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EL profesor visionario –fundador del movimiento visionario- ha sus casi 60 años de edad, publicó recientemente en twitter que esta “apuesta” ni siquiera es para nuestros hijos, es para nuestros “nietos”, agregaría que se depende tanto del avance cultural del pueblo colombiano, como de la madurez, la capacidad de superar las dependencias de toda índole que hoy nos tienen como una de las sociedades con más atraso moral, ético, en el planeta.
“El Domingo 30 de Mayo del 2010, inició en Colombia la tercera vía, aquella que ni camina por las fauces de la derecha generalmente corrompida y clientelizada ni de la izquierda la mayor de las veces miope y resentida, una opción de centro, verde y ciudadana”, podrán leer nuestros nietos en los ciberlibros del año 2040…(sí, es que “30 años no es nada”)…”ese día, por ejemplo, y para citar sólo un caso, en la ciudad de Manizales-Caldas, un partido que tenía meses de existencia, prácticamente empato su posibilidad de elegir un alcalde para esa ciudad, sin un solo voto de maquinaria o similares y puso a temblar a sus rivales locales y departamentales.” Esa es tal vez la lectura que se está olvidando en medio de la cultura del inmediatismo, del atajo, del “todo ya” que carcome a las y los colombiano (y ni que decir de los jóvenes con su efervescencia hormonal).
Es comprensible la táctica de tierra arrasada de los rivales que se produjo en las horas siguientes a primera vuelta, pues el facto sicológico, el factor emocional, dentro de una campaña llena de emociones y donde la racionalidad ha sido puesta en segundo plano parece funcionar. Pero finalmente las reflexiones avanzan por encima de las emociones. Explicaciones para que las encuestas, que siempre habían acertado se diferenciaran tanto, puede haber muchas, una de las más sencillas es la de que las mismas encuestas, al propiciar la absoluta certeza de quienes serían los que pasarían a segunda vuelta, premiaron a los reyes de los debates en el congreso, que se volvieron los reyes de los debates televisivos, los exsenadores Vargas y Petro, de allí su repunte, repunte que salió de las huestes del voto de opinión proverde. De igual manera, que miles y miles de personas prefirieron, dadas las mismas encuestas, esperar para votar en segunda vuelta, etc, etc…pero, insisto eso es secundario. El tema central es el nacimiento de esa fuerza alternativa en Colombia que rápidamente se ubica en casi todas las ciudades y pueblos del país en segundo lugar, salvo departamentos como Atlántico, Cesar, Córdoba donde la segunda fuerza, nuevamente, sin maquinaria, es la de la ola amarilla.
En las pasadas elecciones parlamentarias, hace escasos 2 meses y medio, los triunfadores fueron los tradicionales partidos clientelistas…hoy ha emergido en el escenario el partido girasol, el partido de la suma de pétalos que es el verde. Ahora lo que viene, lo que necesita urgentemente el partido verde es, obviamente, replantear su campaña hacia la segunda vuelta, donde las posibilidades de ganar existen: en 1990 en Peru, un candidato que en primera obtuvo el 20% en segunda obtuvo el 60% de la votación; pero más que eso lo que requiere es reconocer que en su interior se mueven, y muchas veces se rozan torpemente los pétalos verde fundacional, visionarios, democráticos, soñadores, ciudadanos y los oleros: que curiosamente deben ser la mayoría: las personas que llegaron en la campaña. Del reconocimiento de esos pétalos, esas tendencias, tal cual como sucedió en otras experiencias exitosas como Uruguay, como Brasil, de alguna forma como Chile, deben emerger YA las precandidaturas verdes a las alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas y localidades, que dentro de las férreas normas éticas y morales que construye paulatinamente una nueva cultura política en el país, permita que sean desde ya, los jóvenes, y nuestros hijos quienes disfruten el inicio del cambio, del cambio que pruebe que la unión de los decentes hace la fuerza.
“El Domingo 30 de Mayo del 2010, inició en Colombia la tercera vía, aquella que ni camina por las fauces de la derecha generalmente corrompida y clientelizada ni de la izquierda la mayor de las veces miope y resentida, una opción de centro, verde y ciudadana”, podrán leer nuestros nietos en los ciberlibros del año 2040…(sí, es que “30 años no es nada”)…”ese día, por ejemplo, y para citar sólo un caso, en la ciudad de Manizales-Caldas, un partido que tenía meses de existencia, prácticamente empato su posibilidad de elegir un alcalde para esa ciudad, sin un solo voto de maquinaria o similares y puso a temblar a sus rivales locales y departamentales.” Esa es tal vez la lectura que se está olvidando en medio de la cultura del inmediatismo, del atajo, del “todo ya” que carcome a las y los colombiano (y ni que decir de los jóvenes con su efervescencia hormonal).
Es comprensible la táctica de tierra arrasada de los rivales que se produjo en las horas siguientes a primera vuelta, pues el facto sicológico, el factor emocional, dentro de una campaña llena de emociones y donde la racionalidad ha sido puesta en segundo plano parece funcionar. Pero finalmente las reflexiones avanzan por encima de las emociones. Explicaciones para que las encuestas, que siempre habían acertado se diferenciaran tanto, puede haber muchas, una de las más sencillas es la de que las mismas encuestas, al propiciar la absoluta certeza de quienes serían los que pasarían a segunda vuelta, premiaron a los reyes de los debates en el congreso, que se volvieron los reyes de los debates televisivos, los exsenadores Vargas y Petro, de allí su repunte, repunte que salió de las huestes del voto de opinión proverde. De igual manera, que miles y miles de personas prefirieron, dadas las mismas encuestas, esperar para votar en segunda vuelta, etc, etc…pero, insisto eso es secundario. El tema central es el nacimiento de esa fuerza alternativa en Colombia que rápidamente se ubica en casi todas las ciudades y pueblos del país en segundo lugar, salvo departamentos como Atlántico, Cesar, Córdoba donde la segunda fuerza, nuevamente, sin maquinaria, es la de la ola amarilla.
En las pasadas elecciones parlamentarias, hace escasos 2 meses y medio, los triunfadores fueron los tradicionales partidos clientelistas…hoy ha emergido en el escenario el partido girasol, el partido de la suma de pétalos que es el verde. Ahora lo que viene, lo que necesita urgentemente el partido verde es, obviamente, replantear su campaña hacia la segunda vuelta, donde las posibilidades de ganar existen: en 1990 en Peru, un candidato que en primera obtuvo el 20% en segunda obtuvo el 60% de la votación; pero más que eso lo que requiere es reconocer que en su interior se mueven, y muchas veces se rozan torpemente los pétalos verde fundacional, visionarios, democráticos, soñadores, ciudadanos y los oleros: que curiosamente deben ser la mayoría: las personas que llegaron en la campaña. Del reconocimiento de esos pétalos, esas tendencias, tal cual como sucedió en otras experiencias exitosas como Uruguay, como Brasil, de alguna forma como Chile, deben emerger YA las precandidaturas verdes a las alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas y localidades, que dentro de las férreas normas éticas y morales que construye paulatinamente una nueva cultura política en el país, permita que sean desde ya, los jóvenes, y nuestros hijos quienes disfruten el inicio del cambio, del cambio que pruebe que la unión de los decentes hace la fuerza.
