2019/10/14

HABRÁ QUE ESCOGER (3)


Duque quiso poner a German Darío, fracasó (x), Martha a Consuelo (x), ¿Juan Manuel a Martha? (x), Israel apoyó a Vásquez, Vásquez –suponemos- quiso que lo sucediera Israel (x)…los 9 alcaldes electos han querido tener continuador, sólo 4 lo han logrado, 5 han fallado, 4 de esos 5 son los últimos. Lo anterior indica que la ciudad es cada vez más clase media, más libre, más independiente de la “maquinaria” (contratos de todo tipo) que mueven las alcaldías en estas épocas, empero, la experiencia enseña que alguien con ese respaldo es un duro competidor.

Hoy Pereira vuelve a debatirse entre una persona que representa la continuidad de su antecesor, un rival, y un semillero de candidatos alternativos que, como dijo ya tardíamente Gabriel Jaime, fueron incapaces de “dialogar y explorar la posibilidad de construir sobre lo que nos une y sí, se centraron en construir sobre lo que nos divide”, si, así es, en medio de los egos de los unos y las pataletas de las otras, ni siquiera un sector fue capaz de mantener la Alianza Colombia alrededor de la fresca y posible alternativa que era/es Carolina Giraldo.

Esperemos a ver si pronto emerge un(a) líder prudente, que nunca se deje cooptar del fanatismo nacional, de “las diferencias ideológicas ‘bogotanas´ (las cuales), nos impiden hablar de nuestra ciudad” …tal vez los alternativos, de izquierda, de centro y de derecha (hay de todo lado: “los buenos tenemos todo en común menos el partido político” leí recién) hayan aprendido en éstas elecciones que en cada acción o inacción que hacen en el presente se juegan las siguientes elecciones. Ojalá los muchachos –menores de 25 años- lo logren, nosotros (asumo lo que me toca) llevamos 10 elecciones populares fracasando. Ojalá aprendan que las coaliciones se construyen desde el centro, tibio, respetuoso, valorando todos los estratos y expresiones sociales: ¿O será que necesitamos que metan a la cárcel varios alcaldes para aprender, como en Santa Rosa donde ganará Rodrigo Toro? puede ser, pero a veces, ni así, como lo muestra Dosquebradas.

Y cómo difícilmente nos va a gobernar un alternativo. Poco va a “cambiar”. Puede que se sea más juicioso en la gestión del cemento y se innove con el selfi en redes sociales, pero, sea quien sea el que nos gobierne, el clientelismo seguirá. El manejo de la alcaldía como un trampolín para futuras aspiraciones electorales propias y de amigos seguirá (por cierto: ¡ningún exalcalde ha logrado ser luego congresista!). Hay cinismo cuando se alega que ciertas “prácticas políticas No volverán” ¿Eso quiere decir que nos gobernó el señor Hernández de Bucaramanga, que desterró a los políticos tradicionales y a sus “practicas” de su despacho? ¿Al menos hubo meritocracia?



Entonces, soy pesimista: posiblemente nos gobernará otro político tradicional (joven o viejo son lo mismo) que habrá aprendido “la lección Martha Helena”: que gobernar pensando más en la ciudad, en apuestas estratégicas, actuando más como estadista que como “político”, (¿qué pasó con el Mega Parque San Mateo? por ejemplo), puede tener costos electorales…sólo que olvidan la otra parte: que si se deciden a romper, pero TOTALMENTE, con las maquinas electorales, a ser cívicos, alternativos, pueden hasta dar el salto a lo nacional. En fin, es lo que da la tierrita.

Así Juan Pablo se hubiera disgustado conmigo, me mantengo: ¿cuál “cambio” ?, vaya y venga “ajustes” “reforma”, pero alguien que llega rodeado de maquinarias electorales, salvo que las abandone –¡pudo hacerlo! -  gobernará atrapado por las prácticas clientelistas que tenemos formalizadas desde 1958 ¡1958! y nunca podrá ser un “cambio”. “Cambio” son las formas de hacerse elegir y gobernar de Mockus, Fajardo: esas sí merecen ser llamadas así. Igual, de Gallo siempre he valorado su honestidad: el único valor que -al final de cuentas- sirve para diferenciar “políticos tradicionales”.

Así las cosas, si hace 4 años le aposté a la alternativa que simbolizaba Luis Enrique (¡si señor: en coalición con el CD!) para luego ver como nuevamente fracasábamos y teníamos que escoger entre tradicionales, ahora, desafortunadamente, también habrá que decidir entre los dos punteros   

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Octubre 8







Clientelismo – Corrupción (2)

“Uno gana las elecciones para gobernar con los que lo apoyaron”. Sí, otra cosa es que usted gane las elecciones para gobernar con los que lo apoyaron y entonces ganen el derecho a robar. Una cosa es el clientelismo y otra la corrupción. 
En otros países, por ejemplo en Francia con sus 35 mil 357 municipios –sí, más de 35 mil, es decir, hay “estado”, así sea básico, por todos lados- cuando un candidato gana las elecciones, las secretarías, las gerencias quedan en manos del “gobierno de turno”, pero de ahí para abajo “el estado” sigue siendo manejado por funcionarios elegidos en concursos y nombrados. 
Seguramente allá existen contratistas pero nunca bajo el esclavismo infame de contratos de 3 meses que violan todos los derechos laborales para que las personas tengan que ser “clientes” de ciertos concejales, diputados, representantes y senadores y en elecciones “se tengan que matar consiguiendo votos como sea” para jefes de esas clientelas y sus candidatos. Estos jefes se acercan a candidatos, o al revés, estos los buscan y el acuerdo es “te hago este favor y me das unos puestos en tal secretaría”. Tal práctica viene desde antes de ¡1974! es decir, hace más de 40 años: Toda una cultura. 
Empero, es un exabrupto que se diga que un representante a la cámara actual es corrupto porque estuvo contratado en administraciones anteriores: hay que ser más prudente con esas aseveraciones: jamás se es corrupto simplemente por aceptar un contrato para cumplir una función pública; sobre esa base entonces prácticamente media ciudad y departamento que ha estado o ha tenido o tiene un familiar contratado en algún área de la administración pública sería corrupto. Y no, la mayoría absoluta de contratistas, pueden perder independencia y/o no demandar por miedo, pero son personas que bien, regular o hasta con incompetencias intentan cumplir sus tareas. Lo ideal sería que fueran escogidos por meritocracia, que tras cierto tiempo fueran nombrados –la ley establece que deben serlo- etcétera, pero, ¿en qué quedarían las clientelas? ¿sus jefes? ¿el clientelismo?… 
 El clientelismo LIBRO PDF

La corrupción en esencia es la destinación de dineros públicos para beneficios personales. Ejemplo. Usted y yo pagamos impuestos. Con esos impuestos, y a dedo, gobernantes contratan personas para que cumplan labores públicas. Ahí ya vamos en Amarillo pues deberían ser contratados por concursos, méritos, etcétera. Pero pasamos a Rojo cuando pasan parte de lo que reciben como honorarios a jefes políticos, a individuos. Eso es corrupción. 
“Te apoyo ese acuerdo, pero me dejas manejar el presupuesto, etcétera” acuerdan estos jefes con gobernantes: y ya sabemos qué tipo de manejo es: el que relatan congresistas detenidos en sus indagatorias sobre “cupos indicativos” tiene sus clones en asambleas y concejos. Y si arriba es la Presidencia (Duque ha tratado de eliminar algo), igual sucede en gobernaciones y alcaldías. Baste decir que desde 1988 parece que sólo tres alcaldes han sido capaces de gobernar sin “coalición mayoritaria” -a cambio de esos manejos- en sus concejos: Mockus, Fajardo (¿y Hernández de Bucaramanga?): la prueba de que sí se puede “cambiar”. 
Esta cultura se degenera aún más cuando gobernantes nombran a Secretarios o Gerentes que se han dedicado a robar instituciones enteras, a cobrar porcentaje en cuanto contrato existe, y lo que roban lo han repartido entre senadores, representantes, alcaldes y lógicamente toman la mayor tajada para ellos mismos y sus familiares: Usted y yo nos demoramos años de trabajo haciendo un capital honesto, ellos sobornan y extorsionan a contratistas y ciudadanos y de un día para otro se enriquecen, pero olvidan que en un pueblito como éste “todo se sabe” –continuará- 
Octubre 8, publicada en 

El libro completo en 

Voto alternativo y … harakiri (1)

El “No todo vale” sonó como slogan en la campaña presidencia de Mockus en el 2010. La Ola Verde trataba de darle algo de decencia a las prácticas políticas en Colombia donde lo tradicional es que aspirantes a gobernar hagan “de todo” y “con quien sea” para ser electos. Desafortunadamente, al mirar ciertas listas, queda claro que el “No todo vale”, ha quedado muy mal herido, desde que la vanidad y la ambición de algun@s superó sus convicciones. 
Ser alternativo pasa esencialmente por un racero ético-moral a lo largo de la vida de la persona, por un comportamiento como dirigente, como funcionario y recordemos que lo ético NO es simplemente NO tener ninguna sanción en ese chiste perverso que son nuestros organismos de control: muchos conocemos excelentes y honestos funcionarios sancionados e investigados, así como personajes sin una sola sanción e incluso sin investigaciones. ¡Como si en éste pueblito, donde todo se sabe, algo se pudiera esconder! 
Sin embargo, en esta época del selfi, de la foto, de las redes sociales; tal como lo enseña Trump y otros (…) muchos caen: “Me gusta la gente que lo ha acogido y rodeado” me contesto un joven cuasi abogado de 24 años. Pero, a veces NO es ingenuidad -gente de más de 60 años difícilmente lo es- sino el desespero por conseguir “electoreros”, también hay “estrategas” torpes de por medio; curiosamente un líder y por ende co-responsable de tal desastre me decía “Más de un dirigente ingenuo sin saberlo, termina entregando un proceso de manera estúpida” y las consecuencias se han visto. Por ejemplo, años atrás en Pereira fue elegido por y para los alternativos un Concejal: muy amable, muy querido, ¡pero que de alternativo tenía cero! L@s ilus@s creen en la disciplina partidaria: La realidad enseña que obtenida la curul hacen lo que les da la gana. Y peor ¡estatutariamente son jefes del partido!. ¡Un harakiri perfecto! ¿Otro?. 

Ahora bien…si estas personas quieren ser candidatos ¡que lo sean! ¡están en su derecho!: pero en sus partidos, en sus casas, en sus ambientes naturales y que allá vean si los eligen o no. Pero es nefasto que cuando por primera vez los alternativos en Risaralda se ponen de acuerdo para una lista conjunta a Asamblea, donde matemáticamente hace años se sabe que pueden obtener mínimo una curul que perdieron desde el 2003, los usen de trampolín. Hay algo llamado respeto. Y hace parte del NO TODO VALE. Nadie cambia repentinamente y se convierte en alternativo de un día para otro, de una elección a otra, apostando a ser cabeza de ratón pues en su partido natural sabe que es cola de león. Es decir, allá nunca le alcanzaría, pero entre los alternativos les puede hasta sobrar. 

En esa lista hay gente que por años o con sus acciones han probado ser realmente alternativos como Jesús Guevara (51) Daniel Silva (55) Ferley Henao (61) entre otros. Un querido dirigente me escribía que las elecciones corren el riesgo de volverse “vetaciones” y le dije que estaba en lo correcto. Y que el voto en blanco era entonces un castigo al partido que avaló a alguien que no debió avalar dentro de una lista sacrificando a todos los aspirantes. Si señor así es. ¿Por qué? Porque “NO todo vale” y si los alternativos tampoco dan ejemplo, entonces quién lo va a hacer. 
Veremos qué pasa antes de elecciones. 
(Octubre 1)