Nuestro futuro y las víctimas
Algún osado diría que en esa época ni sabíamos que existían esas normas. Falso. Bolívar y Morillo firmaron un tratado por allá en 1820 donde se hablaba de respeto a los no combatientes (http://ow.ly/bx1jd) ó si se quiere, si bien esa violencia falsamente asociada a ideologías partidarias cuyo motor era el despojo de tierras dio inicio en 1946, ya para 1949 Colombia había aceptado cumplir las normas del Derecho Internacional Humanitario (http://ow.ly/bx1A3). Ninguna excusa cabía, como lo denunció Monseñor Guzmán (http://ow.ly/bx5E5) para proteger los asesinos con un perdón y olvido que destruyó la moral de la nación, destruyó el “respeto a la vida” y nos condujo por una proliferación de centenas de miles de asesinatos amparados en una impunidad vendida como “modelo de paz” desde esos años. De hecho si se escarbara se encontraría una ligazón entre los paramilitares de hoy y los pájaros, bandoleros, etc. de esa época, especialmente entre sus jefes reales o “autores intelectuales”.
Ojalá la ley de víctimas se hubiera extendido hasta 1946… todavía hay personas vivas que deberían explicarnos muchas cosas, muchas fortunas obtenidas en esas épocas a partir del despojo a familias liberales, conservadoras, comunistas, con la excusa de ser del partido contrario. Luego siguieron con la violencia -con excepción del MOIR que consideró que un levantamiento armado sólo debía darse al final y no impulsando guerrillas- casi todos los partidos de izquierda. Sólo a estos últimos, a todo desmovilizado después de 1989, convoca la ley desde este año a “enaltecer la memoria de sus víctimas” mediante la “satisfacción y reparación simbólica, o compensación moral necesarias” (http://ow.ly/bx2ll ). La ley debería extenderse a muchos de quienes los combatieron los cuales también deberían explicar muchas cosas. La verdad y la reparación, el perdonarse a sí mismos incluso, las necesitan todos.
El decreto reglamentario de esta ley (http://ow.ly/bx2EL) da tareas a Botero (Art. 250) a Vásquez y demás alcaldes (Art. 251). Establece que “la memoria histórica es patrimonio público”, apunta “su reconstrucción en perspectiva de consolidación de garantías de no repetición y de reconciliación…”. Tampoco se trata de un linchamiento colectivo, se trata de “justicia transicional” (http://ow.ly/bx3e6 ), necesitamos reconstruir la verdad, una verdad que sane a victimas y a victimarios. De todos modos se establece que “la autoridad judicial podrá, de oficio, revocar los beneficios concedidos, de hallar probado que el desmovilizado incumplió cualquiera de los requisitos exigidos”…y un requisito es esa “reparación simbólica”.
Todo sea por una Colombia donde se comprenda que el asesinato de civiles inocentes, especialmente niños inermes, nunca jamás será permitido.
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