Publicada el 24 De Agosto De 2021
Por ORLANDO PARRA GÓMEZ
Hace muchos años me pregunto ¿por qué les gusta gobernar, si es tan harto?
Muchas personas creen que gobernar es simplemente «mandar» y las cosas suceden, ¡de una!. ¡Creen que los gobernantes son magos! Y algunos gobernantes parecen creérselo, y prometen obras en una semana cuando tienen absolutamente claro que un contrato en el estado tarda 6 semanas, 8 semanas, más… es muuuy lento. Todo esto parece juntarse en el desastre que el cambio climático –ese que tantos creen tan lejano- disparó en la vía Pereira-Marsella.
Hace meses, por no decir un año, la vía ha carecido de paso normal. A veces cerrada totalmente, otras veces con paso solo para motos, ahora, desde el 18 de agosto se cerró por fuerza de la naturaleza. Es una situación común en buena parte de Colombia. Es parte de nuestra tragedia nacional. Explica por qué tanto campesino termina cultivando coca: simplemente NO hay vías. Pero que eso suceda en Risaralda, a minutos de la capital del departamento es asombroso.
La situación que se vive en todo el trayecto de la vía, no solo en puntos críticos como La Guillermina, La Porcelana, la Nona, o La Camelia en Ventiaderos, parece tener connotaciones geológicas. Como tal, si así es, entonces no tendrá soluciones en días, ni en semanas, ni en meses. Porque el tema es estructural y se debe ser claro con las comunidades. Es parte del lío de gobernar: tener que saber decirle a la gente lo que no quiere oír.
¿Entonces qué hacer?. En lo inmediato es necesario habilitar las otras formas de comunicar Pereira con Marsella, que no sólo sea el extenso y costoso trayecto Pereira-Chinchiná-Marsella el cual requiere alguna forma de subsidio del estado. Esas alternativas las conocen bien los marselleses, El Rayo-La Convención-La Bodega; Caracas-La Argentina-Las Tazas-La Oriental; La Nona-La Convención. Ahhh, que sólo pasan vehículos pequeños, pues sí, que sólo pasan motos, pues sí, que hay que evitar el paso de vehículos grandes y pesados, pues sí, pero hay que ofrecer alternativas a 16.000 marselleses. (Ponga 16 mil personas en fila y se da cuenta de la cantidad de afectados).
Ahora bien, puede que la tradicional vía, se recupere, por algún tiempo, pero lo que ya es claro es que más temprano que tarde, causará una o varias tragedias, y terminará cerrada, o convertida en una vía alterna para vehículos livianos y no de carga; por tal motivo es necesario que el estado, y sus gobernantes, comiencen a explorar la CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA VÍA, que asegure una comunicación estable, ojalá lo más alejado posible de la montaña como la planteada por Combia-Estación Pereira- Beltran-Marsella que busca la ribera del Cauca. También hay otras, posiblemente con los mismos macro problemas geológicos, como una por Santa Rosa.
NOTA: Ni vivo en Marsella, ni tengo propiedades o negocios allá, pero sí tengo gente muy querida en el municipio
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