2020/12/16

Antes y después del 2020 (1)

El año arrancó normal. Ésta columna (1) inició planteando las expectativas sobre el gobierno de Maya y Tamayo. Exigimos –y un año después el avance es cero- que los señores Solarte pagaran los miles de millones que deben a los ancianos de Pereira a pesar de beneficiarse de la peor concesión de un aeropuerto firmada en Colombia. Tal actitud la asociamos a la película ganadora del Óscar: “parásitos” (…). Insistimos en la necesidad de tener más árboles, más verde, más vida ¿qué fue de los miles de árboles que se dice sembraron en la anterior alcaldía? ¿Dónde están? A ese propósito retomamos el tema del Gran Parque San Mateo (2) cuando Maya le preguntó al Presidente por su incumplida promesa. Y también nos preguntamos, y seguimos haciéndolo, por el poder en la CARDER ¿por qué hay tanto interés? Veníamos así, y ¡explotó el COVID!.

Gracias muerte, gracias vida, había escrito en enero. Desde el inicio he llamado a la calma con responsabilidad. Iluso creí que la pandemia nos daba una oportunidad, un ejercicio para reinventarnos como humanos: ¡paja! ¡se han reinventado los mercados, el capitalismo, tal vez la educación, pero el humano sigue igualito!. En ese camino pensé que la solidaridad de los potentados, de quienes ganan supersalarios, se daría, y así fue, pero sólo un momento. Es una vergüenza para Colombia los supersalarios de los servidores públicos, los de los privados los justifico: todo aquel que produce riqueza la merece, pero nunca la de quienes viven de los impuestos, de los tributos que pagamos todos. Dinamarca es un país referente planetario en desarrollo económico, justicia social, anticorrupción, los invito a ver BORGEN, la sencillez de su primer ministro y sus funcionarios ¡así debe ser!.

La pandemia se va a quedar escribí. En la ciudad ha habido aciertos y desaciertos. Hemos sido muy irresponsables frente a la instrucción de evitar lo cerrado, lo concurrido y lo cerca (las 3 c de la muerte). Al momento de escribir éste balance estamos en un momento crítico. ¿Será que sólo entendemos la magnitud del tema cuando tenemos un enfermo o muerto cercano? ¿Igual a como nos pasa con los asesinatos a los cuales -de manera enferma- nos acostumbramos? A propósito de acostumbrarnos, ni la pandemia se salvó de la corrupción: tres columnas escribí sobre el tema (4)

“Covidados” comenzamos a retomar los temas normales, por ejemplo, la venta de bienes del municipio que ha puesto en marcha el alcalde, la cual va muy lenta. Es una vergüenza la forma en que particulares, obreros y empleados públicos, dirigentes políticos, etcétera, se han robado Y SE SIGUEN ROBANDO lotes que son patrimonio de todos: ¡nosotros somos los dueños del municipio, del estado! ¡nunca lo olviden!. Eso sin dejar de lado cómo desmembraron y siguen desmembrando la enorme donación que hicimos los ciudadanos del mega lote del Batallón San Mateo. Algún día sabremos quienes lo usurparon: sus descendientes asumirán esa vergüenza. 

A propósito del “deber ser”, vino algo aberrante: Carolina Giraldo, quien con el ágora cívica (5) investigaba la forma en que se destruía un guadual, probó que las quejas de la comunidad sobre la construcción de un hotel eran ciertas –lento también va ese proceso- y vinieron amenazas de muerte sobre ella y su familia, lo cual levantó una enorme ola de solidaridad incluso de sus contradictores políticos. Somos una ciudad donde las amenazas de muerte no han sido, ni son, ni serán aceptadas jamás. 

Los efectos de “Kontacto” se sintieron en septiembre. Muy desafortunado. La única manera que esas situaciones No se repitan es que se acaben los contratistas esclavos que tiene el estado colombiano en todos los niveles ( ). Ligado a este tema de los intereses de unos y otros, invité e invito a estar muy atentos a todo lo relacionado con el POT: Después NO nos quejemos de urbanizaciones derrumbadas, quebradas ocupadas y demás barbaridades (mD sigue).

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2 http://ciberplural.blogspot.com/2020/04/gran-parque-san-mateo-por-orlandoparrag.html 

http://ciberplural.blogspot.com/2020/05/y-la-corrupcion-ahi.html 

https://agoracivicapereirarisaralda.blogspot.com/2015/05/quienes-somos-quienes-formamos-el.html 

 5 http://ciberplural.blogspot.com/2020/09/cambio-los-contratistas-esclavos.html 

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2020/12/01

Colombia necesita un acuerdo sobre lo fundamental (3)

 Continuando con la reflexión sobre las encuestas de los últimos 20 años, varias cosas quedan claras: No somos un país de optimistas: contradictorio con las encuestas que dicen que somos felices. Nos irrita la situación del campo, la pobreza, el orden público, y especialmente la corrupción. Desde nuestros abuelos, nunca nos hemos sentido “seguros”, en los últimos años el narcotráfico pesa mucho en esa sensación. Poco creemos en las instituciones, a duras penas, y en bajada, le creemos a la Iglesia, empresariado y fuerzas militares. Estamos llenos de bombas de tensión social: por si NO se han dado cuenta llevamos dos estallidos sociales, uno en el 2019 y otro mayor en el 2020: sólo contenido, momentáneamente, por la pandemia.

 La paz sigue siendo un anhelo nacional. Todo el que se opone a ella termina desgastado, apoyado sólo por una minoría salvaje la cual cree que la violencia o la guerra soluciona algo. Empero discrepamos sobre cuánta justicia ceder para llegar a la paz (posiblemente el pésimo recuerdo de las amnistías que se dieron hasta hace unos 10 años está en el inconsciente colectivo). El balance de justicia y paz con los paras NO es tan malo, pero es poco conocido. Y se le pide demasiado a la Jurisdicción especial para la paz: en un país donde la justicia, en general, poco ha funcionado. 

 Por lo menos 1 de cada 4 colombianos y a veces 1 de cada 3, son cómodos: quieren la paz, pero sin aportar un peso, o sin respetar a quien piense diferente, ni siquiera quieren perdonar, y eso que las reales víctimas del conflicto en su absoluta mayoría si lo han hecho. ¿Qué vamos a hacer con esa minoría que se atraviesa frente al anhelo de la mayoría?... 

Pero #HayEsperanza, datos como la paulatina aceptación del “matrimonio civil entre parejas homosexuales” o “la adopción de menores de edad por parte de parejas del mismo sexo” muestran que nos acercamos al centro-cultural y vamos dejando el país, godo, atrasado y miedoso…

 Esa apertura mental, nos debe servir para abordar “el” macro-problema nacional: la coca, desde su sembradío hasta los enormes recursos que genera su exportación. Casi todos estamos de acuerdo en el “qué” pero no en el “cómo” resolverlo. Algunos insisten en una guerra que llevamos desde 1971 ¡hace 50 años! Olvidando que la primera extradición fue en 1985 ¡hace 35!([i]) ¡Ni siquiera con llamamientos de la ONU aceptan que es un FRACASO! ([ii]) …a veces da la impresión que no sólo a los narcotraficantes les conviene que sigamos fracasando sino a ciertos actores “legales” ¿se imagina cuántos contratos hay para seguir en el error? ¿Cuántas coimas hay en esos contratos?

 Es un error también seguir hablando de “Legalizar el tráfico y el consumo de drogas en Colombia”, pues una amplia mayoría, superior al 70%, está en desacuerdo. No avanzaremos por ahí. Lo que hay que construir es un gran acuerdo nacional en torno a cómo romper el ciclo en su eslabón inicial y más barato: los campesinos que cultivan la coca. Está claro que las fumigaciones, la erradicación forzosa de cultivos ha fracasado ¡Hay que encontrar una salida! ¿por qué en Perú y en Bolivia la hoja de coca tiene otros usos?.  En ese gran propósito, dos congresistas risaraldenses, el uno Verde, el senador Marulanda, el otro del CD, el representante Vallejo, han liderado el esfuerzo por llegar a ese acuerdo (Drive: https://tinyurl.com/y3ju6w9l ) ¡ojalá aceleren pues les quedan pocos meses o años en el congreso!

#SinceramenteConOrlandoParra hoy Victoria Echeverri, Directora FENALCO, Comité Intergremial Risaralda