2017/01/10

Decálogo para un buen gobernante

Orlando Parra
“1 El reformador debe combatir dos formas extremas de dogmatismo: la primera postula que el Estado (o la estatización) es la solución de todos los problemas; la segunda, que, directa o indirectamente, el Estado es la fuente de todos los problemas.

2. El reformador debe tener en cuenta que, así como hay fallas de mercado, hay fallas de Estado. Cualquier intento de reforma tiene que partir de un entendimiento sofisticado de ambos problemas.

3. El reformador debe rechazar la disyuntiva falsa entre “un sistema injusto y corrupto que no puede mejorarse y otro racional y armonioso que ya no habría que mejorar”. El cambio social no es cuestión de todo o nada, es cuestión de más o menos.

4. El reformismo permanente, continuo, basado en el conocimiento práctico de los problemas, es siempre más eficaz que el reformismo ocasional y utópico, basado en concepciones ideológicas y en objetivos grandilocuentes.

5. El reformador debe huir de las utopías regresivas, de la retórica pomposa de la revolución y de los que destruyen sin haber construido.

6. El reformador nunca debe perder de vista los valores progresivos, los objetivos intrínsecos de todo proceso de cambio. Las reformas se hacen para la gente, no para los agentes (quienes casi siempre disfrazan sus intereses particulares de altruismo y desprendimiento).

7. El reformador debe ser consciente de una asimetría fundamental: el poder del Estado es mayor para redistribuir que para generar bienestar. Por ello muchos reformadores terminan siendo árbitros de contiendas redistributivas, decidiendo qué grupo gana y qué grupo pierde pero no contribuyendo al bienestar de las mayorías.

8. Las reformas legales cambian los incentivos, pero no cambian las normas sociales (la cultura). Tampoco crean, por sí solas, capacidades colectivas. Por lo tanto los efectos de las reformas legales son con frecuencia inferiores a lo presupuestado.

9. Los reformadores deben evitar caer en “la pretensión del conocimiento”. En los sistemas abiertos y complejos, los efectos de los cambios legales son en buena medida impredecibles e imprevisibles. De allí la importancia del gradualismo y la experimentación permanente.

10. El reformador debe entender que casi siempre es una figura trágica. Su respetabilidad (ética) viene de su insistencia en hacer lo que toca en contra de las fuerzas (mayoritarias) de la insensatez, el oportunismo y la indiferencia”…¿Duro? y eso que si lo relee se hace más duro. Lo leí hace varios años.

Los outsider, cuya traducción mecánica es “forastero”, ¿bicho raro?, prefiero “independiente” me atraen. Son los que se salen de la manada. He sido acusado –gratamente- también de serlo. “la distancia genética entre chimpancés y seres humanos es de sólo un 1,6% (es decir, hay alrededor de 98,4% de similitud)” leo (y cito…) en mi querida Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Distancia_gen%C3%A9tica (…) . Entonces, cuando nos vemos debemos recordar que  somos manadas: un líder, o unos líderes, una masa, unos ¿quedados?, y unos pocos independientes, que muchas veces están en contraposición con los líderes, generalmente poco los quieren las masas: así a algunos luego los homenajeen: son los diferentes. 

Los líderes NO siempre tienen la razón. Los outsider tampoco. Las masas menos: son esencialmente manipulables, maleable. Son masa: se merecen su nombre. Pero los outsider –pues cuando sobre-viven a los fanatismos, las inquisiciones, etcétera- son los que –algunas veces- hacen pensar la manada, le hacen preguntarse ¿Ese es el camino correcto? ¿Hay otro?... eso es lo que refleja Alejandro Gaviria U (si… el mismo que usted está pensando) en su recopilación de textos en forma de libro: “Alguien tiene que llevar la contraria”  (se compra aquí: http://www.profitecnicas.com/libro/alguien-tiene-que-llevar-la-contraria_135961 IMPRESO, o ELECTRONICO en http://www.agapea.com/libros/Alguien-tiene-que-llevar-la-contraria-Ebook--EB9789584254238-i.htm ) en el que aparece ese decálogo (¿costo?...lo que vale una botella de aguardiente antioqueño)

Una versión fue Publicada el  04/12/2016 http://eldiario.com.co/seccion/OPINION/dec-logo-para-un-buen-gobernante1612.html 

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