2020/04/19

"Doctor" llegó la hora de bajarse SU salario

HABLEMOS DE SALARIOS.
Orlando Parra G*
Las crisis son oportunidades. Aún las enfermedades, bien manejadas, pueden fortalecernos. La pandemia es una oportunidad. Hablemos de una: de la posibilidad de ajustar el desequilibrio salarial.  

¿qué hacemos con toda la gente que NO está en el sector formal? ¿peor, qué hacemos con las personas que No tienen ingresos? Pasaron de ser preguntas que se hacen los estudiosos a una pregunta que todos tuvimos qué hacernos. Al fin descubrimos que es un problema de todos.

Si usted junta 100 familias. Descubrirá que 90 -9 de cada 10- tienen ingresos menores de 4 millones al mes: son Pobres. 8 tienen ingresos de más de 4 millones y el DANE las llama clase media. Sólo 2 de esas 100 familias colombianas, tiene ingresos por más de 10 millones y por ende son ¿ricos? .Es decir, nuestra pirámide de ingresos NO es una pirámide, NO es como un triángulo. Es otra figura, es una enorme cantidad de personas pobres (90) una poca clase media (8) y una puntica de “ricos” (2). Un desequilibrio atroz. Una explicación de porqué esto sucede tiene que ver con los salarios. Resulta que si usted junta 10 personas empleadas. 5 ganan MENOS de un salario mínimo. 4 ganan entre 1 y 2 mínimos. Y sólo uno entre los diez, gana más de dos mínimos. Todos son datos DANE.Y millones tienen claro que No tiene por qué ser así. Menos aun cuando miran los salarios de otros.

Soy un convencido de que los altos directivos de una empresa deben percibir remuneraciones acordes con el tamaño de las responsabilidades que maneja. Una cosa es manejar una empresa con un presupuesto de 2 mil millones y otra con uno de 2 millones de millones de pesos. Hace unos años se armó un escándalo porque un señor ganaba 90 millones de pesos mensuales manejando una EPS que al año facturaba millones de millones (billones), discrepé: ese debía ser su sueldo. Si usted produce, está en la industria, el comercio, los servicios, las finanzas, en cualquier sector productor de riqueza, es justo que se gane un salario de ese monto. Lo que es injusto es que los niveles debajo de usted vayan ganando tan poco que lleguen al mínimo. En promedio un gerente de una empresas de 500 empleados gana 8 millones al mes ([i]). Pero, en fin, usted produce, pero, qué pasa con el estado, ¿qué produce?


En ésta crisis tenemos la oportunidad de generar los cambios que proponen en  el departamento de economía de los Andes en pro de la equidad social: una reforma tributaria que deje las tarifas de renta personal y corporativa iguales, pero borre TODOS los atajos, gabelas y descaros acumulados por décadas; que la reconstrucción económica facilite los costos formales de contratación; y, especialmente, tenemos la oportunidad de fortalecer a fondo el seguro de desempleo eliminando por ejemplo la norma que establece que solamente pueden acceder a ellos quienes hayan estado en el sector formal: por Dios ¡la mayoría del país es informal!. Ahora bien, de dónde puede salir semejante cantidad de dinero. Pues hay una fuente ¿Sabía usted que el Presidente de la República NO es el funcionario público mejor pago? ¿Qué hay funcionarios que por ley ganan lo mismo que el Presidente, o que el Gobernador, o que el Alcalde?. Miremos:

El Director de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales recibe 45 millones, es decir, se gana en un mes, lo que un trabajador (recuerde que la mayoría ganan MENOS de un mínimo) se ganará en 4 años y en doce meses (sin contar todo lo demás que gana) se ganará lo que ganará ese trabajador en 48 años, en dos años, se ganará lo que 5 de cada 10 colombianos ¡Jamás ganará en su vida!. Luego viene el Presidente de la República, 38 millones (haga cuentas), pero resulta que cada uno de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, la Constitucional, el Consejo de Estado y el de la Judicatura (un montón de “Doctores”) se ganan exactamente lo mismo: 38.  Luego viene el Fiscal General, el Vicefiscal, Procurador, Contralor, Defensor y Registrador Nacional: 34 millones, y, claro está,  los señores del congreso, cada uno de ellos, se gana 34 (multiplique y sume ); Los directivos de los Departamentos Administrativos: Planeación, Presidencia, Prosperidad Social, Colciencias: 32 millones. Los super intendentes, en promedio 30. El Secretario General del Senado/Cámara y el Director General Administrativo del Senado/Cámara: 30 millones. La vicepresidenta de la república: 26 millones.  El director de la DIAN: 24.  Y hay más.



A nivel local, depende del nivel de la alcaldía o la gobernación. La alcaldesa de Bogotá y el gobernador de Cundinamarca, 23 millones de pesos. Risaralda, 13, el alcalde de Pereira 14 millones –recuerden que sólo estamos hablando de salarios, sin contar todo lo demás- . Y los diputados aproximadamente 12: Sin contar las extras.  El contralor departamental, tiene el mismo sueldo que el gobernador. El personero, el contralor tienen una asignación igual al alcalde. Recordemos: Si un funcionario se gana 12 millones en un mes –sin contar lo demás- los contribuyentes le pagamos lo que gana un trabajador en todo un año, y en 4 años ganará ¡lo que ese trabajador casi toda su vida laboral! ¡48 años! ¿Justo?.

Dejemos por fuera lo que ganan, por ejemplo, directores de entidades cuyos recursos mayoritarios vienen directa o indirectamente de los contribuyentes, con salarios 2 o 3 veces superior al Presidente; rectores de las universidades públicas; altos mandos de la policías y militares; etcétera. Y tampoco hablaremos de las pensiones que reciben estos funcionarios. Recordando que la mayoría de los colombianos ¡ni siquiera, alcanzan a pensionarse!

¿Es justo tal desequilibrio? ¿Es justo que se gane tal dinero personas que en esencia sólo supervisan, vigilan y viven de la producción, de todos nosotros, los “contribuyentes” ?... Ahora bien, ¿qué es justo?… Primero, sería bueno que se supiera cuánto es realmente el ingreso anual que se tiene, cuánto suma todo. Segundo, que anualmente estos altos cargos estén por fuera de la discusión sobre el salario mínimo: debe existir –como en otros países- una comisión que determine cuál debe ser su incremento o disminución, pero sobre ese total anual, basado en la situación fiscal de la nación, el departamento, el municipio, etcétera. En las condiciones de recesión económica en la que acabamos de entrar, lo ideal sería que TODOS los “doctores” sigan ya el ejemplo de Chile –después de la explosión del supermodelo económico que nos vendían en américa latina ¡un desastre!- y fue que se redujeron el 50% de sus salarios el Presidente, los ministros, los magistrados, los jueces, los fiscales y lógicamente, los congresistas ([ii]) además de todos los que ganan similares salarios que sale del dinero de los contribuyentes. Ya en México su (nuevo) presidente, sin Paro Nacional, se había bajado el 60% de su sueldo generando entonces una escalada de reducción en otros “Doctores”.

¡Se van a robar toda esa plata! … es posible, pero a lo mejor, si saben que ese dinero se lo sacaron a ellos mismos, lo cuiden más. Nadie sabe. Lo cierto es que se ha dicho que reciben esos altos salarios para evitar ser sobornados. Eso es relativo como me dijo un congresista Risaraldense “los corruptos no van por los sueldos”. Será necesario reglamentar el “Lobby”, es decir, la forma en que convence, ¿compra? ¿corrompe? ¿soborna? el sector productivo a los “Doctores” que toman decisiones sobre sus negocios.

Finalmente, necesitamos avanzar, de una vez por todas, a una sociedad, con un estado que provea ya no sólo cobertura –en lo cual hemos avanzado mucho- sino calidad médica, educación, sino que las personas que carezcan de trabajo obtengan beneficios de desempleo, y capacitación, “Doctores” necesitamos ya la plata de sus super salarios, pues el mundo que viene, puede que supere las pandemias, pero extenderá los robots, desempleando a millones… incluida Colombia. 

Nota: Al momento de enviar este texto un sector del congreso volvía a proponer NO reducir los salarios, pero si el congreso, aprovechando para eliminar las curules asociadas al exitoso proceso de paz y las de los territorios con víctimas.  Una forma de dilatar, pues la reducción del congreso requiere unas ocho sesiones legislativas, mientras auto-reducirse su sueldo –y el de los demás señores aquí citados- sólo requiere cuatro.
* Mg. en Historia. Docente-Investigador Universitario. Columnista.

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