Los alcaldes y gobernadores gobiernan durante muy poco tiempo. Debería existir la posibilidad de reelección con mecanismos transparentes que permita sacar a los que fallan y dar continuidad a quienes aciertan. La gran transformación de Guayaquil en Ecuador se debe a que un alcalde fue electo y reelecto 3 veces: (Lea también: Jaime Nebot ), gobernó del 2000 al 2019. Aquí gobiernan 48 meses, realmente menos.
El primer año invierten gran parte de su tiempo en cumplir compromisos de campaña, plan de desarrollo, tener mayorías en el concejo o la asamblea, poner a andar la máquina. Ya en el segundo se está en recta electoral hacia las elecciones parlamentarias (y de Presidencia) que se llevan a cabo en el tercero, temas a los que generalmente dedican atención y que les “politiquerizan” sus decisiones en aras de beneficiar sus candidatos. Y finalmente llegan al 4º año donde participan en la campaña de su reemplazo. Es decir, pierden mucho tiempo, y éste es vital. Lo que haga o deje de hacer en este primer año definirá los otros tres.
A pesar de las debilidades estructurales de las gobernaciones, por ejemplo, la deuda pública en Marzo de 2012 era de 54 mil millones (de esa época), en el último informe va en casi 17 mil (Le puede interesar: Deuda Pública ), si Tamayo gobierna partiendo de que nunca más volverá a aspirar, tal cual lo ha repetido, tendrá las manos libres para hacer un gran gobierno. Ojalá uno centrado en “la otra Risaralda” esa que queda más allá de La Virginia va hasta Dokabú en Pueblo Rico pasando por Puerto de Oro, por el Río Aguita en Mistrató, en toda esa frontera con Bagadó y Tadó en el Choco… sitios que la mayoría absoluta de nuestra dirigencia pública y privada ni siquiera ubica en un mapa, menos han “vivido”. Es clave.
En Pereira, la deuda en 2015 era de 86 y en 2018 ya iba en 115 mil millones. Dudo que Maya tenga aspiraciones electorales. Hace rato tiene claro que es más un técnico, un administrador, que un político. Tal vez esto también le ayude. Hizo 40 promesas centrales (Gallo hizo unas 14) lo cual le exige una enorme capacidad gerencial tanto a él como a su equipo: un descomunal reto.
Estos primeros cien días los gobernantes electos –salvo corruptos- requieren apoyo, espacio para poder, por ejemplo, plasmar sus programas de gobierno en los planes de desarrollo –que también, desafortunadamente sólo duran 48 meses- ya en el camino se va viendo su evolución.
Fui parte directa o indirecta y de manera momentánea de los gobiernos de Ernesto, Duque, Israel y Vásquez, nunca de una gobernación. En las pocas veces que desde e sta columna me referí a Castillo, Arango, Martha Elena, Gallo, así como a Sigifredo, Botero, Tamayo, Elsa Gladys, Carlos Arturo, Patiño, Gálvez, (Ernesto), y en los temas en que podía opinar por fuera de mis funciones en los gobiernos citados; estos gobernantes han encontrado aquí reflexiones, análisis, sugerencias. Pocas veces he defendido a alguno -que recuerde: a Gallo- y atacado a ninguno: ni he sido, ni soy ni seré –salvo actos de corrupción clarísimos- “oposición” : aquí se critica, se propone, se construye, con libertad e independencia ciudadana, pues nunca ha sido un cuento que, si a un gobernante le va bien, a los gobernados les va igual… y al revés.
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(Publicada en Diversos Medios el Martes 7 de Enero del 2020)
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