Los odios de Dios
Las creencias de la Iglesia Bautista de Westboro
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jueves, 05 de abril de 2007
“¿Quién dijo que Dios es sólo amor y que ama a todos por igual? Si tu iglesia te dice esto, te está engañando y te está mostrando un Dios que no existe”. Esto es lo que asegura Fred Phelps, pastor de la Iglesia Bautista de Westboro, una especie de secta religiosa muy popular en Estados Unidos y con una importante presencia en Europa y América Latina, que se dedicó a pregonar la ira divina a través de internet.
Durante los últimos años han creado páginas llamadas Dios odia a Suecia Dios odia a América Dios odia a Canadá y Dios odia a los homosexuales en donde han logrado ganar un gran número de seguidores pregonando que la Biblia también habla del odio.
Según explican los miembros de los bautistas de Westboro, el libro sagrado tiene varios versículos dedicados a la venganza, el odio y la cólera. Advierten que el odio de Dios es dos veces mayor que su misericordia, amor y compasión. “Los predicadores sensibleros, que sólo hablan las cosas que te hacen sentir bien condenan a este país y a este mundo al infierno. Te dicen lo que quieres oír en lugar de lo que necesitas oír”, explican. Y citan versículos como Proverbios 6:16-19, Salmos 11:5, y Malaquías 1:3. “Al ver estos versículos, ¿cómo puedes decir que Dios ama a todos? ¿Puedes decir Dios ama a todos cuando Dios dice “a Esaú aborrecí?” ¿Ama Dios a la gente en el infierno?, no”, advierten.
La creación
La iglesia Bautista de Westboro nació en Topeka, Kansas, y opera independientemente de cualquier otra iglesia bautista u organización religiosa. Su líder Fred Phelps es conocido por predicar que Dios odia a los homosexuales y a cualquier persona que no esté suficientemente en contra de ellos. Se apegan a las enseñanzas de la Biblia pero al estilo de la “Escuela Vieja”, es decir, “predican contra la fornicación, el adulterio y la sodomía”.
Basan su filosofía en Agostino (uno de los padres tempranos de la Iglesia), Martín Lutero (fundador de la Iglesia Luterana), Juan Knox (fundador de la Iglesia Presbiteriana), Augustus Toplady (líder de la Iglesia Episcopal), Carlos Spurgeon (predicador), Juan Leland (uno de los responsables de la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América), y Abraham Lincoln (se crió asistiendo a una pequeña iglesia bautista de la “Escuela Vieja”).
Aseguran que aunque la Iglesia moderna ha avanzado mucho en las ideas de la Biblia, aún se siguen diciendo muchas mentiras. “Que Dios ama a todos y Jesús murió por toda la gente es algo que se enseña en todos los púlpitos de esta generación, pero esto debe cambiar porque ese no es el mensaje de Dios”, asegura Phelps.
Esta iglesia saltó a la fama cuando comenzó a ser parte activa de manifestaciones en contra de los homosexuales. “Ser gay condena las almas y destruye los países con su inmundicia”, advierten. Tienen una página especial en la red en donde dicen que “Dios odia a los homosexuales” y dan gracias a Dios por el sida, según explican, porque “ese es el precio que tienen que pagar esos fenómenos de la naturaleza”.
Su cruzada va más allá. No sólo se conforman con arremeter contra los homosexuales, también están en la política. Phelps desató la ira de los norteamericanos cuando aseguró que Estados Unidos se merecía lo que le pasó el 11 de septiembre. “Dios determinó en la eternidad arrojar esos aviones del cielo como dardos encendidos. Usó a perversos seguidores de Osama bin Laden para castigar a personas aún más malvadas, así como usó al malvado Nabucodonosor, rey de Babilonia, su criado, para castigar el indigno reino de Judá (Jeremías 25:9)”, aseguró.
“Hay que agradecerle a Dios por el 11 de septiembre, pues este país está inundado de desobediencia arrogante. Dios actuaría justamente si destruyera totalmente este país ahora mismo. El hecho es que en vez de hacer eso, nos dio una advertencia”, explicó el pastor bautista.
Sin perdón ni olvido
¿Pero dónde queda la tolerancia que enseña la Biblia y aquello de poner la otra mejilla? Según Phelps “en ninguna parte”. Explica en su página de internet que, “Dios es soberano y hace lo que quiere y nadie puede hacer nada contra su voluntad divina. Ni quiere a todos por igual, ni todos le servimos y no escucha a todos tampoco”, advirtió.
Él mismo fue víctima de sus propias prédicas, pues fue echado de varias congregaciones de su Iglesia por sus conductas. De Canadá fue expulsado por promover la violencia contra la mujer. “Un buen gancho izquierdo hace a una mujer bastante buena. Hermanos, nos pueden encarcelar, ¡pero todavía haremos lo que la Biblia nos dice que hagamos! ¡O nuestras esposas nos van a obedecer, o las vamos a golpear!”, aseguró.
Con esta filosofía es que los bautistas de Westboro han arremetido contra medio mundo. Phelps y sus seguidores interrumpen funerales de los militares que han muerto en Iraq, organizan protestas contra el gobierno estadounidense, los soldados fallecidos y sus familias. “Todos estos sucesos trágicos son causados por Dios debido a su odio a los homosexuales y la tolerancia de ellos por parte de Estados Unidos y países como Canadá y Suecia”.
El último blanco de su ira fue la familia real sueca, y en particular, la princesa Magdalena. Durante los últimos días han enviado faxes con insultos a la Casa Real Sueca. A Magdalena, hija menor del rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia, la tildan de “vaga” e “indecente” por lucir un escote en una gala de los premios Nobel.
El motivo original de la ira contra Suecia es por la condena contra uno de sus miembros en 2004. El pastor Åke Green fue castigado por un sermón muy duro contra los homosexuales. La secta, que no escatima elogios a Green, considera que Suecia es “un país de sodomía, bestialismo e incesto”, donde a los niños se les enseña “que está bien ser gay e incestuoso”.
Se ha intentado, sin éxito, cancelar las páginas que incitan al odio y a las acciones violentas, pero no ha sido posible. A esto Phelps dice que su único pecado es pregonar la palabra de Dios como es, sin adornos ni interpretaciones. “Dios odia a muchas personas y la posibilidad de que vayas al cielo no existe. No todo va a estar bien y Dios no quiere ni acepta a todo el mundo sin excepción, puede que no te escuche y todo lo malo que te pasa, es porque él cree que te lo mereces”, sentenció.
jueves, 05 de abril de 2007
“¿Quién dijo que Dios es sólo amor y que ama a todos por igual? Si tu iglesia te dice esto, te está engañando y te está mostrando un Dios que no existe”. Esto es lo que asegura Fred Phelps, pastor de la Iglesia Bautista de Westboro, una especie de secta religiosa muy popular en Estados Unidos y con una importante presencia en Europa y América Latina, que se dedicó a pregonar la ira divina a través de internet.
Durante los últimos años han creado páginas llamadas Dios odia a Suecia Dios odia a América Dios odia a Canadá y Dios odia a los homosexuales en donde han logrado ganar un gran número de seguidores pregonando que la Biblia también habla del odio.
Según explican los miembros de los bautistas de Westboro, el libro sagrado tiene varios versículos dedicados a la venganza, el odio y la cólera. Advierten que el odio de Dios es dos veces mayor que su misericordia, amor y compasión. “Los predicadores sensibleros, que sólo hablan las cosas que te hacen sentir bien condenan a este país y a este mundo al infierno. Te dicen lo que quieres oír en lugar de lo que necesitas oír”, explican. Y citan versículos como Proverbios 6:16-19, Salmos 11:5, y Malaquías 1:3. “Al ver estos versículos, ¿cómo puedes decir que Dios ama a todos? ¿Puedes decir Dios ama a todos cuando Dios dice “a Esaú aborrecí?” ¿Ama Dios a la gente en el infierno?, no”, advierten.
La creación
La iglesia Bautista de Westboro nació en Topeka, Kansas, y opera independientemente de cualquier otra iglesia bautista u organización religiosa. Su líder Fred Phelps es conocido por predicar que Dios odia a los homosexuales y a cualquier persona que no esté suficientemente en contra de ellos. Se apegan a las enseñanzas de la Biblia pero al estilo de la “Escuela Vieja”, es decir, “predican contra la fornicación, el adulterio y la sodomía”.
Basan su filosofía en Agostino (uno de los padres tempranos de la Iglesia), Martín Lutero (fundador de la Iglesia Luterana), Juan Knox (fundador de la Iglesia Presbiteriana), Augustus Toplady (líder de la Iglesia Episcopal), Carlos Spurgeon (predicador), Juan Leland (uno de los responsables de la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América), y Abraham Lincoln (se crió asistiendo a una pequeña iglesia bautista de la “Escuela Vieja”).
Aseguran que aunque la Iglesia moderna ha avanzado mucho en las ideas de la Biblia, aún se siguen diciendo muchas mentiras. “Que Dios ama a todos y Jesús murió por toda la gente es algo que se enseña en todos los púlpitos de esta generación, pero esto debe cambiar porque ese no es el mensaje de Dios”, asegura Phelps.
Esta iglesia saltó a la fama cuando comenzó a ser parte activa de manifestaciones en contra de los homosexuales. “Ser gay condena las almas y destruye los países con su inmundicia”, advierten. Tienen una página especial en la red en donde dicen que “Dios odia a los homosexuales” y dan gracias a Dios por el sida, según explican, porque “ese es el precio que tienen que pagar esos fenómenos de la naturaleza”.
Su cruzada va más allá. No sólo se conforman con arremeter contra los homosexuales, también están en la política. Phelps desató la ira de los norteamericanos cuando aseguró que Estados Unidos se merecía lo que le pasó el 11 de septiembre. “Dios determinó en la eternidad arrojar esos aviones del cielo como dardos encendidos. Usó a perversos seguidores de Osama bin Laden para castigar a personas aún más malvadas, así como usó al malvado Nabucodonosor, rey de Babilonia, su criado, para castigar el indigno reino de Judá (Jeremías 25:9)”, aseguró.
“Hay que agradecerle a Dios por el 11 de septiembre, pues este país está inundado de desobediencia arrogante. Dios actuaría justamente si destruyera totalmente este país ahora mismo. El hecho es que en vez de hacer eso, nos dio una advertencia”, explicó el pastor bautista.
Sin perdón ni olvido
¿Pero dónde queda la tolerancia que enseña la Biblia y aquello de poner la otra mejilla? Según Phelps “en ninguna parte”. Explica en su página de internet que, “Dios es soberano y hace lo que quiere y nadie puede hacer nada contra su voluntad divina. Ni quiere a todos por igual, ni todos le servimos y no escucha a todos tampoco”, advirtió.
Él mismo fue víctima de sus propias prédicas, pues fue echado de varias congregaciones de su Iglesia por sus conductas. De Canadá fue expulsado por promover la violencia contra la mujer. “Un buen gancho izquierdo hace a una mujer bastante buena. Hermanos, nos pueden encarcelar, ¡pero todavía haremos lo que la Biblia nos dice que hagamos! ¡O nuestras esposas nos van a obedecer, o las vamos a golpear!”, aseguró.
Con esta filosofía es que los bautistas de Westboro han arremetido contra medio mundo. Phelps y sus seguidores interrumpen funerales de los militares que han muerto en Iraq, organizan protestas contra el gobierno estadounidense, los soldados fallecidos y sus familias. “Todos estos sucesos trágicos son causados por Dios debido a su odio a los homosexuales y la tolerancia de ellos por parte de Estados Unidos y países como Canadá y Suecia”.
El último blanco de su ira fue la familia real sueca, y en particular, la princesa Magdalena. Durante los últimos días han enviado faxes con insultos a la Casa Real Sueca. A Magdalena, hija menor del rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia, la tildan de “vaga” e “indecente” por lucir un escote en una gala de los premios Nobel.
El motivo original de la ira contra Suecia es por la condena contra uno de sus miembros en 2004. El pastor Åke Green fue castigado por un sermón muy duro contra los homosexuales. La secta, que no escatima elogios a Green, considera que Suecia es “un país de sodomía, bestialismo e incesto”, donde a los niños se les enseña “que está bien ser gay e incestuoso”.
Se ha intentado, sin éxito, cancelar las páginas que incitan al odio y a las acciones violentas, pero no ha sido posible. A esto Phelps dice que su único pecado es pregonar la palabra de Dios como es, sin adornos ni interpretaciones. “Dios odia a muchas personas y la posibilidad de que vayas al cielo no existe. No todo va a estar bien y Dios no quiere ni acepta a todo el mundo sin excepción, puede que no te escuche y todo lo malo que te pasa, es porque él cree que te lo mereces”, sentenció.