Recuerdo un avión gordo, parecía una ballena, y daba la impresión que su cola tocaba el piso Mis abuelos regresaban de unas vacaciones. Era un DC-3. Recuerdo los paseos que se hacían. Definitivamente el Matecaña es tan Pereirano como el Bolívar Desnudo. Pero esos recuerdos tienen décadas, hoy, comparto la posición de LaTarde: parece un gran baño público.
Ya en 1984, hace 27 años, cuando Aeropuertos de París elaboró un plan maestro, se debía modernizar. Se planeó ampliar las franjas de seguridad de la pista, y, “así ud No lo crea” se planteó que en el 2000 la operación del Matecaña se debía trasladar a Cartago. Algunos, legítimamente, visionaron negocio y salieron a comprar tierras por esos lados o ya las tenían. Si bien nunca se fue a Cartago, tampoco se hicieron las obras.
Lo cierto es que el Matecaña colapsó hace rato. En parte porque las “ganancias” del Aeropuerto NO se reinvertían en su modernización. La Aeronáutica civil lo raja en sus constantes evaluaciones. Los pasajeros de entrada y salida se cruzan, los filtros de seguridad están en la prehistoria, la plataforma para los aviones a veces no da abasto, la sala de espera se quedó esperando la obras, etc, etc. Finalmente la resolución 215 del 5 de mayo de 2009 dió un plazo: o el Matecaña (y otros) se modernizan a abril del 2013, o se le baja, prácticamente, a recibir avionetas.
Por todos estos líos, decidieron organizar la casa y la Aeronáutica misma hizo parte de quienes construyeron un nuevo plan maestro, que fue acogido oficialmente en febrero del año pasado. Ese plan dice que, ok, que el aeropuerto SÍ se puede quedar en Pereira, que NO es necesario trasladarlo a Cartago. (“Esa valoración de la tierrita se embolató”, me apuntó un viejo dirigente). Pero dijo que es obligatorio construir una nueva terminal (45 mil millones), cumplir con las zonas de seguridad en los bordes de la pista (20 mil), y adecuar la plataforma para los aviones (10 mil). Ahí van 75 mil millones de pesos. Y, dice el Plan que SÍ se debe pensar, posteriormente, en ampliar la pista: otros 80 mil millones.
Tenemos un Aeropuerto pequeño que produce, tras funcionamiento, mantenimiento de la pista, etc, ganancias líquidas por 1000 millones al año, provenientes esencialmente de la operación pues los locales son pocos y sus cánones de arriendo son risibles: que podría producir más, seguramente sí, pero igual NO tendría el músculo financiero. Decidieron entonces hacer un préstamo con La Promotora con el cual pagaron los diseños, los cálculos, e inició la banca de inversión.
El municipio, en términos sencillos, tiene la idea de comprar un apartamento, y que este se pague, por sí solo, con sus arriendos: quedándonos al final libre el apartamento. Técnicamente hablando es una asociación público privada, donde se busca un socio que construya las obras obligatorias (el apartamento) y luego con lo que reciba por concepto de comercialización de locales y por el 25 % de la operación (arriendos) recupere su inversión en un plazo NO mayor a 30 años, además con una cláusula que establece que si la deuda (+ intereses) con el inversionista, se paga antes: nos entregan el aeropuerto (apartamento) antes.
El equivocado manejo dado ha generado dudas sobre la transparencia. Por eso propongo que el alcalde convoque un grupo cívico pro Matecaña, compuesto por él y 6 personas: Comité Intergremial: Presidente; La Tarde: Directora; Diócesis de Pereira: Obispo; Concejo Municipal: Presidente; UTRAR-CUT: Presidente; UTP: Rector; quienes acompañen PERMANENTENTEMENTE Y EN DETALLE el proceso y le den continuidad en la siguiente administración. Así todos, recuperando –realmente– el civismo, quedamos tranquilos y: ¡avanzamos!