Venimos de años de polarización. La guerra nos polarizó primero. Luego el pacto de paz. Esa polarización siempre ha tenido un fondo asociado a la inequidad social que apenas alcanzamos a medio entender al analizar la explosión del año anterior, la cual aún hoy NO se atiende. Explosión que en la campaña parecen querer IRRESPONSABLEMENTE olvidar (…). Es hora de avanzar. Es hora de llegar a unos “acuerdos sobre lo fundamental” por ejemplo, en que si no se soluciona de fondo el cultivo, procesamiento, exportación, lavado de dineros, asociados a la coca y la cocaína: JAMAS saldremos de la violencia.
Para llegar a esos acuerdos, se requiere comprensión de temas nacionales (por lo menos estratégicos), a la vez, humildad para entender que las regiones se entienden desde ellas mismas, y en ese camino, experiencia en el manejo amable, pero claro en las reglas, de los representantes a la Cámara y de los senadores, así como de actores políticos nacionales. Lógicamente tiene que tener más experiencia que un muchacho “consejero” de un banco fuera de “Polombia» (…) pero igual, puede ser Superman, lo que se necesita es alguien capaz de llegar a unos macro acuerdos nacionales.
¿Cómo se logra eso? La derecha y la izquierda difícilmente podrán ponerse de acuerdo. Se necesita el centro. Ese es su rol en el planeta. Se necesita un conciliador con la capacidad de entenderse con todos los sectores, comenzando por los “políticos”. Sin negar los actores sociales y especialmente económicos que están detrás. Se requiere que al menos quieran hablar con ese conciliador. Pero ¿qué pasa cuando usted desde posiciones ideológicas o personales ha “quemado esos puentes”? la posibilidad de construir esos acuerdos, donde todos ganan y pierden algo, se desvanece: Los únicos que NO necesitan ese talante conciliador son quienes triunfan a sangre y fuego en una “revolución”, y aquí lo que hay es una “votación”.
Un gran actor político ha dicho que para serlo se “Tienen que tomar distancias de los contradictores, de los Gobiernos, ser crítico de la sociedad; pero si no hace eso, no crece, la gente sólo te pone atención si estás diciendo cosas». Lo cual quiere decir que entre más años en el escenario, mayor desgaste: en la política es más fácil hacer enemigos que amigos. Se suma la forma de ser, hay más empáticos que otros.
Por esas razones y más Votaré coalición CENTRO Esperanza, y en el tercer tarjetón, el de la consulta, resaltando los valores de todos ellos, los de mi querido Sergio Fajardo, todos serían excelentes coequiperos de ese primer gobierno de unidad nacional; votaré por quien siento será capaz de comenzar a sacarnos de la polarización, de avanzar a una Colombia con un futuro mejor: votaré por ALEJANDRO Gaviria
Publicada en varios medios hacia el 2022-03-06