Por: Orlando Parra
En Estados Unidos se dio una guerra civil entre el norte y el sur la cual se relacionó con si se podía ser esclavista de negros, o no. Finalmente triunfaron los que decían que NO (la verdad es que hay otros fondos económicos, pero en éste corto espacio es imposible desarrollarlos, así que sigamos).
Esa guerra civil se dio entre 1861 y 1865 y sí, la esclavitud “formal” la de las leyes, decretos y demás terminó, pero la esclavitud “real” la del sometimiento del negro incluido el tomar su vida asesinándolo estaba igual cien años después (si, 100 ¡). O sea del bisabuelo al biznieto poco o nada cambiaba. Por ello se dio el gran movimiento por los derechos civiles 100 años después (y hoy 50 años después de ese movimiento muchos en Estados Unidos consideran que falta) o sea que, las cosas nunca cambian porque se establezcan unas leyes, o porque haya un plebiscito, aunque un plebiscito ayuda más que sólo leyes.
Colombia, de manera vergonzosa, porque da vergüenza, da pena decirlo, ha tenido 3 llamados al pueblo en toda su historia a votar decisiones trascendentales. Una fue en 1957 con el plebiscito “Voto sobre la reforma constitucional propuesta por el Gobierno …” Si o No. Ese plebiscito logró apaciguar el tema bárbaro, atrasado –que pena pero es así- que tenían nuestros parientes de esos años llamado “los odios heredados” : se mataban entre liberales (y comunistas) con conservadores (y nazis) por tradición familiar…(la verdad es que –también- hay otros fondos económicos, pero en este corto espacio es imposible, así que sigamos). Empero en Colombia Amarga de Germán Castro Caicedo se relata como 13 años después aquí en Risaralda se seguían matando por ser liberal o conservador …!
Luego vino el fallido Referéndum del 2002 de Uribe, con aciertos como congreso de una sola cámara; eliminar las contralorías departamentales y municipales, las personerías; “Curules para grupos armados. Parágrafo: Con el fin de facilitar la reincorporación a la vida civil de los grupos armados al margen de la ley que se encuentren vinculados decididamente a un proceso de paz bajo la dirección del Gobierno, este podrá establecer, por una sola vez, circunscripciones especiales de paz para las elecciones a corporaciones públicas…” (ehh!?) y más http://ow.ly/k047303Re78 y sólo pasó una pregunta.
Y ahora el del 2 de Octubre ¿se va superando el miedo en preguntar al pueblo?. Al pereirano lo han consultado ¡Una vez! hace 25 años: http://ow.ly/ASFm303Re65 Pero bueno, volvamos a la idea central: las cosas nunca cambian porque se establezcan unas leyes, o sólo porque haya un plebiscito, aunque un plebiscito ayuda más que sólo leyes. Mucho entusiasmo ha levantado en quienes se han leído los textos del acuerdo el tema agrario. Y está bien que lo genere, que se proponga por fin que nuestros campesinos dejen de ser siervos feudales con modernos sombreros en muchas partes del territorio nacional o ciudadanos de segunda como lo son en el resto. Pero eso mismo lo intentó una ley en 1936 hace 80 años y luego lo intentó otra en 1968 hace 50 y…y…y? acá lo que se requiere entonces es entender que en muchas regiones del país, como lo dijo Patricia Lara http://ow.ly/W9SR303RatL Otra vez el fondo económico de mucha familia promotora del NO es, por tercera vez, atravesarse a las leyes sobre la tierra que traerá el SI… y luego –alístense- hacerlo con la misma violencia que lo hicieron después de 1936, 1968 o en los últimos lustros de mayor re-concentración de tierra paramilitar, mafiosa y corrupta
Así las cosas, primero entendamos que la paz nunca se decretará, se construirá y segundo asumamos que muchas personas y familias les conviene que siga la guerra: más cuando sus hijos nunca han ido ni van a ella …¡Es falso que “todos” estemos por la paz! Eso es un cuento.
Publicado 04/09/2016 en eldiario.com.co (los comentarios aparecen abajo)