregunta es si las plantillas permiten las labores del campo que, por definición, se ejecutan a pie y de pie.
Son perfectamente viables por la combinación de materiales duros y flexibles y porque la parte de absorción de impactos es blanda. Esta es la que tiene contacto con el pie. Otros miembros del grupo de investigación y yo las hemos usado durante varios días seguidos para probar su ergonomía. Por eso estamos seguros de que funcionan. Las primeras que elaboramos eran incómodas pero fuimos refinando el modelo hasta lograr la fórmula adecuada.
¿Permitirán que quien las use, haga caminatas largas?
Sí. Se han realizado ensayos de esfuerzo con sujetos de prueba que no registran pérdida de movilidad. También se han probado luego de ser sometidas a ciclos que simulan el uso continuo durante el cual se doblan y enderezan de manera repetida para ver cómo sería su envejecimiento en el equivalente a años de uso. Y se ha encontrado que no se reducen los niveles de protección objetivo, por debajo del necesario para cumplir su finalidad.
Un niño ¿las puede usar con la misma efectividad aun siendo pequeño de estatura y peso? Se lo pregunto por el lamentable hecho ocurrido hace unos días cuando una pequeña pisó una de estas minas y perdió la vida en Cauca...
Los niños más chicos son muy vulnerables a las minas antipersonales. Para su caso específico buscamos limitar al máximo el impacto debido a su cercanía – por la escasa estatura - con el centro de la detonación que incrementa los daños, no solo de los miembros inferiores sino también de la caja torácica y la cabeza. Por factores como este, nuestra investigación no se centra en tener un material rígido que resista la onda sino en conseguir uno flexible que la absorba tanto como sea posible.
Entonces, siendo la población infantil la más vulnerable a las minas antipersonal, ¿también es la que menos protección tendrá aún usando las plantillas? 
Debemos ser sinceros: el caso de los niños es muy complejo y, si bien tratamos de mitigar el daño tanto como sea posible, no siempre va a ser efectivo, sobre todo cuando un ser tan frágil se encuentre con una carga de alto poder que, bajo los estándares internacionales, no se podría catalogar como antipersonal. Esto fue lo que le sucedió, infortunadamente, a la pequeña del Cauca: ni un adulto con la mejor protección o calzado disponible en el mercado, hubiera sobrevivido a una carga de semejante poder. Cuando la onda explosiva es muy potente, impacta la caja torácica y el corazón se detiene de inmediato.
¿Cuál es la potencia explosiva máxima que resisten sus plantillas? 
Alcanzan a detener la explosión de una mina antipersonal convencional que contienen entre 50 y 60 gramos de TNT (explosivo trinitrotolueno). En el caso colombiano, tiene una equivalencia, en potencia relativa, al peso de una carga de entre 200 y 300 gramos de explosivo casero tipo ‘relaca’ (versión casera del anfo). Comúnmente se le llama mina quiebrapatas. Las plantillas reducen el impacto pero pueden presentarse fracturas o amputaciones parciales dependiendo de la cantidad de explosivo que contengan.
Es decir, ¿el uso de la plantilla no puede garantizar el 100% de efectividad?
No. Como le digo, depende de la potencia y cantidad del explosivo. Una mina antipersonal convencional está diseñada para mutilar el pie con el que se pisa el artefacto. Desafortunadamente, en Colombia también se utilizan artefactos improvisados con un contenido que puede variar entre unos cientos de gramos y decenas de kilos de explosivos, con lo que pueden producirse desde amputaciones parciales o amputaciones totales, hasta la desaparición total de la víctima por efecto de la carga. La plantilla está diseñada para atender el problema que aqueja a la mayor cantidad de víctimas civiles de las minas antipersonales con carga promedio, en el mundo.
Ahora, pensando en la efectividad de su invento, ¿cómo puede una simple plantilla detener una explosión que genera ondas destructivas hacia arriba y alrededor del cuerpo humano, y que se expande en un área que supera la del cuerpo?
Las plantillas tienen tres funciones: 1. Detener el fogonazo térmico, de cerca de 1.000 grados centígrados pero que puede sobrepasar los 2.000 dependiendo del explosivo. 2. Contener la fragmentación primaria y secundaria de la mina. 3. Controlar la onda explosiva y los gases que se producen con la detonación y que pueden viajar a varias veces la velocidad del sonido. Las plantillas poseen dos atributos: absorber el impacto de manera que este no se transfiera al pie, y retener la mayor parte de la fragmentación y de las partículas de la explosión. Este es un factor de especial interés en Colombia puesto que los grupos armados ilegales mezclan, a veces, heces fecales con las minas para producir gangrena.
¡No conocía la intención de inducir gangrena, además de cercenar piernas! ¿Cómo supo usted ese detalle tan escabroso siendo un investigador de ciudad, lejos de los campos en donde se desarrolla la guerra?
Lo supe porque desde hace muchos años trabajamos con el apoyo del Ejército y sus integrantes conocen los casos particulares que se presentan. Ellos nos cuentan que es común encontrar los efectos de esa combinación. Pero hay algo peor: minas a las que les agregan veneno para ratas que impide la coagulación de la sangre. Los heridos mueren desangrados.
¡Qué horror! ¿Conoció alguna víctima que haya padecido, además de cercenamiento, infección por heces, o que se haya desangrado por veneno?
Sí. He conocido personas que sufrieron infección por heces y por cuya causa tuvieron que ser amputadas más arriba de la rodilla, en lugar de debajo de ella, debido a la gangrena. He visto a las víctimas porque cuando voy a trabajar al Centro de Investigación contra Minas de la Escuela de Ingenieros militares del Ejército, debo pasar por el dispensario en donde están recluidas las víctimas. Me parte el corazón cuando encuentro decenas y, a veces, cientos de heridos por esta causa.
Supongo que ha habido pruebas de efectividad ¿Dónde, cómo y quiénes las han probado?
Las pruebas se han hecho con la colaboración y asesoría del Ejército. Desde cuando iniciamos las investigaciones en materiales absorbentes de impactos de explosivos hace cuatro años, hemos hecho más de 120 pruebas y más de veinte series de pruebas en el último año y medio, hasta cuando logramos encontrar la combinación que produjo el resultado que buscábamos. Esas pruebas incluyen: medición del impacto que recibe una pierna de simulación en la que se pone un peso de 40 kilogramos (medio peso corporal promedio); deformación que se produciría si se recibe el impacto sin ninguna protección; fractura o rotura de la sección que simula el hueso; filmación con cámara de alta velocidad de la explosión; análisis de deformaciones plásticas en elementos medidores de presión y, finalmente, análisis de laboratorio de la respuesta a los materiales de la plantilla. Tanto las pruebas como las validaciones fueron puntualmente estudiadas por los evaluadores del premio que solicitaron información específica sobre nuestros protocolos y métodos.
Cuando salgan al mercado ¿estarán disponibles para todos los tipos de zapatos, pesos corporales y edades, desde los jóvenes a los viejos, época de la vida en que las personas caminan con poca agilidad física?
Las plantillas se diseñaron pensando en que puedan usarse con cualquier calzado y en que su resistencia a la explosión no dependa, en ninguna medida, del zapato en el que se encuentran. Se construyeron para que un hombre o mujer promedio las pueda usar. Obviamente, hay casos de personas con una fragilidad superior, como las de la tercera edad, que debido a que tienen una densidad ósea menor, son proclives a sufrir fracturas severas como producto de una explosión.
¿Con cuál material o materiales están hechas y cuál es su peso?
No puedo revelar la combinación de los materiales debido a que no hemos obtenido, aún, la patente. El peso varía entre 80 y 100 gramos por par, dependiendo de la talla.
¿Sabe si ha habido intentos de creación de aparatos similares en el mundo?
Del análisis del estado de este arte, hemos encontrado que los investigadores se han concentrado en hacer botas con una protección contra minas ya integrada a ellas. También en la confección de sobrebotas que se ponen por encima del zapato. En ambos casos, las creaciones se orientaron a usuarios militares. Es más rentable el precio de las botas que el de las plantillas. Por eso, los esfuerzos de las empresas que se dedican a este campo, se concentran en la elaboración de ese tipo de calzado. Hasta el momento no hemos encontrado productos que se comercialicen en forma de plantilla con este mismo objetivo.
¿Cuánto tiempo, investigaciones y dinero le costó llegar a esta fórmula innovadora?
Realicé mis primeras investigaciones en blindajes en 2007 y ejecuté los primeros desarrollos con materiales absorbentes de impacto, en 2011. En este lapso, he diseñado blindajes para detener municiones y explosivos para vehículos y personas. Los recursos invertidos por la universidad EAFIT, Tecnologías Marte con la ayuda de Colciencias, la Gobernación de Antioquia e Innpulsa (organización gubernamental) sobrepasan los $500 millones. Hemos obtenido paneles para helicópteros que resisten disparos de munición 0.50, chalecos antibalas, trajes antiexplosivos, trajes EOD (para bombas de alto poder), mantas de antiexplosivos, sobrebotas y, por supuesto, las plantillas.
Veo que usted se ha dedicado a todo tipo de materiales de blindaje para impedir daños de explosivos ¿De dónde surge esta vena investigadora con una línea tan específica?
Es una pasión personal. Tuve la oportunidad de hacer mi tesis de pregrado en Ingeniería Mecánica con un robot antiminas. Después estudié una maestría también en Ingeniería. Afortunadamente ninguna persona de mi familia ha sido afectada por una mina antipersonal, pero amigos militares que he conseguido durante estos años de investigación, han resultado muertos y heridos por minas.
He oído que usted se dedicó a desarrollar este tipo de elementos por ser oriundo de un municipio (Rionegro, Antioquia) que está en una zona “sembrada” con minas antipersonales ¿Es cierto?
Sí. Rionegro está ubicado en el oriente antioqueño que fue una zona de disputa, por mucho tiempo, de todo tipo de actores ilegales lo que la condujo a ser la región más minada de Antioquia; este departamento, a su vez, es el más minado de Colombia con más del 22% de las víctimas reportadas.
¿Cómo es posible que las plantillas antiminas hayan sido confeccionadas aquí y no en los grandes centros de investigación del mundo desarrollado?
Creo que esto se debe a que Colombia vive, de manera más directa, el problema y a que tenemos una urgencia mayor de encontrar defensas. Si se fija en un mapa de territorios minados, ninguno de los países desarrollados padece este problema.
Resulta paradójico que el hallazgo de las plantillas antiminas ocurra cuando se está negociando un proceso de paz en el cual uno de los puntos de acuerdo es el de la suspensión de la plantación de ese tipo de armas y otro, el desminado ¿Su invento llega cuando su utilidad será limitada en el tiempo?
El desminado humanitario en Colombia lleva cerca de una década y hasta el momento no se ha suspendido la plantación de minas por parte de las guerrillas. Por ahora, hay un plan piloto para que unos miembros de las Farc señalen en dónde se encuentran algunos campos ‘sembrados’. Ojalá las plantillas no fueran necesarias pero, lastimosamente, estos inventos son necesarios en países como Colombia. Un ejemplo del grado de dificultad de este tipo de problemas, es el de Vietnam donde hace más de 40 años se acabó el conflicto y todavía siguen cayendo personas víctimas de las minas.
Minas, desminado y plantillas antiminas
Esta semana el país se conmovió cuando Ingrid, una pequeña de apenas siete años falleció, destrozado su cuerpo, al pisar una mina antipersonal que estaba ‘sembrada’ en el camino de la escuela a su vivienda, en la vereda Aguaclara, municipio Buenos Aires, de uno de los departamentos que más ha sufrido la guerra: Cauca. Ingrid era alumna de segundo de primaria y encontró la muerte a unos pocos metros de la casa en donde vivía con sus padres y sus tres hermanos. Por una paradójica y dolorosa coincidencia, esta semana también ocurrieron otros dos hechos relacionados con las minas quiebrapatas: el anuncio del inicio del plan piloto de desminado humanitario, por acuerdo entre el gobierno y las Farc en el marco del proceso de paz, en la vereda El Orejón del municipio de Briceño, al norte de Antioquia. Y el premio Innovador del año en Colombia al joven investigador de la universidad Eafit, de Medellín, Mauricio Betancur, por su invento de unas plantillas con blindaje antiminas que evitarán muchas muertes o cercenamientos de piernas. El anuncio de las Farc en el sentido de que suspenden el cese unilateral del fuego, hará, tal vez, imposible, la activación del desminado y, en cambio, le dará mayor utilidad al producto de Betancur.
“Se entregarán cien pares de plantillas”
¿Cuál premio ganó y cuáles eran las condiciones para obtenerlo?
Recibí el premio innovador del año para Colombia por las plantillas. Es un reconocimiento a una trayectoria de investigación y, en particular, a un producto que sea innovador en un campo específico. La recompensa de obtener este premio es la visibilidad pública que logra el proyecto y no tiene estímulos económicos. Participan menores de 35 años que presenten una creación de impacto global y que demuestren la seriedad de su trabajo. Se recibieron 200 postulaciones. Hubo una selección de las diez mejores y escogieron dos para otorgar galardones en diferentes categorías: uno fue para innovación en temas sociales y, otro, el que me dieron.
¿Cuánto costarán en el mercado nacional e internacional?
El precio es único y se ha fijado en $50 dólares.
¿Cuándo estarán disponibles en el mercado?
El segundo semestre de 2016.
¿Cuándo se comercializarán? 
Por ahora está financiado un plan piloto en Antioquia. Junto con la Gobernación, vamos a entregar cien pares de plantillas a personas que viven en zonas ‘sembradas’ con minas. La Gobernación sabe dónde están las víctimas potenciales y dónde pueden presentarse estos casos. Por eso, les dará prioridad.

su hijo puede estar drogándose

Diez señales que le indican que su hijo puede estar drogándose

Aprenda a diferenciar cambios en los adolescente que tienen que ver con el consumo de psicoactivos. (En http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/diez-senales-que-le-indican-que-su-hijo-puede-estar-drogandose/15812856


 
Al menos el 12,1 por ciento de todos los estudiantes colombianos declaró en algún momento de su vida haber consumido sustancias de las llamadas ilícitas.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Al menos el 12,1 por ciento de todos los estudiantes colombianos declaró en algún momento de su vida haber consumido sustancias de las llamadas ilícitas.
Es un hecho: los jóvenes son proclives a consumir drogas a edades cada vez más tempranas. A los 12 años, muchos escolares tienen su primer contacto con el cigarrillo y el alcohol.
Así lo demuestra el ‘Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar del 2011’, según el cual, al menos el 12,1 por ciento de todos los estudiantes colombianos declaró en algún momento de su vida haber consumido sustancias de las llamadas ilícitas, como marihuana, cocaína, popper y disolventes.

De acuerdo con María Mercedes Dueñas, jefa del área de reducción del consumo de drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), estos datos contrastan con la percepción que tienen los padres de sus hijos: la mayoría cree que ellos jamás probarían las drogas. Y refuerzan este pensamiento con la premisa de que, como los muchachos están “muy bien educados”, es difícil que tengan contacto con sustancias peligrosas.
Desafortunadamente, y tal como lo revelan las últimas encuestas en ese sentido, en más de la mitad de los casos los papás acaban enterándose del consumo de sus hijos cuando ya han avanzado en esta conducta.
Buscando llenar este vacío, la oficina UNODC, dentro de su campaña ‘Las drogas pueden cambiar tus planes: métele mente y decide’, pone en conocimiento de los padres una serie de señales que pueden evidenciar el uso de drogas. El objetivo es que, de presentarse el caso, las familias puedan reaccionar bien y a tiempo.
Augusto Pérez, director de la Fundación Nuevos Rumbos y Ph. D. en Drogadicción, dice que, contra lo que muchas personas creen, saber identificar si alguien está consumiendo sustancias psicoactivas no es tan evidente, salvo en fases avanzadas.
Por ejemplo, dice el especialista, los ojos rojos no son necesariamente indicadores del consumo de marihuana. Los consumos ocasionales de drogas son mucho más difíciles de detectar, sobre todo con sustancias como el éxtasis.
Tras analizar el tema, tanto Dueñas, de la UNODC, como Pérez coinciden en 10 indicadores claves que, tomados en conjunto, podrían activar las alarmas.
Pérez insiste en que ninguno de estos signos por sí solo es un indicador fidedigno, pero encontrarlos en posesión de restos de drogas o de artefactos raros (asociados al consumo) es importante, sobre todo si la respuesta es aquella tan común: “un amigo me lo dio para que se lo guardara”.
Fuente: libro ‘Profesión papás’, de Augusto Pérez, Ph. D. en Drogadicción, director de la Fundación Nuevos Rumbos.
1. Cambio abrupto de amigos. Es muy importante tener en cuenta esta situación, sobre todo si las nuevas amistades presentan comportamientos inusuales o muy diferentes de los que caracterizaban a su hijo.
2. Gastos misteriosos. Cuando los gastos sean excesivos, sin que exista evidencia de en qué se invirtió, los papás deben abrir los ojos porque algo puede estar pasando.
3. Pérdida de objetos o dinero de la casa. Este indicio es importantísimo: como los jóvenes no tienen dinero, echan mano de lo ajeno para conseguir lo que quieren.
4. Cambios de hábitos. Si de la noche a la mañana un adolescente deja de hacer deporte, empieza a interesarse por la vida nocturna, cambia los horarios de alimentación de manera brusca o tiende a encerrarse, préstele atención.
5. Fluctuaciones en el estado de ánimo. Esté atento si su hijo pasa de la tranquilidad a la agresividad, irritabilidad o al mal genio de manera casi inexplicable. Aunque estos cambios pueden ser comunes en los adolescentes, en caso de que se vuelvan persistentes présteles atención.
6. Mentiras frecuentes. Si el joven presenta inconsistencias al preguntarle con quién estaba o qué estaba haciendo, indague sobre esta situación, sobre todo si se vuelve una conducta repetitiva.
7. Descuido personal. Ojo a los cambios bruscos en los hábitos de aseo y al desarreglo; algunos jóvenes prefieren guardar el dinero que les puede llegar para no invertir ni siquiera en ropa.
8. Bajo rendimiento escolar o deserción. Esta es una señal vital, sígale la pista, sobre todo si tradicionalmente su rendimiento había sido bueno.
9. Periodos inexplicables de enfermedad. Los jóvenes pueden buscar incapacidades por salud para invertir el tiempo en otra cosa.
10. Ruptura de vínculos familiares. Aunque es algo común en los adolescentes, por lo menos se mantienen algunos lazos, pero la pérdida de todos es una señal importante de alarma.
¿Qué hacer?
Prepárese. Independientemente de la educación de su hijo, usted debe estar preparado para hablar con él del tema a partir de los 11 años y de manera seria.
Información. Tenga claro que mientras sus hijos no sean mayores de edad, usted debe saber siempre dónde y con quién están. Eso debe ser una exigencia permanente.
Confronte. Si tiene sospechas o dudas, no se quede callado; siéntese inmediatamente con su hijo y confróntelo sin agresividad, simplemente charlando.
Actúe. Si sus sospechas se incrementan, encuentra señales de consumo o la parafernalia utilizada con ese fin, mándele a realizarse un examen toxicológico.
Inventario. Haga una lista de los amigos, los gastos, actividades y rendimiento académico del joven para hacerle un seguimiento permanente.
No se apresure. Si tiene que tomar decisiones frente a tratamientos por certezas de consumo, consulte a una persona experimentada en este tema. Recuerde que un médico general o un psicólogo no necesariamente saben cómo ayudar.
Revise. No lleve directamente a su hijo a los centros de tratamiento. Primero solicite explicación en detalle de los modelos de intervención, de las reglas de funcionamiento y verifique si cumple con los estándares éticos internacionales.
Denuncie. Cuénteles a las autoridades si encuentra personas cercanas que están induciendo el consumo o promueven la venta de estas sustancias; también si halla sitios con ofertas de tratamientos sospechosos.

Acción EXITOSA contra la Pobreza

La mujer que ha mejorado la vida de 165 millones de pobres


Esther Duflo creó un método de evaluaciones aleatorias que hasta el Banco Mundial emplea.

 
La economista Esther Duflo, junto a Abhijit Vinayak Banerjee -cofundador del Laboratorio de Acción contra la Pobreza-, acompañados de unos niños en India, durante un trabajo de campo hecho en el 2007.
Foto: Archivo particular
La economista Esther Duflo, junto a Abhijit Vinayak Banerjee -cofundador del Laboratorio de Acción contra la Pobreza-, acompañados de unos niños en India, durante un trabajo de campo hecho en el 2007.
No habla mucho. Mide sus palabras y, a ratos, se detiene como si se abstrajera de lo que la rodea. Luego regresa, aterrizando de golpe a la realidad del mundo: una realidad que ella descifra minuciosamente, con rigor científico.
Desde que fundó el Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (Laboratorio de Acción contra la Pobreza), o J-Pal, bajo el alero de la Universidad de Harvard, hace 12 años, la economista francesa Esther Duflo, recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales de España, se ha convertido en un referente internacional en la lucha contra la pobreza, por haber creado un método inédito.

Lo hace a través de experimentos comparables a los que usa la industria farmacéutica para probar un medicamento antes de lanzarlo al mercado. Así, para establecer recomendaciones de políticas públicas, ella y su equipo recurren a las llamadas ‘pruebas randomizadas’ o aleatorias. Estas consisten en aplicar una política o una solución a un grupo específico de personas en situación de pobreza y trabajar, en paralelo, con uno que no se beneficia de la medida. Luego comparan los resultados.
¿El objetivo? Evitar el desperdicio de recursos en la lucha contra la pobreza y hacer los procesos más eficientes para incidir de modo real sobre la vida de las personas. “Tenemos que hacer algo para igualar las oportunidades, para lograr que los pobres tengan una vida menos difícil desde todos los puntos de vista. Es, a la vez, una necesidad moral y una inversión humana valiosa”, dice.
Preguntas causales
En una reciente visita académica a Chile, Duflo explicó el concepto en que funda su trabajo: “Lo primero es hacerse preguntas de tipo causal y reflexionar sobre cuál es el efecto de una política o cuál es el resultado que se quisiera obtener. Por ejemplo, si les doy uniformes a las niñas de Kenia, ¿les permitirá eso permanecer en el colegio y embarazarse menos en la adolescencia? Esa es una pregunta causal”, asegura la economista.
Las intervenciones más conocidas que Duflo y su equipo han desarrollado incluyen un experimento que consistió en entregarles un kilo de lentejas a quienes vacunaban a sus hijos en el estado indio de Rajastán. La iniciativa permitió multiplicar por seis la tasa de vacunación infantil. Otro programa consistió en repartir mosquiteros gratis durante un año en África subsahariana, para proteger contra la malaria, y ver si al año siguiente la gente estaba dispuesta a comprarlos por un precio módico. “Llegué a la economía con la idea de hacerme preguntas causales, porque considero que contestándolas se puede entender por qué la gente hace lo que hace, qué la motiva, y saber qué políticas funcionan y por qué”, advierte.
Cuando creó el J-Pal, Duflo –quien estudió Historia y luego Economía– llevaba tiempo buscando cómo sacar la lucha contra la pobreza del ámbito teórico. ¿Cómo explicar, por ejemplo, que en las últimas décadas, a pesar del aumento de la ayuda internacional recibida por África, el PIB per cápita no se hubiera incrementado?
“No es fácil evaluar las políticas que se han desarrollado. No tenemos ninguna certeza sobre el factor que realmente influyó. Y concluí que sería bueno tener una experiencia para saberlo”.
Hoy, el J-Pal cuenta con una red de más de 100 investigadores y oficinas en los cinco continentes. Los programas desarrollados, según cuenta la ganadora del Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, han permitido mejorar la vida de 165 millones de personas pobres. Eso, sin contar a los 140 millones de niños de la India que se convertirán en beneficiarios de una de las políticas más exitosas desarrolladas por su laboratorio: el National Deworming Day (día de desparasitación nacional), en que se medicará a los niños sin recursos que sufren de lombrices intestinales para evitar que sigan con malestares crónicos que los llevan a faltar a clases.
Los resultados han sido suficientes como para popularizar las llamadas ‘evaluaciones randomizadas’ en distintas organizaciones de ayuda y en el Banco Mundial. Pese a sus logros, Duflo también tiene críticos.
–Algunos consideran cuestionable que en sus experimentos algunos reciban ayuda y otros no. ¿Hasta qué punto eso es moralmente aceptable?
–Mientras haya recursos limitados, siempre va a haber gente que reciba servicios y otros que no. La ‘randomización’ es, en primer lugar, una manera justa de asignar recursos limitados. Y es, en segundo lugar, una forma de saber si algo funciona o no. Lo que me parece poco ético es gastar montones de dinero en corazonadas sin hacer evaluaciones, y por lo tanto desperdiciar recursos que podrían ser usados de mejor forma. Necesitamos ser un poco más humildes: muchas de nuestras ideas brillantes resultan no ser tan brillantes.
El itinerario de una pionera
Esther Duflo, de 42 años, es hija de un matemático y una pediatra, de los que ha dicho haber heredado, respectivamente, el gusto por los números y el interés por la pobreza. Su madre trabajaba en una ONG y solía ir a misiones de ayuda a los niños de países como Ruanda y El Salvador. Volvía con diapositivas que contribuyeron a abrirles una ventana al mundo a sus tres hijos.
La economista creció en una casa siempre llena de gente y afirmó su independencia desde muy niña: a los 2 años salió sola a comprarle el regalo de cumpleaños a una prima y sus padres la encontraron en una comisaría cercana. A los 5 o 6 años, su padre le enseñó a tomar el tren sola desde Asnières, el suburbio donde vivía, hasta París.
Comenzó a interesarse por la economía durante una estadía en Moscú, a fines de la era de Gorbachov. Ahí trabajó junto a Daniel Cohen y Jeffrey Sachs, quienes viajaban seguido a Rusia para estudiar más de cerca el fin de la era socialista. Ahí conoció también a Thomas Piketty, entonces profesor en la Universidad de Harvard, quien le recomendó estudiar en Estados Unidos, donde había más espacio para el tipo de economía aplicada que le interesaba. El paso siguiente fue su doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), de Boston, y cuatro años más tarde la creación del J-Pal.
El talento de Duflo es tal que obtuvo un cupo de profesora titular en el MIT antes de cumplir 30 años. A los 37, recibió la medalla John Bates Clark, considerada un ‘mininobel’ de economía. Ha publicado dos libros que han sido éxito en ventas en Francia, y en el 2010 la revista Foreign Policy la incluyó en su lista de los ‘Top 100 pensadores globales’.
Recientemente fue nombrada como uno de los 12 miembros del Global Development Council, que asesora al presidente Barack Obama sobre el uso de la ayuda exterior de EE. UU. Pero lo suyo, claramente, es el trabajo en terreno. “Me dediqué a la economía porque quería cambiar el mundo, no por la disciplina en sí”.
–¿Hay un desconocimiento de las autoridades de la realidad de los pobres?
–Ese es un gran problema. Lo veo cada rato. Y no es necesario ver a Obama para saberlo. Basta con ir a la oficina de un jefe de distrito en India. Puede que sea un joven que acaba de terminar sus estudios para trabajar en el gobierno y tiene un puesto que no exige que salga mucho de su oficina. Luego asciende y termina siendo una persona a cargo de ocuparse de los pobres, pero que ha ido muy poco a terreno.
–Una vez que el J-Pal hace una intervención, ¿cómo usan la información recabada?
–Sumamos las lecciones que sacamos de todos los proyectos para hacer recomendaciones políticas que luego llevan a programas que terminan tocando a mucha gente.
Desde la creación del J-Pal, Esther Duflo, quien vive en Boston, ha estado en 19 países. Hace poco regresó de un viaje de seis meses en India, donde desarrolla un programa de matemáticas para niños en edad preescolar.
–Trabajando en terreno, ¿hay experiencias que la hayan marcado más que otras?
–No trabajo realmente en las situaciones más extremas. Yo no voy a Sierra Leona en plena epidemia de ébola. Cuando estoy en terreno, estoy en circunstancias en que la gente no tiene mucho dinero. El no tener mucho dinero cambia mucho las cosas en términos de oportunidades, la forma de ver el mundo, de herramientas para descifrarlo. Pero son diferencias que no son violentas. Quizá sea una ilusión completa, pero cuando estoy en terreno, incluso en sectores rurales muy pobres de India, por ejemplo, tengo la impresión de que la gente sale adelante lo mejor que puede con lo que tiene. No siento desesperanza y tampoco siento que no puedo manejarlo.
Esa mirada, aparentemente fría, puede tener que ver con uno de los descubrimientos de sus investigaciones: en muchas cosas la gente pobre actúa de la misma forma que quienes no viven en situación de pobreza. Por ejemplo, si es fácil vacunar a los hijos, los vacunamos. Si el agua sale limpia de la llave, la tomamos. Pero si vacunar a nuestros hijos implicara caminar durante una hora desde nuestro hogar hasta el centro médico o si tomar agua requiriera que fuera desinfectada con pastillas de cloro, lo más probable es que no lo hagamos. Según los estudios de Duflo, esa es una de las razones por las que los niños de los países más pobres tienen más probabilidades de enfermarse que los de los países desarrollados.
“La pobreza implica estrés y depresión. Los indicadores demuestran que en los países pobres la depresión es más frecuente y que en un mismo país, mientras más pobre se es, más posibilidades se tiene de estar deprimido. Así que ciertamente la impresión de que la gente sigue haciendo sus cosas es un poco superficial, pero a lo que voy es a que no me siento una espectadora de una realidad completamente distinta. Siento que somos parte de la misma humanidad”, explica Duflo.
–¿Siente que el J-Pal ha logrado su meta de hacer más eficiente la lucha contra la pobreza?
–Es verdad que, más allá de cualquier programa específico, el objetivo del J-Pal es cambiar la manera de crear políticas: introducir una cultura del aprendizaje dentro de los gobiernos. Tenemos claro que los gobiernos necesitan gobernar y que, por lo tanto, no ‘randomizarán’ todo... Pero si en cada ministerio y gran organización se mantiene una ventana para el aprendizaje y la experimentación, progresaremos rápidamente. Eso aún no ocurre y hay muchos progresos por hacer. Esperamos inspirar a muchos países.
Recibirá el Premio Princesa de Asturias en octubre
Los Premios Princesa de Asturias –anteriormente, Premio Príncipe de Asturias, entre 1981 y el 2014– fueron anunciados a mediados de este mes, y los ganadores, como Esther Duflo en el campo de las ciencias sociales, los recibirán de manera oficial en octubre, en el marco de un acto presidido por los reyes Felipe VI y Letizia, en Oviedo (España).
En una entrevista reciente concedida a la agencia ‘Efe’, la economista indicó que el galardón será clave “para dar a conocer sus proyectos en Europa” y que poco a poco van “ampliando el catálogo de sugerencias para gobiernos y donantes privados”.
El premio exalta cada año labores científicas, sociales, artísticas, culturales, lingüísticas y deportivas en el ámbito internacional. En el área de las ciencias sociales, en el 2014 resultó ganador el historiador francés Joseph Pérez, y en el 2013, la socióloga y escritora de Países Bajos Saskia Sassen.
Las ideas de Esther Duflo también han atraído la atención de personas como el cofundador de Microsoft y filántropo Bill Gates, y del premio nobel de Paz 2006 y fundador del Banco de los Pobres, Muhammad Yunus.
DANIELA MOHOR W.
El Mercurio (Chile)