...cómo es posible haber sido Alcalde y Gobernador y no haber salido rico...
ó cuando lo que debería ser la norma...se vuelve la excepción
APARTES DEL DISCURSO DE POSESIÓN DEL EXGOBERNADOR DE RISARALDA, Y EXALCALDE DE PEREIRA, ING. ERNESTO ZULUAGA RAMIREZ COMO PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA DE RISARALDA, EL VIERNES 10 DE DICIEMBRE DEL 2010.
Al posesionarme como presidente de la Asamblea Departamental me sobrevienen muchos pensamientos que atiborran mi cabeza y que quisiera expresárselos a todos ustedes tratando de no hacerme largo y cansón.
El primero, y no en orden de importancia, es el sentimiento de gratitud: Tengo que dar las gracias a muchas personas que de una u otra manera permitieron que yo esté hoy aquí asumiendo esta responsabilidad. A todos los 11 diputados que en contravía de la moda universal han honrado su palabra. Aquí en este recinto he presenciado pactos, compromisos y acuerdos que con decoro y honradez se han cumplido al pie de la letra. Y esto es algo que tengo que resaltar porque la palabra ya no es lo que antes era. Para nuestros abuelos “la palabra era una escritura”, pero hoy en día van haciendo carrera frases como “las palabras se las lleva el viento” o “pa’l mamón no hay ley”. No tengo duda alguna de que en esta pérdida de valor estriba gran parte de nuestros problemas. Es difícil para una sociedad avanzar y desarrollarse si creer en la palabra es cada vez más virtud de ilusos o sinónimo de inocencia. No en vano muchos, pero muchos muchos, creen que es un estúpido aquel que pasa por un cargo público importante y sale pobre. Yo lo he vivido. En varias oportunidades y diferentes personas me han preguntado que cómo es posible haber sido Alcalde y Gobernador y no haber salido rico. Puedo asegurarles que mi mayor orgullo son más de 30 años de ejercicio político y público siempre guardando con celo el respeto al principio de la honestidad. Parodiando a un amigo les digo que “todos los días le ruego a Mi Dios que el día que llegue al cielo San Pedro no me vaya a salir con que robar no era pecado”. Sea entonces esta la oportunidad para llamarles a todos ustedes la atención sobre un viejo adagio popular casi en desuso que dice que “Rico no es el que más tiene sino el que menos necesita”.
Si la idea de enriquecerse a costa del erario público se está volviendo un principio para nuestros dirigentes, la corrupción será por años una prioridad social de una sociedad hipócrita que la combate con pensamientos y propósitos que nunca se cumplen, pero que la profesa con convicción y profundo arraigo. La honestidad, valor fundamental e imprescindible para el logro de la equidad y la estabilidad de nuestra sociedad, es el reto. Debemos recuperarla y volverla patrimonio de nuestros líderes y dirigentes.
“Otro gran problema de nuestra época radica en que la gente no quiere ser útil, sino importante”. Esta frase, que tiene más de 60 años y que fue pronunciada por Sir Winston Churchill, sirve para resaltar una condición que se sigue dando y que limita directamente el camino hacia una sociedad más justa e incluyente. Nuestros jóvenes especialmente, pero también muchas personas de nuestra generación, no están interesadas en servir sino en enriquecerse. Los obsesionan la necesidad imperiosa y necia de acumular riqueza a toda costa, sin medidas ni restricciones y sin los más mínimos indicios de respeto por lo ético y por los valores y principios simples y esenciales. La meta es conseguir “billete” a como dé lugar. Estamos avanzando hacia una sociedad que cohonesta y es muchas veces cómplice de comportamientos tramposos y dolosos, todos dirigidos a la consecución fácil de dinero. Y éste considero es también otro gran problema de nuestra sociedad. Hasta se plantea absurdamente que la corrupción tiene que existir en sus justas proporciones lo que pareciera para muchos una propuesta decorosa y hasta elegante.
continua:
el discurso completo se puede solicitar a ernestozr@hotmail.com
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