Durante la pasada campaña, sugerí a un candidato diseñar su estrategia partiendo de aceptar que las decisiones electorales generalmente son pasionales. Son irracionales.
El ciudadano expresidente Álvaro Uribe Vélez, despierta toda esa pasión y toda esa irracionalidad. Es bien pero bien difícil hablar tranquila, pausada, serena, si se quiere, académicamente de éste ciudadano. Parece ser o santo o demonio, o blanco o negro. Quienes lo atacan le niegan todo, quienes lo defienden le validan todo. Ningún dirigente despierta tal locura colectiva. ¿En el pasado López Pumarejo? ¿Gaitan? ¿Laureano? Posiblemente. Pero de Turbay para acá, ninguno.
Uribe tuvo aciertos, ¡claro!, tuvo errores, ¡claro!... incluso hay algo curioso, su mayor logro estratégico está lleno de errores tácticos. Sus logros en seguridad se dieron a partir de una enorme y legendaria presión sobre la tropa, que la llevaron a un estado de aciertos en medio de errores. Cuando presionas mucho a tus trabajadores, generalmente alcanzan los objetivos, pero tiene sus costos. Las masacres de San José de Apartadó o de Cajamarca (La Línea), por ejemplo, fueron “explicadas” por Uribe. ¡Absurdo, ninguna masacre de civiles tiene explicación! Los falsos positivos: “homicidio en persona protegida”, como los definió claramente el general Padilla son parte de esa obsesión por los resultados, que, repito, es una estrategia efectiva, pero con errores y horrores de ese tipo.
Ahora bien, ¿quién puede negarle a Uribe que, por primera vez en nuestra historia reciente, asumió a fondo la constitucional comandancia de las fuerzas armadas? ¿Quién puede negarle que esa “apretada” la cual le costó el puesto a muchos generales, coroneles, etc se vio reflejada en el ascenso de los niveles de seguridad? Ahí están los datos. Los datos son crudos. Por ejemplo el dato de la captura del DAS por el paramilitarismo, se enfrenta al de la cantidad de jefes narcoparamilitares desmovilizados y extraditados. Pero también, eso de que era para callarlos resultó falso: ahí están confesando o inventando, pero cantando.
Uribe es de extrema derecha. Es cierto: cuando se hacen los balances objetivos de su gobierno queda algo claro, más allá de discursos, Familias en Acción, etc …los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres. Un dirigente liberal me decía que los mega ricos, los banqueros (¿”el” banquero?) fueron los más beneficiados. Sí, seguramente. La verdad es que con excepción del también banquero López Pumarejo en los 40, de Rojas Pinilla en los 50 y en algo del abuelo de Germán Vargas en los 60… (¿Y de Santos?...) TODOS los Presidentes han actuado igual: favorecen a los poderosos en detrimento de los débiles. ¿Porqué entonces tal paranoia sólo con uno de ellos?...
Avanzaríamos más como democracia, si viéramos al ciudadano Uribe, como lo que es: un ser humano absolutamente normal, lleno de virtudes y defectos, de “carnitas” y “huesitos”.
***
¿Descapitalizar?: En el 2º semestre del 2009, cuando quedó claro que poner en marcha el plan de alternativas arquitectónicas, modulares, espaciales, empresariales, sociales, institucionales, etc, diseñadas por la Católica, discutidas y aprobadas por los firmantes del “Pacto Cívico por la competitividad del Centro” valían fácilmente $20 mil millones, le oímos a Israel Londoño la idea de utilizar los recursos desperdiciados en la Empresa de Energía. Llegamos al 2012 y la platica -¿creemos?- sigue ahí. ¿A quién beneficia? La Promotora: Monsalve, Meneses, su equipo, deben pronunciarse.
¿Descapitalizar?: En el 2º semestre del 2009, cuando quedó claro que poner en marcha el plan de alternativas arquitectónicas, modulares, espaciales, empresariales, sociales, institucionales, etc, diseñadas por la Católica, discutidas y aprobadas por los firmantes del “Pacto Cívico por la competitividad del Centro” valían fácilmente $20 mil millones, le oímos a Israel Londoño la idea de utilizar los recursos desperdiciados en la Empresa de Energía. Llegamos al 2012 y la platica -¿creemos?- sigue ahí. ¿A quién beneficia? La Promotora: Monsalve, Meneses, su equipo, deben pronunciarse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario