“ESTOY CON…”
...esas dos palabras son y serán el encabezado de muchas frases y conversaciones de estos y los próximos días: obviamente quien aquí escribe tiene las propias.
Colombia es una democracia atrasada, que está lejos de acercarse a las construidas especialmente en Europa y donde el aporte del ideario demócrata de “los verdes” (http://www.global.greens.org.au/GGspanish.pdf) ha sido esencial. Esas democracias están construidas a partir de sólidos, y, precisamente, democráticos partidos políticos. Si los partidos son democráticos, las democracias lo son. Si los partidos son atrasados, antidemocráticos, totalitarios, con rasgos de atrasadas estructuras militares, con la nefasta figura de los “jefes” alejada de la civilidad; es esa la “democracia” que se construye: una democracia falsa, no evolucionada, raquítica, atrasada o maniquea.
Quienes aspiramos a una mejor Colombia, aspiramos a construir una democracia, con unos partidos democráticos, y especialmente respetuosos de esa civilidad, de esa racionalidad, de ese humanismo, que implica el acatamiento de las reglas de juego que son las normas estatutarias y especialmente aquella que establece la forma de reformarlos. No se puede andar criticando a un Presidente por manipular los procesos para acomodar la Constitución a sus intereses, cuando un partido ni siquiera sigue dichos procesos para similar fin. A veces creo que Uribe, es un símbolo de aquella frase que dice que cada sociedad se merece los gobernantes que tiene. Uribe es un producto de esa Izquierda totalitaria que fue capaz de asesinar a sus propios militantes como lo hizo el ELN en los 60s, o de masacrarlos como el Frente Ricardo Franco, una disidencia de las FARC en los 80s, en una práctica de canibalismo que aún prosigue; Uribe es producto de una Derecha que tenía tales prácticas desde mucho antes del narcoparamilitarismo; o de un centro que fácilmente las asimila. ¿Cómo es posible que exista un partido construido a partir de la letra inicial de un dirigente? ¿Que existan partidos centenarios con “jefes omnímodos” que hacen, imponen y deshacen? ¿Que los partidos llamados a ser la renovación intenten replicar tales métodos y no sean capaces de ser diferentes? ¿Es esa la renovación o el cambio al que aspira una sociedad cansada? ¿No será más bien la misma vagabundería que utiliza logos y responsabilidades internacionales llamativas para seguir disfrazando intereses?
En Risaralda, al lado de personas como el demócrata de corazón y godo de tradición Héctor Merino, del dirigente y filósofo anarko-conservador Guillermo Botero, del promotor de los derechos humanos en la teoría y en la práctica Ricardo Jaramillo, de la decencia y dignidad de Pablo Loaiza, y ahora del liberalismo real de Consuelo Jaramillo, ó mejor aún, de un sinnúmero de hombres y mujeres que creen en lo alternativo hemos venido construyendo un movimiento democrático. Realmente democrático. Honestamente democrático. A lo largo de estos, ya, años, hemos mantenido un talante democrático y de respeto a las reglas de juego que pactamos y, por tanto, aceptamos. Especialmente del respeto al disenso, de la valoración de las minorías. De eso, nos sentimos orgullosos y dignificados, pues así lo mantenemos y mantendremos como parte de nuestra responsabilidad con esta Democracia en construcción. Queremos ser el ejemplo, no seguidores del mal ejemplo.
Así, hemos construido equipos de trabajo, no cofradías cerradas, ni clientelas al servicio de “caudillos”, sino equipos democráticos y comprometidos. Donde las decisiones no las toman ni patrones ni “jefes” –particularmente detesto esa figura-, sino que potenciamos ejercicios de liderazgo colectivo que toman decisiones para el beneficio general. Es de esa manera que el Comité Municipal Ampliado del Partido Verde Opción Centro, PVOC en Pereira,-con los fundadores y con los miembros de la lista al concejo- tomó la decisión, ni siquiera mayoritaria, sino por CONSENSO, de apoyar a Marta Elena. Una decisión donde fiel a mis principios de vida, mi opinión pública a favor de esta candidatura, entró a hacer parte del diálogo democrático, respetuoso, que finalizó en dicho consenso.
De igual manera el Comité Departamental ampliado del PVOC en Risaralda abordará y de manera democrática, tomará una decisión sobre candidatura a la Gobernación, la cual, dadas las formas democráticas de la toma de decisiones, con gusto, acataré.
Próxima: PORQUE ESTOY CON MARTA ELENA.
...esas dos palabras son y serán el encabezado de muchas frases y conversaciones de estos y los próximos días: obviamente quien aquí escribe tiene las propias.
Colombia es una democracia atrasada, que está lejos de acercarse a las construidas especialmente en Europa y donde el aporte del ideario demócrata de “los verdes” (http://www.global.greens.org.au/GGspanish.pdf) ha sido esencial. Esas democracias están construidas a partir de sólidos, y, precisamente, democráticos partidos políticos. Si los partidos son democráticos, las democracias lo son. Si los partidos son atrasados, antidemocráticos, totalitarios, con rasgos de atrasadas estructuras militares, con la nefasta figura de los “jefes” alejada de la civilidad; es esa la “democracia” que se construye: una democracia falsa, no evolucionada, raquítica, atrasada o maniquea.
Quienes aspiramos a una mejor Colombia, aspiramos a construir una democracia, con unos partidos democráticos, y especialmente respetuosos de esa civilidad, de esa racionalidad, de ese humanismo, que implica el acatamiento de las reglas de juego que son las normas estatutarias y especialmente aquella que establece la forma de reformarlos. No se puede andar criticando a un Presidente por manipular los procesos para acomodar la Constitución a sus intereses, cuando un partido ni siquiera sigue dichos procesos para similar fin. A veces creo que Uribe, es un símbolo de aquella frase que dice que cada sociedad se merece los gobernantes que tiene. Uribe es un producto de esa Izquierda totalitaria que fue capaz de asesinar a sus propios militantes como lo hizo el ELN en los 60s, o de masacrarlos como el Frente Ricardo Franco, una disidencia de las FARC en los 80s, en una práctica de canibalismo que aún prosigue; Uribe es producto de una Derecha que tenía tales prácticas desde mucho antes del narcoparamilitarismo; o de un centro que fácilmente las asimila. ¿Cómo es posible que exista un partido construido a partir de la letra inicial de un dirigente? ¿Que existan partidos centenarios con “jefes omnímodos” que hacen, imponen y deshacen? ¿Que los partidos llamados a ser la renovación intenten replicar tales métodos y no sean capaces de ser diferentes? ¿Es esa la renovación o el cambio al que aspira una sociedad cansada? ¿No será más bien la misma vagabundería que utiliza logos y responsabilidades internacionales llamativas para seguir disfrazando intereses?
En Risaralda, al lado de personas como el demócrata de corazón y godo de tradición Héctor Merino, del dirigente y filósofo anarko-conservador Guillermo Botero, del promotor de los derechos humanos en la teoría y en la práctica Ricardo Jaramillo, de la decencia y dignidad de Pablo Loaiza, y ahora del liberalismo real de Consuelo Jaramillo, ó mejor aún, de un sinnúmero de hombres y mujeres que creen en lo alternativo hemos venido construyendo un movimiento democrático. Realmente democrático. Honestamente democrático. A lo largo de estos, ya, años, hemos mantenido un talante democrático y de respeto a las reglas de juego que pactamos y, por tanto, aceptamos. Especialmente del respeto al disenso, de la valoración de las minorías. De eso, nos sentimos orgullosos y dignificados, pues así lo mantenemos y mantendremos como parte de nuestra responsabilidad con esta Democracia en construcción. Queremos ser el ejemplo, no seguidores del mal ejemplo.
Así, hemos construido equipos de trabajo, no cofradías cerradas, ni clientelas al servicio de “caudillos”, sino equipos democráticos y comprometidos. Donde las decisiones no las toman ni patrones ni “jefes” –particularmente detesto esa figura-, sino que potenciamos ejercicios de liderazgo colectivo que toman decisiones para el beneficio general. Es de esa manera que el Comité Municipal Ampliado del Partido Verde Opción Centro, PVOC en Pereira,-con los fundadores y con los miembros de la lista al concejo- tomó la decisión, ni siquiera mayoritaria, sino por CONSENSO, de apoyar a Marta Elena. Una decisión donde fiel a mis principios de vida, mi opinión pública a favor de esta candidatura, entró a hacer parte del diálogo democrático, respetuoso, que finalizó en dicho consenso.
De igual manera el Comité Departamental ampliado del PVOC en Risaralda abordará y de manera democrática, tomará una decisión sobre candidatura a la Gobernación, la cual, dadas las formas democráticas de la toma de decisiones, con gusto, acataré.
Próxima: PORQUE ESTOY CON MARTA ELENA.
3 comentarios:
Orlando, me gustaría conocer las razones de tu afirmación "Uribe es un producto de esa Izquierda totalitaria que fue capaz de asesinar a sus propios militantes "
Estoy de acuerdo en que "esa Izquierda" fué por decirlo así "fatal, trágica", produjo cantidad de monstruos y abortos pero, que produjo a U.? Podría ser a la inversa, las acciones y el caracter de esa clase dirigente de la cual hace parte U., de alguna manera desató cuando no propició los desmanes de ese sector al que te refieres.
Guillermo
Interesante artículo, es bueno estar al tanto de la situación de nuestros países hermanos.
Acá todo pareciera mas calmo,mas tranquilo,pero no te engañes...repasa algunos post míos atrasados, como el del fiasco llamado Transantiago.
Acá los políticos también nos estan robando, amigo...
Un cálido abrazo desde el invierno chileno.
Nos leemos!
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Naruto fan.
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